2. Se agrava la situación política y social en
Ecuador
Sometido a un verdadero acoso por la crisis política y
económica, el Gobierno ecuatoriano debe enfrentarse a un
agudizamiento de los conflictos sociales.Sólo veinticuatro
horas después de que concluyera la huelga general de dos
días, convocada por el Frente Unitario de Trabajadores
(FUT), que reúne a 300.000 afiliados, la poderosa
Federación de Chóferes ha anunciado la paralización
indefinida de sus actividades a partir de hoy.
3. Esta decisión de los
transportistas, que exigen un
aumento de un cincuenta por
ciento en las tarifas
constituye el clímax del que
se ha calificado como
septiembre negro para el
régimen del democristiano
Osvaldo Hurtado. En el plano
político, el presidente ha
debido superar en este mes
una crisis parcial de
Gobierno, precipitada por la
desintegración de su alianza
con el partido Concentración
de Fuerzas Populares (CFP).
La retirada del CFP determinó la
dimisión de dos de sus ministros, el
naufragio de la mayoría
parlamentaria y la censura y
destitución legislativa del ministro de
Recursos Naturales, Eduardo
Ortega.
Esta ruptura de alianzas obligó a
Hurtado a llenar las vacantes en el
Gobierno con técnicos y
catedráticos sin militancia política.
4. En el plano económico continúa gravitando la enorme
presión de una elevada deuda externa y gran déficit fiscal.
El pago, en 1983, de 850 millones de dólares (más de
96.000 millones de pesetas) de la deuda exterior, que
asciende a 6.000 millones de dólares (unos 684.000
millones de pesetas), se ha convertido en el principal
problema para las autoridades, que tratan de refinanciarla
en el Fondo Monetario Internacional y la banca privada.
En el plano social, el régimen de Hurtado acaba de superar la huelga general de
dos días convocada para exigir al Gobierno y al Congreso que decreten un
incremento general de salarios y una serie de mejoras laborales.
5. La tregua con los
sindicalistas, después de la
huelga, expirará el próximo
día 12 de octubre, en que se
celebrará una convención
nacional, que adoptará
nuevas medidas de presión si
el Gobierno no acepta sus
peticiones. El Gobierno, que
ha reiterado su voluntad de
diálogo, ha declarado, sin
embargo, que es imposible
atender a una elevación
generalizada de los salarios,
por sus eventuales
repercusiones sobre el costo
de la vida.