2. BAUTISMO
El bautismo es el acto del nacimiento
del cristiano, y tiene, por tanto, una
importancia fundamental. Pero uno es
cristiano en la medida en que se
adhiere por la fe a Cristo y por medio
de él comulga con todos los hermanos
en la fe.
3. LA PRAXIS BAUTISMAL EN LA EPOCA
APOSTOLICA.
Los Hechos de los Apóstoles
demuestran constantemente que
el primer paso que hay que dar
para ser cristiano es hacerse
bautizar, aceptando la fe
proclamada por los apóstoles.
4. Testimonio de los Hechos
del discurso de Pedro para comentar el
suceso de pentecostés, cuando la gente le
pregunta qué ha de hacer para salvarse,
Pedro responde: “Arrepentíos, y que cada
uno de vosotros se bautice en el nombre de
Jesucristo para el perdón de vuestros
pecados; entonces recibiréis el don del
Espíritu Santo” (Hch 2,37-38
5. Testimonio de los Hechos
El bautismo está aquí claramente unido a
la fe, que exige la conversión de los
pecados y produce como fruto una
presencia particular del Espíritu. Como se
ve, el bautismo no es un gesto aislado,
que valga en sí y por sí mismo, sino que
está vinculado a todo un conjunto de
actitudes espirituales
6. Pablo Teólogo del Bautismo
Precisamente porque el bautismo guarda
una relación muy particular con Cristo y
porque se practicó desde el comienzo de la
experiencia cristiana, estamos obligados a
pensar que se deriva directamente de
Cristo. Es posible encontrar huellas de ello
en varios pasajes de los evangelios
7. BAUTISMO EN EL NUEVO TESTAMENTO
El bautismo forma parte esencial del mandato
universal confiado por Jesús a sus apóstoles:
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio
a toda criatura. El que crea y sea bautizado se
salvará, pero el que no crea se condenará. A
los que crean les acompañarán estos prodigios:
en mi nombre echarán los demonios, hablarán
lenguas nuevas” (Mc 16,15-18).
8. NUEVO TESTAMENTO
“Id, pues, y haced discípulos míos en
todos los pueblos, bautizándolos en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo, y enseñándoles a guardar todo lo
que yo os he mandado. Y sabed que yo
estoy con vosotros todos los días hasta el
fin del mundo” (Mt 28,18-20).
9. “En el nombre” no significa simplemente
“con la autoridad”, sino más bien
consagrándolos y casi insertándolos en el
seno del misterio trinitario, como parece
señalar también la preposición de
movimiento (eis to ónoma). Si la fe es la
aceptación del misterio, el sacramento es la
introducción total en el misterio trinitario,
10. EL BAUTISMO DE JUAN Y EL BAUTISMO
CRISTIANO.
“Juan Bautista se presentó en el desierto
bautizando y predicando un bautismo para
la conversión y el perdón de los pecados”
(Mc 1,4). Pero la suya era sólo una fase
transitoria, en espera de la definitiva, en la
que habría de darse el don del Espíritu:
“Detrás de mí viene el que es más fuerte
que yo... Yo os bautizo con agua, pero él os
bautizará en el Espíritu Santo”
11. LA DOCTRINA DEL BAUTISMO EN EL
EVANGELIO DE JUAN
También la tradición joanica, aunque
recogiendo diversos materiales,
confirma la presencia particular del
Espíritu en el bautismo cristiano. Esto
es lo que declara el Bautista al ver a
Jesús que acude a hacerse bautizar
12. EL BAUTISMO CRISTIANO
El agua seguirá siendo indispensable por
su carácter significativo de purificación y
de fecundación vital, pero lo
determinante será el Espíritu. Y es
precisamente en fuerza del Espíritu, que
es don de Cristo, como los futuros
bautizados participarán de lo que es típico
de Cristo
13. EL BAUTISMO CRISTIANO
La primera es que para entrar en el
reino de Dios, hay que “nacer” de
nuevo: “Te aseguro que el que no
nace de lo alto (ánothen, que puede
significar también “de nuevo”) no
puede ver el reino de Dios” (Jn 3,3).
14. El Bautismo como Nueva Circuncisión
La realidad del bautismo es el
presupuesto de todas las
exigencias morales que Pablo
propone a sus cristianos, los cuales
tienen que vivir dignamente como
miembros del pueblo de Dios.