Este documento presenta la revista literaria número 23 de "Chispas Faro". Incluye varios poemas y relatos cortos de diferentes autores. El índice lista los nombres y páginas de cada contribución. El documento más largo es un relato sobre una bibliotecaria que descubre una habitación secreta llena de libros antiguos y famosos autores literarios que visitan la biblioteca por las tardes.
1. LA REVISTA literaria DE la tortuga
CHISPAS FARO Nº 23
LA REVISTA literaria DE la tortuga
CHISPAS FARO Nº 23
Revista de Chispas (Mes de Marzo 2012)
(TEXTOS RECOGIDOS DURANTE EL MES DE FEBRERO Y PRINCIPIOS DE MARZO
DE 2012 DEL PERFIL DE FACEBOOK DE: CHISPAS FARO)
(AGRÉGANOS Y COLABORA SOMOS UN GRUPO DE GENTE PARA DIFUNDIR VUESTRA LITERATURA: Chispas Faro
Vive en Alejandría De Alejandría)
Imagen de: Ivo Valdalares.
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2. LA REVISTA literaria DE la tortuga
CHISPAS FARO Nº 23
INDICE
Marcos Land… pag 3.
Oscura Forastera… pag 4.
Andrea Fernandez Maneiro… pag 9.
María José Hernández López… pag 10.
Lizzi Iz… pag 11.
Alberto Balonga… pag 12.
Fotos interiores: Nagore Martín.
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3. LA REVISTA literaria DE la tortuga
CHISPAS FARO Nº 23
Marcos Land
Esta historia terminó
un sueño que caducó.
Días que no volverán,
lágrimas que hoy nacerán.
Es solo es lo que queda
después de una fantasía de seda,
que puedo hacer si es así
se marchó lo que contigo conocí.
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4. LA REVISTA literaria DE la tortuga
CHISPAS FARO Nº 23
Oscura Forastera
ALGO SUCEDIÓ EN LA BIBLIOTECA
Ocurrió uno de esos días en los que la biblioteca está algo vacía. Un día en el que la
gente, decide quedarse en casa.
Entré como tantos días, saludé a la bibliotecaria y puse mi nombre en el registro.
En la sala donde están los libros que nadie lee, libros de autores pasados, libros que
lloran la ausencia de unas manos que los hojee, extrañando no ser leídos por mentes
ávidas de conocimiento.
Aunque parezca raro, esa tarde me senté cerca de ese pasillo. Tenía en mis manos un
libro de los que yo llamo olvidados. Ensimismada con Edgar Allan Poe y la leyenda del
Gato Negro.
Sentí un leve rumor que me hizo girar la cabeza. Miré hacia el pasillo, pero allí no había
nadie. No le di más importancia y continué con la lectura.
He de confesar que Poe me gusta mucho y se me pasan las horas leyendo sus relatos.
Así, pasaba la tarde, minuto tras minuto, página tras página. De cuando en cuando,
levantaba la vista y veía a la gente que iba yéndose de la biblioteca; ésta cerraba sus
puertas a las ocho de la tarde. Miré mi reloj eran las seis y media, aún me quedaban casi
dos horas por delante para seguir disfrutando de la lectura.
Terminé de leer el libro y fui como de costumbre a colocarle donde estaba.
Fue cuando volví a escuchar ese rumor “…es el amor que pasa…”. Me quedé parada,
esa frase la conocía, era de unos de las rimas de Bécquer, pero el rumor seguía “…hace
mucho que vivía un hidalgo…”.
- “-Don Quijote”.- me dije.
Andé hasta donde el rumor era más audible, seguía escuchando frases conocidas para
mí, frases de diferentes autores que había leído. Según me acercaba al final del pasillo,
el cual no parecía acabar, vi una puerta entornada, llamé pero nadie respondió. La
puerta se abrió un poco más, decidida a saber que había en esa habitación entré.
- “-¿Dónde está tu educación?”- Me dije a mí misma. Estaba siendo indiscreta, o más
bien osada.
La puerta se cerró y me quedé sorprendida de pie al lado de la puerta, mi sorpresa no
fue que ésta se cerrara, sino que aquella habitación tenía estanterías hasta el techo, que
por cierto era bastante alto y estaban llenas, colmadas de libros.
Me acerqué a una de ellas, pude apreciar que varios libros estaban encuadernados en
cuero viejo y sus títulos grabados en letras de oro. Cogí uno, el primero que tenía a
mano. “Rimas y Leyendas”, leí, acaricié la primera página. Sentí emoción al hacerlo,
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5. LA REVISTA literaria DE la tortuga
CHISPAS FARO Nº 23
era como leer por primera vez aquel verso
- “… y estas páginas son de éste himno cadencia que el aire dilata en las sombras…”.
Levante la vista de aquel verso y cerré el libro, volví a dejarlo en la estantería. Dos
estantes más arriba, vi uno que sobresalía, curiosa lo cogí. Estaba encuadernado en piel
roja y las letras en plata, leí el título “Antología poética”, Alfonsina Storni. Apreté el
libro contra mí pecho, cerré los ojos y recordé
- “… Mariposa triste, leona cruel. Di luces y sombra todo a una vez. Cuando fui leona
nunca recordé, como pude un día mariposa ser…”. Aquel poema hizo que la emoción se
convirtiera en ligeras lágrimas.
Con el libro aún pegado a mí pecho, miré el resto de los estantes, seguí leyendo
- “Veinte poemas de amor y una canción desespera”. ¡Ah! mi dulce Neruda “… Emerge
tu recuerdo de la noche en que estoy…” recordé.
Allí había libros de tantos autores… pensé en hacer algo, la gente debía saber que
estaban allí, muchos apreciarían primeras ediciones de libros antiguos, de escritores
conocidos y otros no tanto. Como siempre llevo mi bolígrafo en la mano, decidí
apuntarme los que más me llamaran la atención, libros que no había visto en la
biblioteca, necesitaba un papel donde escribir, me giré y cuál fue mi sorpresa, allí
sentados alrededor de una mesa alargada estaban casi todos los autores de los libros que
allí había.
Parpadeé varias veces, no podía creerlo. ¿Cómo no los había visto antes? ¿Tan
ensimismada me había quedado ante tanta riqueza encuadernada?
Me acerqué a la mesa.
- Buenas tardes.- saludé.
Todos alzaron la mirada de los libros que estaban leyendo. Los rostros de aquellos
escritores me miraban sorprendidos, seguro, que lo estaban más que yo. Sonreí al
reconocer a muchos; todos se levantaron y asintieron con la cabeza a modo de saludo.
Pero yo fui más efusiva y envuelta en la emoción abracé a Alfonsina, besé la mejilla de
Poe, pues eran los que más cerca tenía, éste cogió una silla y me ofreció sentarme a la
mesa entre, Alfonsina y Bécquer. Después de agradecérselo me senté. Entonces Bécquer
me preguntó:
- ¿Cual es vuestro nombre?
- María.- respondí.
- Bienvenida seas a este lugar de lectura.- añadió Alfonsina.
- Gracias.- dije tímida.
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6. LA REVISTA literaria DE la tortuga
CHISPAS FARO Nº 23
Miré los libros que en sus manos tenían, cuál fue mi sorpresa al ver que leían libros
actuales, de escritores aún vivos. Sonreí ante la mirada atenta de Poe en las páginas de
“Crepúsculo” de Stephanie Meyer, mientras acariciaba a su gato negro. Neruda sonreía
mientras leía “El beso del Highlander” de Karen Marie Moning. Julio Verne leía
“Forastera” de Diana Gabaldón… Francisco de Rojas comentaba algo a Quevedo, el
cual estaba leyendo “El Capitán Alatriste” de Arturo Pérez Reverte… Leonardo Da
Vinci, tenía los ojos como platos ante un libro de medicina, “Cirugía con láser”.
Me levanté de la silla llamando la atención de todos ellos. Sus miradas interrogantes me
hicieron darles una respuesta.
- Lo que ven mis ojos ahora mismo, deberían saberlo todas las personas que vienen a la
biblioteca, pero si lo cuento… me temo que me tomarán por loca - sonreí.- ahora sé,
porque hay varios libros que la encargada de la biblioteca me comentó que no
encontraba.
- ¿Tú crees, que si supieran de la existencia de estos tomos, la gente los leería? -
preguntó Federico García Lorca.
- Sí, estoy segura.- respondí.
- Entonces debemos dejar que esta habitación se conozca.- resolvió Poe.
- ¡No! -exclamé- Desaparecerían y a mí me gustaría compartir mis tardes lectura con
ustedes.
Todos aquellos libros no podían seguir en el olvido, ni escondidos, pero allí había
muchos tomos y la mayoría primeras ediciones. Algunos necesitaban restauración.
Después de pensar una solución y de aportar cada uno una opinión. Se decidió lo
siguiente:
Como eran muchos los tomos y demasiado trabajo para la bibliotecaria, la cual no tenía
ayudante y hacía todo el trajo ella sola, ellos decidieron dejar los libros de manera que
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7. LA REVISTA literaria DE la tortuga
CHISPAS FARO Nº 23
pareciese que siempre habían estado allí.
Miré mi reloj, eran casi las ocho de la tarde. Les dije que tenía que marcharme ya que se
cerraba la biblioteca. Alfonsina me preguntó, como podían dejar los libros que ellos
habían cogido para leer y coger otros diferentes sin ocasionar problemas. Le dije que
anotando su nombre en la hoja de registro. Después reí, claro ¿Cómo se me ocurrió
pensar eso? Me despedí de todos ellos hasta el lunes, ya que era viernes y la biblioteca
cerraba los fines de semana.
El lunes cuando entré por la puerta de la biblioteca, la encargada me abordó, su cara era
toda sorpresa y entusiasmo.
- ¡Algo sucedió en la biblioteca! –exclamó
Yo también quedé sorprendida cuando vi lo ocurrido.
Encima de las mesas había montones de libros, de todos los autores y muchos más que
yo había visto en aquella habitación. Los libros estaban catalogados, registrados,
numerados, etc. Bueno, habían hecho todo el trabajo que lleva el poder poner un libro
en las estanterías de una biblioteca, el cual muy pocas personas aprecian, y que sólo un
profesional sabe hacer.
La sorpresa aún no había terminado, pues en la hoja de registro de visitas, estaban
escritos con pluma y tinta, los nombres de todos los autores que allí habían dejado sus
escritos. Para la bibliotecaria era un milagro, para mí era saber que aquello no lo había
soñado.
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8. LA REVISTA literaria DE la tortuga
CHISPAS FARO Nº 23
Unas semanas después las firmas fueron autentificadas.
La bibliotecaria enmarcó aquellas hojas y colgó el cuadro en la entrada de la biblioteca.
“SOCIOS DE HONOR DE LA BIBLIOTECA”
Muchos medios de comunicación dieron la noticia. Debo decir, sólo por el gran honor
que implica y que no sé cómo ocurrió, mi nombre figuraba entre Gustavo y Alfonsina.
Con éstos y con todos los demás, sigo compartiendo mis tardes de lectura, tanto de
libros antiguos como de los más modernos. Gozando de la literatura y de mí pasión.
LEER Y ESCRIBIR.
Pasado un tiempo le conté todo esto a la bibliotecaria. Ésta me dijo que lo escribiera y
lo compartiera con todo el mundo, pues le parecía un sueño muy bonito.
- ¿Un sueño? – le dije.
- ¿Y no lo fue? – me miró sorprendida.
Y como podéis suponer, la llevé conmigo a aquella habitación. Tengo que decir que
solo la ven las personas que realmente aman los libros. Fue cuando se convenció.
Pero creo que aún piensa que es un bonito sueño.
Haciendo caso de su consejo, a todos ustedes se lo cuento. Con todos ustedes lo
comparto.
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9. LA REVISTA literaria DE la tortuga
CHISPAS FARO Nº 23
Andrea Fernandez Maneiro
MENTIROSOS
Nunca llueve eternamente,
excepto cuando esos silencios incómodos
atronan y anegan las calles;
esos silencios de tormenta
que alargan el tiempo infinitamente.
Nunca llueve eternamente
para los arquitectos de quimeras.
Para los mejoradores del mundo
es sencillo construír castillos en el aire,
¡Ya vendrán otros a recoger los cascotes!
¿Y quién no quiere mejorar el mundo?
cuando solo quedan ruínas de castillos aéreos
y es tan difícil dialogar,
que las palabras, más que comunicar,
hieren hasta diluviar mentiras.
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10. LA REVISTA literaria DE la tortuga
CHISPAS FARO Nº 23
María José Hernández López
RÁPIDO
Un hombre efervescente deambula por los circuitos de la Nada en busca de Mr.
Nowhere y el tiempo perdido. A medida que camina por un espacio inmarcesible blanco
nuclear, va encontrando una nueva vía casi imperceptible que lo lleva a un lugar
incierto, sin definir, sin fronteras, absolutamente lineal. Mientras avanza, el cambio se
apodera de él, su materia se transforma en un hormigueo universal por el que bulle toda
la Humanidad: un puntillismo grisáceo que alborota su percepción de las cosas. Después
se volverá rojo. Ahora, vislumbra una carretera, una autopista transparente que lo guía
hacia el más allá, hacia un incipiente sol que está en los albores de una nueva vida. El
camino parece más corto. El hombre hormiga se convierte en hombre de letras, en letras
del abecedario que bailan acompasando sus movimientos, el ritmo de sus pasos y la
armonía de sus manos. El gesto es grácil y maduro y está en su mejor momento. Ahora
acelera, después corre. Y corre... antes de que los tiempos oscuros le conviertan en un
hombre fugaz y sin conciencia.
Lizzi Iz
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11. LA REVISTA literaria DE la tortuga
CHISPAS FARO Nº 23
Avenida de pies los descalzos
Está ubicada entre las vueltas de la vida, gobierna la atorrancia y el olvido, sus
habitantes lucen harapos desteñidos y perfume de orina. Sus comidas típicas son el
tengo hambre, una monedita por favor…
La flora escasa, entre marihuana y otras hierbas, en cambio tienen abundante fauna,
perros fieles y bravos. Sus casas son sin techo, con murallas de cartón de fácil armado.
Son nómades y todos creyentes de algún dios (que según yo los olvido). Su población
aumenta de una forma alarmante ya que los cesantes de la vida se han tomado la
avenida.
Algo muy peculiar tiene dicho lugar la brecha económica entre el atorrante de verdad y
que se suele disfrazar.
El primero luce pies descalzos, mirada inocente, huele a una mezcolanza de aromas
entre vino agrio y orina, piel rosada y su mirada perdida, mientras el segundo le escasea
la cordura, posee cuerpo mutante el cual mutila sin pudor, huele ambición y
desfachatez, tiene piel bronceada y una mirada repugnante.
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12. LA REVISTA literaria DE la tortuga
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Alberto Balonga
Leído Desleído
Música sin medidas
Sonido pasando a través de la circunstancia
Dentro de mi los oigo pasar afuera
Fuera de mi los veo pasar conmigo
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13. LA REVISTA literaria DE la tortuga
CHISPAS FARO Nº 23
Yo soy la circunstancia
Música oigo adentro lo que veo fuera
Veo dentro lo que oigo fuera
No puedo oírme oír:
Soy una arquitectura de sonidos instantáneos
Sobre un espacio que se desintegra
La música inventa al silencio
La arquitectura inventa al espacio
Fabricas de aire...
El silencio es un espacio de la música
Un espacio inextenso: No hay silencio salvo en la mente.
El silencio es una idea
La idea fija de la música
La música no es una idea
Es movimiento sonidos
Caminando sobre el silencio
Silencio es música
Música no es silencio
Nirvana es Samsara
Samsara no es Nirvana
El saber no es saber
Recobrar la ignorancia
Saber del saber
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14. LA REVISTA literaria DE la tortuga
CHISPAS FARO Nº 23
No es lo mismo oìr los pasos
De esta tarde entre los árboles y las casas
Que ver la misma tarde ahora.
Entre los mismos arboles y casas después de leer.
SILENCE:
Nirvana es Samsara
Silencio es música
Música no es silencio
No es decir lo que dice el silencio
Es decir lo que no dice
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15. LA REVISTA literaria DE la tortuga
CHISPAS FARO Nº 23
Silencio no tiene sentido, sentido no tiene silencio
Sin ser oída:
La música se desliza entre ambos
Cada algo es un eco de nada
En el silencio de mi cuarto, el rumor de mi cuerpo: inaudito
Un día oiré sus pensamientos
La tarde se ha detenido
No obstante-camina
Mi cuerpo oye el cuerpo de mi mujer
Y le responde:
Esto se llama Música
La música es real...el silencio es una idea
El sol sobre nieve:
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16. LA REVISTA literaria DE la tortuga
CHISPAS FARO Nº 23
Sol y nieve no son lo mismo
El sol es nieve y la nieve es nieve
O el sol no es nieve y la nieve es nieve
No more no lees
La nieve no es el sol
La música no es el silencio
El sol es nieve
El silencio es música
Entre el silencio y la música
El arte y la vida
La nieve y el sol
Hay un hombre
Dice una palabra: no nieve, no sol
Una palabra que no es silencio
La tarde se ha vuelto invisible.
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