1. SEGUNDA VUELTA ELECTORAL:
MÉXICO Y SU ELECCIÓN
PRESIDENCIAL
LEÓN, GUANAJUATO. JULIO 2012
COLEGIO DE PROFESIONISTAS EN CIENCIA
POLÍTICA Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA DE LEÓN,
GUANAJUATO, A.C.
2. 2
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
PRIMERA PARTE
MARCO TEÓRICO………………………………………………………….…5
1.1 Democracia
1.2 Gobernabilidad
1.3 Elecciones
1.4 El sufragio
SEGUNDA PARTE
CONTEXTO DE LA SEGUNDA VUELTA…………………………………10
2.1 Antecedentes de la segunda vuelta
2.2 La segunda vuelta y su contexto
2.3 Segunda vuelta en América Latina
TERCERA PARTE
ANÁLISIS DEL CASO MEXICANO……………………………….……….14
3.1 Contexto
3.2 Elecciones presidenciales 2012
3.3 La segunda vuelta en el caso de México
3.4 Propuestas de partidos políticos
CONCLUSIONES…………………………………………….………………19
BIBLIOGRAFÍA
3. 3
INTRODUCCIÓN
Con los actuales acontecimientos electorales que presenta el país
se requiere fortalecer el sistema político mexicano con la finalidad de
construir y consolidar un quehacer político apegado a esquemas de
gobernabilidad, democracia y legitimidad.
Las reformas que requiere el país son profundas, lo que más le ha
hecho daño a nuestra nación es la simulación en todos los órdenes de
quehacer público. En esta vertiente desde hace décadas vemos que la
reforma política y especialmente la reforma electoral, es uno de los
grandes temas pendientes.
En los escenarios que se presentan en la coyuntura en torno al
proceso electoral, tenemos que no hay una contundencia en los
resultados electorales, lo que provoca espacios de incertidumbre y en
algunos momentos visos de ingobernabilidad en el país.
Para ello una de las alternativas al respecto es la figura de la
segunda vuelta electoral, la cual establece una segunda oportunidad de
elección exclusivamente entre los dos candidatos punteros a la
presidencia. Con ello se resuelven aspectos importantes como lo es la
legitimidad del presidente, la generación de mayorías, de consensos,
evitando de esta manera la polarización en la sociedad.
La segunda vuelta pretende generar condiciones legales y políticas
para que los candidatos de mayor aceptación en la ciudadanía puedan
crear un sistema de alianzas, antes, durante y después de las
elecciones, en torno a objetivos comunes y a las aspiraciones nacionales
que deberá generar un gobierno de coalición.
También busca establecer condiciones para que el presidente
electo pueda tener una diferencia mayor de votos y que a su vez esto le
signifique un impulso a su programa de gobierno. En otras palabras,
crear escenarios óptimos para el ejercicio de la presidencia dentro de un
4. 4
contexto de gobernabilidad, promoviendo acuerdos que deben ser la
constante de toda democracia.
No olvidar que la política en gran medida es: diálogo, negociación y
acuerdos.
El presente análisis contiene un referente teórico, un análisis de los
elementos que componen la segunda vuelta (ballotage) y concluimos con
una propuesta para el caso de México en el ámbito del poder ejecutivo.
Iniciemos.
5. 5
PRIMERA PARTE
MARCO TEÓRICO
En el presente apartado se desarrollan los elementos que
muestren un contexto del tema, esto con la finalidad de proporcionar una
mejor dimensión del tema de la segunda vuelta.
Vemos que la finalidad de todo gobierno es satisfacer las
demandas de los ciudadanos en términos de brindar las condiciones
económicas, sociales y políticas para que puedan potencializar todas sus
capacidades. Para que esto se lleve a cabo es necesario contar con una
democracia participativa, esquemas de gobernabilidad y apego a la
legalidad.
1.1 DEMOCRACIA
“La democracia es una aspiración universal. Un gobierno
democrático eficiente y eficaz es la mejor garantía de justicia social y de
una sociedad ordenada. Sabemos que los gobiernos democráticos son
(en mayor o menor medida) participativos y transparentes, rinden
cuentas a la ciudadanía, respetan la pluralidad y promueven la equidad
social, así como permitir la libertad de elección, expresión y creencias.”1
“De acuerdo con su significado original, democracia quiere decir
gobierno del pueblo. El término democracia y sus derivados provienen,
en efecto, de las palabras griegas demos (pueblo) y cratos (poder o
gobierno). La democracia es, por lo tanto, una forma de gobierno, un
modo de organizar el poder político en el que el pueblo no es sólo el
objeto del gobierno – lo que hay que gobernar – sino también el sujeto
que gobierna.”2
1
Rizvi Gowher, Conferencia, El desafío de la legitimidad para el buen gobierno y la
gobernabilidad democrática: el imperativo de la innovación, España, 2006, p. 5.
2
Salazar, Luis; Woldenberg, José, Principios y valores de la Democracia, Instituto Federal
Electoral, México, 2001, p. 15
6. 6
Giovanni Sartori, consideraba al sistema representativo como “el
único medio de lograr gobiernos democráticos en las condiciones de vida
que caracterizan a las sociedades contemporáneas.”3
1.2 GOBERNABILIDAD
En la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE)4
la gobernabilidad es definida como el uso de la autoridad
política en el ejercicio del control y administración de los recursos
destinados al desarrollo económico y social.
El Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (UNDP) define
el proceso de gobernabilidad como el ejercicio de autoridad política,
económica y administrativa expresado en todos los niveles de gobierno.
Comprende todos los mecanismos, procesos e instituciones a través de
los cuales se incorporan las demandas e intereses de los ciudadanos, se
garantizan sus derechos y obligaciones y se resuelven sus diferencias.
Otro concepto de gobernabilidad es el que maneja el Banco
Mundial.5
Para ellos la gobernabilidad está definida como la integración
de las distintas formas en las que individuos e instituciones, públicas o
privadas, administran intereses comunes.
Un 'buen nivel' de gobernabilidad se caracteriza por contar con los
siguientes elementos:
• Consensos. La integración de diversos intereses y grupos de la
sociedad para alcanzar acuerdos sobre qué es lo que mejor
conviene a la comunidad y las formas que hay que tomar para
lograrlo.
3
Sartori, Giovanni, Estudios de política y gobierno, México, FCE, 2003, p. 45
4
www.ocde.org Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Gobernabilidad,
Cita obtenida en agosto del 2007.
5
www.worldbank.org Banco Mundial, Cita obtenida en agosto del 2007.
7. 7
• Efectividad y Eficiencia. Caracterizadas por la prestación de
servicios institucionales que responden a las necesidades de una
sociedad, al tiempo que se asegura el mejor uso de recursos.
• Equidad. Cuando todos los miembros y grupos -principalmente los
más vulnerables- de una sociedad se sienten/consideran parte
activa de ella, mediante oportunidades iguales de acceso a
opciones de empleo, educación, salud, vivienda, y participación
política.
• Estado de Derecho. Requiere al menos de la aplicación imparcial
de la ley, de un Poder Judicial independiente, de un cuerpo policial
incorruptible y de la protección total de los derechos humanos.
• Participación. Directa o indirecta para todos los grupos en la
sociedad. Se requiere también de condiciones para la libertad de
expresión y la libre asociación.
• Rendición de Cuentas. Por parte de todos los actores presentes en
la comunidad -gobiernos, sector privado y sociedad civil-, con
relación a los grupos para quien trabajan.
• Responsabilidad. De las instituciones para atender las demandas
de la sociedad en tiempo y forma.
• Transparencia. En la medida en que las decisiones de gobierno
son acatadas de acuerdo a las reglas establecidas, y que la
información sobre estas decisiones esté al alcance de -al menos
aquellas personas directamente afectadas por ellas.
1.3 ELECCIONES
Una elección es un proceso de toma de decisiones usado en las
democracias modernas donde los ciudadanos votan por sus candidatos o
partidos políticos preferidos para que actúen como representantes en el
gobierno.
8. 8
Para efectos de estructurar un sistema democrático representativo
se requiere crear los canales necesarios para traducir la opinión de los
ciudadanos acerca de quienes deben ser sus representantes y de qué
manera debe ser gobernado el país. Ello implica la organización de
elecciones que se celebren a intervalos de relativa frecuencia. De aquí
que las elecciones vengan a significarse como el procedimiento a través
del cual la ciudadanía determina por medio del voto, quiénes de los
candidatos participantes deben ocupar los cargos de elección popular en
los diferentes niveles de poder que integran un Estado.
El pueblo, por imperativo constitucional, puede ejercitar ciertas
competencias legalmente reguladas, así en su calidad de ciudadano o de
cuerpo electoral con derecho a voto, como en el caso de la participación
en las elecciones.
Desde nuestra perspectiva, podemos conceptuar las elecciones
como el procedimiento a través del cual el elector, primero, determina la
persona o personas a quienes debe conferirse una representación o
cargo en los órganos de gobierno y, segundo, el pueblo ejerce control
sobre el gobierno.
1.4 EL SUFRAGIO
En la legislación electoral mexicana el sufragio se concibe
simultáneamente como prerrogativa y como obligación del ciudadano. En
tanto prerrogativa, constituye uno de los derechos políticos
fundamentales para que el ciudadano participe en la conformación de los
poderes públicos, en su doble calidad de elector y elegible a gobernante;
como obligación, el voto constituye un deber de ciudadano para con la
sociedad de la cual forma parte. Al igual que en todas las sociedades
modernas, el sufragio en México es universal, libre, secreto y directo.
Universal: tienen derecho a él todos los ciudadanos que satisfagan
los requisitos establecidos por la ley, sin discriminación de raza, religión,
género, condición social o ilustración.
9. 9
Libre: el elector no está sujeto a ningún tipo de presión o coacción
para la emisión del sufragio.
Secreto: garantía de que no se conocerá públicamente la
preferencia o voluntad de cada elector individualmente considerado.
Directo: el ciudadano elige por sí mismo a sus representantes.
Además de estas características prescritas por la Constitución, el
sufragio en México también se considera personal e intransferible.
Personal: El elector debe acudir personalmente a la casilla que le
corresponda para depositar su voto.
Intransferible: El elector no puede facultar o ceder su derecho a
ninguna persona para la emisión de su sufragio.
10. 10
SEGUNDA PARTE
CONTEXTO DE LA SEGUNDA VUELTA
Es primordial el estudio de la segunda vuelta con el objeto de
proporcionar mecanismos de garantía y gobernabilidad en tiempos de
elecciones y presentar escenarios de certidumbre electoral que se
traduzca en la consolidación de los regímenes democráticos de los
países.
2.1 ANTECEDENTES DE LA SEGUNDA VUELTA
La figura de la segunda vuelta, a diferencia de la creencia general,
tiene mucho tiempo de haberse establecido en ciertos sistemas y países,
es así que esto corrobora la eficacia de su implementación desde tiempo
atrás.
“La Segunda Vuelta Electoral, tiene su origen en el sistema
semipresidencial francés. Su aparición tuvo lugar en la Ley Electoral de
1787, pero fue hasta 1958 que el general Charles De Gaulle, quien
aspiraba a ocupar una presidencia fuerte y con amplia legitimación en
ese tiempo, le imprime las características de la actual segunda vuelta.”
A la segunda vuelta también se le conoce como Ballotage, del cual
se da una explicación general: “…significa, pues, elección con doble
turno, o segunda vuelta. Conceptualmente, la segunda vuelta se refiere:
al mecanismo electoral a través del cual se “obtiene una mayoría
absoluta o una mayoría relativa calificada entre dos o más mayorías
relativas resultantes de un primer acto electoral”6
En cuanto al término en sí de segunda vuelta, se hace referencia a
éste como: proceso electoral para elegir candidatos de elección popular
en donde sólo compiten dos, luego que en la primera vuelta ninguno
alcanzó la mayoría absoluta (cincuenta más uno) de los votos.
6
Cámara de Diputados, op. cit. , p. 6
11. 11
Especialistas en la materia desarrollan aún más este concepto
señalando lo siguiente, el politólogo Fernando Barrientos del Monte,
define a la segunda vuelta electoral como “un sistema de desempate
para producir mayorías absolutas en elecciones de circunscripciones
uninominales, tanto para elegir diputados como para presidente. Se
aplica cuando el requisito legal para ganar un cargo exige la mayoría
absoluta o un umbral de votación previamente establecido, el cual de no
alcanzarse por ningún candidato en la primera vuelta, plantea la
necesidad de una segunda vuelta electoral en la que se restringe la
participación a los dos candidatos más votados y en la que para ganar
sólo basta obtener la mayoría simple de votos.”7
2.2 LA SEGUNDA VUELTA Y SU CONTEXTO
Las elecciones en México son y serán cada vez más competidas,
por lo anterior es indispensable que se generen mecanismos de
certidumbre y credibilidad por parte de las instituciones encargadas de
los procesos electorales para dar una mayor legitimidad a las contiendas.
La inercia de posibles fraudes electorales anteriores, la
desconfianza entre los contendientes, la participación de gobiernos de
los distintos partidos políticos en la coacción del voto ciudadano,
consejeros electorales alineados hacia intereses de partido, hacen que
las elecciones presenten un margen de duda en cuanto a su validez.
Aceptar como triunfador al candidato que obtenga más del 50 % de
la votación emitida, podrá ofrecer a la ciudadanía un gobierno con
legitimidad y certidumbre, bajo un entorno democrático y de mayorías.
Es de esta manera como la segunda vuelta se presenta como
mecanismo y sistema para formar consensos que permitan gobernar a
quien salga triunfador en la contienda electoral, pero, sobre todo, que la
población tenga la confianza, la certeza jurídica y política del resultado
final.
7
Barrientos del Monte, Fernando, citado en: Cámara de Diputados, Segunda vuelta electoral,
Estudio teórico conceptual de derecho comparado y de iniciativas en la materia, México, 2007,
p. 6
12. 12
“En México sólo tenemos la experiencia de segunda vuelta en San
Luis Potosí en elecciones municipales. Algo que no ha funcionado en
esto es que la participación en segunda ronda es mucho más baja que
en la normal, aunque parece que esto tiene que ver más con el hecho de
que las elecciones municipales se realizan en fecha separada a la de
gobernador, y en consecuencia, en los casos de segunda ronda con una
tercera votación en un lapso relativamente breve, los ciudadanos llegan
cansados a esta etapa. Pero tratándose de la presidencia de la
República es previsible que por el contrario ir a una elección definitoria
debe de resultar muy atractivo, máxime que se hacen explícitos los
compromisos adquiridos con otras fuerzas y que son los que guiarán el
nuevo gobierno.”8
El caso actual de México no deja de ser preocupante, debido a que
se puede presentar el caso de que algunos partidos políticos se
comprometan a cualquier convenio con tal de ganar. Es decir, puede dar
lugar a acuerdos irresponsables en aras sólo del triunfo. También falta
que algún partido piense que no le conviene esto y se haga el
desentendido para impulsar una reforma en este sentido. No sería raro
en el caso de nuestro país que los acuerdos cupulares, o partidistas así
lo determinaran.
Hay que tener presente que la segunda vuelta es un mecanismo
de gobernabilidad y en una vertiente también de legitimidad. Tiene que
ser acompañado con otras medidas. Por ejemplo, una división de
poderes efectiva, rendición de cuentas, mayor transparencia y sobre todo
una ciudadanía más participativa y exigente hacia con sus gobernantes.
Así tenemos que la segunda vuelta provoca una legitimidad
artificial del candidato ganador, se pueden llegara a presentar coaliciones
frágiles, tiende a fragmentar el sistema de partidos, incrementa los costos
del proceso electoral, y puede generar incertidumbre social.”9
8
García Portillo Arturo, La segunda vuelta, Periódico el Financiero, 30 septiembre 2005, p. 15
9
Senado de la República, Elecciones presidenciales en México, Dirección General del Archivo
Histórico y Memoria Legislativa, 2004, p. 5
13. 13
2.3 LA SEGUNDA VUELTA EN AMÉRICA LATINA
“Respecto a la adopción de la Segunda Vuelta Electoral en
América Latina, tenemos que Costa Rica y Ecuador, en la década de los
sesenta, fueron las primeras naciones que adoptaron esta modalidad
electoral, en la década de los ochenta y noventa, les siguieron Uruguay,
Brasil, Chile, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Panamá, Bolivia, Perú,
República Dominicana y Argentina.”10
10
Centro de Documentación, Información y Análisis Servicios de Investigación y Análisis
Política Interior, Segunda vuelta electoral, México, 2007, p. 21.
14. 14
TERCERA PARTE
ANÁLISIS DEL CASO MEXICANO
3.1 CONTEXTO
Hasta hace pocos años, en México se tenía la tutela de un solo
partido y el poder omnímodo de la presidencia. Pero esto ha cambiado
tanto que ahora hay tres partidos (PRI, PAN, PRD) con posibilidades
reales de vencer en las urnas y el mínimo margen con que cada uno
puede ganar genera el riesgo de la ingobernabilidad. Como ocurre en
otros países, la segunda vuelta ofrece una salida política a ese escenario
probable.
En una confrontación como la que se presentó en el año 2006, las
posibilidades de ruptura e ingobernabilidad aumentan por el carácter
incipiente de la confianza en el sistema electoral. Con márgenes de
victoria reducidos y con sospechas o certezas de fraude, aunque sea
pequeño, el escenario político se puede volver incierto. De esta manera
se determina que bajo la legislación actual se presentan diversos
escenarios en los que al no haber un ganador contundente en las
elecciones se puede presentar signos de ingobernabilidad, debido a que
se pueden presentar de nuevo los sucesos del año 2006, en este 2012,
como de hecho se están presentando.
Es así como la segunda vuelta permitiría el reagrupamiento de las
fuerzas políticas, obligaría a negociar un entendimiento y canalizaría las
fuerzas electorales de tal modo que se lograra un gobierno con la base
social (electoral) necesaria para ejercer el poder. Una alianza electoral de
la oposición es muy difícil por un lado y cualquier partido político
quedaría desde el principio como el enemigo a vencer, lo cual viciaría las
posibilidades propositivas de una alianza.
Respecto de un gobierno negociado en el Congreso, la tradición
política y la estructura institucional permiten pensar que se pudiera
15. 15
negociar un cambio constitucional que centrara la definición del gobierno
las grandes aspiraciones e intereses nacionales. Además, la
construcción del sistema democrático parece todavía endeble como para
soportar las presiones que supone un escenario de esta naturaleza.
Una última alternativa es no hacer nada, dejar que el proceso siga
como está previsto. Desde nuestro punto de vista, esto nos puede poner
en una situación de alto riesgo, pues la victoria de cualquiera de los
partidos podría ser mínima y los otros sentirse tentados a bloquearla y
deslegitimarla.
Sin un ganador claro en las elecciones del 2006 y 2012, agregando
el complejo ambiente de inseguridad, desempleo, pobreza, falta de
crecimiento económico que se vive, la situación podría salirse de los
marcos institucionales, por lo que queda de manifiesto buscar los cauces
legales y políticos para solventar estos escenarios. La respuesta a lo
anterior se encamina a una Reforma Política de fondo.
3.2 ELECCIONES PRESIDENCIALES 2012
Los acontecimientos en este 2012, en torno a las elecciones
presidenciales, por el PRI, compite Enrique Peña Nieto, por el PRD,
Andrés Manuel López Obrador, por el PAN, Josefina Vázquez Mota y
finalmente por el PANAL, Gabriel Ricardo Quadri de la Torre, presentan
los siguientes resultados:
• PRI – 38.15 %
• PRD – 31.64 %
• PAN – 25.4 %
• PANAL – 2.3 %
• Votos nulos – 0.06 %
Se observa que Peña Nieto estaría gobernando con un 38.15 % de
electores que estuvieron a favor de su candidatura.
16. 16
Pero con un 59.33 % del PRD, PAN y PANAL de electores que no
votaron por él.
El escenario que se plantea es una segunda vuelta, y participarían
los dos candidatos que tuvieron el mayor número de votos en la primera
ronda, el cual pudiera ganar cualquiera de los dos, ya sea Peña Nieto o
López Obrador. De esta forma el presidente que llegara tendría una
mayor legitimidad y respaldo por los ciudadanos que lo eligieron.
3.3 LA SEGUNDA VUELTA EN EL CASO DE MÉXICO
La segunda vuelta en las elecciones para Presidente de la
República, es una mecanismo electoral que, de acuerdo a las nuevas
condiciones políticas del país, debe ser legislado con la finalidad de
contar con un instrumento verdaderamente eficaz que permita una mayor
participación democrática que genere mejores condiciones de
gobernabilidad y, en su caso, favorezca un auténtico gobierno de
coalición.
Así, se hace evidente que la segunda vuelta se inscribe en el
contexto de una necesidad de respuesta dentro de una coyuntura
política, donde la sociedad cuestiona el rendimiento del sistema
democrático, de ahí entonces que sea oportuna una reforma que
maximice la capacidad de dicha respuesta institucional y fortalezca la
democracia.
El mecanismo propuesto establece la obligación de realizar una
segunda vuelta electoral en la elección presidencial, cuando ningún
candidato obtenga más del 50 por ciento de la votación válida emitida.
La segunda vuelta busca reorientar la política electoral para
fortalecer la legitimidad del titular del Poder Ejecutivo, institucionalizando
y aumentando su carácter democrático. Una de las consecuencias de
este procedimiento, es la polarización del voto de los electores y la
aglutinación de ellos en torno a un candidato, lo cual con frecuencia
genera que se incremente sensiblemente el número de votos totales
respecto de la primera vuelta.
17. 17
Esta iniciativa pretende retomar la experiencia positiva que ha
mostrado en otros países el sistema de elección de Presidente a dos
vueltas, buscando adecuar dicha figura del derecho electoral a nuestra
realidad política, tomando en consideración las ventajas que aportaría a
nuestro sistema político. Las elecciones, están supeditadas a dos
elementos que condicionan el producto de las mismas y, por
consiguiente, su propia operatividad en el sistema político.
El primero, se refiere a las estrictas condiciones societarias que
están en el origen de actitudes de los individuos en relación con sus
patrones de participación política. La orientación hacia el abstencionismo,
como consecuencia de miedos históricos, percepciones sobre la
inutilidad del proceso electoral o desconfianza generalizada, está en la
base de una actitud que tiende a deslegitimar al propio sistema político
democrático.
3.4 PROPUESTAS DE PARTIDOS POLÍTICOS
En nuestro país se han presentado algunas propuestas para
implementar el sistema de Segunda Vuelta Electoral en la elección de
Presidente de la República. He aquí algunas de ellas:
1.- En marzo de 1998, el Diputado Rafael A. Castilla del Partido
Acción Nacional, presentó una reforma para modificar el artículo 81
constitucional, estableciendo que “la elección presidencial requerirá de
mayoría absoluta de votantes, y de ser necesario se celebrará una
segunda vuelta entre los dos candidatos que hayan obtenido el mayor
número de votos”.
2.- En abril de 2001, el Diputado Fernando Ortiz Arana del Partido
Revolucionario Institucional, presentó una iniciativa en términos
semejantes a la anterior.
3.- En agosto de 2002, el Diputado Luis Miguel Barbosa del Partido
de la Revolución Democrática, presentó una iniciativa en que proponía
que la Segunda Vuelta Electoral se aplicara no sólo a la elección del
18. 18
Presidente de la República, sino también en la elección de Diputados y
Senadores.
19. 19
CONCLUSIONES
Es impostergable que se establezcan reglas claras para fortalecer
los mecanismos y las instituciones electorales y dar certeza jurídica a los
actores políticos en el país. Las elecciones son y serán cada vez más
competidas debido a la apertura democrática y a normas cada vez más
claras.
El no contar con certeza y credibilidad en las instituciones y
procesos electorales federales continuará generando enfrentamiento
entre los contendientes, sus simpatizantes y militantes en el marco de
resultados electorales cerrados.
Si bien cada país tiene sus circunstancias particulares, es un
hecho que Brasil, Argentina, Chile, por ejemplo, el método de la segunda
vuelta les ha permitido generar certidumbre política, social y económica,
no obstante la alta y cerrada competencia que parece ser el común
denominador de las elecciones presidenciales en la región.
Es conveniente que la ciudadanía conozca diferentes opciones y
ofertas electorales y que participe para que se puedan constituir
mayorías claras para que haya signos de gobernabilidad, y legitimidad.
La segunda vuelta se presenta como método y sistema para formar
consensos que permitan gobernar a quien ganó, pero, sobre todo, que la
ciudadanía tenga la confianza, la certeza jurídica y política del resultado
final.
Se tiene que asegurar una mayor legitimidad de candidato
ganador, una mayor gobernabilidad derivada de la mayor legitimidad,11
la
11
La legitimidad es un término utilizado en la Teoría del Derecho y en la Ciencia Política. En
términos jurídicos la legitimidad es la capacidad de ser obedecido sin recurrir a la coacción, en
contraposición a la autoridad. En términos políticos la legitimidad es la capacidad que permite
20. 20
construcción de mayorías gobernantes, en la búsqueda de alianzas se
fortalece el sistema de partidos, se permite el voto estratégico y la
reacción del electorado entre la primera y la segunda vuelta.
La situación que guarda el país no está para momentos de
simulación, es precisamente este aspecto lo que más ha dañado a
México.
Se tiene que actuar, no quedarse viendo cómo se cae el país a
pedazos.
ejercer el poder sin necesidad de recurrir a la violencia. El proceso mediante el cual una persona
obtiene legitimidad se denomina legitimación.
21. 21
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www.worldbank.org Banco Mundial, Cita obtenida en agosto del 2011.
www.consultoriopolitico.org , Hill Ana Lucía, Consultorio político, Tema:
Gobernabilidad, Cita obtenida en septiembre 2011.
Agradecemos las aportaciones para la elaboración del presente análisis de:
Janet Berenice Godínez Álvarez
Patricia A. García Hernández
Verónica Bosques Durán
Aldo I. Márquez Becerra
Salvador Calvillo Rocha
Alejandro Ramírez Elizarrarás