2. Los empleados ratificaron el día
21, con un 55 por ciento de los
votos emitidos en un referéndum
que se convocó de forma
simultánea en toda la comunidad,
el principio de acuerdo alcanzado
entre la dirección y el Comité
Intercentros sobre el expediente
de regulación de empleo (ERE)
que contempla 66 despidos y una
bajada del 23 por ciento en jornada
y salario para el grueso de la
plantilla.
El 42 por ciento de los
trabajadores votó «no» a un
preacuerdo que recoge
puntos como que la
indemnización para los
despidos forzosos de
quienes no se sumen al
E R E d e f o r m a
consentida se pagará de
la siguiente manera: «23
días por año en el
momento de la baja
efectiva, cinco por año
a los seis meses de la
baja efectiva y cinco
días por año a los 12
meses» de aquélla.
Además del expediente
de regulación de empleo
también se aplicará otro
temporal, un ERTE, donde se
contemplan reducciones de un 23
por ciento en jornadas y salarios,
hasta junio de 2015. Pero hay
más, se plantean podas del 50%.
A este grupo, según consta en el
preacuerdo, se le da a elegir entre
dos opciones. Acogerse a esa
reducción dentro del ERTE y si a
su término «fuera necesario
consolidar tal reducción por el
mantenimiento o empeoramiento
de las condiciones económicas de
la organización» y el afectado no
aceptara, la indemnización sería
«de 20 días por año de servicio
con un máximo de 12
mensualidades» sobre el salario
sin tijera. O bien, adherirse ahora
a una «modificación sustancial de
las condiciones de trabajo de
reducción del 50% de la
jornada/salario que será
indemnizada según el criterio» de
las bajas voluntarias.
Para fuentes de CC OO se trata de
criterios «próximos a la criticada
reforma laboral». De hecho,
cuestiones como las mencionadas
han caldeado los ánimos en el seno
del sindicato. Prueba de ello es el
encierro en el interior de algunas
sedes sindicales: Málaga o
Granada. Con todo, cabe recordar
que el ERE presentado ante la
autoridad laboral contemplaba 96
extinciones totales y 56 parciales.
El colectivo de 321 trabajadores de CC OO en
Andalucía se encuentra en un «periodo de adscripción
voluntaria» al proceso de despido colectivo que pende
sobre la organización, etapa que concluyo a las 15:00
horas del Martes 25.
3. Así es, el Gobierno del PP, el Sr.
Rajoy y sus ministros han dado
la cara a favor de la banca y
contra el pueblo y las miles de
personas que están siendo
desahuciadas.
Mientras el Parlamente
Andaluz está debatiendo para
hacerla ley, el Decreto Social de
la Vivienda, el gobierno central,
símbolo de la derecha española,
han presentado un recurso ante el
Tribunal Constitucional contra
ese Decreto Social que se ponía
de parte de los menos favorecidos
y con menos fuerzas, la gente de
la calle, del pueblo, de los
trabajadores, de las familias de
los pueblos y barrios de Andalucía.
Repasemos:La consejera de
Fomento y Vivienda de la Junta de
Andalucía Elena Cortés, presentó
el 9 de abril el decreto ley de
medidas para asegurar el
cumplimiento de la función social
de la vivienda. Se contempla la
expropiación del uso de la vivienda
a los bancos durante un periodo de
tres años, en caso desahucios a
familias en riesgo de exclusión; el
fomento del alquiler de las viviendas
vacías, pudiendo multar a los bancos
con 9000 euros si no arriendan las
viviendas.
El PP criticó el decreto diciendo que
ellos ya hacían eso, pero como pocos
lo creyeron, pasaron a decir que
Bruselas lo veía mal. La norma
siguió su curso y llegaron las
primeras expropiaciones. Y esta
semana, el comisario de Asuntos
Económicos y Monetarios
advierte de los efectos negativos
del decreto andaluz : el impacto
sobre el ajuste en el mercado
inmobiliario y la estabilidad del
sistema financiero.
Efectivamente, ese Decreto que
ahora va para ser una Ley,
aunque débilmente, sí cuestiona
el origen de la propiedad
privada de la vivienda y el papel
usurpador de la banca. Eso es
lo que Vds. no pueden permitir.
En los próximos días vamos a
vernos en las calles defendiendo
el derecho a la vivienda, contra
los que defendeis los desahucios,
y los abusos de la banca. El
Gobierno del PP no puede crispar
más el ambiente social, debe
recapacitar sobre las políticas que
está haciendo y defendiendo,
siempre a favor de la banca y las
grandes multinacionales, contra
las familias más humildes y contra
los trabajadores. Si nos quereis
en la calle, en la calle nos
veremos.