1) La unidad trata sobre la esencia de la moral y distingue entre ética, moral y moralidad. La ética es una ciencia normativa que estudia la bondad de los actos humanos, mientras que la moral se refiere a las costumbres de una sociedad. La moralidad son los actos concretos donde se aplican las normas morales.
2) Explica que un hecho de la naturaleza ocurre sin intervención humana y sigue leyes fijas, mientras que un acto moral es un suceso donde el hombre interviene voluntariamente y
1. UNIDAD II
Esencia de la Moral
Propósitos la Unidad:
1) La acción moral tiene características específicas que la hacen diferente a
cualquier otra acción humana, ya que intervienen factores determinantes en la
calificación del comportamiento moral, que sin tener la coercibilidad de la
norma jurídica, obligan al individuo a modificar su conducta y regirse por su
observancia.
2) El individuo debe ser consciente del compromiso moral que adquiere con la
sociedad, ya como estudiante o como profesional.
3) El concepto de responsabilidad está íntimamente relacionado con el deber,
por lo cual la comprensión de la responsabilidad que se contrae al asumir
compromisos y deberes, es fundamento del concepto de libertad.
93
2. 2.1 La moralidad
Es conveniente subrayar de nueva cuenta la diferencia entre la Ética y la moral.
Recuérdense, la Ética es parte de la filosofía práctica, es decir es una ciencia que
si bien es teórica está hecha para que se actúe, esto es, debe tener una aplicación
en acciones y actitudes aplicables en la vida diaria. La Ética es un conocer para
actuar, se aprende para vivir, es decir la Ética propone normas que se deben
traducir en valores que se aplican en la vida individual y colectiva.
Se define así la Ética: ciencia normativa y práctica que estudia la bondad de los
actos humanos. La moral, como se ha visto significa costumbre (del latín mos,
moris) y se ha definido como: ciencia de las costumbres. Son los actos o modos
de comportamiento de los hombres en la vida diaria buscando el bien común y el
propio.
La moral conlleva normas que tienden a la cuestión práctica, esto es, se dan
normas y principios sacados de la conducta humana que tienden a procurar el
bien, no sólo a prohibir, sino a fomentar un comportamiento de acuerdo a la
bondad de la naturaleza humana, las normas y principios tienen como objeto
regular la conducta de los hombres para acrecentar su humanidad.
La moralidad es el carácter propio de todo lo que se conforma a las normas
morales, también se puede decir que es la conducta del hombre en la libre
determinación con respecto a la ley moral.
Así se dice que un acto se moralmente bueno cuando éste ejerce de manera libre
y voluntaria y tiende a afirmar un valor ético objetivo. Cuando un acto aunque sea
libre y voluntario niega un valor ético objetivo se le debe considerar moralmente
malo.
Se ha visto que la moral en general es la ciencia de las costumbres, es decir que
con el tiempo diferentes sociedades y culturas por medio de la repetición de actos
(que los hacen crecer como seres humanos) han logrado hacer normas y
principios para obtener su moral. Las costumbres se han arraigado en sus vidas
porque han encontrado que son útiles y provechosas para la vida personal y
comunitaria, se han transmitido de padres a hijos y así sucesivamente, con el
tiempo las costumbres se han ido depurando, es decir, se han ido eliminado
aquellas costumbres que dañan y con el tiempo las costumbres positivas forman
parte de la cultura de un pueblo o nación.
Se dará a continuación otra definición de moral, menos general, que intenta
abarcar las diferentes características de las morales concretas, así lo expresa
Sánchez Vázquez, en su libro: «la moral en un conjunto de normas aceptadas libre
y conscientemente, que regulan la conducta individual y social de los hombres».
En el plano normativo (reglas que indican lo que se debe hacer) se encuentran los
diversos tipos de reglas; en el plano de hechos se encuentran la aplicación de
estas normas por ejemplo, una norma es “respetar a los padres”, en el hecho
94
3. puede haber cumplimiento a esta norma o no; es ya una acción concreta de la
cual se deriva un acto moralmente bueno o malo, estos actos también se les llama
moralmente valiosos o no, ambos pertenecen a la esfera de lo moral. Otro ejemplo
podría ser: la norma “no dé mordida”, se aplica en el plano de lo moralmente
bueno si es que se cumple y si uno da cohecho o “mordida” se aplica en el plano
de lo moralmente malo. El hecho de que se violen las normas no quiere decir que
no valgan.
Se debe entender por moralidad los actos concretos donde se aplican las normas
o principios de lo moral, por lo tanto se puede decir también que existe moralidad
buena o positiva y moralidad mala o negativa. Se puede concluir que la moral se
debe convertir en moralidad, o también que la moralidad es la moral que se
practica.
Ejercicio No 14
A. Haga la diferencia entre:
Ética:
Moral:
Moralidad:
95
4. B. Relacione las columnas:
1.
2.
3.
4.
Normas morales
Ética
Actos morales positivos (buenos)
Actos morales negativos (malos)
(
(
(
(
(
(
(
(
(
(
(
(
(
(
(
) Estudia las normas
) No mentir
) Ayudar a los pobres
) Falta de solidaridad
) Ama a tu prójimo
) Estudia la libertad
) Respeto a los mayores
) No matar
) Ser solidario con el
necesitado
) Respetar a los padres
) Estudia las leyes humanas
) No cometer injusticias
) Incumplimiento de una
promesa
) Acto irrespetuoso a los
padres
) Participación en un cohecho o
“mordida”
C. Responda según su criterio las siguientes preguntas:
1. Escriba dos costumbres positivas que se viven a nivel nacional.
2. Escriba dos costumbres negativas que se viven a nivel nacional.
3. ¿Qué solución puede dar para cambiar estas dos costumbres negativas en
positivas?
4. Recuerde que las costumbres se convierten en actitudes morales, ciertamente
lo que escribió forma parte ya de la moral individual y colectiva, en los siguientes
renglones ponga en orden de importancia los siguientes principios morales
96
5. positivos y dé su contrario: respeto, verdad, responsabilidad, lealtad, honradez,
sinceridad.
2.2 Diferencia entre acto moral y hecho de la naturaleza
Un hecho (del latín factus, hacer) es un suceso que tiene lugar en la realidad, es
una transformación en el mundo exterior, un acontecimiento que se nos presenta
en forma evidente.
Los hechos se dan en diversos ordenes de la realidad: en lo biológico (nacer,
crecer, morir), en lo físico (la fuerza, el movimiento) estos hechos se dan de
acuerdo a leyes fijas, provienen de la naturaleza y aquí el hombre no interviene ni
puede dar juicios buenos o malos sobre ellos, solamente por medio de su estudio
con las diferentes ciencias (física, química, astronomía, etc.) el hombre se acerca
a ellos para describirlos.
-Hecho moral, se refieren a la bondad o maldad de un acontecimiento o de un
comportamiento, cuando el hombre interviene y transforma el mundo exterior, allí
acontece un hecho moral, lo que permite considerar que este suceso no es
indiferente, sino que provoca una aceptación o rechazo, es objeto de una
valoración acerca de su bondad o maldad.
Es indudable que siempre ha existido el hecho moral, es decir, un término humano
en donde se encuentran las cualidades necesarias para formular un juicio de
valoración ética, pues a esta ciencia le corresponde la explicación filosófica del
hecho moral. Los hechos morales tienen que ver con la vida individual y
comunitaria, cuando se da un hecho comunitario, dándose así el juicio moral.
El hecho moral está influenciado por el tiempo y la cultura individual y colectiva. La
moral expresa los diversos valores que la gente de determinada época y cultura
ha considerado como positivos, así en esa época y cultura se elaboraban normas
97
6. y principios que fueron obligatorios para los miembros y que tenían como fin el
bien individual y colectivo.
-Acto moral. Los actos humanos, aunque sean atraídos y orientados por las
normas, se determinan mediante un acto voluntario, el cual sigue lo señalado por
la norma o va en contra de ella. La voluntad es la capacidad que tiene el hombre
de ordenar y orientar su propia conducta. Así, el acto moral proviene de la
voluntad del hombre y afecta de manera positiva o negativa la conducta individual,
normalmente la voluntad va dirigida al bien, el acto moral para que sea tal, debe
ser también libre así dignifica al hombre y lo humaniza.
El acto moral está sujeto a la aprobación o desaprobación de los demás, según
sean las normas que rijan, en esta aprobación es importante tener en cuenta el
motivo por el cual se hace dicho acto moral y se habla por supuesto de un motivo
conciente. En el acto moral se debe tomar en cuenta el fin que se persigue, no se
obra moralmente si no se sabe más o menos el resultado que puede tener un
acto, el motivo conciente y el fin que se persigue tienen un carácter voluntario y
este carácter es el que determina la diferencia entre un acto moral de los que no lo
son (actos inconscientes, involuntarios, etc.).
2.3 Elementos constitutivos del acto moral
Se debe recordar que los actos morales son actos humanos y que estos difieren
de los actos del hombre; los primeros son voluntarios, libres conscientes, se fijan
en la conducta del hombre, son sujetos de estudio de la Ética; los segundos no
son voluntarios, ni libres, ni concientes, son actos que proceden de la naturaleza
orgánica y vegetativa del hombre y no son sujeto de estudio de la Ética.
Entre los elementos fundamentales del acto moral se encuentran:
1. Sujeto o agente moral: es aquel que realiza el acto moral, por supuesto dotado
de conciencia moral, esto impone la capacidad de entender las normas impuestas
por la sociedad y tener la madurez para llevarla acabo, esto es el aspecto
subjetivo que implica el motivo consciente y el fin que persigue.
2. Medios y fines: medios son los instrumentos necesarios para actuar; los fines,
aquello que induce al sujeto a actuar.
3. Valores: en los actos morales se afirman o se niegan valores, es decir, se
promueve la perfección del hombre o no.
4. Facultades: los sentidos informan acerca de la realidad, la razón ilumina las
alternativas de la conducta humana y la voluntad es la que impulsa a la acción.
5. La libertad: para que un acto pueda considerarse moral y pueda ser valorado
como bueno o malo requiere haber sido realizado libremente; es la esencia del
98
7. acto moral, si ésta no fuera ejercida, el acto carecería de moralidad, sería un acto
amoral (sin moral, es decir, no existen en el acto libertad y voluntad).
6. Conciencia: en todo acto moral el sujeto tiene conocimiento, es decir, se da
perfecta cuenta de lo que hace, porqué, cómo y con qué lo hace; tiene presente el
fin que persigue. Existen dos tipos de conciencia, la psicológica (es la capacidad
de darse cuenta) y la moral (darse cuenta de los resultados de su acción).
7. Proyección social del acto moral: el acto moral no sólo es subjetivo, sino que
tiene un carácter moral social, es decir, no sólo compete a quien lo realiza sino
también repercute en los demás miembros de la sociedad.
El acto moral debe llevar al individuo a tener conductas y actitudes morales
positivas. La conducta moral del hombre es regulada individual y socialmente por
normas y principios, que el propio individuo acepta consciente, libre y
voluntariamente. La actitud moral es la disposición de ánimo para actuar o buscar
el bien.
Ejercicio N° 15
En el siguiente recorte de periódico busque: un hecho de la naturaleza; un acto
moral, y en este responda ¿Por qué es un acto moral?
99
8. a) El proceso moral
En el transcurso de la historia humana se ha desarrollado paralelamente al
desenvolvimiento humano el proceso moral, esto es, que en cada época se han
expresado valores que se han aplicado en las distintas comunidades. Las distintas
sociedades humanas han elaborado normas morales cuyo cumplimiento han
hecho crecer al hombre como ser humano, y cuyo cumplimiento ha conllevado
castigo de la sociedad. Pero en todos los casos la normatividad ha pretendido
buscar el bien personal y comunitario de los determinados grupos sociales.
El hombre es un ser social por naturaleza y en esta sociedad donde nace la moral,
es evidente que si los hombres vivieran aislados no necesitarían elaborar normas
morales, pues éstas suponen un comportamiento que beneficia o perjudica a los
otros; así el hombre ha tenido que desarrollar una determinada moral que con la
evolución del hombre ha tenido que cambiar. Se puede decir que la moral tendrá
tantos cambios como tantos cambios tenga la sociedad en que vive.
b) El hecho moral
La palabra moral en el medio cotidiano ha adquirido sentidos diferentes a lo que
en el origen se tenía. Se habla de moral como religión, estado de ánimo o un acto
bueno o malo: así es común oír que una persona que va mucho a la iglesia o que
hace obras de caridad tiene una “gran moral” o cuando un equipo le hecha ganas
y tiene la decisión de ganar tiene “la moral en alto”; o cuando se encuentra una
pareja besándose o algún borrachillo haciendo sus necesidades biológicas en una
esquina se le tacha de que “no tiene moral”.
Existe la certeza de que hay una moral, el gran problema es que no se sabe a
ciencia cierta qué es la moral, cuántos son sus objetivos, cómo se manifiesta,
cómo se reconoce. Lo cierto es que está el hecho moral presente en cualquier
lugar geográfico en donde se ubique la sociedad y a sus integrantes. Todos los
miembros de la sociedad realizan juicios morales sobre las acciones de sus
semejantes, y las acciones juzgadas como moralmente buenas o malas,
repercuten en los individuos que las realizan.
El hecho moral vendrá siendo la acción individual o colectiva que se da en
sociedad y que es juzgada como buena o mala, repercutiendo en el (los)
individuo(s) que la realiza. El lugar y desarrollo del hecho moral se da en la
sociedad que juzga su bondad o maldad, es decir, realiza la valoración positiva o
negativa del hecho moral; este hecho por obvias razones se ha dado desde que el
hombre es hombre y ha vivido en sociedad. Sociedad y hombre son términos
correlativos, el uno depende del otro, sin uno no se entiende la existencia del otro.
Y si el hombre ha nacido con la sociedad y ha actuado en sociedad por lógica ha
producido desde su época primitiva hechos morales, positivos o negativos, que
han repercutido en su sociedad y en él mismo. El hombre primitivo tuvo una moral
100
9. adecuada a sus circunstancias, de tiempo, espacio, geografía, necesidades
económicas y todos estos factores evolucionaron en la medida que el hombre fue
evolucionando. La moral a través del tiempo fue cambiando, se elaboraron normas
que permitieron a las sociedades de una época determinada, buscar el bien
común o personal en una circunstancia específica, pero esas leyes no fueron
siempre permanentes ya que el hombre y la sociedad fueron evolucionando.
Así podemos notar que la moral se encuentra incierta en la historia y cambia
dependiendo de la época.
Hay que recordar que la Ética no cambia, pues son principios filosóficos
fundamentales que están avanzando en la propia naturaleza humana. Es la moral
lo que se ve transformada justamente con los procesos sociales. Así, cada tipo de
sociedad tuvo un tipo de moral que respondía a las necesidades de su tiempo y de
su espacio.
Haremos un recorrido muy sintético de cómo se dio la moral en las diferentes
sociedades y en el transcurrir del tiempo tomando en cuenta que la moral refleja
los valores vigentes en ese tipo de sociedad en concreto, estos valores fueron
plasmados en normas que se tenían que cumplir para salvaguardar el bien común
e individual de la sociedad, sin olvidar que muchas veces las normas eran
dictadas por un grupo dominante al cual le convenía tener sometida a la sociedad
por medio de una moral que convenía a sus intereses; así, no siempre la
expresión de la moral convertida en leyes y normas ha procurado el bien común.
c) Moral de la sociedad primitiva
Los estudios realizados por la antropología social y la arqueología, han llegado a
conclusiones que miran hacia la conformación de la sociedad y su manifestación
moral. Aquí se engloban prácticamente todas las sociedades primitivas de
cualquier región del planeta, que según los antropólogos siguieron casi los mismos
patrones.
La sociedad primitiva se conformaba por familias, éstas cuando crecían formaron
gens (familia extendida) y varios gens llegaron a ser tribus. El individuo (varón o
mujer) que pertenecía a una familia se apegaba de manera voluntaria al dictamen
de la comunidad, ya que ésta (guiada por un sistema matriarcal, patriarcal o
consejo) velaba por el bien común. De este acato voluntario a la conciencia de
pertenencia a una familia, gens o tribu nace la moral; pues sus actos podrían
apegarse o alejarse de lo que mandaba la comunidad.
La relación social se basaba en la ayuda mutua para conseguir el alimento (cazar,
pescar, recolectar) y defender la comunidad de ataques de animales y de otras
tribus. Con el tiempo, los roles varían para aprovechar los recursos naturales, se
comienza a sembrar y se crea otro tipo de trabajo, en donde las labores se
especifican: algunos siembran, otros cocinan, otros ayudan a la crianza de la
101
10. prole, ya propia ya ajena. Las actividades van en bien de toda la comunidad, no se
dan las clases sociales ni existe la propiedad privada. Se dan en este proceso
normas y mandatos que no se plasmaron en códigos, todos los miembros de la
comunidad sabían cuál era su papel en la sociedad, eran reglas no escritas de
comportamiento individual que iban en pro de la colectividad; así, era bueno todo
aquello que ayudaba a mantener unido al grupo social y que ayudara a su
desarrollo. Así se dan las virtudes morales de este tipo de sociedad entre las
cuales se encuentran la ayuda mutua, que es la solidaridad con todos y con cada
uno de los miembros; la disciplina, que se traduce en hacer lo que a cada uno le
corresponde para mantener la unidad del grupo; la generosidad y valentía, es
decir, aportar el trabajo y la ayuda a los demás sin esperar más que lo que le
corresponde al igual que todos, y la defensa ya no personal sino comunitaria de
los bienes.
Así todo aquello que vaya en contra de esta voluntad será como impropio o malo,
se descarta el egoísmo, la flojera en las tareas que le corresponden a cada
individuo, el incumplimiento con los deberes de proteger al grupo o dejar de hacer
lo que tiene asignado; todos estos antivalores dieron como resultado el concepto y
aplicación de la justicia, tanto distributiva (dar a cada uno en igualdad lo que le
corresponde por ser miembro de la comunidad y en proporciones iguales) y la
justicia retributiva (el castigo aplicado a aquel que no cumplía con los valores que
tenía la comunidad, y como el exilio, la expulsión del grupo incluso el decreto de
muerte).
La moral primitiva se caracterizó por ser un código cerrado al que obedecían cada
uno de sus miembros y que los inclinaban a vivir en sociedad procurando el bien
de todos. La moral particular se da en función de la colectividad y será su actuar
bueno o malo, según cumpla o incumpla con los valores que dicta el
comportamiento del núcleo social.
d) La moral de la sociedad esclavista
La sociedad primitiva al asentarse, logró cultivar la tierra y comenzar con la
ganadería, dando como resultado un excedente en granos y animales. Este
proceso de acumulación de dichos excedentes da como resultado que unos
tengan más que otros, se promueve la propiedad privada y se definen las clases
sociales; además de que con el incremento de la población se rompe el régimen
comunitario, ahora ya no importa tanto la comunidad sino el bienestar individual,
los deseos de los ricos por obtener más bienes que por su puesto les da poder
sobre los otros miembros. Ya no se trata de combatir con sus vecinos los bienes
de de caza y pesca sino apoderarse de un vecino para obtener mano de obra
gratis. En las guerras se capturaba a los vecinos o se les mataba, de preferencia
la primera opción para obtener más gente que trabajara para sus intereses, es
decir, los convertían en esclavos para utilizarlos como fuerza laboral, perdiendo
estos su libertad y su dignidad como hombres.
102
11. Hay que reconocer que desde la antigüedad los conceptos de hombre y esclavo,
se fundamentaron en la idea de que por naturaleza existían estos dos tipos de
individuos: los esclavos que sólo eran objeto, y los hombres libres, es decir, los
verdaderos hombres.
Estos conceptos fueron las posiciones ante el hombre de los primeros grandes
filósofos griegos. Así que en el campo de la moral existían dos morales respecto a
los hombres, la del esclavo y la del hombre libre. Los primeros desarrollaron una
moral que tenía como objeto, no su bien, ni el de su familia sino más bien el de
servir a su amo, así desarrollaron valores como la felicidad, disciplina, obediencia
ciega; aunque hay que aclarar que estaban en un estado de coacción permanente,
ya que cualquier desobediencia o infidelidad al amo se pagaba con castigo físico e
incluso con la muerte, así su comportamiento moral fue casi obligatorio pues no
existía la posibilidad de ejercer la libertad, valor fundamental del hombre.
La moral del hombre libre se irá amoldando a su actividad en las nacientes
ciudades, así todo aquello que vaya en beneficio de la polis, tendrá un valor moral,
si llega a la categoría de ciudadano y este en su participación como animal político
en las actividades de la ciudad o sus principios, será reconocido como un valor,
así se desarrolla el amor a la ciudad y posteriormente a la patria; la elaboración de
leyes tienen que ver con el buen gobierno y comportamiento de los ciudadanos.
Nos damos cuenta de que la moral individual desarrolla también la moral social,
pues los valores personales se fundan en los de la sociedad de hombres libres
que buscan su bien individual pero que miran a un solo sector, el de los hombres
libres, y excluyendo, por supuesto, a los esclavos.
e) La moral de la sociedad feudal
La religión cristiana fue uno de los elementos fundamentales en la sociedad
feudal, representada por la iglesia ésta fue la principal fuente de control de la
población.
El sistema feudal se debió a factores sociales y climáticos, inicialmente los
pueblos del norte de Europa no tenían que invadir los pueblos del centro, pero las
largas lluvias convertidas en nevadas provocaron que cosechas y ganado se
perdieran; en busca de alimentos los “bárbaros” comenzaron a invadir Europa
central, poco a poco fueron avanzando.
Los hombres en éxodo recurrieron a protegerse en fuertes o castillos, aquí un
“Señor” hacia las veces de protector y a su vez de explotador. Ya que su castillo
servía de refugio contra los enemigos, y las extensiones de tierra alrededor de
éste eran para que sus vasallos sembraran, sólo una mínima parte de la cosecha
se les otorgaba y todo lo demás era para el señor feudal y su séquito. A su vez el
señor feudal estaba relacionado con otros feudales y todos en una sola estructura
piramidal daban tributo y obediencia al Rey.
103
12. Por su parte los vasallos realizaban su moral de acuerdo a sus circunstancias, se
desarrollaron en ellos los valores de obediencia y resignación acordes a su
situación, estos valores los inculcó la iglesia ya que prometía una mejor vida
futura, pero después de muertos.
La diferencia de clase era notoria, el señor feudal era dueño de las tierras y de las
cosas, la libertad de los vasallos era casi nula pues estaban sometidos a la
voluntad del señor feudal. Otras clases sociales, como la de los artesanos y
comerciantes, tenían que prestar servicio gratuito al feudo ya que ellos recibían
protección. Los señores feudales en su conjunto crearon una clase llamada
aristócrata, cuyos valores se manifestaron en la caballerosidad, el honor, valor y la
lealtad, teniendo un desprecio por el trabajo manual, de labranza o de otro tipo, el
cual consideraban indigno de su posición.
Los nobles tenían el poder absoluto y su moral era la que les permitía ser crueles
y tratar a sus vasallos casi como esclavos, por otra parte su oficio era administrar
y participar en la guerra, tarea a la que dieron un alto valor.
Fue la misma iglesia quien cambió la situación medieval. Aunque había muchos
clérigos que querían que la situación fuera igual, en conventos y monasterios se
gestó un cambio por medio de la educación de príncipes y gente de dinero. Los
nuevos estudios y el retorno de los clásicos produjo un reconocimiento de los
vasallos como hombres y en muchas ciudades se comenzó a fundar
universidades.
El hombre es visto nuevamente como centro, se inicia un antropocentrismo y se
deja atrás el teocentrismo medieval. Con este cambio en la visión Ética del
hombre se reivindican sus valores fundamentales, como el derecho a la vida, a la
libertad, a la educación.
f) Moral de la sociedad moderna
Una nueva clase dominante surgió a partir del siglo XVI, la clase burguesa dominó
por medio del control económico y político y controló la manera de actuar del
individuo, que ahora ya no era vasallo, ni vivía alrededor del castillo, sino que vivía
en burgos o pequeñas ciudades donde era contratado por un salario. Se dan dos
tipos nuevos de clases sociales, los burgueses y los trabajadores, trayendo como
consecuencia una nueva moral moldeada según las exigencias de la época.
El monarca y toda su gente aún tenían el poder absoluto, pero la nueva clase
burguesa pretendía cambiar esta situación. Los pensadores ilustrados del siglo
XVIII exigieron independencia y libertad en casi todos los ambientes sociales, se
cuestionó a la iglesia aunque no a la religión, se cuestionó también la manera de
educar y se plantearon nuevos elementos sociales y teorías en donde el hombre
debía manejarse por su propia libertad y por lo tanto, él podía cambiar el sistema.
104
13. Los valores que se buscan son en esta etapa la libertad, la racionalidad y la
igualdad entre los hombres; estas ideas desencadenan la revolución francesa y la
creación de constituciones que en sus principales apartados defienden los
derechos humanos.
La moral burguesa primeramente preocupada por quitar el poder al Rey se va
reduciendo a un afán de tener más, convirtiéndose en un individualismo. Se
trabajan valores como el ser trabajador y honrado, se busca la “igualdad” y la
“libertad”, pero esta clase ve al hombre ya en el terreno de lo concreto sólo como
un eslabón más de la producción.
g) Moral de la sociedad contemporánea
A partir del siglo XIX y hasta nuestros días, el comportamiento moral individual ha
cambiado respecto a las épocas anteriores. El hombre ha entrado a un mundo
nuevo con la vivencia de dos guerras mundiales que han causado destrozos en la
sociedad y en el propio individuo, han causado un sentimiento de desesperanza y
desconfianza en su futuro, le han producido la pérdida de valores tradicionales
como la solidaridad con su familia y comunidad.
El feroz sistema neoliberal y su contraparte, el comunismo, sólo han creado en él
un antivalor utilitarista e individualista, que lo han llevado a cerrarse a los demás.
El “yo” predomina sobre el “otro”, las metas son consumistas y para lograr este fin
se puede y es necesario pasar encima de los demás sin importar el costo
personal, familiar o social. Esfuerzos se hacen por medio de la religión por
combatir esta moral egoísta, sin embargo las crisis recurrentes, la inestabilidad
política a nivel mundial y el neoliberalismo imperante, son las causas de que no
encuentre una respuesta moral adecuada a su situación.
Aunque los actos del hombre son consientes y libres están limitados y delineados
por los medios de comunicación y la cibernética que le dan ya digeridos los
conocimientos de lo que quiere ser, sin usar de manera práctica sus
razonamientos. Los actos más simples de la corrupción (lo moralmente malo) se
ven como parte de la vida común: dar mordida, sobornar para obtener el trabajo,
ser infiel; sin que exista en el individuo mayor culpabilidad, sólo se piensa que es
un favor (aparente) a su persona, creando un individuo social egoísta.
Los principios éticos-morales como “haz bien y evita el mal” han pasado a
convertirse en “hago lo que es bueno para mí aunque tenga que hacer el mal a
otros”, es decir, es bueno para su moral el permitirse obtener ganancias ilícitas
aunque esto afecte a los demás (piratería, compadrazgos, cohechos, etc.).
Se da una conciencia laxa, apoyada por la permisividad de la sociedad, es decir,
la sociedad permite que se haga todo (“con dinero todo se puede”) y el individuo
en realidad juzga que lo que hace está bien. Solamente aquello que la sociedad
detenta como malo (drogadicción, asesinato, violación, etc.) puede llegar a mover
105
14. la conciencia individual, pero en el fondo se sabe que estos actos pueden ser
pasados por alto por aquellos que obtienen los beneficios de la autoridad por
medio del dinero.
La estructura social, comunitaria y familiar están casi destruidas, por lo tanto no
hay sustento para actuar de manera acorde a una moral digna que haga crecer en
valores al individuo. Es necesario, no volver a las fuentes de estructura social
pasadas, sino plantearse nuevos valores operantes en las estructuras sociales y
familiares que se tienen actualmente.
2.4 Tipos de Normas
Se ha explicado que la Ética es una ciencia normativa, por lo tanto propone reglas
de conducta para orientar la vida del hombre.
La palabra latina norma significa escuadra, y en sentido metafórico quiere decir
línea de conducta. Una de las definiciones de la norma es: Reglas de conducta
que postulan deberes y que tienen como contenido un valor. También se le ha
señalado como una regla o criterio de juicio.
“La validez de la norma no resulta del hecho de ser o no ser seguida o aplicada,
sino solamente del deber ser”.
La norma es la expresión de la idea de que algo debe suceder y de que el
individuo debe comportarse en una determinada manera.
Las normas indican algo que debe ser, aquí pertenecen las reglas que postulan
determinados tipos de comportamiento pro ejemplo: no robar.
En cuanto una acción se apega a la norma se puede decir que cobra un
significado moral.
Los juicios normativos se refieren al debe ser, mientras que los juicios no
normativos o proposiciones enunciativas se refieren al ser.
Entre las reglas de conducta encontramos que algunas tienen carácter obligatorio
y otras son facultativas. Así, por ejemplo, los principios que integran el arte, la
técnica, etcétera, son reglas de comportamiento que señalan medios para lograr
una finalidad, pero su observancia no constituye una obligación para el sujeto que
las aplica. Por otra parte, las normas son reglas de cuya observancia implica un
deber para la persona a quien se dirige.
106
15. Tipos de Normas
Hay una gran variedad de normas con carácter obligatorio que rigen la conducta
individual y social. Algunas manifiestan un deber circunstancial cuya importancia
puede variar, como las reglas de etiqueta; pero hay otras cuyo contenido es más
relevante como las jurídicas, las morales y las religiosas.
A continuación se analizan algunos tipos de normas:
a) Las normas jurídicas: regulan la actividad externa de la persona y así evitan
conflictos con otras personas.
La norma jurídica se refiere a la organización de los miembros de la sociedad y su
violación implica una sanción externa. Una característica es que son transitorias,
de acuerdo a las circunstancias de las sociedades. Las normas jurídicas tienen el
carácter de imperativas y no exigen el convencimiento interno. El sujeto debe
cumplir la norma jurídica aun sin estar convencido de que es justa y aunque no se
adhiera íntimamente a ella. Lo importante es que la norma se cumpla cualquiera
sea la actitud del sujeto.
De este distinto modo de asegurar el cumplimiento de las normas morales y
jurídicas se desprende, a su vez, que las normas morales no se hallan codificadas
formal y oficialmente, en tanto que las normas jurídicas gozan de expresión formal
y oficial, a través de códigos y leyes.
b) Las normas sociales: Regulan el comportamiento del hombre en determinadas
circunstancias de la vida de acuerdo con las costumbres de la época, de la
sociedad.
Estas normas son en cierto modo obligatorias pero su violación no implica sanción
interna o externa.
La norma social cumple la función de regular las relaciones de los individuos, lo
que contribuye a asegurar la convivencia en el orden social.
Las reglas de tipo social no exigen reconocimiento ni la adhesión íntima o el
sincero cumplimiento por parte del sujeto. De ahí que en la valoración de la
conducta de individuos el trato social desempeñe un papel inferior al de la moral.
c) Las normas religiosas: Determinan los actos a realizar o a evitar como
reconocimiento de la persona a un Ser Absoluto y Trascendente.
En todas las religiones hay prácticas y normas de culto, y la violación de estas
normas lleva consigo una sanción interna y en algunas ocasiones externas.
d) Las normas morales: miden la rectitud de los juicios prácticos de las acciones.
Una acción será buena si está de acuerdo con la norma o será mala si no la está.
107
16. e) Las normas éticas: Dirigen la actividad humana en orden al bien. Suponen y
exigen el uso de la razón, la voluntad y la libertad.
Ley Natural
El término ley natural hace referencia a los seres materiales cuya constitución
biológica, química y física, alcanza a ser explicada por la relación entre
fenómenos.
Las leyes naturales o leyes físicas son juicios enunciativos que señalan relaciones
constantes entre fenómenos. Su finalidad es explicativa pues se refieren al orden
de lo existente y tratan de hacerlo comprensible. Un científico, al experimentar, no
hace juicios de valor, sino que cuestiona las leyes que obedecen determinados
hechos; cuando se encuentra ante conocimientos cuya explicación desconoce,
elabora hipótesis sobre las causas determinadas y si dicha hipótesis llega a ser
confirmada en la práctica se convierte entonces en ley natural.
Ley Moral
La ley moral es un juicio normativo fundamentado en la naturaleza humana. Por
naturaleza no solamente ha de entenderse el aspecto físico o dimensión material
del hombre, sino que se le tiene que ver de manera integral: como un ser material
y racional (lo que es común a todo el genero humano) y como un ser situado
espacial y temporalmente, abierto a la relación con los semejantes, con el mundo
y con lo trascendente.
Lo anterior indica que hablar de naturaleza humana no es sinónimo de
determinismo ni de imposibilidad de cambio en el destino del hombre, lo cual niega
la experiencia de la libertad.
El ser humano tiene una condición material, racional, espacial y temporal, a partir
de ella que se va realizando a sí mismo, va construyendo su propio destino de
acuerdo al momento histórico en el que le ha tocado vivir, en síntesis, se valora
como hombre. Así, naturaleza humana no es algo estático, sino algo dinámico, no
es algo terminado sino un proyecto a realizar, es algo que está en tensión
permanente y continua realización.
Es por ello que la ley moral no puede identificarse con la ley natural, pues la ley
moral fundamentada en la naturaleza humana puede tener diversos modos de
realización, teniendo como supuesto la libertad.
La ley moral y las normas en general son de orden práctico ya que tratan de
provocar un comportamiento; no se interesa por el proceder particular o concreto
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17. (de hecho) de los hombres sino que formulan los principios a que deben sujetar
una conducta.
La ley moral es propia de los seres que son capaces de cumplirla o violarla a partir
del ejercicio de su libertad, ya que si el individuo no pudiera dejar de hacer lo que
esa norma le prescribe, entonces se estaría frente a una ley natural.
Definición de Ley Moral
Santo Tomás de Aquino ha proporcionado la siguiente definición de Ley Moral:
«es un ordenamiento de la razón tendiente a un bien común, promulgado por
aquel que tiene a su cargo el cuidado de la comunidad».
De esta definición de la Ley Moral se desprenden cuatro propiedades: la Ley debe
ser posible, justa, útil y estable. Posible porque debe ser susceptible a realizarse,
ya que a lo imposible nadie está obligado; justa porque es un ordenamiento de la
razón, no un capricho; útil y estable porque va en bien de la comunidad y debe ser
llevada a cabo en determinado tiempo. Es condición de la ley que sea
promulgada, de lo contrario no obligaría al sujeto.
Características de la Ley Moral
La Ley Moral:
Es universal: se aplica a todos los hombres, en todos los tiempos, en todo lugar y
en toda circunstancia.
Es inmutable: Es decir, no cambia, si pudiera cambiar sería perjudicial o inútil.
Es absoluta: no admite distinción de circunstancias. Su cumplimiento ha de ser
estricto pese a las dificultades que ello signifique.
Es libre: Ilumina la inteligencia y mueve la voluntad pero sin quitar la posibilidad
de negarse a cumplirla.
Es practicable: en ninguna circunstancia el cumplimiento de la ley moral es
imposible.
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18. Ejercicio N° 16
A. Escriba cuatro normas
Normas jurídicas
Normas eclesiásticas
Normas Sociales
Normas Morales
Normas Familiares
Normas Escolares
B. De estas 24 normas seleccione cuatro e indique que pasaría en la vida
comunitaria si no existieran.
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19. 2.5 Concepto de persona e individuo
Es importante reflexionar en estos términos, ya que ellos aclararán el papel ético y
moral que se desempeña en la vida.
En la antigua Grecia los actores utilizaban una máscara que tenía un orificio en la
boca y por medio del cual hablaban, esta máscara llegó a nosotros por medio de
la cultura latina y se llamaba persona y su etimología es per sonare = sonar a
través de.
Con la persona los actores tenían que desempeñar su papel apegado fielmente a
su personaje, esto es sobre todo reflejar su parte interna, como sus pasiones
positivas y negativas, sus sentimientos amorosos o de odio que por supuesto eran
acompañados con su actividad. Se tenía que actuar en el teatro como se actuaba
en el “gran teatro de la vida”. El término persona pasó con el tiempo a designar de
manera genérica al sujeto jurídico (sobre todo en el mundo romano).
Cuando el imperio latino convivió con el cristianismo, el término persona adquirió
un sentido diverso, se aplicó al ser humano señalando su diferencia “sustancia
individual de naturaleza racional”; así para el cristianismo la persona no solamente
está en el teatro de la vida sino que está de una manera consciente y racional y
que su actuar está en medio de otros individuos a los cuales afecta o beneficia con
su conducta. El filósofo Max Scheler definió a la persona como “la unidad esencial
humana de cuerpo y espíritu, un ser individual autónomo que se realiza en la
posesión consciente y en la libre disposición de sí mismo”. Como se nota en la
definición existe en la persona una conciencia de su existencia como ser humano
y que busca su realización plena. Entre las características que sobresalen de la
persona se encuentran:
Es única, es decir sólo ella existe de manera particular, ocupa un lugar propio en
el universo, tanto en el tiempo como en el espacio, es irrepetible.
Es libre: está llamada a una realización por medio de la autonomía, y su libertad
por lo tanto no puede ser esclavizada, ni darle un precio, mucho menos a abusar y
explotarla, con la libertad determina su propio camino sin estar atada a leyes.
Es trascendente: para casi todas las culturas la persona es una realidad que va
mucho más allá de esta vida.
Es espiritual: está dotada de una naturaleza espiritual que le da una
autoconciencia intelectual, aspira a la perfección, por esto no es lícito utilizar una
persona como cosa.
Se debe hacer notar que el hombre busca la realización plena de ser persona. La
tarea del hombre como persona es desarrollase libre y voluntariamente conforme
a la ley de su propia naturaleza humana y dar el gran paso de persona hacia la
búsqueda de la madurez de la personalidad.
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20. La persona se realiza como tal cuando se concretiza en actitudes y acciones
cotidianas ya que por su propia naturaleza tiende al bien y a la verdad, se debe
desenvolver en estos campos, esto es, debe amar y dejarse amar, debe ser
solidario, cumplir con sus obligaciones y defender sus derechos, respetar la
igualdad de ser persona del otro, al igual que exigir a ser respetado.
Individuo: es el sujeto concreto, al individuo se opone lo universal, sólo el
individuo existe, mientras que lo universal como tal únicamente se elabora en el
pensamiento conceptual. La palabra individuo proviene del término latino
individum y significa lo indiviso y efectivamente el individuo es uno, no puede
existir multiplicado; de individuo se deriva individuación, es decir las características
que hacen que tal individuo sea así.
El hombre es individuo y persona, estas son características esenciales en su ser.
Si el hombre tiende a realizarse como ser humano (esto es, busca y pone los
medios para ser más humano) va dejando atrás su individualismo, es decir el
plano meramente existencial y se apega a su racionalismo.
El hombre reconociéndose individuo y buscando ser más persona llega a tener
una personalidad, de hecho todos tenemos una personalidad, lo que somos y
como somos, algunos con características más humanas (mayor personalidad)
otros sin tenerla muy desarrollada (menor personalidad) la personalidad está
opuesta al individualismo, es en el hombre lo que más se acerca a lo animal.
Uno de los elementos importantes que nos alejan del individualismo y nos hace
más personas es sin duda la educación y sin duda dentro de ésta la cultura.
Ejercicio Nº 17
Hablando de la personalidad, lea cuidadosamente, el siguiente ensayo de cómo es
el mexicano y cómo refleja su personalidad.
Psicoanálisis del mexicano de Samuel Ramos.
La nota del carácter mexicano que más resalta a primera vista, es la desconfianza.
Tal actitud es previa a todo contacto con los hombres y las cosas. No es una
desconfianza de principio, porque el mexicano generalmente carece de principios.
Se trata de una desconfianza irracional que emana en lo más íntimo del ser. Es
casi su sentido primordial de la vida. Aun cuando los hechos no lo justifiquen, no
hay nada en el universo que el mexicano no vea y juzgue a través de su
confianza. Es como una forma a priori de su sensibilidad. El mexicano no
desconfía de tal o cual hombre o de tal cual mujer; desconfía de todos los
hombres y de todas las mujeres. Su desconfianza no se circunscribe al género
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21. humano; se extiende a cuanto existe y sucede. Si es comerciante, no cree en los
negocios, si es profesional, no cree en su profesión; si es político, no cree en la
política. El mexicano considera que las ideas no tienen sentido y las llama
despectivamente “teorías”; juzga inútil el conocimiento de los principios científicos.
Parece estar muy seguro de su práctica. Pero como hombre de acción es torpe, y
al fin no da mucho crédito a la diferencia de los hechos. No tiene ninguna religión
ni profesa ningún credo social o político. Es lo menos “idealista” posible.
Niega todo sin razón ninguna, porque él es la negación personificada.
Pero entonces, ¿por qué vive el mexicano? Tal vez respondería que no es
necesario tener ideas y creencias para vivir… con tal de no pensar. Y así sucede,
en efecto. La vida mexicana da la impresión, en conjunto, da una actividad
irreflexiva, sin plan alguno.
Cada hombre, en México, sólo se interesa por los fines inmediatos. Trabaja para
hoy y mañana, pero nunca para después. El porvenir es una preocupación que ha
abolido de su conciencia. Nadie es capaz de aventurarse en empresas que sólo
ofrecen resultados lejanos. Por lo tanto, ha suprimido de la vida una de sus
dimensiones más importantes: el futuro. Tal ha sido el resultado de la
desconfianza mexicana.
En una vida circunscrita al presente, no puede intervenir cuando podemos hacer
un alto en nuestra actividad. Es posible pensar y obrar al mismo tiempo. El
pensamiento supone que somos capaces de esperar, y quien espera está
admitiendo el futuro. Es evidente que una vida sin futuro no puede tener norma.
Así, la vida mexicana está a merced de los vientos que soplan, caminando a la
deriva. Los hombres viven a la buena de Dios. Es natural que, sin disciplina ni
organización, la sociedad mexicana sea un caos en el que los individuos gravitan
como átomo disperso.
Este mundo caótico, efecto directo de la desconfianza, recobra sobre ella, dándole
una especie de justificación objetiva. Cuando el individuo se siente flotar en un
mundo inestable, en que no está seguro ni de la tierra que pisa, su desconfianza
aumenta y lo hace apresurarse por arrebatar al momento presente un rendimiento
efectivo. Así, el horizonte de su vida se estrecha más y su moral se rebaja hasta el
grado de que la sociedad, no obstante su apariencia de civilización, semeja una
horda primitiva en que los hombres se disputaban las cosas como fieras
hambrientas.
Una nota íntimamente relacionada con la desconfianza es la susceptibilidad. El
desconfiado está siempre temeroso de todo, y vive alerta, presto a la ofensiva.
Recela de cualquier gesto, de cualquier movimiento, de cualquier palabra. Todo lo
interpreta como una ofensa, en esto el mexicano llega a extremos increíbles. Su
percepción es ya francamente anormal a causa de la susceptibilidad hipersensible,
el mexicano riñe constantemente. Ya no espera que lo ataquen, sino que él se
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22. adelanta a ofender. A menudo estas reacciones patológicas lo llevan muy lejos,
hasta cometer delitos innecesarios.
Las anomalías psíquicas que acabamos de describir provienen, sin duda, de una
inseguridad de sí mismo que el mexicano proyecta hacia afuera sin darse cuenta,
convirtiéndolo en la desconfianza del mundo y de los hombres. Estas
transposiciones psíquicas son ardides instintivos para proteger al “yo” de sí
mismo. La fase inicial de la serie es un complejo de inferioridad experimentado
como desconfianza de sí mismo, que luego el sujeto, para liberarse del desagrado
que lo acompaña, objetiva como desconfianza hacia los seres extraños.
Cuando la psique humana quiere apartar de ella un sentimiento desagradable,
recurre siempre a procesos de ilusión, como el que se ha descrito. Pero en el caso
especial que nos ocupa, ese recurso no es de resultados satisfactorios, porque el
velo que se tiende sobre la molestia que se quiere evitar no la suprime, sino
solamente la hace cambiar de motivación. El mexicano no tiene habitualmente un
estado de ánimo que revela un malestar interior, una falta de armonía consigo
mismo. Es susceptible y nervioso; casi siempre está de mal humor y es a menudo
iracundo y violento.
La fuerza que el mexicano se atribuye fundándose en su impulsividad, nos parece
falsa. Desde luego, la verdadera energía consiste en gobernar inteligentemente lo
impulsos y a veces en reprimirlos. El mexicano es pasional, agresivo y guerrero
por debilidad; es decir, porque carece de una voluntad que controle sus
movimientos. Por otra parte, la energía que despliega en esos actos no está en
proporción con su vitalidad, que, por lo común, es débil. ¿Cómo explicar entonces
la violencia de sus actos? Solamente considerándola resultado de la
sobreexcitación que le causa adentro el mismo desequilibrio psíquico.
Nuestro conocimiento de la psicología del mexicano sería incompleto si no
comparásemos la idea que tiene de sí mismo con lo que es realmente. Hace un
instante hablamos de la fuerza que se atribuye al mexicano, lo cual nos hace
suponer que tiene una buena idea de su persona. Sospechamos también que
algunos lectores de este ensayo reaccionarán contra nuestras afirmaciones,
buscando argumentos para no aceptarlas. Es que aquí nos hemos atrevido a
describir ciertas verdades que todo mexicano se esfuerza por mantener ocultas,
ya que sobrepone a ellas una imagen de sí mismo que no representa lo que es,
sino lo que quisiera ser. Y, ¿Cuál es el deseo más fuerte y más íntimo del
mexicano? Quisiera ser un hombre que predomina entre los demás por su valentía
y su poder. La sugestión de esta imagen lo exalta artificialmente, obligándolo a
obrar conforme a ella, hasta que llega a creer en realidad del fantasma que sí
mismo ha creado.
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23. Control de lectura
Resuelva el siguiente cuadro de la lectura: Psicoanálisis del mexicano de Samuel
Ramos, (siga las indicaciones de la página 10).
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24. 2.6 Concepto de Deber y Responsabilidad
1. El deber se define como la acción conforme a un orden racional o a una norma.
Los estoicos decían que el deber es toda acción del hombre, plantas o animales
que se ajusta al orden racional del todo.
En la Ética kantiana se modifica esta concepción y se propone al deber como la
acción del hombre de conformidad a la ley de la razón.
Para Kant el deber es la necesidad de cumplir una acción únicamente por respetar
la ley.
Hoy en día, la doctrina del deber está ligada a un orden racional o a una norma o
normas que dirijan el comportamiento humano. Algunos autores dividen los
deberes en secundarios y absolutos; los primeros tienen menor importancia,
dependen de la voluntad del individuo; los absolutos brotan de la exigencia de la
naturaleza humana.
El deber tiene su fundamento en la razón y la libertad, es guiada por el valor del
deber mismo y está iluminada por el principio ético “hacer el bien y evitar el mal”
no existe un verdadero deber cuando este se hace por presiones sociales, por el
temor, por coacción o porque se puede recibir un premio si dicho deber se lleva a
cabo.
El deber está estrechamente unido a la obligación, si existe un deber existe
paralelamente una obligación. El deber no está en el plano de la exigencia y la
obligación sí.
Es evidente que el deber y la obligación se dan en un contexto de relación con
otra persona.
2. La responsabilidad. El término responsabilidad es la calidad de responsable, y
este proviene del vocablo latino respondere, que significa responder, y se dice de
una persona que está obligada a responder de una cosa, persona o acción.
Tomando la responsabilidad como calidad, es un cargo u obligación moral por la
cual hay que responder.
La persona que responde de sus actos, acepta racional y libremente ser autor de
tales acciones, y así asume las consecuencias buenas o malas.
En un acto humano el sujeto actuante puede darse cuenta o es consciente de
dicho acto y por lo tanto asume la participación de los beneficios del acto y de las
consecuencias negativas las cuales tiene la obligación de reparar. En el acto
responsable están como base la racionalidad y la libertad, por estos dos
elementos esenciales al hombre alcanza un cierto nivel moral. Ciertamente para
lograr un alto nivel moral es necesario tener cultura de responsabilidad.
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25. La responsabilidad es una característica de la persona humana, y consiste en que
va adquiriendo la capacidad de afrontar como humano los actos que haya
cometido. Se puede decir también que la responsabilidad es la necesidad moral
que tiene el sujeto ante los actos libres y voluntarios respondiendo a los efectos
positivos o negativos de estos.
Existen diferentes tipos de responsabilidad, tantos como las normas existentes;
así entre estos existen las responsabilidades sociales, jurídicas, mercantiles,
labores, etc. A la Ética le corresponde estudiar la responsabilidad ética a nivel
particular y social. En el aspecto individual se concretiza en la responsabilidad
moral y trata de los actos propios ejecutados con conocimiento, voluntad y
libertad. Si no se dan estos tres elementos los actos cometidos por el individuo no
tienen responsabilidad moral (aunque sí se puede tener responsabilidad jurídica).
Hay que tener en cuenta que nadie puede ser responsable de lo que humana y
moralmente no puede hacer o evitar.
Ejercicio N° 18
1. Enumere cinco deberes que tiene usted como estudiante y en qué consisten.
2. Enumere las responsabilidades que tiene usted como ser humano ante sí
mismo, su familia, su escuela y su sociedad.
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