2. EL COMIC ESPAÑOL CLÁSICO
Quizás hubiera que decir “el tebeo”, pues éste era el término tradicional
español para designar a las historietas. Término derivado, precisamente, de una
de las primeras revistas españolas de historietas: TBO.
3. EL COMIC ESPAÑOL CLÁSICO
No cabe duda de que España logró consolidar un estilo propio de historietas,
por fuerte que hayan sido las influencias norteamericanas, por un lado, y
franco-belgas, por el otro.
4. EL COMIC ESPAÑOL CLÁSICO
Una mirada a la España pobre de la posguerra es lo que nos ofrecen, por
ejemplo, historietas como Carpanta de Escobar o 13 Rúe del Percebe del gran
Ibáñez. Carpanta es un vagabundo hambriento. Su obsesión es comer y en
base a eso se desarrollan todas sus aventuras y desventuras.
5. EL COMIC ESPAÑOL CLÁSICO
En cuanto a 13 Rúe del Percebe, ¿no hay ahí un reflejo de la crisis de la
vivienda, con su pensión de subalquilados o el señor que vive en una
alcantarilla?
6. EL COMIC ESPAÑOL CLÁSICO
Costumbrismo, astracanada, un cierto grado (aunque moderado) de crueldad y
humor negro. Todo eso hace a la mejor historieta clásica española. Algunos
nombres: Doña Urraca, Sir Tim O’teo, Benito Boniato, Las hermanas Gilda y, por
supuesto, Mortadelo y Filemón, la mejor parodia que pueda haberse hecho al
género de los agentes secretos, mejor aún que El superagente 86.
7. EL COMIC ESPAÑOL CLÁSICO
Son inolvidables esos finales, con una persecución masiva o con Mortadelo y
Filemón guardando cama llenos de vendajes o escondidos en algún paraje
remoto para huir de las iras de su jefe, el Superintendente.
8. EL COMIC ESPAÑOL CLÁSICO
La tradición española de la historieta y el humor gráfico tiene, hasta
hoy, felices continuadores. Se siente, sin embargo, un lamentable avance de
cierto tipo de humor complaciente y narcisista al estilo de muchas series soap
norteamericanas. Han de ser señales del fin del mundo.