4. También en este periodo se origino la Guerra de Yaqui (1885-1909) en la que los habitantes de la región lucharon por mantenerse independientes de gobierno de centro; murió en prisión el ladrón generoso Chucho El Roto (1885); el general Trinidad García de la Cadena, opositor político de Porfirio Díaz, fue asesinado (1886); se reformo la constitución para permitir la reelección inmediata (1887);se empezó a celebrando el año nuevo (1887-88) y perdió la vida el Celebre bandolero Heraclito Bernal (1888). En el tercer periodo presidencial (1888-92), Díaz consolido su poder con base a los éxitos alcanzados en el segundo: la conservación de la paz (paz del sepulcro, decían sus opositores) y la conquista de prosperidad, sin embargo, el los últimos años de este cuatrienio la popularidad del presiente se vio amenazada por una crisis financiera que puso en peligro la tan ponderada prosperidad: la pérdida general de las cosechas ocasionadas por las terribles sequías y la depreciación de la plata en los mercados mundiales, factores que a su vez generaron la devaluación del peso mexicano (En 1870 el peso y el dólar se intercambiaba a la par, el 1890 un peso por .87 dólar y el 1894 un peso por.51 dólar). Como consecuencia de los anteriores, el cuarto periodo de Porfirio Díaz (1892-96) se inicio en condiciones de aguda crisis económica que afectaba directamente a lo social y repercutía en el ámbito político. Por fortuna, en 1893 José Ives Limantour se hizo cargo de la Secretaría de Hacienda y logro superar la crisis, circunstancias que favoreció la reelección de Porfirio Díaz para su quinto periodo presidencial (1896- 1900). Limantour organizaría también el sistema bancario mediante la Ley General de Instituciones de Crédito 1897. A partir de 1896, la reelección de Díaz fue indefinida; cada cuatro años hubo elecciones y en cada una de ellas resulto electo "El Caudillo Necesario". Con el porfirismo, la economía mexicana entro en la fase capitalista y sus diferentes áreas de producción fueron incorporadas, en mayor o menor medida, al sistema económico de los países industrializados. EL PORFIRIATO
5. Agricultura Durante el porfiriato, la vida en el campo mexicano giraba en torno a los latifundios. Estos adquirieron características específicas que dependían de cada región del país. La agricultura durante el porfiriato Durante el porfiriato, la vida en el campo tenía su eje central en los latifundios. Estos fueron los principales cultivos de la época:
6. Agricultura A causa de las constantes guerras el campo mexicano estaba en la ruina en aquella época. Las tierras de cultivo habían sido abandonadas, no se contaba con sistemas de riego ni se tenía el equipo necesario para poder sembrar adecuadamente. La situación en el campo empeoró entre 1876 y 1910 porque las llamadas compañías deslindadoras quitaron a muchos campesinos e indígenas sus tierras y luego las vendieron a personas muy ricas, ya fueran mexicanos o extranjeros. Así surgieron los latifundios, es decir, enormes extensiones de tierra que eran propiedad de una sola persona o familia. Los campesinos tuvieron que trabajar en las grandes haciendas como peones; ahí eran maltratados y obligados a laborar muchas horas y se les pagaba muy poco. Además, tenían que comprar sus alimentos en las tiendas de raya que, por supuesto, eran propiedad de los hacendados. Los precios eran tan altos que los peones siempre quedaban debiendo y sus hijos heredaban las deudas. En algunos lugares como las haciendas henequeneras de Yucatán los peones eran prácticamente esclavos. Se les traía por la fuerza desde lugares muy distantes y eran vendidos al antojo de los hacendados. Si los campesinos trataban de protestar o de huir de las haciendas eran brutalmente castigados e, incluso, asesinados. Esta terrible situación en la que vivían los campesinos fue denunciada por periodistas extranjeros poniendo al descubierto uno de los principales daños que el Porfiriato había causado a millones de mexicanos. También ellos habrían de participar en la Revolución Mexicana en busca de una vida más digna. Gracias al trabajo de miles de peones prosperaron numerosas haciendas en las que se sembraba maíz, frijol, trigo, caña de azúcar, tabaco, algodón y cacao. Estos productos eran consumidos en el país y cuando no eran suficientes se compraban en el extranjero. Se vendían a Europa y Estados Unidos maderas finas, henequén, hule, chicle, chile, café, vainilla y palo de Campeche. A pesar de todo, la situación en el campo mexicano no mejoró gran cosa y los problemas agrarios continuaron por mucho tiempo más.
7. Minería Durante el Gobierno de Porfirio Díaz, por primera vez en su vida independiente, México vivió el desarrollo económico, aunque sus injusticias terminaron por alimentar la revolución. La minería durante el porfiriato La producción minera mexicana registra un aumento notable durante el período 1895-1910, esto es, el Gobierno de Porfirio Díaz.
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9. Comunicaciones y Transportes LAS VÍAS DE COMUNICACIÓN Y LAS FUENTES DE ENERGÍA Para garantizar el desarrollo económico el gobierno amplió las vías de comunicación y transporte: construyó caminos, tranvías, amplio las comunicaciones postales y telegráficas, instaló teléfonos, estableció comunicaciones con Europa por medio de cable submarino, instaló puertos en Salina Cruz, Tampico, Guaymas, Veracruz y Mazatlán y vías férreas. EL COMERCIO Y LA INDUSTRIA Durante el porfiriato se intensifico el comercio interno y externo, principalmente por la abolición de los impuestos y el mejoramiento de las vías de comunicación. El comercio aumentó en diez años, de 1892 a 1902, de 155 a más de 400 millones de pesos. El comercio de las costas se realizo con capital español, ingles y alemán. Para apoyar el desarrollo comercial se fundaron asociaciones bancarias muy importantes entre ellas destacan el Banco Nacional Mexicano y el Banco Mercantil, para luego fusionarse y crear el Banco Nacional de México, así también se crearon el Banco de Londres y México y el Banco Hipotecario, con capitales extranjeros. La industria extractiva era la única importante en manos de los españoles desde el virreinato, poco a poco paso a manos de los ingleses, pero en 1880 fueron relevados por los estadounidenses que recibieron muchas concesiones por parte del gobierno porfirista. Para explotar minas de cobre, oro, plata, plomo y hierro. Alrededor de 1888 se presentaron 2077 peticiones para explotar los fondos mineros, se instalaron 33 fundaciones y se otorgaron más de mil concesiones para explotar las minas; en 1900 la extracción de oro alcanzó los 88 mil millones 843 mil dólares, la plata 72 millones 368 mil y la plomo aumentó 4 veces en la última década del siglo XIX. La minería en 1911 contaba con una inversión extranjera de 26 millones de dólares, sobre todo en Sonora, Chihuahua, Coahuila y Sinaloa, mientras que la inversión mexicana solo alcanzaba los 7 millones de dólares. La industria que más se desarrollo fue la textil principalmente en los productos de lana y algodón, por la producción algodonera, la exención de impuestos federales que Díaz otorgó por diez años y las licencias para importar maquinaria aunque sea por una vez. La industria textil se desarrolló principalmente en el Distrito Federal y en los estados de México, Puebla y Veracruz, para 1910 contaban con 150 fábricas con más de 40 mil obreros con sueldos miserables y jornadas agotadoras.