3. De cada deporte aprendí algo distinto, algo
importante que ha influido en mi vida.
1. En la Pequeña Liga aprendí a jugar duro pese a ir
perdiendo. Nuestro equipo era una versión
temprana de Bad News Bears. Durante la mayor
parte de la temporada perdimos pero jugábamos
duro y mejorábamos en cada partido Al final
vencimos a uno de los mejores equipos de la liga.
La razón por la que ganamos es que ellos se
volvieron fanfarrones y nosotros nos volvimos
mejores.
2. Al jugar golf pude controlar mis emociones, mis
pensamientos y mi cuerpo. El golf es simple en
teoría, pero es de los deportes más duros en la
práctica. En los negocios utilizo el autocontrol
que uso en el golf.
4.
5. 5. En el futbol americano aprendí la importancia de que cada
miembro de un equipo conozca su deber y, sobre todo, lo lleve
a cabo. También aprendí la importancia de llevarme bien con
personas que no me agradaban y apreciarlas por sus
habilidades y no por su personalidad.
6. El rugby es como un basquetbol con tacleadas. Es un deporte
con mucha fluidez. Aunque es el abuelo del futbol americano,
en el rugby el tamaño no es importante. Hay personas grandes
jugando con otras pequeñas. Se calcula que en futbol
americano los jugadores juegan aproximadamente un total de
diez minutos por juego. El resto del tiempo lo ocupan
agrupándose y en otras actividades ajenas al juego en sí. En el
rugby, debido a que el juego rara vez se detiene, los jugadores
corren la mayor parte de tiempo. Si importar cuán cansado
estés, debes seguir corriendo en favor del juego y del equipo.
6.
7.
8. Aunque aún quería renunciar tomé muy en serio las palabras del señor Clark.
Las siguientes dos semanas entrené como nunca antes, con pasión y
concentración. Hice más tacleadas e incluso intercepté dos pases durante el
entrenamiento, algo difícil para un jugador de la línea defensiva. Aunque
todavía no jugaba y seguía en la banca, me sentía mejor conmigo mismo.
Un día, durante un partido que jugamos como visitantes en otra escuela,
Jesse se fracturó e1 brazo. El entrenador volteó hacia la banca y examinó a los
candidatos. Finalmente, me miró y me dijo: “Estás dentro”.
Aquel fue un momento decisivo. Ahora sé que si quiero lograr algo en la vida,
todo depende de mí. No hay nadie que se interponga. Si quiero algo, sé que
desearlo no basta; debo hacer lo necesario para ser un ganador antes de
poder serlo. A menudo me repito: “La vida es una estafa cuando esperas
obtener lo que quieres”. Hay un mundo de diferencia entre esperar ser un
iniciador y ser un iniciador.
Al inicio de este libro escribí sobre el siguiente proceso:
9. La lección que aprendí del señor Clark fue que para
modificar mis resultados debía redefinir quién era y
replantear mi compromiso con el juego. Una vez que
transformé mis pensamientos y mi actitud, mis acciones
cambiaron y, en consecuencia, mis resultados.
Cuando me siento inseguro y pienso que el mundo es
injusto, que no reconoce mis talentos o que las personas
están en mi contra, simplemente recuerdo mi charla con
el señor Clark. Entonces trabajo para mejorar mis
pensamientos, mis acciones y mis resultados.
10. Ideas ganadoras
Joe Montana, uno de los más grandes jugadores en
la historia del futbol americano, me envió un
ejemplar autografiado de su libro The Winning
Spirit: 16 Timeless Principles That Drive Performance
Excellence (El espíritu Ganador: 16 Principios Eternos
que impulsan la Excelencia en el Rendimiento).
Es un libro magnífico para quien esté
comprometido con el triunfo.
Para quienes no conozcan a Joe Montana,
fue quarterback del equipo 49’s de San
Francisco, que bajo su guía ganó cuatro
Supertazones. Figura en el salón de la
fama del futbol americano y fue
considerado por Sports Illustrated el
más grande jugador de ese deporte en
los últimos 50 años.
11.
12.
13. Las personas se preparan de diferentes maneras. Lo que
funciona para unas puede no servir para otras. Las hay que
esperan hasta el último minuto, las que necesitan cierto
grado de miedo como motivación, y las que quieren
eliminar todas las distracciones, estar en completo silencio
y aparrarse del mundo. Algunas se preparan con música de
fondo o en compañía de otras personas, y otras necesitan
ensayar una y otra vez hasta sentirse seguras. Sea cual sea
el método, el objetivo de una buena preparación es el
mismo: aprestarnos para un desempeño óptimo, para jugar
o trabajar a nuestro máximo nivel.
14.
15. Las personas me preguntan: “Jugué una vez tu juego
CASHFLOW. ¿Qué me recomiendas hacer
ahora?”, ¿Puedes creerlo? Juegan una vez y sienten
que conocen el juego.
Cuando les sugiero que lo jueguen al menos diez veces
más y que enseñen a diez personas a jugarlo, me miran
con extrañeza. Cuando veo esa mirada sé que esa
persona desconoce lo que hace falta para ganar.
Como dice Joe Montana:
“Nada supera a la repetición”.
16. Todo aquel que ha alcanzado el éxito en su actividad conoce la
importancia de la práctica y la preparación. Para destacar en un
área en particular debemos aprender a practicar con atención y
concentración. En la práctica está la oportunidad de trabajar en
nuestras debilidades y mejorar. Cuando trabajamos para
sobresalir en algo, no basta cumplir con lo que se espera; debemos
esforzarnos constantemente por superar nuestras propias
expectativas. Tampoco debemos comenzar y abandonar un
régimen de práctica; cuando practicarnos debemos ser
consecuentes.
17.
18. A los 12 años retomé el juego. Asistía a una escuela primaria repleta de
niños ricos, y la mayoría de sus padres pertenecían al country club. Mi
padre y mi padre rico no pertenecían a él porque ninguno era rico en
esa época. La única manera en que el hijo de mi padre rico, Mike, y yo
podíamos entrar al campo era juntándonos con nuestros amigos ricos
cuyos padres eran miembros.
No pasó mucho tiempo antes de que el head profesional del country
club nos dejara claro que estábamos abusando de su hospitalidad. Nos
dijo que si nuestros padres no eran miembros, no podíamos jugar. En
ese momento, Mike y yo empezamos la primera negociación
importante de nuestras vidas. De alguna manera conseguimos que el
head professional nos permitiera ser miembros del country club. A
cambio de la membresía, debíamos fungir como caddies* (Un caddie es la
persona que lleva los palos de golf de un jugador durante un partido) un número
determinado de rounds al mes. Nuestros padres quedaron perplejos
cuando les dijimos que éramos miembros del country club a los 12 años,
un club que ellos no podían pagar.
19. Entre los 12 y los 15 años, Mike y yo jugamos golf y
trabajamos como caddies siempre que teníamos la
oportunidad. Muchas veces, al terminar la
escuela, Mike y yo pedíamos a los automovilistas que
nos acercaran al country club. Trabajábamos como
caddies para cumplir con el trato y jugábamos cada
vez que podíamos.
Con el tiempo, el trabajo de caddy se convirtió en
buena fuente de ingresos. Recibíamos un dólar por
bolsa cada nueve hoyos. Pronto cargábamos dos
bolsas cada uno por 18 hoyos, lo que sumaba cuatro
dólares al día. Era mucho dinero en esa época. A los
15 años, Mike y ro habíamos ganado lo suficiente para
comprar tablas de surf, así que dejamos el golf por el
momento.
20. En la actualidad juego golf ocasionalmente.
Lo hago principalmente porque Kim es una
apasionada del juego De hecho, juega en los
tees para hombres y me supera, lo que no es
bueno para mi ego masculino. Mi
desempeño como golfista es más bien
modesto: obtengo entre 85 y95 en mis días
buenos y menos en los malos. No practico
corno sé que debería.
21. Aunque el golf no me apasiona, hay dos razones por las que
es esencial para quienes desean ser ricos:
1. Los juegos reflejan el comportamiento. La mayoría de los
golfistas estarán de acuerdo en que la virtud del golf es
que es un espejo, un reflejo de las pautas de
comportamiento auténticas de la persona. A menudo,
cuando quiero saber con quién estoy haciendo negocios,
invito a la persona a jugar golf. En esas ocasiones, el
resultado me preocupa menos que su manera de jugar.
Algo a lo que presto atención es la manera en que golpean
la pelota. ¿Tiran fuerte para proyectar la pelota lo más lejos
posible o lo hacen de manera controlada? ¿Hacen trampa?
¿Mienten respecto a su marcador o mueven la pelota sin usar
los palos?
22. Hace un tiempo, el amigo de un amigo quería que yo
invirtiera en su compañía. Después de revisar sus finanzas lo
invité a jugar golf. El aceptó encantado y al poco tiempo nos
vimos en su country club. Aquel sábado no me preocupaba su
puntuación; yo estaba ahí para ver cómo jugaba. Era un
golfista muy bueno que hacía tiros rectos y potentes. Todo iba
bien hasta que uno de sus tiros cayó en el rough, cerca del
green. Seguramente pensó que yo no estaba atento, pues lo vi
mover la pelota. Como el pasto era alto, necesitó dos golpes
para salvar el rough y salir al green. Cuando le pregunté su
marcador me dijo que era uno sobre par. Cuando le pregunté
si había contado su segundo golpe en el rough, en vez de
hablar con sinceridad, negó que hubiera dado un segundo
golpe. En ese momento empecé a dudar de la información de
su estado financiero.
23. He visto cómo juega Donald Trump al golf.
Juega tal como hace negocios: con tiros
rectos y potentes. Asimismo, es muy
preciso en sus tiros.
Yo golpeo la pelota de manera irregular.
Por eso creo que soy mejor en los
deportes de equipo que en el golf. Me
encanta el reino, el futbol americano y el
rugby porque me desempeño mejor en
equipo.
En los negocios soy igual: por eso soy muy
cuidadoso a elegir a los miembros de mi
equipo.
24. Mis dos padres jugaban golf y ambos eran muy buenos. Mi
padre pobre jugaba con sus amigos, sus colegas maestros, por
diversión. Mi padre rico jugaba para hacerse rico. Me decía:
“En el campo de golf se cierran más tratos que en la sala de
juntas”. Y agregó: “Mientras más difícil sea la negociación, más
relajado debe ser el entorno”.
Me tomó algunos años crecer y madurar para asimilar
plenamente la sabiduría de esas palabras. Actualmente, si una
negociación se complica, propongo a la persona que
juguemos golf para discutir el asunto. En el ambiente relajado
del campo de golf, la negociación tiene más tiempo para
desarrollarse, y cuando el entorno es relajado suele haber más
flexibilidad de pensamiento. Parece que el espacio abierto del
campo de golf favorece la mentalidad abierta.
25. Aunque no soy un golfista apasionado, estoy
entregado a ganar en el juego de los negocios. El
golf es el juego de los negocios. No me tomo el
golf con la seriedad de otros jugadores, pero me
tomo muy en serio el juego de los negocios. Por
eso soy miembro de tres country clubs. Un country
club es el mejor lugar para hacer negocios, así
como para encontrar con quién hacerlos.
26. Los deportes que más he jugado a lo largo de los años son beisbol,
tenis y golf. Son juegos que requieren delicadeza, coordinación y
concentración. Actualmente me gusta ver el beisbol y el tenis, pero
soy un apasionado del golf. He construido fabulosos campos de
golf debido a esa pasión.
La lección que aprendí de esos deportes es la importancia de los
instintos. , pero los
verdaderamente grandes tienen un “instinto” que no puede
explicarse. Recuerda la famosa descripción de Wayne Gretsky
acerca de su éxito en el hockey: simplemente patinaba hacia
donde iba el disco. Es una imagen maravillosa para entender el
instinto.
27. Esta declaración parece simple, pero sólo hasta que
empiezas a reflexionar sobre ella. ¿Cómo sabía a dónde
iba el disco? ¿Por qué los demás no sabían a dónde iba?
Bueno, porque él tenía algo especial: instinto.
Conocí deportistas que entrenaban más duro que nadie
pero nunca destacaron. Eran capaces, dedicados y
competentes pero carecían de ese “algo” adicional. Yo
fui un excelente jugador de beisbol y sabía que tenía
un sentido innato de la coordinación. Nunca seré Babe
Ruth, pero percibí qué hacía falta para ser grande en
ese deporte.
28. El tenis es un combate entre dos personas, y
entendí que el propósito es destruir al otro. Sólo
hay un ganador. Es un juego feroz. ¿Alguna vez
has visto al famoso jugador suizo Roger Federer?
Él posee el instinto al que me refiero. Andre
Agassi dijo de él:
Es el mejor contrincante al que me haya
enfrentado. No hay a dónde ir. No puedes hacer
nada más que tirar a las calles, tirar a los greens y
tirar putt. Cada tiro tiene ese sentido de urgencia.
Intentes lo que intentes, él tiene una respuesta
potencial y eso es porque ha movido los hilos
necesarios para hacerte tornar esa decisión.