1. SEÑOR, INSTRUYENOS EN TUS SENDAS.
(Sal. 24, 4 – 9).
Queridos amigos: Hoy vemos a Jesús, que irrumpe en nuestra historia,
predicando la conversión y la llegada del Reino de Dios.
Lo hace con una invitación: “convertíos y creed en el Evangelio”.
(Mc. 1, 14 – 20).
La conversión y creer en el Evangelio, son dos realidades exigentes en sí, pero
constantes en quien desee seguir a Jesucristo.
Vamos a pedir al Señor con el salmista, “que nos instruya en sus sendas”.
 “Señor, instrúyenos en tus sendas”, para que podamos sentir la necesidad de
cambiar nuestras malas conductas.
Que no nos quedamos solamente en lo externo, en lo cómodo o fácil, sino que
nos decidamos ir al interior de nuestra realidad.
 “Señor, instrúyenos en tus sendas”, que son sendas de ternura y de
misericordia, de entrega y de concordia.
 “Señor, instrúyenos en tus sendas”, que son de fidelidad y constancia, de
humildad y perseverancia.
 “Señor, instrúyenos en tus sendas”, que son de justicia y de verdad, de
presencia y de paz.
 “Señor, instrúyenos en tus sendas”, para que nos conduzcan a convivir y
compartir en respeto y en paz.
 “Señor, instrúyenos en tus sendas”, para que podamos ver la realidad
con- versión nueva, con- versión fraternal, con- versión cierta y con- versión
cordial.
 “Señor, instrúyenos en tus sendas”, porque “se ha cumplido el plazo…:
- De abrir posibilidades.
- De curar heridas.
- De cubrir necesidades.
- De aplicar medicinas.
Señor: que aprendamos de la Conversión de San Pablo (cuya fiesta celebramos)
A “ver con ojos nuevos”; a anunciar al Señor con constancia y a dejarnos
conducir por su gracia.
“Señor, instrúyenos en tus sendas”,
para poder seguirte con fidelidad y alegría.
Gabriel.
3º. Domingo Ordinario. Ciclo. B. Madrid. 25 de Enero de 2015.