Las culturas Olmeca, Tlatilco y Cuicuilco fueron algunas de las primeras culturas importantes en Mesoamérica. La cultura Olmeca se desarrolló primero e influyó a muchas otras culturas con su avanzada arquitectura, arte, religión y organización social. Tlatilco y Cuicuilco también tuvieron importantes logros culturales en esta época formativa de Mesoamérica.
2. CONTENIDO
1. INTRODUCCIÓN
1.1. Planteamiento del Problema
1.2. Justificación
1.3. Hipótesis
1.4. Objetivos
2. METODO
2.1. Metodología
2.2. Procedimiento e Instrumentos
3. MARCO TEORICO:
3.1. Olmecas
3.1.1. Generalidades y apropiación territorial.
3.1.1.1. Agricultura, textiles, cerámica y metalurgia.
3.1.1.1.1. Patrón de asentamiento.
3.1.1.1.2. Economía.
3.1.1.1.3. Arte.
3.1.1.1.4. Culto y funeraria.
3.1.1.2. Organización social.
3.1.1.3. Vínculos entre identidades culturales.
3.1.1.4. Centros poblados e hitos arquitectónicos
3.1.1.4.1. San Lorenzo
3.1.1.4.2. La Venta
3.1.1.4.3. Tres Zapotes
3.1.1.4.4. Cerro de las Mesas
3.1.1.4.5. Laguna de los cerros
3.2. Tlatilco
3.2.1. Generalidades y apropiación territorial.
3.2.1.1. Agricultura, textiles, cerámica y metalurgia.
3.2.1.1.1. Patrón de asentamiento.
3.2.1.1.2. Economía.
3.2.1.1.3. Arte.
3.2.1.1.4. Culto y funeraria.
3.2.1.2. Organización social.
3.2.1.3. Vínculos entre identidades culturales.
3.3. Cuicuilco
3.3.1. Generalidades y apropiación territorial.
3.3.1.1. Historia.
3.3.1.2. Centros poblados e hitos arquitectónicos.
3.3.1.2.1. Pirámide de Cuicuilco.
4. RESULTADOS
5. BIBLIOGRAFIA
3. Culturas Precolombinas
“Área Mesoamerica”
“CULTURAS MADRE”
Olmecas, Tlatilco y Cuicuilco
1. INTRODUCCIÓN:
Tribus, Señoríos y Estados en Mesoamérica:
Para el mejor entendimiento de los antecedentes, dividimos la historia en fases:
- Fase Formativa Antigua.- Se encuentra entre los años 1200 y 500 a.C.
en esta fase se hallan centros importantes en San Lorenzo, La Venta y
Tres Zapotes; los centros estaban compuestos de montículos
rectangulares elevados, truncados y de lados inclinados; de plataformas
bajas y alargadas, y de pequeños montículos cónicos. Todos ellos
estaban construidos en barro y reunidos en complejos de plaza.
En La Venta había un recinto sagrado, compuesto de un cercado de
columnas de basalto embutidas en bajas plataformas de tierra. Es
posible que muchos montículos olmecas tuvieran una función
primordialmente funeraria.
- Fase Formativa Media.- Los olmecas de esta fase fueron escultores
magistrales, el arte Olmeca representa formas religiosas y es una
cosmología pictórica.
- Fase formativa Tardía.- Esta fase presenció el logro de un nivel social
de tipo señorío en casi toda la parte central y meridional de
Mesoamérica, y la aparición de las fases iniciales de las diversas
civilizaciones regionales clásicas. Durante ésta época las plataformas
se revestían de arcilla o piedra labrada y se las construía de barro, a
veces combinado con piedra.
A finales del período, la superficie se enyesaba con cal desmenuzada,
quedando así completada la forma arquitectónica religiosa básica.
También aparecieron por primera vez la escritura y el calendario.
Durante esta fase la sociedad mesoamericana, es posible, que
evolucionara en algunas regiones desde los señoríos a los estados. Se
encontraron señoríos importantes o estados incipientes en Kaminaljuyú
(Guatemala), Izapa (Chiapas), en Chiapa (Monte Albán de Oaxaca,
Cuicuilco), en Tres Zapotes y en el Cerro de las Mesas y en Tikal.
1.1. Planteamiento del Problema:
4. El tema principal de este trabajo radica en la importancia de la civilización
Olmeca, como iniciadora de otras culturas importantes en Mesoamérica. Así,
en el presente trabajo se explicará el porqué de la denominación “cultura
madre”.
También dentro de todo el tema de los olmecas y su importancia cultural, se
hará el desarrollo de otras culturas no tan estudiadas, pero tan importantes
como la Olmeca, como los Tlatilco y Cuicuilco.
1.2. Justificación:
El trabajo tiene mucha importancia dentro de los aprendizajes académicos, ya
que es parte de una base sólida de los conocimientos posteriores de la
materia de Historia, y en especial en el tema de América, que nos corresponde
estudiar a detalle, ya que somos parte de este continente; además nos ayudará
a entender los diferentes acontecimientos que se han dado a través de la
historia, esto nos ayuda a comprender la realidad en que ahora vivimos.
1.3. Hipótesis:
Los Olmecas fueron el pueblo más antiguo en Mesoamérica, a través de su
desarrollo en diferentes disciplinas como la escultura y la cerámica, e incluso
su organización social, influyendo a otras culturas que recién se formaban.
1.4. Objetivos:
• A través de la investigación, conoceremos una de las culturas más
importantes desarrolladas en Mesoamérica.
• Brindar a través de este trabajo, un texto de investigación, puntual y
específico acerca de la cultura Olmeca, de Tlatilco y de Cuicuilco.
2. MÉTODO:
2.1. Metodología:
El método utilizado se determinó a través del marco histórico de Mesoamérica,
en este caso se trata de ciertas culturas en particular, consideradas como
“Culturas Madre”, están son: Olmecas, Tlatilco y Cuicuilco. Por ello se ha
adoptado, para estudiar a este tema, la utilización del paradigma positivista,
porque este paradigma pretende verificar teorías, además de predecir el paso
de la historia, por medio de las causas reales ya dadas en el pasado.
2.2. Procedimiento e Instrumentos:
Dentro de la metodología utilizada el procedimiento que se siguió fue el de la
lógica deductiva, es decir, se partió de lo general a lo particular. También se
realizaron análisis de datos recogidos, para después llegar a los resultados.
5. Los instrumentos utilizados para la elaboración de este trabajo fueron:
recogida de datos en la biblioteca, en distintos textos referidos al tema, uso del
Internet y consulta de otros textos, etc.
3. MARCO TEÓRICO:
3.1. Olmecas:
3.1.1. Generalidades y apropiación territorial:
La cultura Olmeca se desarrolló en los estados mexicanos de Veracruz y
Tabasco, territorio delimitado por el Golfo de México y las serranías del sur de
dicho país. Esta zona se caracteriza por ser muy húmeda, con ríos, lagunas y
grandes extensiones de pantanos. Sobre ella impera una frondosa selva
tropical, poblada de animales como los jaguares, tapires, jabalíes y monos. En
su momento de esplendor, la influencia de esta cultura se extendió a caso toda
Mesoamérica.
3.1.2. Agricultura, textiles, cerámica y metalurgia:
3.1.2.1. Patrón de asentamiento:
La sociedad Olmeca se desarrolló como la primera sociedad urbana de
Mesoamérica. Inicialmente sus asentamientos fueron pequeñas villas de
campesinos, sin mucha complejidad social, pero que por su cantidad, daban
cuenta de una población muy numerosa. Hacia el 1200 a.C. florecieron los
primeros centros urbanos conocidos como San Lorenzo, La Venta y Tres
Zapotes. Estos se caracterizan por villas y centros satelitales que mostraban
una arquitectura y arte monumental que representan una compleja jerarquía
social y elaboradas instituciones. Se piensa que los distintos centros urbanos
debieron funcionar como "ciudades-estado", relativamente independientes,
pero con ciertos rasgos en común.
3.1.2.2. Economía:
Se ha caracterizado a Olmeca como una cultura con muchas vinculaciones
costeras. Se piensa que su alimentación debió consistir en alimentos marinos,
como tortugas, peces, rayas y mariscos. A la vez la selva proveía de variados
frutos silvestres que posiblemente eran recolectados para el consumo. No
obstante, la agricultura era la base de su alimentación, en la cual el maíz, los
porotos y las calabazas eran los productos más comunes. Para sembrar,
utilizaban el sistema de tala y roza, que permitía un aprovechamiento del suelo
fértil de la selva.
3.1.2.3. Arte:
Una de las manifestaciones artísticas Olmeca más conocida es la estatuaria en
piedra. Destacan por sobre todo las monumentales cabezas de piedra y las
figuras de cerámica conocidas como "baby face" (rostros de bebés). Ambos
tipos de obras demuestra gran maestría, además de dejar establecidos ciertos
6. puntos claves en el estilo de arte que caracteriza a esta cultura: combinación
de líneas sinuosas y rectas, rostros de ojos rasgados y almendrados con
narices planas y nostriles abiertos. En algunos casos las bocas presentan
deformaciones similares al "labio leporino" o adquieren características felinas,
como el de un hocico de jaguar. Las técnicas de acabado de las cerámicas
más utilizadas fueron el pulido, el bajo y sobre relieve o el inciso, que muchas
veces se destacaba con pigmentos rojos o blancos. Alcanzaron también
notable maestría en la pintura mural que adorna las paredes de algunas
construcciones, probablemente de uso ritual. Las figuras, principalmente
representaciones humanas, eran dibujadas con el rostro de perfil y el cuerpo de
frente, muchas veces sosteniendo objetos en sus manos y rodeadas de
símbolos de todo tipo.
3.1.2.4 Culto y funeraria:
La religión Olmeca adoraba a los ancestros, a ciertos elementos naturales,
como el sol o la lluvia y a diversos animales. Entre estos últimos destacan
especialmente la serpiente y el jaguar. El culto al jaguar se aprecia fuertemente
en las representaciones de figuras humanas con rasgos felinitos. El sacrificio
humano era una práctica común en los rituales. Aparentemente se basaban en
una visión cíclica de los procesos de la vida en que era necesario destruir algo
para crear otra cosa nueva. Se han encontrado pocas tumbas olmecas que son
esencialmente de personajes muy importantes. Se caracterizan por poseer
fastuosas ofrendas de jade finamente tallado y máscaras de serpentina.
3.1.3. Organización social:
No se sabe mucho sobre la organización social Olmeca. Es muy probable que
la sociedad funcionara como una teocracia en que los sacerdotes ostentaban el
poder político y religioso sobre una gran masa segregada entre nobles,
artesanos especializados y campesinos.
3.1.4. Vínculos entre identidades culturales:
Las características de los rasgos faciales de las figuras de piedra, ciertos
estilos decorativos y hasta algunos símbolos e ideogramas han llevado a
pensar en un posible origen asiático de los olmecas. No obstante la mayoría de
los investigadores piensan en orígenes desde poblaciones cercanas de las
tierras altas de Oaxaca, del estado de Morelos, del sur de Veracruz o del norte
de Tabasco. La influencia Olmeca es posible observarla en casi toda
Mesoamérica, especialmente en sociedades que habitaron en el mismo
período, lo que implica un fluido intercambio tanto de recursos como de
conceptos estéticos. Olmeca fue, sin duda, la cultura de mayor influencia en
todo el desarrollo cultural de Mesoamérica, ya que sentó bases tanto estéticas
como ideológicas que fueron utilizadas y reutilizadas por las distintas
sociedades posteriores, incluso hasta tiempos hispánicos.
3.1.5. Centros poblados e hitos históricos:
3.1.5.1. San Lorenzo:
7. Montículo artificial de San Lorenza
Materiales y sistemas constructivos empleados por las culturas del Golfo de México. Fuente
www.naya.org.ar
Se supone que la mayoría de los montículos en San Lorenzo son plataformas
que servían de base a viviendas ancestrales, ahora desaparecidas. Hay cerca
de 200 de éstos en el mapa, y es muy probable que falten aún otros por
descubrir. Son elevaciones poco pronunciadas en la superficie, frecuentemente
de menos de un metro de altura, y generalmente rectangulares en planta. Su
distribución recuerda la situación clásica maya, a menudo se encuentran dos
montículos en ángulo recto, o tres delimitando un patio.
Ahora se sabe que los grandes centros olmecas que se desarrollaron en San
Lorenzo, La Venta y Laguna de los Cerros, y los centros pequeños tales como
Tres Zapotes, no eran meros sitios religiosos despoblados, sino asentamientos
dinámicos donde vivieron artesanos y campesinos, especialistas religiosos y
dirigentes. La arquitectura Olmeda incluye tanto edificios públicos religiosos
como residencias de la élite y casas comunes. Los edificios públicos religiosos
fueron casi siempre plataformas de tierra, sobre algunas de las cuales se
construían grandes estructuras de tipo habitacional.
8. Plano topográfico de San Lorenzo, donde se aprecian las crestas que sobresalen del perfil de la meseta
artificial.
Mientras que a primera vista los montículos se distribuyen por toda la superficie
de San Lorenzo, hay concentraciones significativas de montículos
habitacionales en algunas áreas. De hecho, pueden definirse dos patrones
lineales Norte - Sur. Uno de estos corre al sur desde el extremo de la cresta
Noroeste, continua entre una línea de lagunas por el lado poniente del sitio, y
se extiende hasta la cresta Suroeste. La otra línea comienza al este del grupo
B, y se extiende al Sur de forma similar a lo largo de la cresta Sureste, la cual
tiene tantas plataformas habitacionales que ha sido bautizada como la "Calle
Principal". Hay dos claustros más, uno en la base de la cresta Sur Central, y
otro justo al Noreste del Grupo A.
San Lorenzo es en realidad un domo de sal que con el paso del tiempo recibió
una gran cantidad de escombro por ocupaciones, lo que elevó su masa. Toda
esta construcción masiva descansa sobre una meseta natural. Muy por debajo
de San Lorenzo hay una serie de capas de piedra. Las más profundas son
bentonitas del Oligoceno (cenizas volcánicas consolidadas, sumergidas en el
manto freático, usadas de manera extensiva como relleno en la fase San
Lorenzo) éstas están cubiertas por la formación de El Encanto, del Mioceno
temprano, integrado por capas de lutita (arcillas sedimentarias consolidadas)
alternando con capas muy delgadas de estratos bentoníticos. Encima de esto, y
directamente bajo los niveles culturales más primitivos, hay muchos metros de
gravas ferrosas y arenas que pudieran pertenecer al Plioceno y/o al
Pleistoceno. La meseta de San Lorenzo está soportada por uno de los
profundos domos de sal que son muy comunes en la altamente tectónica
cuenca del Coatzacoalcos. Fotografías aéreas indican que esta elevación ha
estado modificando los ríos Tatagapa y Coatzacoalcos hacia el oeste y el este
9. respectivamente, probablemente a lo largo de un período de muchos miles de
años.
Durante las primeras excavaciones se creía que la meseta de San Lorenzo era
de origen natural, y que las hondonadas que la cruzaban por los lados Norte,
Oeste y Sur eran resultado de la erosión. Ahora se sabe que esto era un error.
Por ejemplo, las crestas de los Grupos C y D, que sobresalen de San Lorenzo
por el Oeste, son obviamente artificiales ya que cada una es un reflejo de la
otra. Exactamente el mismo tipo de reflejo simétrico se observa en las crestas
Suroeste y Sureste, con la diferencia de que al sur del montículo C4-35, la
planta del Suroeste no se completó. Las excavaciones en la cresta del Grupo D
han arrojado que ésta es artificial hasta una profundidad de 7 metros bajo el
nivel del suelo, mientras que los depósitos culturales de la plataforma Noroeste
alcanzan casi la misma profundidad. La mayoría de la construcción de estas
crestas es anterior a la misma fase San Lorenzo. Así, las hondonadas
delimitadas por las plataformas son artefactos también, aunque una cierta
cantidad de erosión desde el abandono del sitio las ha agrandado.
Cabeza Olmeda, San Lorenzo Tenochtitlán, vista de frente y de perfil.
3.1.5.2. La Venta :
La traza arquitectónica de La Venta exhibe un patrón que requirió planeamiento
y organización. Con base en fechas radio métricas y material cerámico, se
asume que la traza arquitectónica corresponde al período comprendido entre el
600 y el 400 a.C. Aún no se define si esta organización arquitectónica rigió su
traza en siglos anteriores a los mencionados. El arreglo de los edificios de La
Venta obedece a alineaciones en ejes norte – sur, formando espacios
(¿plazas?) alargados entre cada alineación. En La Venta se han definido 10
complejos arquitectónicos: A, B, C, D, E, F, G, H, I y la “Acrópolis Stirling”. Se
estima que la extensión máxima de esta antigua ciudad cubrió 200 ha;
desgraciadamente poco más de la mitad de los vestigios arquitectónicos han
sido destruidos desde los años cincuenta.
10. Cabeza Olmeca, La venta. La abuelita, escultura del yacimiento
Arqueológico de La Venta.
Complejos C y A de La Venta.
Los edificios de La Venta eran simples construcciones de barro que parecen
haber sido protegidas en su época por un recubrimiento de piedras pulidas y
tierras compactadas y coloreadas. Tenía el sitio, como elemento principal, una
gran "pirámide" de extraña forma, dominando un conjunto arquitectónico
orientado de norte a sur y limitado en el extremo opuesto por una pirámide
escalonada. Esta pirámide de barro, de unos 130 metros de diámetro y 30 de
altura, tiene una forma que se acerca más bien a la de un cono truncado y en
cuyos costados van alternando diez lomos con diez depresiones
simétricamente repartidos, forma que, a decir de los arqueólogos, pudo haber
11. sido inspirada por los conos erosionados tan abundantes en la región de los
Tuxtla.
Plano del centro ceremonial de La Venta
El complejo A es el grupo arquitectónico más pequeño de La Venta y es
considerado el recinto ceremonial del sitio. Cerrándose alrededor de esas dos
masas principales, se integraban plazas mediante la combinación simétrica de
plataformas bajas, escaleras y unas extrañas empalizadas formadas por
grandes columnas monolíticas de basalto empotrada verticalmente en el piso y
muy próxima una de la otra. Estas empalizadas remataban, en medio de las
dos plazas, con unos recintos totalmente cerrados formados por esas mismas
columnas basálticas. En esta unidad arquitectónica se descubrieron más de 20
ofrendas pequeñas, las cuales tenían vasijas de cerámica, cuentas y figurillas
de piedra, hachas votivas y otros objetos portátiles. Asimismo, en este conjunto
arquitectónico se encontraron "ofrendas masivas". Se trata de construcciones
subterráneas, de cerca de 8 m de profundidad y aproximadamente 20 m por
lado, dentro de las cuales se depositaron bloques de serpentina verde
formando un diseño abstracto – imaginativamente llamados "máscaras de
jaguar", y cuya presencia oculta debió representar para los olmecas un
contacto mágico con las fuerzas del agua, de la tierra y del cielo.. Estos
mosaicos fueron inmediatamente tapados con arenas de diferentes colores,
sobre las cuales se construyó un montículo de adobe circundado por las
columnas de basalto.
12. Corte de la ofrenda masiva de La Venta
Por otro lado, los "pavimentos" son también depósitos subterráneos a menor
profundidad que los anteriores, donde también se dispusieron toneladas de
bloques de serpentina en forma de pavimento, sin formar un diseño abstracto
como los primeros. La función y el simbolismo de estas singulares
construcciones son desconocida, pero se deduce que su importancia es ritual y
que posiblemente están asociados a la Madre Tierra. Dentro del montículo
piramidal que limitaba el conjunto al Norte, se han descubierto algunas
"tumbas". Dentro de la estructura A-2, se encontró una tumba que consistió de
un recinto con paredes y techo formado por columnas de basalto, provenientes
sin duda de las empalizadas mencionadas. Dicho depósito funerario contenía
restos óseos deteriorados e incompletos de dos individuos jóvenes sobre una
capa de pigmento rojo. Asimismo, se encontraron otros depósitos menos
elaborados clasificados también como "tumbas", sin restos óseos, pero que por
la disposición de los materiales asociados se interpretaron de esta forma.
Si bien la arquitectura de San Lorenzo y La Venta todavía era de barro, pronto
empezarían a surgir en otras regiones, durante el Formativo superior, los
primeros intentos de arquitectura en piedra. La evolución de los elementos
arquitectónicos que rigieron en toda Mesoamérica, tuvo un importante
escenario en el área nuclear Olmeca. Desde la compactación de los
basamentos y plataformas de barro, la extracción y el corte de las piedras, los
inicios de las escaleras y de los pilares, y la construcción de habitaciones con
materiales perecederos principalmente de origen vegetal; hasta la concepción
de los primeros centros ceremoniales, de los basamentos para los templos y de
las tumbas.
13. Vista actual de la Gran Pirámide de La Venta.
3.1.5.3. Tres Zapotes:
Período Preclásico. 1200 – 800 a.C.
Lugar arqueológico que albergaba probablemente un grupo de viviendas
olmecas. Junto con La Venta es uno de los yacimientos más importantes de
esta cultura.
Figura encontrada en Tres Zapotes.
Tres Zapotes es uno de los asentamientos de la cultura Olmeda, que hoy se
encuentra enclavado en el estado de Veracruz. Esta ciudad ha sido vinculada
con Tlatilco dados los hallazgos de artesanía, figuras y relieves con motivos
similares como el “dios con cara de niño”. Las edificaciones fueron construidas
con ladrillo cocido, y no se han hallado restos de templos o edificios públicos,
por lo que cree que el lugar sólo albergaba viviendas. En las excavaciones de
su cementerio de más de cuatrocientas tumbas se han encontrado figuras
14. pequeñas (figurines) que representan ídolos antropomorfos y zoomorfos,
elaborados en arcilla. En las inmediaciones se han encontrado cabezas
colosales, características de la cultura Olmeca.
La zona arqueológica de Tres Zapotes, pudo ser un centro primario de política
autónoma, ya que las evidencias disponibles en la zona arqueológica de Tres
Zapotes, localizada al sur de la costa del Golfo de México, sugieren que fue un
centro Olmeca primario de una unidad política autónoma, pero pequeña, con
una jerarquía sociopolítica menos desarrollada. Christopher A. Pool, doctor en
antropología por la Universidad de Tulane, New Orleans, LA., afirmó lo anterior,
al asegurar que tras esa autonomía, el sitio nunca sirvió como centro
secundario al servicio de otros, como San Lorenzo, La Venta y Laguna de los
Cerros. Ante la confusión que prevalece sobre el estatus de la zona
arqueológica de Tres Zapotes, la propuesta del especialista, tras una década
de investigaciones, reafirma la existencia Olmeca en el sitio, aunque no como
centro mayor, con lo que termina con las hipótesis en el sentido de que en el
lugar, ni siquiera existió tal ocupación durante el Formativo Tardío (1500-900
a.C.), esto, de acuerdo con los primeros asentamientos identificados. De ahí,
que coincidiera con algunos de sus homólogos en que, en realidad, funcionó
como un centro secundario en una jerarquía regional de control político, bajo la
propuesta de que los gobernantes de centros olmecas solicitaban la talla de
monumentos y controlaban su distribución, regalándolos a caciques clientes, a
fin de consolidar su propia autoridad. Tres Zapotes se encuentra en el extremo
oeste de la zona Olmeca de Veracruz, en el municipio de Santiago Tuxtla, entre
la sierra de los Tuxtla y la cuenca baja del río Papaloapan; por ambos lados del
arroyo Hueyapan, en un llano aluvial expuesto a inundaciones esporádicas y
cerca del volcán San Martín. Profesor asociado del Departamento de
Antropología de la Universidad de Kentucky, Christopher A. Pool participó en la
Mesa Redonda Olmeca: balance y perspectivas, organizada por los institutos
Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de Investigaciones Estéticas (IIE)
de la Universidad Nacional Autónoma de México. En su ponencia Tres Zapotes
como un centro Olmeca: Nuevos Datos, el antropólogo remarcó que el lugar
contó con una ocupación sustancial contemporánea, con los centros regionales
olmecas antes mencionados y que durante el Preclásico Medio logró
independizarse de esa cultura. Estas conclusiones, explicó, apoyan el modelo
de la división de la zona Olmeca en territorios políticos modestos. De acuerdo
con la metodología de campo y del análisis, documentó una historia de
ocupación continua en Tres Zapotes, de aproximadamente 2 mil años, desde el
periodo Formativo Temprano hasta el Clásico Tardío. Tras señalar que
desafortunadamente, casi no aparecen en la superficie materiales del
Formativo Temprano, Christopher A. Pool explicó que debido a la profundidad
de los depósitos de ese periodo, hasta el momento se desconoce la extensión
total de la ocupación en aquel tiempo, aunque al parecer, dijo, fue por lo menos
una aldea de tamaño regular asentada en 150 hectáreas, en donde se
incluyeron actividades como ritos religiosos y funerarios. El sitio es considerado
como uno de los más importantes en la llanura costera del Golfo de México; es
el único que abarca toda la secuencia cronológica desde su ocupación en el
Preclásico, durante el Formativo Temprano, (1300 a 1000 a.C.), hasta el
Posclásico Temprano, (900 a 1100 d.C.), aproximadamente. Es también uno de
los pocos lugares que han atestiguado la transición entre las culturas Olmeca y
15. Clásica del estado de Veracruz. Desde un principio, sus habitantes tallaron
cabezas colosales de basalto que obtenían en la Sierra de los Tuxtla, donde se
les daba forma, para después ser transportadas por cientos de personas al
mando de especialistas en ingeniería, hasta su destino final, en el cual
esculpían las facciones y los elementos del casco que las diferenciarían de las
demás. La ocupación del sitio inició alrededor del año1000 (a.C.), pero es hasta
la época Epiolmeca, (400 a.C. a 300 d.C.), aproximadamente, cuando tiene un
gran auge y se convierte en el centro más grande e importante en la región
Olmeca; después de que San Lorenzo fuera arrasado en el año 900 (a.C.), y
perdió importancia. Por ello, algunos autores le llaman "sitio post-Olmeca".Los
olmecas tallaron en piedra escenas narrativas sobre actividades rituales y
políticas de sus líderes, la grabación de estos hechos históricos continuaba en
los periodos Tardío y Clásico, cuando se les combinó con textos glíficos en
estelas que ubicaban en las plazas ceremoniales. El sitio está conformado por
tres grupos mayores de montículos, distribuidos sobre un área de
aproximadamente dos kilómetros cuadrados, que delimitan plazas irregulares,
es decir, que están colocados a distancias desiguales sin seguir un plan
geométrico preciso. Existen además, otros de menor tamaño. A la zona
arqueológica de Tres Zapotes se llega por la carretera número 180. De norte a
sur hasta Santiago Tuxtla, Veracruz, y se toma la desviación en dirección
poniente para arribar a la población de Tres Zapotes, en donde se localiza el
Museo de Sitio, aproximadamente a 24 kilómetros al sureste de Santiago
Tuxtla. Por la misma carretera, de sur a norte, se llega primero a San Andrés
Tuxtla, que se encuentra aproximadamente a 69 kilómetros de ese recinto.
Mascara encontrada en Tres Zapotes.
3.1.5.4. Cerro de las Mesas:
3.2. Tlatilco:
3.2.1. Generalidades y apropiación territorial:
Tlatilco es un asentamiento prehispánico del valle de México, situada cerca de
la comunidad del mismo nombre en el estado de México, la cultura de Tlatilco
16. es una de las primeras en asentarse en el Anáhuac, a las orillas del lago
Texcoco. Su ubicación histórica se encuentra en el Periodo Preclásico Medio,
entre 1500 AC. y 500 AC.
El nombre actual proviene del Nahuatl y tiene varios significados, como:
“Donde hay cosas ocultas”, “Lugar donde se esconden cosas”, “Lugar de
Montículo”. Dicho nombre fue asignado por los pueblos Nahuacas, debido a
que a su llegada al valle, la cultura Tlatilco había desaparecido. Se cree que la
ciudad estuvo dominada o fuertemente influenciada por los Olmecas, la
primera gran cultura de Mesoamerica.
Esta zona lacustre reunía importantes recursos de caza y pesca. Estaba junto
a colinas de bosque y valles fértiles con un clima húmedo y lluvioso.
3.2.1.1. Agricultura, textiles, cerámica y metalurgia:
3.2.1.1.1. Patrón de asentamiento:
Junto con ser una de las primeras sociedades en practicar la agricultura en
Mesoamerica, los tlatilcos desarrollaron también uno de los primeros modos de
vida aldeano. Sus poblados, aunque dispersos, abarcaban gran cantidad de
hectáreas, principalmente asociados a los ríos y lagos. No se han encontrado
vestigios de sus viviendas, pero se piensa que habrían sido hechas con
materiales livianos y perecederos.
3.2.1.1.2. Economía:
Tlatilco fue una de las primeras sociedades de agricultores de Mesoamérica.
La base de la economía era el cultivo del maíz, aunque posiblemente
cultivaban también calabazas y frijoles. Las semillas eran sembradas con la
ayuda de un palo aguzado, en campos que eran despejados mediante tala y
roza. La dieta vegetal era complementada con la caza de aves y animales que
habitaban el lago, tales como peces, patos, tortugas, armadillos, osos y sapos.
También recolectaban frutos silvestres, raíces y tubérculos y tules, los que eran
usados para alimentación y cestería. La presencia de materias primas de
zonas alejadas y objetos foráneos indican que existió un amplio intercambio
interregional.
3.2.1.1.3. Arte:
Tlatilco destaca por sus figurillas humanas de cerámica. Las hay de dos clases:
unas grandes, huecas y pintadas de rojo; otras pequeñas, sólidas y
manufacturadas con increíble delicadeza y maestría. Estas últimas casi
siempre representan a mujeres jóvenes desnudas, ataviadas con complejos
tocados, breves faldellines o cubiertas con pintura corporal. También hay
representaciones de personajes con dos cabezas, jorobados e individuos
deformados o enmascarados. Se representan vestimentas, personajes y
oficios, tales como jugadores de pelota y contorsionistas. Las vasijas de
cerámica exhiben una decoración plástica y un limitado empleo del color. Las
formas más comunes de estas vasijas, que muestran claras influencias
externas, son escudillas, jarrones sin cuello, botellas de cuello largo, jarrones
17. con tres patas y botellas con asa en forma de estribo. Además, hay vasijas
modeladas con formas de animales y vegetales del entorno, como patos, peces
y calabazas.
El hombre de Tlatilco.
Esculturas con dos cabezas. Escultura de mujer.
3.2.1.1.4. Culto y funeraria:
Las sepulturas se localizaban de manera más o menos dispersa, no
constituyendo cementerios como tal. Eran hechas directamente en la tierra y
los individuos eran dispuestos extendidos, acompañados de algunas ofrendas
que les servirían en la otra vida, entre las que destacan las figurillas de
cerámica. La iconografía de los objetos que acompañaban estas tumbas refleja
un culto a la fertilidad, particularmente en el caso de las figurillas, que con sus
anchas caderas, senos y sexo destacado, se relacionan con ritos de fertilidad
asociados a los ciclos agrícolas de estos primeros aldeanos.
3.2.1.2. Organización social:
18. Era una sociedad diferenciada, en la que existía una elite emergente que no se
dedicaba directamente a producir alimentos, sino que detentaba el poder y el
prestigio sobre la base de una desigual distribución de los bienes. Las tumbas
de esta elite muestran ofrendas que incluyen bienes traídos desde el territorio
Olmeca, lo que demuestra que esta elite controlaba el intercambio y las
relaciones a larga distancia.
3.2.1.3. Vínculos entre identidades culturales:
Los orígenes de Taltilco se encuentran en el más temprano desarrollo de El
Arbolillo y Zacatenco del Valle de México, recogiendo las influencias Olmecas
provenientes de las tierras bajas. Estas influencias son patentes en la
representación de felinos, en los rasgos de muchas de las figurillas y en la
mayoría de las cerámicas. Hacia los siglos VI y V a.C., Tlatilco llega a su fin
como cultura.
3.3. Cuicuilco:
3.3.1. Generalidades y apropiación territorial:
Es una zona arqueológica localizada en Pedregal de San Ángel e el sur de la
ciudad de México, Distrito Federal, en el cruce de avenida Insurgentes Sur y
Periférico. Fue uno de los primeros y más importantes centros ceremoniales en
el valle de México.
Según estudios, Cuicuilco quiere decir: “Lugar donde se hacen cantos y
danzas” o “Lugar de colores y cantos”.
3.3.1.1. Historia:
Los asentamientos humanos más antiguos que se conocen del sitio datan del
1200 AC., pero se cree que en esa época Cuicuilco estaba constituido por una
comunidad puramente agrícola. Poco a poco comenzó la formación de un
centro urbano, y aparecieron las cabeceras, que son plataformas de tierra
cónico-truncadas, lugares de jerarquía mayor que funcionaban como centros
de integración. En su período de desarrollo recibió influencias importantes de la
civilización Olmeca.
Poco a poco Cuicuilco empezó a crecer. Se convirtió en un punto de encuentro
entre la parte occidental de la cuenca de México (que normalmente se conoce
como El valle de México) y Tollocan (ahora Toluca). Entre 800 y 600 AC., los
cuicuilcas construyeron la que permaneció como la principal estructura de la
zona. Se trata de una pirámide de base circular (muy raro en Mesoamérica),
que se ha creído, está relacionada con deidades del viento. Gracias a ello,
Cuicuilco adquirió una importancia especial como centro religioso en el
Altiplano Central de México.
Entre los años 600 y 200 AC., los cuicuilcas desarrollaron cerámica totalmente
diferente a la del resto de las culturas mesoamericanas, y la ciudad se
desarrolló enormemente. Como centro urbano llegó a ser muy importante, con
una sociedad avanzada y jerarquizada. Existían todas las clases sociales que
caracterizaron a las ciudades-estado mesoamericanas: había campesinos,
artesanos, militares, sacerdotes y gobernantes.
19. La fuerte actividad volcánica del Xitle empezó cerca del año 100 AC., y se
reflejó en la vida cultural de Cuicuilco como una ferviente adoración a los
dioses del fuego.
El declive de Cuicuilco comenzó a principios del siglo I AC., ante el creciente
auge de Teotihuacan como centro de influencia cultural y religiosa. Aunque
hubo algunos períodos de recuperación, la ciudad fue perdiendo esplendor. Por
el año 400 el volcán Xitle, ubicado en las inmediaciones de la serranía del
Ajusco, hizo erupción sepultando y destruyendo lo que aún quedaba de
Cuicuilco y de Copilco (otro importante centro ceremonial contemporáneo de
aquél). Este desastre provocó la dispersión de la cultura cuicuilca en el centro
de México. Se sabe que Teotihuacan acogió a una gran parte de los cuicuilcas
e incorporó muchos rasgos de su cultura.
Actual ubicación de las ruinas de Cuicuilco.
3.3.1.2. Centros poblados e hitos arquitectónicos:
3.3.1.2.1. Pirámide de Cuicuilco:
Es muy posible que el primer monumento construido en Cuicuilco, haya sido de
un solo cuerpo de planta circular de menores dimensiones que el actual, y que
después haya sido sucesivamente aumentado en base y en altura, pero
actualmente si se observan todos los vestigios de la parte baja de los taludes
que quedaron señalados en la lava puede notarse que todos estos restos están
a la misma distancia des centro, por lo que puede asegurarse que la planta
des monumento era circular y que originalmente tenia un diámetro aproximado
de 135.00 m ( Lám. 1).
El edificio esta formado por varios conos truncados superpuestos, cuyas
medidas exactas es difícil determinar, pues como hemos dicho, fueron muy
destruidos al retirar la lava que los cubría; sin embargo, parece que son en
número de cuatro. El primero tuvo probablemente en su base 135.00 m, 122.00
m en la parte alta y una altura de 8.00 m. El segundo parece haber tenido de
diámetro en su base inferior 116.00 m, en la superior 109.00 m y 5.00 m de
20. altura; el tercero, 103.00 m de diámetro en la base, 100.00 m en la parte alta y
3.50 m de altura y, por ultimo, el cuarto que es el único bien determinado, pues
las piedras ocupan su sitio original, 70.00 m en la base inferior y 68.00 m en la
superior, con una altura de 3.00 m; sobre esta todavía aumenta la altura con
retos de estructuras y escombros, de manera que, en total el basamento debe
haber tenido 20.00 m aproximadamente.
Las dimensiones se deben a que los cuerpos son escalonados, quedando
entre la parte alta de cada uno y la base del siguiente, un pasillo que tiene
mucha mayor anchura entre el tercer cuerpo u el cuarto.
El edificio tiene su frente hacia el oriente y esta casi exactamente orientado,
adosado al primer cuerpo, y abarcando toda su altura y colocado sobre el eje
EW halla una especie de contrafuerte subdividido en tres cuerpos de igual
altura, en cuya parte central entrante, con relación a la superficie de los
cuerpos. Esta parte se encuentra totalmente destruida, pero por comparación
con otras estructuras arqueológicas que ofrecen cierta semejanza con ella,
parece justificado hacer esta suposición.
En el lado oeste y sobre el mismo eje de simetría, existe una rampa que
también conduce a la plataforma superior, y esta flanqueada hasta la altura del
primer cuerpo por contrafuertes cuya planta es aproximadamente de la forma
de un cuarto de círculo.
Las excavaciones hechas en la parte alta, demostraron la existencia de una
serie de altares superpuestos, en la situación indicada en el plano (Lám. 2,
detalle 2). El piso del mas antiguo de estos altares coincide aproximadamente
con el nivel de la parte alta del segundo cuerpo, por lo que se puede asegurar
que a la primitiva construcción se le agregaron posteriormente, y ya que estaba
en uso, los dos últimos cuerpos, y tal vez se aumento su diámetro hasta llegar
a las medidas que se han señalado.
Estos altares afectan una forma aproximadamente elíptica y tienen al frente
dos pequeños salientes semejantes a las alfardas de una escalera. Sus
dimensiones son: 4.00 m de largo por 3.50 m de ancho, y de 0.40 a 0.50 m de
altura.
Sobre el que ocupa el nivel mas bajo, hay un relleno de u poco mas de un
metro de altura y sobre el se apoya el segundo altar, que a su vez recibe otro
semejante que sostiene el altar de dimensiones, pero muy destruido, que esta
mas cerca de la superficie (Lám. 2, detalle 7).
Inmediato a estos altares y en la situación que también se indica en el mismo
plano, hay otros de menores dimensiones. En el corte hecho para descubrirlos,
puede verse la señal del piso que correspondió a cada una de las estructuras
que se fueron superponiendo.
Es casi imposible, después de la destrucción que tuvo que sufrir el edificio
durante la erupción, y después durante la exploración, saber con seguridad su
forma, pues los taludes perdieron una gran parte de su volumen.
21. 4. RESULTADOS:
Después de un exhaustivo análisis, como resultado podemos decir que: Los
Olmecas iniciaron su andadura, durante el denominado periodo Olmeca I
(1500-1200 a.C.), con pequeñas aldeas costeras que practicaban una
agricultura incipiente y mantenían el importante aporte de la caza y la
recolección. El periodo Olmeca II (1200-400 a.C.) comprende San Lorenzo, su
centro más antiguo conocido, que fue destruido en torno al año 900 a.C. y
sustituido por La Venta, una ciudad creada según un patrón axial que influyó en
el desarrollo urbanístico de América Central durante siglos. Una pirámide de
tierra apisonada de 30 m de altura, una de las más antiguas de Mesoamérica,
estaba situada en el centro de un complejo de templos y patios abiertos. El
periodo Olmeca III (400-100 a.C.) se caracteriza por su marcada decadencia,
ubicado en los centros de Tres Zapotes y Cerro de las Mesas y que reflejan ya
las influencias de las culturas de Teotihuacán y maya, que comenzaron su
expansión en los primeros siglos de la era cristiana. La sociedad estaba
compuesta por distintos grupos. Mientras unos cultivaban, otros gobernaban u
organizaban ritos para el culto a los dioses.
Las cabezas colosales son características del arte del pueblo Olmeca. Estas
esculturas megalíticas están labradas en piedra basáltica y su altura oscila
entre 2,4 y 3,6 metros.
Período Grupos Humanos
Formativo Inferior Cultura Remojada.
2200 - 800 a.C. 1er. Desarrollo Olmeca (Fase San Lorenzo).
Formativo Medio Olmecas
800 - 200 a.C. Fase La Venta y Fase Tres Zapotes.
Formativo Superior Desintegración del foco de cultura Olmeca y
200 a.C. - 0 "Diáspora".
Protoclásico
"Diáspora".
0 - 200 d.C.
Clásico Nacimiento de la tradición del Veracruz Central
200 - 650 y de la Huasteca.
Epiclásico Repunte del centro del Tajín.
22. 650 - 900
Postclásico
Cultura Huasteca y Totonaca.
900 - 1521
Y con respecto a las otras dos cultural estudiadas, que son: Tlatilco y
Cuicuilco, podemos decir que, se encuentra muy poca información sobre ellos
ya, su extinción fue a causa de desastres naturales, que dejaron muy pocos
vestigios de estas dos culturas, además de que, también su desarrollo no fue
tan avanzado como el los Olmecas, pues se dice que incluso los Tlatlico nunca
pudieron desarrollar un lenguaje y que eran semi-salvajes, y sobre los
Cuicuilco, desaparecieron totalmente con la erupción volcánica.
5. BIBLIOGRAFIA:
Escalante Moscoso, Javier
- De la Caverna a la Metrópoli – 5000 años de Arquitectura. 450
Págs. Producciones CIMA, La Paz Bolivia.
- Arquitectura Prehispánica en los Andes Bolivianos. 507 Págs.
Producciones CIMA, La Paz Bolivia.
Marquina, Ignacio
- Arquitectura Prehispánica Memorias del Instituto Nacional de
Antropología e Historia. Secretaria de educación publica, México.
Peñaherrera Mateus, Andrés
- Significado de las Pirámides Mesoamericanas – Teoría Totémica.
127 Págs. Ministerio de Educación y Cultura, Editorial TRAMA-
CSES, Quito Ecuador.
http://www.ciudadmexico.com.mx/sitios_arqueologicos.htm
http://es.wikipedia.org