De la etiqueta de las aguas envasadas obtenemos la información precisa sobre su composición
1. De la etiqueta de las aguas envasadas obtenemos la información precisa sobre su
composición, lugar de origen o incluso sobre una fecha preferente de consumo.
Pero ninguna, al menos hasta ahora, orientaba sobre su correcta conservación y
manipulación. La inclusión de este tipo de datos implica un claro traslado de la
responsabilidad al consumidor.
Los calores del verano son propicios para un mayor
consumo de bebidas refrescantes y, como no, de
aguas minerales, un producto que en los últimos
años ha experimentado un notable incremento de
consumo. Tradicionalmente, en sus etiquetas de su
contenido en sales minerales, así como del proceso
de envasado. Pero algo está cambiando lo que
hasta ahora venía siendo norma habitual. A la
información típica determinadas casas comerciales
han optado por añadir consejos sobre la
manipulación del producto.
La novedad es en efecto reciente y afecta por el
momento a una sola marca. En sus etiquetas es
posible leer indicaciones del tipo «Conservar en
lugar limpio, fresco y seco» o «Proteger de la luz
solar y de olores agresivos». Añade, además,
información relativa a la conservación y consumo del
producto: «Una vez abierto el envase mantener en
frío»; «consumir en los 2-3 días siguientes a su
apertura».
El traslado de información al consumidor, lejos de
ser un acto gratuito o tendente a facilitar mejores
pautas de conducta, implica también un cambio de
orientación en los límites de responsabilidad del
producto ante eventuales problemas que pudieran
surgir de su consumo.
2. Las especificaciones indicadas en la etiqueta
implican, de entrada, que la empresa envasadora se
identifica como responsable de la identidad,
integridad, calidad y composición del producto
contenido en envases cerrados y no deteriorados,
pero no de lo que ocurra una vez éstos hayan sido
abiertos. El consumidor, en consecuencia, deberá
asumir la responsabilidad inherente a la identidad y
posibles deterioros que pueda experimentar su
contenido, como consecuencia de una defectuosa
conservación o de una indebida manipulación.
Etiquetas claras
Las obligaciones del fabricante se recogen en
normas específicas sobre el etiquetado de envases
de agua y de aguas envasadas. En las normas se
indica que son obligatorios los datos referentes a la
denominación de venta, fecha de consumo
preferente, composición analítica y tratamientos
legalmente permitidos. De forma optativa, se permite
citar la temperatura de emergencia del agua en el
caso de las termales, su fecha de declaración como
mineral natural o de utilidad pública, así como
determinadas características del agua. Las
Autoridades Sanitarias pueden obligar a incluir, tanto
en etiquetas como en publicidad, advertencias
relativas a contraindicaciones para determinados
sectores de la población.
Las menciones permitidas y sus requisitos son:
Mineralización muy débil (hasta 50 mg/l de residuo seco)
Oligometálicas o de mineralización débil (hasta 500 mg/l de residuo seco)
Mineralización fuerte (más de 1.500 mg/l de residuo seco)
3. Bicarbonatada (más de 600 mg/l de bicarbonato)
Sulfatada (más de 200 mg/l de sulfatos)
Clorurada (más de 200 mg/l de cloruro)
Cálcica (más de 150 mg/l de calcio)
Magnésica (más de 50 mg/l de magnesio)
Fluorada o que contiene fluoruros (más de 1 mg/l de fluoruros)
Ferruginosa o que contiene hierro (más de 1 mg/l de hierro bivalente)
Acidulada (más de 250 mg/l de CO2 libre)
Sódica (más de 200 mg/l de sodio)
Indicada para la preparación de alimentos infantiles o para dietas pobres en
sodio (hasta 20 mg/l de sodio).
Puede tener efectos laxantes
Puede ser diurética
La autorización de las menciones especificadas
deben respetar los contenidos fijados y establecerse
en base a análisis físico-químicos y, si fuera
necesario, de exámenes farmacológicos, fisiológicos
y clínicos efectuados según métodos científicamente
reconocidos.
Las aguas envasadas deben venir etiquetadas con
la denominación de venta para permitir su
comercialización. Si se añade anhídrido carbónico al
agua podrá utilizarse la expresión adicional de
Gasificada. En la actualidad, las denominaciones de
venta que permite la normativa son:
Aguas minerales naturales
Aguas de manantial
Aguas potables preparadas
Agua potable preparada procedente de manantial o captación
Agua de abastecimiento público preparada
Lo que dice la norma
4. La normativa sobre aguas envasadas, a fin de
preservar los derechos a información y seguridad
sobre el producto, prohibe inscribir los datos
obligatorios de la etiqueta sólo en precintos,
cápsulas, tapones u otras partes que se inutilicen al
abrir el envase. De la misma forma, no se permite la
utilización de indicaciones, denominaciones, marcas,
imágenes u otros signos, figurativos o no, que
evoquen características que estas no posean,
especialmente en lo que se refiere a su origen, fecha
de autorización de explotación, resultados de los
análisis u otras referencias análogas a las garantías
de autenticidad. Tampoco pueden aparecer
referencias que atribuyan a cualquier agua
propiedades de prevención, tratamiento o curación
de una enfermedad humana.
Del mismo modo, las diferentes denominaciones de
las aguas envasadas no deben ser susceptibles de
confundir al consumidor mediante este tipo de
prácticas, ni sugerir acciones fisiológicas específicas
o que induzcan al consumidor a error respecto de su
origen. Así, sólo queda reservada a la denominación
«agua mineral natural» la inclusión de datos
analíticos en el etiquetado.
Estas precisamente son las más comercializadas. Su
origen sólo puede puede ser subterráneo y su brote,
de manantial, lo que implica que conserva intactas
sus características minerales y de composición. En
el momento de su comercialización pueden aparecer
etiquetadas como:
Agua mineral natural
Agua mineral naturalmente gaseosa
5. Agua mineral natural carbónica natural
Agua mineral natural reforzada con gas del mismo manantial
Agua mineral natural con gas carbónico añadido
Agua mineral natural totalmente desgasificada
Agua mineral natural parcialmente desgasificada
La etiqueta debe incluir el nombre del manantial o
captación y el lugar de explotación; si está en
España debe añadirse el término municipal y la
provincia. Con carácter facultativo, se puede incluir
un signo distintivo con el nombre de la localidad,
siempre y cuando, coincida el lugar de explotación
con la designación comercial del producto y no entre
en competición con la denominación original del
agua. Si no coincide la marca con el nombre del
manantial, los caracteres utilizados en la
designación comercial deben ser más pequeños.
Está prohibido, a fin de no confundir al consumidor,
la comercialización con diversas designaciones
comerciales para un agua mineral natural que
proceda de un mismo manantial.
La norma, por tanto, nada dice de los posibles
riesgos de manipulación o conservación del agua,
sea ésta del tipo que fuere. La inclusión de
recomendaciones en las etiquetas debe entenderse
como un acto facultativo y, por tanto, orientativo. Sin
embargo, la mención podría liberar a las casas
envasadoras de eventuales reclamaciones. Tal y
como figura ahora mismo, la casa se desentiende
del producto una vez ha sido manipulado.
Convendrá actuar, por tanto, con ojo avizor.
GLOSARIO
6. Aguas minerales naturales: aquellas bacteriológicamente
sanas que tengan su origen en un estrato o yacimiento
subterráneo y que broten de un manantial en uno o varios
puntos de alumbramiento, naturales o perforados. Se
caracterizan por su contenido en minerales, oligoelementos y
otros componentes y, en ocasiones, por determinados efectos
y por su pureza original.
Aguas minerales naturales
Agua mineral naturalmente gaseosa o agua mineral
natural carbónica natural: aquella cuyo contenido en
anhídrido carbónico, una vez envasada, sea igual al que
tendría en el o los puntos de alumbramiento. El gas añadido
para sustituir, en su caso, al liberado durante el proceso de
envasado, deberá proceder del mismo manantial.
Agua mineral natural reforzada con gas del mismo
manantial: aquella cuyo contenido en anhídrido carbónico,
una vez envasada, sea superior al que tendría en el o los
puntos de alumbramiento. El gas añadido procederá del
mismo manantial que el agua de que se trata.
Agua mineral natural con gas carbónico añadido: aquella
a la que se haya añadido anhídrido carbónico que no
proviene del mismo manantial que el agua de que se trata.
Agua mineral natural totalmente desgasificada: aquella a
la que se ha eliminado el gas carbónico libre, por
procedimientos exclusivamente físicos.
Agua mineral natural parcialmente desgasificada: aquella
a la que se ha eliminado parcialmente el gas carbónico libre,
por procedimientos exclusivamente físicos.
Aguas de manantial: son las aguas potables de origen
subterráneo que emergen espontáneamente en la superficie
de la tierra o se captan mediante labores practicadas al
efecto, con las características naturales de pureza que
permiten su consumo, previa aplicación de los mínimos
7. tratamientos físicos requeridos para la separación de los
elementos materiales inestables.
Aguas preparadas: son las sometidas a los tratamientos
autorizados físico-químicos necesarios para que reunan las
características establecidas en la normativa.A efectos de su
denominación, deberán diferenciarse los siguientes tipos:
Aguas potables preparadas: Cuando procedan de
manantial o captación.
De abastecimiento público preparadas: en el supuesto de
tener dicha procedencia.
Aguas de consumo público envasadas: son aquellas
aguas potables de consumo público, envasadas
coyunturalmente para distribución domiciliaria con el único
objeto de suplir ausencias o insuficiencias accidentales de las
aguas de consumo público distribuidas por la red general.
¿PORQUE EL AGUA EMBOTELLADA NO SABE MAL DESPUÉS DE 48 HORAS?
Siempre me ha intrigado que le echan al agua, para que pueda durar tanto tiempo, cuando el
agua de grifo, o de la fuente, solo dura 48 horas.
UN PROCESO DE FABRICACIÓN DEL AGUA EMBOTELLADA
Pues bien. Por lo de pronto he encontrado el proceso de fabricación del agua embotellada (que
parece ser distinto según cada empresa). El que sigue es el proceso de la fabricación del agua
Electropura de México. La fuente es:
http://mx.geocities.com/agua_cosmos/aguas-embotelladas-mexico.htm
Clorinación: Proceso en el que se eliminan el hierro, manganeso, materia orgánica, bacterias y
virus.
Filtración de Contacto: Proceso en el que se eliminan sólidos suspendidos, mayores de 20 micras.
Filtración de Superficie: Proceso para lograr la eliminación de sólidos suspendidos, mayores a 10
micras.
Filtración por Carbón Activado: A través de este proceso se elimina el excedente de cloro
agregado en la clorinación, así como los olores y sabores que pueda contener el agua.
Microfiltración: Proceso de eliminación de partículas de hasta 1 micra.
Osmosis Inversa: Proceso con tecnología de punta para el tratamiento y purificación del agua. De
esta manera se logran eliminar bacterias y virus, además de las sales que pueda aún contener el
agua.
Luz Ultravioleta: Un paso más para la eliminación de bacterias y virus.
Ozonización: Proceso de seguridad, que además de eliminar bacterias y virus prolonga la calidad
bacteriológica del agua embotellada, garantizando su pureza por mayor tiempo.
8. Lavado y Esterilización del envase: Un completo y sofisticado sistema de limpieza en modernas
lavadoras de alta tecnología, que garantiza un garrafón impecable y desinfectado por completo.
LO TERRIBLEMENTE NEGATIVO DEL AGUA EMBOTELLADA:
COSTE PARA EL CONSUMIDOR
Cuesta 10.000 veces más que el agua del grifo. (Fuente:Bottup)
EL 25 % DEL AGUA EMBOTELLADA ES AGUA CORRIENTE
El 25% del agua embotellada es, en su origen, agua corriente, según la nutricionista Cynthia Sass.
Fuente:acuablog
UN 25 % DEL AGUA EMBOTELLADA PODRÍA CONTENER CONTAMINANTES
“Tras unas pruebas realizadas en 1.000 botellas de 103 marcas diferentes de agua embotellada se
encontraron sustancias químicas artificiales, bacterias y arsénico en 22% de las botellas”.
Fuente:acuablog
LA FABRICACIÓN DEL ENVASE CONSUME MÁS AGUA QUE LA QUE VA A CONTENER
Un envase de un litro de agua embotellada, consume cinco litros de agua en su proceso.
Fuente: Tecnologias Libres
IMPACTO AMBIENTAL.1000 AÑOS PARA BIODEGRADARSE
Europa utiliza cerca de un millón de toneladas del plástico Politereftalato de etileno (PET) en la
producción de embases para embotellar el agua, buena parte de los cuales acaban en vertederos o
se envían a países asiáticos, donde tardarán más de 1.000 años en biodegradarse.
En el mundo, se utilizan 2,7 millones de toneladas de plástico para embotellar agua y el 86% de
ellos son tirados a la basura según el estudio del “United States Earth Policy Institute”.
DESASTRES MEDIOAMBIENTALES Y PERJUICIOS A VECINOS
Según el artículo de Edmundo Fayana, en el Plural: ” En América del Sur, las multinacionales
norteamericanas y europeas están comprando grandes zonas de naturaleza salvaje en la que se
incluyen sistemas hidrográficos integrales. Estas empresas agotan no sólo los sistemas de su
propio terreno sino las zonas circundantes. Esto es lo que sucedió en Tillicum Valley en la
Columbia Británica, donde la empresa Canadian Beverage Corp ha estado explotando el agua
subterránea de la región de forma tan intensa que los habitantes y agricultores de la zona se
quedaron sin ella”.