2. ¡Mira! La noche es oscura y las estrellas son
brillantes.
¿Por qué unas son amarillas y otras blancas o
azules?
El color de las estrellas depende generalmente
de la temperatura : hay azules (las más
calientes), blancas, amarillas, anaranjadas y
hasta rojas ( las más frías).
También hay estrellas que brillan más que
otras.
Desde tiempos remotos, la humanidad ha visto
en estos grupos de puntos más brillantes unos
dibujos, y les ha puesto el nombre de
divinidades, de personajes mitológicos, de
animales: son las constelaciones.
3.
4. Los astrónomos dividen el cielo en 88 constelaciones
diferentes.
En el Hemisferio Norte, donde vivimos nosotros, se
ven unas, y en el Hemisferio Sur se ven otras.
Algunas son muy conocidas, como la Osa Mayor o
Carro.
¿Veis la Estrella Polar? ¿Sabéis por qué es tan
importante esa estrella?
Porque su posición en el cielo apenas varía. Se
encuentra justo encima del Polo Norte. Por eso, si
sabéis diferenciarla en la noche, nunca os vais a
perder. ¡Siempre sabréis donde está el Norte!
5. ¿Os gustaría escuchar el cuento más maravilloso del
mundo?
Hace muchísimo tiempo no existía nada de nada. No
existían las montañas, ni el aire, ni el tiempo ni el
espacio.
Un buen día (¡aunque tampoco había ni día ni noche!),
un puntito más pequeño que un átomo estalló.
Contenía todo el Universo.
Aquella enorme explosión llamada el Bing Bang, fue el
inicio de todo lo que existe, el inicio del Universo.
De aquello hace unos 15.000 millones de años.
Al principio el Universo era pequeño y estaba
muy caliente, pero luego empezó a enfriarse.
A partir de aquella explosión se creó la materia:
átomos, polvo, estrellas, planetas, galaxias…
6. Pero, ¿qué es una galaxia?
Es un inmenso conjunto de estrellas que se
mantiene agrupado gracias a la fuerza de la
gravedad.
Las hay de varias formas: elípticas, espirales….
Al mismo tiempo que giran, las galaxias se
desplazan por el espacio formando en grupos
llamados cúmulos. Y hay miles de ellas.
Nuestra galaxia se llama Vía Láctea, que en latín
significa “Camino de Leche”.
Se llama así porque vista de noche parece un
camino de gotas de leche.
7.
8. Para que entendáis lo lejos que resta el Sol,
pensad que si pudiéramos ir en coche a 100
Km /h, tardaríamos ¡170 años!
La distancia que recorre la luz en todo un
año, se denomina año-luz, y es la unidad que
utilizan los científicos para hablar de la
enormes distancias que hay entre los
cuerpos celestes.
9.
10. Todos los planetas, menos Venus y Mercurio
tienen lunas.
La nuestra la conocemos muy bien. Las huellas
que dejaron marcadas los astronautas, se
quedarán marcadas en la superficie para siempre
porque no hay viento, ni llueve.
Neil Armstrong fue el primer astronauta que pisó
la Luna, el 21 de julio de 1969.
Cuando pisó la Luna Armstrong dijo: “ Este es un
pequeño paso para el hombre, pero un gran salto
para la humanidad”.
11. Los eclipses son fenómenos muy bonitos. Los hay de Luna y de
Sol.
Los de Sol son espectaculares porque de repente, a pleno día,
anochece por momentos.
En un eclipse pueden suceder dos cosas:
• Que la Tierra quede entre la Luna y el Sol, y tendremos un
eclipse de Luna (La Tierra no deja que el Sol ilumine La
Luna).
• Que la Luna se interponga entre la Tierra y el Sol,
ocultándonoslo. Entonces tendremos un eclipse de Sol.
12. Además de los planetas hay otros cuerpos celestes orbitando
alrededor del Sol: cometas, meteroides, asteroides…
• Los cometas son enormes bolas de nieve y polvo. Cuando se
acercan al sol, la nieve se calienta y se convierte en gas
brillante y los podemos ver. Son como un punto muy
brillante con una cola que puede medir millones de
kilómetros de longitud. Los hay que nos visitan
periódicamente como el cometa Halley.
• Los meteroides generalmente son restos de cola de cometa.
Algunos al rozar con la atmósfera terrestre se incendian
dejando en el cielo nocturno una línea de luz. Entonces los
llamamos meteoros o estrellas fugaces. Los que llegan a
colisionar con la superficie terrestre se llaman meteoritos.
• Los asteroides son como planetas minúsculos. La mayoría se
encuentran entre las órbitas de Marte y Júpiter. Los
científicos creen que son trozos de un planeta que no habría
conseguido formarse.