Una estrategá innovadora para la comprensión de textos es el desarrollo de un crucigrama, ya que los niños de forma lúdica resuelven prácticas de comprensión lectora, así mismo ponen en juego una seria de habilidades lectoras y mantiene el cerebro activo.
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HORIZONTALES
6. El primero en recibir los azotes fue el…
7. El puma encontró a la zorra…
8. La zorra lo había azotado al puma de una manera…
9. El puma tenía frío porque había...
10. El puma para despertar a la zorra coge un…………. de briznas.
11. La zorra murió en un…
12. El sinónimo de flageló es…
13. El puma se…………. más, al escuchar a la zorra que se enorgullecía de
haberle dado una zurra a él.
VERTICALES
1. Para calentar su cuerpo la zorra hacía…
2. Para entrar en calor la zorra y el puma se…
3. La zorra pensaba que la estaban molestando las…
4. La zorra huyó, ignorando los ………. del puma
5. El puma estaba maltratado y …
2. EL PUMA Y LA ZORRA
Había nevado tanto que un pobre puma yacía tiritando de frío al pie de una loma, de pronto pasó una zorra
haciendo piruetas en el aire para entrar en calor. Se detuvo y le dirige la palabra.
— ¡Oye compadre!, ya que estamos friolentos, vamos a calentarnos azotándonos mutuamente; pero eso sí,
antes nos amarraremos los pies a fin de no encolerizarnos y hacernos daño.
Dicho y hecho. Le tocó primero al puma, que ató de pies y manos a la zorra y le dio unos cuantos zurriagazos
hasta hacerla brincar.
Le llegó su turno a la zorra, la que, a su vez, atrincó al puma y lo flageló despiadadamente; dejándolo amarrado.
Ella huyó, ignorando los lamentos del puma, pues ella suponía que el estaba furioso, y no sin razón, después de
la manera cruel como lo había azotado.
El puma, adolorido y maltratado, logró desatarse como pudo, jurando castigar ejemplarmente a la que había
osado burlarse de modo tan malvado y azotado sin compasión al rey andino. Caminaba en pos de la
desvergonzada zorra cuando a pocos pasos la encuentra profundamente dormida tras unas mantas de paja.
Coge un manojo de briznas y se le pone a cosquillar el hocico, que sacudía su poblada cola, exclamando ufana:
“¡Chuspi (moscas), fuera, que estoy durmiendo después de haber azotado al puma!” Y repetía: “¡Chuspi, fuera
que estoy durmiendo después de haber zurrado al feroz puma!”. Con esto lo encolerizaba más recordándole su
afrenta; así que cogiéndola por el rabo y sin darle tiempo para encomendar su alma, la aventó barranco abajo,
donde se hizo polvo.
Nunca debe uno ufanarse de haber cometido una felonía; que la reparación no se hace esperar.