2. EL ÑANGARO
Ave endémica de la Isla de
Margarita que anida en
huecos de los mangles
negros del Parque Nacional
Laguna de La Restinga. Es
de color verde con la
corona azul y el interior de
la cola roja.
En las tardes pueden verse
en grupos pequeños
cuando salen del manglar
para alimentarse de frutos.
El ñangaro está en peligro
de extinción, y actualmente
existen 180 de éstas aves,
ya que los pichones son
robados para tenerlos como
mascotas o venderlos.
PRINCIPALES AMENAZAS
Las amenazas sobre el Ñangaro son
extremas. Entre las mas importantes está
la cacería para capturarlo vivo y su uso
como mascota. Se calcula que
anualmente se extraen el 80 a 100% de
los pichones. Adicionalmente estos
animalitos no son muy resistentes en
cautiverio y gran parte de ellos mueren.
La destrucción de las zonas áridas de la
Isla de Margarita por explotaciones de
arena, la fuerte presencia de pescadores,
lancheros y turistas en las zonas
reproductivas y el deterioro de los
manglares y lagunas del parque Nacional
Laguna La Restinga, afecta en forma
alarmante al Ñangaro.
Medidas de Conservación
A partir de 1993 se desarrolla un proyecto
de recuperación poblacional del
Ñangaro a través de la investigación,
educación ambiental, incorporación de
las comunidades aledañas y protección
de las nidadas. Si se le da continuidad al
proyecto es probable que el futuro de
esta ave no sea tan incierto.
3. PERRO DE MONTE
El perro venadero, zorro vinagre,
zorro pitoco, yagua, ivigui,
cinogalo, perro de monte o
perro selvático (Speothos
venaticus), tiene un cuerpo que
mide entre 23 y 30 cm de altura
y 60 y 75 cm de longitud; su cola
tiene apenas 12 a 14 cm. Su
peso es de 5 a 7 kg. La espalda
y los costados son de color
castaño a rojizo, la cabeza y
cuello son generalmente más
claros, en tanto que las
extremidades y cola son siempre
más oscuros, hasta negros.
Difiere notablemente de otros
cánidos por su aspecto similar al
de un mustélido.
Es un cánido que vive en las
selvas tropicales húmedas en los
Estados Amazonas y Bolívar,
Cordillera de la Costa
Tiene 2 a 6 cachorros por parto,
generalmente en octubre, tras
una gestación de 76 días. La
lactancia dura 8 semanas.
Hacia el año, llega a la madurez
sexual. Puede vivir hasta 10
años. EXTINTO en Perú, Bolivia,
Paraguay y norte de Argentina.
SE CLASIFICAN EN:
• Speothos venaticus panamensis:
Panamá
• Speothos venaticus venaticus:
(Ecuador, Colombia Venezuela,
Surinam,Guyana, norte y centro de
Brasil)
• Speothos venaticus wingei Sureste
de Brasil)
DATOS CURIOSOS:
Vive en grupos de 4 a 12 individuos.
Tiene hábitos diurnos. Caza diversos
animales, especialmente agutís,
capibaras, venados y aves. Es
excelente nadador y puede
capturar presas en el agua;
acostumbra bañarse en horas
cálidas de día. Son buenos
excavadores y se ha observado
que pueden cavar un metro en 30
minutos.
4. CARDENALITO
AVES
Cardeulis cucullata (sinónimo:
Spinus cucullata)
DISTRIBUCIÓN
En la actualidad sólo se le ubica
en los estados Falcón, Lara y
Barinas. También en los estados
Miranda, Anzoátegui y Guárico.
Situación Actual
Esta pequeña ave de vistoso
plumaje rojo y negro podría
extinguirse en un futuro cercano
si no se toma las medidas que
controlen su captura y
comercio.
TAMAÑO POBLACIONAL
ESTIMADO
Se estima que la población
actual está entre 600 a 800
ejemplares en todo el país.
Otros estimados aseguran la
existencia de unos 4.000
sobrevivientes.
PRINCIPALES AMENAZAS
La captura y el comercio son las causas
principales de la situación que enfrenta el
cardenalito. Hubo una época en el siglo
pasado cuando sus plumas se utilizaban
indiscriminadamente como adorno de
sombreros. Lo utilizan para cruzarlo con
canarios para obtener variedades que
son comercialmente muy demandadas.
En la actualidad la captura se mantiene y
los traficantes pagan sumas de dinero
muy atractiva para los nativos de las
zonas donde aun se les ve.
MEDIDAS DE CONSERVACIÓN
El cardenalito está especialmente
protegido por las leyes venezolana según
la resolución 439 del 07/12/82, en la
Gaceta Oficial No. 32619. Su comercio
está regulado por CITES, que incluye a la
especie en el Apéndice I, gracias a lo
cual se controla el tráfico a través de
Curazao, país que servía de puente entre
Venezuela y Europa para el comercio de
cardenalitos.