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La infancia en el Chile republicano
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4 La infancia en el Chile republicano 5Primer periodo 1800-1840 · los niños en la sociedad tradicional
6 La infancia en el Chile republicano 7Primer periodo 1800-1840 · los niños en la sociedad tradicional
Desde el inicio de mi Gobierno la infancia ha ocupado un
lugar significativo y especial, en el entendido de que ese es
un requisito imprescindible para construir un país más jus-
to y equitativo. Como Presidenta, pero también como madre
y pediatra, aspiro a que Chile sea un país donde nuestros
niños y niñas gocen de todos sus derechos, y en el que, sa-
nos y saludables, puedan desplegar todas sus capacidades
mediante un desarrollo integral y pleno desde sus primeros
años.
A pocos días de culminar mi mandato presidencial, me sien-
to orgullosa de la tarea que hemos realizado. Por primera vez
en la historia de nuestro país, contamos con un Sistema de
Protección Integral a la Primera Infancia –Chile Crece Con-
tigo– que beneficia a todos los niños y niñas, desde el mo-
mento de su gestación hasta su ingreso a la escolaridad. Con
ello, hacemos realidad el anhelo de garantizar a las nuevas
generaciones el acceso a un conjunto de políticas públicas
que cubrirán sus necesidades básicas de atención y desarro-
llo.
La histórica ampliación de cobertura en jardines infantiles
y salas cuna alcanzada en los últimos cuatro años, es parte
esencial de las iniciativas que hemos llevado adelante para
cerrar significativamente la brecha de la desigualdad, me-
diante una educación de calidad disponible para los niños
y niñas que más lo requieren, que cimentará un desarrollo
posterior con mayores capacidades y oportunidades.
Presentación
Habría que poner un título
La Junta Nacional de Jardines Infantiles e Integra, institu-
ciones encargadas de la atención, educación y protección de
nuestros niños y niñas, han jugado un rol fundamental para
el cumplimiento de los compromisos y desafíos adquiridos
al inicio de mi mandato, participando en la creación de cerca
de 3.500 nuevas salas cuna, asegurando la calidad de la aten-
ción y promoviendo el buen trato hacia la infancia.
A través de la publicación de este hermoso libro “La infan-
cia en el Chile republicano: Doscientos años en imágenes”
he querido reafirmar mi compromiso con los niños y niñas
de nuestro país. Esta obra tiene un especial significado para
mí, ya que, por primera vez, nos permite ver el fruto de una
profunda investigación histórica e iconográfica centrada en
la infancia. Sus evocadoras imágenes nos hablan de las suce-
sivas transformaciones de la niñez a lo largo de dos siglos de
nuestra vida republicana, desde los primeros retratos infan-
tiles, que los sacaron de la invisibilidad, hasta la diversidad
actual de sus expresiones, que reflejan el creciente protago-
nismo que han adquirido. Sus páginas nos recuerdan, justa-
mente, que lo más preciado e importante que tenemos como
sociedad son nuestros niños y niñas.
Al iniciarse el año de la celebración de nuestro Bicentenario
tenemos la convicción y tranquilidad de que hemos hecho
lo necesario para proteger y resguardar los derechos y nece-
sidades de los niños y niñas del país. Este logro, por cierto,
es el fruto del esfuerzo y dedicación de cientos de personas
que han querido ser partícipes de la construcción de un país
más justo, solidario y desarrollado.
Pero las metas alcanzadas abren también nuevos desafíos.
Los invito a seguir trabajando por un país más inclusivo,
donde los niños y niñas sean plenamente sujetos de dere-
chos, reconocidos y respetados por todos; una sociedad más
democrática y abierta, donde la equidad parta desde el co-
mienzo de la vida, para que la semilla que hemos plantado y
cuidado con esmero dé todos sus frutos.
Por último, quiero recordar a través de esta maravillosa pu-
blicación, a Jaime Crispi Lago, quien ya no se encuentra en-
tre nosotros. Su compromiso y participación en las políticas
públicas para la infancia perdurarán en la memoria de nues-
tro país.
Michelle Bachelet Jeria
Presidenta de la República
8 La infancia en el Chile republicano 9Primer periodo 1800-1840 · los niños en la sociedad tradicional
Desde el inicio de mi Gobierno la infancia ha ocupado un
lugar significativo y especial, en el entendido de que ese es
un requisito imprescindible para construir un país más jus-
to y equitativo. Como Presidenta, pero también como madre
y pediatra, aspiro a que Chile sea un país donde nuestros
niños y niñas gocen de todos sus derechos, y en el que, sa-
nos y saludables, puedan desplegar todas sus capacidades
mediante un desarrollo integral y pleno desde sus primeros
años.
A pocos días de culminar mi mandato presidencial, me sien-
to orgullosa de la tarea que hemos realizado. Por primera vez
en la historia de nuestro país, contamos con un Sistema de
Protección Integral a la Primera Infancia –Chile Crece Con-
tigo– que beneficia a todos los niños y niñas, desde el mo-
mento de su gestación hasta su ingreso a la escolaridad. Con
ello, hacemos realidad el anhelo de garantizar a las nuevas
generaciones el acceso a un conjunto de políticas públicas
que cubrirán sus necesidades básicas de atención y desarro-
llo.
La histórica ampliación de cobertura en jardines infantiles
y salas cuna alcanzada en los últimos cuatro años, es parte
esencial de las iniciativas que hemos llevado adelante para
cerrar significativamente la brecha de la desigualdad, me-
diante una educación de calidad disponible para los niños
y niñas que más lo requieren, que cimentará un desarrollo
posterior con mayores capacidades y oportunidades.
Presentación
Habría que poner un título
La Junta Nacional de Jardines Infantiles e Integra, institu-
ciones encargadas de la atención, educación y protección de
nuestros niños y niñas, han jugado un rol fundamental para
el cumplimiento de los compromisos y desafíos adquiridos
al inicio de mi mandato, participando en la creación de cerca
de 3.500 nuevas salas cuna, asegurando la calidad de la aten-
ción y promoviendo el buen trato hacia la infancia.
A través de la publicación de este hermoso libro “La infan-
cia en el Chile republicano: Doscientos años en imágenes”
he querido reafirmar mi compromiso con los niños y niñas
de nuestro país. Esta obra tiene un especial significado para
mí, ya que, por primera vez, nos permite ver el fruto de una
profunda investigación histórica e iconográfica centrada en
la infancia. Sus evocadoras imágenes nos hablan de las suce-
sivas transformaciones de la niñez a lo largo de dos siglos de
nuestra vida republicana, desde los primeros retratos infan-
tiles, que los sacaron de la invisibilidad, hasta la diversidad
actual de sus expresiones, que reflejan el creciente protago-
nismo que han adquirido. Sus páginas nos recuerdan, justa-
mente, que lo más preciado e importante que tenemos como
sociedad son nuestros niños y niñas.
Al iniciarse el año de la celebración de nuestro Bicentenario
tenemos la convicción y tranquilidad de que hemos hecho
lo necesario para proteger y resguardar los derechos y nece-
sidades de los niños y niñas del país. Este logro, por cierto,
es el fruto del esfuerzo y dedicación de cientos de personas
que han querido ser partícipes de la construcción de un país
más justo, solidario y desarrollado.
Pero las metas alcanzadas abren también nuevos desafíos.
Los invito a seguir trabajando por un país más inclusivo,
donde los niños y niñas sean plenamente sujetos de dere-
chos, reconocidos y respetados por todos; una sociedad más
democrática y abierta, donde la equidad parta desde el co-
mienzo de la vida, para que la semilla que hemos plantado y
cuidado con esmero dé todos sus frutos.
Por último, quiero recordar a través de esta maravillosa pu-
blicación, a Jaime Crispi Lago, quien ya no se encuentra en-
tre nosotros. Su compromiso y participación en las políticas
públicas para la infancia perdurarán en la memoria de nues-
tro país.
María Estela Ortiz Rojas
Vice presidenta ejecutiva
Junta Nacional de Jardines Infantiles
Primer período · 1800-1840
LOS NIÑOS EN LA
SOCIEDAD TRADICIONAL
La Independencia política de Chile, que se prefiguró en 1810
y se consolidó en 1818, significó el inicio de un quiebre en va-
rios sentidos. La incipiente legitimidad republicana, cuando
la de origen monárquico aún no alcanzaba a desmantelarse
completamente, dio sus primeros pasos con nuevas simbo-
logías y ritualidades cívicas que terminaron asentándose
con posterioridad. La guerra misma, que se hizo feroz en su
fase final, generó un ambiente de inestabilidad, odios socia-
les y expectativas insatisfechas que requirieron de nuevas
formas de integración. Los esclavos negros, por ejemplo, ga-
naron su libertad a costa de la muerte de muchos de ellos.
Tras finalizar la fase bélica, la apertura comercial y las nue-
vas ideas que comenzaron a circular anunciaron fenómenos
que luego se desarrollaron con notable fuerza.
Sin embargo, la sociedad permaneció relativamente inalte-
rada en términos de su estructura social, económica y cul-
tural, cuando menos en las décadas iniciales. Así lo descri-
bió, descarnadamente, Santiago Arcos en 1851. Nada había
cambiado realmente con la Independencia: la sociedad se-
guía dividida entre ricos y pobres y la condición miserable y
humillante de estos últimos hacía completamente ilusoria
la ciudadanía política que algunos pregonaban. Tras con-
quistar la independencia de España, en los siguientes trein-
ta años, la contienda entre pipiolos y pelucones sólo bene-
ficiaba a grupos al interior de la aristocracia. Según Arcos,
los ricos seguían teniendo el poder y los pobres no contaban
“para nada”.
Varias de las noticias que tenemos sobre los niños en la pri-
mera mitad del siglo XIX son tan dispersas, difusas y par-
ciales, tan indirectas y poco taxativas, que no resulta fácil
formarse una imagen clara de su situación, sobre todo cuan-
do hubiéramos deseado una descripción que incluyera va-
riables sociales, de género, étnicas y geográficas, entre otras.
Peroaunasí,contodaslasprecaucionesnecesarias,lospocos
indicios nos muestran una realidad bastante más compleja
de lo que nos indican los textos que han procurado realizar
una reconstrucción de esa época. En aquellos años no exis-
tían expertos en niños, ni menos publicaciones y congresos
dedicados a ellos. Sin embargo, las normas legales vigentes
entonces –casi todas heredadas de la Colonia– los mencio-
nan, por ejemplo, fijando criterios de excepción en ciertas
materias penales. También hay indicios de la preocupación
de los padres por la educación de sus hijos y algunos relatos
de viajeros nos describen pintorescas escenas familiares.
Hasta el final del período colonial, la pintura todavía no re-
presentaba en abundancia la figura del niño, salvo ligada a
motivos religiosos. Ello explica la escasez de imágenes de
aquella época, salvo algunos dibujos y grabados. Con la In-
dependencia se comenzó a revertir esta situación, aunque
inicialmente el retrato se limitó a unas pocas obras por en-
cargo, relacionadas con niños de la clase alta.
Primer período · 1800-1840
Los niños en la sociedad tradicional
Cuánto cambió la sociedad con la Independencia y qué so-
brevivió de la antigua tradición colonial (desde entonces
revestida con ropaje republicano) es aún objeto de debate
entre los estudiosos. Si esto es difícil de desentrañar para
el conjunto de la sociedad, lo es aún más para el caso especí-
fico de la infancia. Los cambios, a este respecto, cuando los
hubo, fueron bastante discretos. Las herencias de una so-
ciedad tradicional, tímidamente afectada por el proceso de
la ilustración –que en Chile tuvo una incidencia menor, en
comparación con otros países–, permanecieron en pie por
algunos años más y recién a mediados del siglo XIX se ob-
servaron evidencias de transformaciones mayores.
Se ha dicho con insistencia que los niños eran invisibles en
la época colonial y hasta bien entrado el siglo XIX. La escasez
de relatos e imágenes sobre esa época y la aparente indife-
rencia de las autoridades –por lo menos comparativamente
a lo que sucederá desde mediados de ese siglo– han dado
pie a un conjunto de interpretaciones que acentúan la idea
de que los niños realmente eran poco considerados, que se
les trataba como seres inferiores y no contaban en muchas
materias.
El origen de esta idea apareció por primera vez en Europa, en
1960, cuando se comenzó a afirmar que los niños, durante
la Edad Media, no eran objeto de interés, parecían invisibles
y nadie los consideraba, tanto en el ámbito público como
privado. Esto suponía que la sociedad de aquel entonces no
establecía normas ni instituciones dedicadas a su control,
asistencia y cuidado, funciones que con posterioridad ha-
bría cumplido la escuela y la familia modernas.
Los niños pobres se anuncian muy tímidamente en ese esce-
nario. Como los testimonios provienen de los sectores más
acomodados, nos debemos conformar con unos escasos
dibujos que nos muestran las características de su vestua-
rio. Abunda, eso sí, información sobre los altos niveles de
mortalidad e ilegitimidad presentes, aunque el significado
social de estos fenómenos permanece todavía algo oscuro.
La constante presencia de la muerte era transversal a todos
los estratos sociales. La ilegitimidad, en cambio, estaba más
segmentada socialmente y su impacto era más diferencia-
do. También se conservan documentos que nos ilustran so-
bre el funcionamiento de la Casa de Expósitos (luego rebau-
tizada Casa de Huérfanos), otra herencia colonial.
La naciente República proyectó grandes esperanzas en la
función civilizadora de la educación. Sin embargo, sus al-
cances fueron limitados en una primera fase y una mínima
proporción de la población infantil asistía a la escuela. Re-
cién en la segunda mitad del siglo se observaron cambios
más notorios.
Los fragmentos dispersos que permiten reconstruir las ex-
periencias de los niños en la primera mitad del siglo XIX, así
como las imágenes y expectativas que la sociedad se estaba
formando de ellos, nos muestran una sociedad profunda-
mente segmentada, aunque todavía dominada por rasgos
tradicionales que le dan cierta unidad. La modernidad se
anunciaba tímidamente.
14 La infancia en el Chile republicano 15Primer periodo 1800-1840 · los niños en la sociedad tradicional
Entre las más antiguas representaciones de
niñosenlapinturacolonial,seencuentranlas
queacompañanlasVidasdesantos.Influidas
porelestilocusqueño,quecombinaelbarroco
con la influencia indígena americana, a veces
la figura infantil se diluye y adopta rasgos
adultos, mientras en otros casos, sigue el
estilo de Murillo, tan dominante en España,
en el siglo XVIII.
Taller de Basilio de Santa Cruz, “SAN FRANCISCO
APEDREADO POR NIÑOS DE ASÍS” (ca.1670-1680) ,
de la serie Vida de San Francisco. Óleo sobre tela.
175 x 275 cm. Museo de San Francisco.
Juan Zapata Inga, atribuido, “SAN FRANCISCO
NIÑO REPARTE PAN A LOS POBRES” (ca. 1760-1780),
de la serie Vida de San Francisco. Óleo sobre tela,
189 x 289 cm. Museo de San Francisco.
Anónimo, “LA NIÑA ROSA CORTA SU CABELLERA”,
de la serie “Vida de Santa Rosa de Lima”
(probablemente s. XVIII). 1,27 x 1,66 m.
Monasterio de Santa Rosa de Lima, en Santiago.
16 La infancia en el Chile republicano 17Primer periodo 1800-1840 · los niños en la sociedad tradicional 1716
Aunque en el siglo XVIII ya existían en la
Américahispanaobrasdecarácternoreligioso,
en Chile no se conocen muchas pinturas
con esas características. La secularización
del arte tardó más en consolidarse. Uno de
los motivos religiosos más frecuente es la
figura de la Virgen y el Niño Dios. Algunas de
esas obras están cargadas de gran realismo.
Pero también sobrevive el modelo más
rígido, donde predomina la representación
simbólica. En 1767 ya encontramos en Chile
un retablo religioso donde se aprecia a una
familia de clase alta junto a su hija y una
esclava negra.
Anónimo, “VIRGEN CON EL NIÑO”, siglo XVIII.
Óleo sobre tela, 0,90 x 0,64 m. Convento de Santa
Rosa de Lima, en Santiago.
Anónimo, “VIRGEN CON EL NIÑO. DEVOCIÓN DE
DON MANUEL DE SALZES Y DOÑA FRANCISCA
INFANTE”, 1767, Oleo sobre tela, pan de oro, 106 x
86 cm. Museo Nacional de Bellas Artes.
Gil de Castro, “VIRGEN DEL CARMEN”, 1822. Óleo
sobre tela. Museo de la Catedral.
Juan Esteban Murillo, “LA VIRGEN DEL ROSARIO
CON EL NIÑO”, 1650-1655. Óleo sobre tela, 1,64 x
1,10 m. Museo del Prado.
Anónimo, “VIRGEN CON EL NIÑO”, siglo XVIII.
Óleo sobre tela, 0,94 x 0,75 m. Convento de Santa
Rosa de Lima, en Santiago.
18 La infancia en el Chile republicano 19Primer periodo 1800-1840 · los niños en la sociedad tradicional
En el siglo XVIII, en Europa ya estaba
bastante extendida la representación del
niño, sobre todo de clase alta, lo que se
expresa en varias pinturas de familias de
la nobleza, o bien de retratos de niños en
solitario. Esta influencia se haría presente
sólo en algunos países americanos y muy
tardíamente.
Francisco de Goya, “PEPITO COSTA Y
BONELLS”, 1813. Óleo sobre lienzo. 105 x 84 cm.
Metropolitan Museum, New York.
Antonio Carnicero, “UN INFANTE CON UN
TAMBOR” (1798-1802). Óleo sobre lienzo, 113 x 77
cm. Museo del Prado, Madrid.
Francisco de Goya, “LOS DUQUES DE OSUNA Y SUS
HIJOS”, 1788. Óleo sobre lienzo. 225 cm × 174 cm.
Museo del Prado, Madrid.
20 La infancia en el Chile republicano 21Primer periodo 1800-1840 · los niños en la sociedad tradicional
Las altas tasas de mortalidad infantil, generalizadas por
entonces, se vieron expresadas en la vida cotidiana, por
ejemplo, a partir de ciertas expresiones de religiosidad. El
“velorio del angelito”, importado de España y adaptado a las
creencias locales, inicialmente pasó inadvertido y, al parecer,
estuvo bastante extendido en todos los estratos sociales.
Anónimo, “NIÑO DON JOSÉ MANUEL DE
CERVANTES Y VELASCO”, 1805, óleo de autor.
Reproducida de: Niños, Secretaría de Educación
Pública/FONAPAS, México, 1981, p. 163.
François Désiré Roulin, “BORDS DE LA
MAGDELAINE. LE BAL DU PETIT ANGE” (orillas
del Magdalena. El baile del angelito), ca. 1823.
Acuarela sobre papel, 20,3 x 26,7 cm. Colección
Banco de la República de Colombia (registro 4077).
22 La infancia en el Chile republicano 23Primer periodo 1800-1840 · los niños en la sociedad tradicional
José Gil de Castro, “RETRATO DE JOSÉ RAIMUNDO
JUAN NEPOMUCENO FIGUEROA Y ARAOS” (1816).
Óleo sobre tela, 35 x 99 cm. Colección particular.
Los niños fueron incluidos como motivo pictórico desde
inicios del período republicano, en particular los de clase
alta. La posición social queda reflejada notoriamente en
el vestuario y el simbolismo que los rodea. Entre las más
conocidas obras destacan dos de José Gil de Castro, aunque
su estilo es posible rastrearlo en otros autores americanos.
José Campeche, “LAS HIJAS DEL GOBERNADOR
DON RAMÓN DE CASTRO”, 1797. Óleo sobre tela,
114 x 81 cm. Museo de Arte de Puerto Rico (San
Juan).
José María Uriarte, “RETRATO DE LOS NIÑOS
D. JOSÉ JUAN Y DA. GUADALUPE SERVANTES Y
MICHAUS”, 1814. Óleo sobre tela, 97.5 x 136 cm
José Gil de Castro, “RETRATO DE RAMÓN
MARTÍNEZ DE LUCO CALDERA Y SU HIJO JOSÉ
FABIÁN” (1816). Óleo sobre tela, 105 x 81 cm.
Museo Nacional de Bellas Artes.
24 La infancia en el Chile republicano 25Primer periodo 1800-1840 · los niños en la sociedad tradicional
Aunque en Europa los niños de extracción
popular ya eran representados por algunos
pintores (como Francisco de Goya), en Chile
debemos esperar las primeras décadas de
la República para que aparezcan en algunos
grabados con escenas costumbristas, como
las que incluyó Claudio Gay en su Atlas.
“UN BODEGÓN” (detalle), litografía
publicada en Atlas de la historia fisica y
politica, vol.1, lámina N°12, p.50
“PLAZA DE LA INDEPENDENCIA” (detalle),
litografía publicada en Atlas de la historia
fisica y politica, vol.1, lámina N°11, p.48
“CASA DE MONEDA Y PRESOS” (detalle),
litografía publicada en Atlas de la historia
fisica y politica, vol.1, lámina N°25, p.63
“JUEGO DE BOLA” (detalle), litografía
publicada en Atlas de la historia fisica y
politica, vol.1, lámina N°27, p.65.
“VISTA DEL VALLE DEL MAPOCHO” (detalle),
litografía publicada en Atlas de la historia
fisica y politica, vol.1, lámina N°32, p.70.
Francisco de Goya, “NIÑOS JUGANDO AL
BALANCÍN” (1776-1785). Real Academia de
Bellas Artes de San Fernando.
“UNA CHINGANA” (detalle), litografía publicada
en Atlas de la historia física y política, vol.1,
lámina N°29, p.67.
27Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal
Segundo período · 1840 - 1890
LA INFANCIA EN TRÁNSITO
Desde mediados del siglo XIX, el país se abrió a transforma-
ciones profundas en materia económica, social, política y
cultural. El proceso de modernización se hizo visible a los
ojos de muchos cronistas, políticos e intelectuales. De he-
cho, el carácter de esos cambios comenzó a generar contro-
versias, por la amenaza que suponía para la tradición y el
resguardo de la moral tradicional. Desde Europa se trajeron
nuevas ideas y formas de vida que transformaron la visión
del mundo y la experiencia cotidiana de las personas, prin-
cipalmente las de la clase dirigente.
Como la sociedad seguía dominada por profundas diferen-
cias y el modelo oligárquico permanecía consolidado, lo
que se consideraba adecuado y esperable para el hijo del pa-
trón no lo era para el hijo del gañán. Esto se manifestó, por
ejemplo, en el plano educacional, que todavía no se plantea-
ba como un espacio de democratización, sino, al contrario,
como una de las formas más visibles de reproducción de las
diferencias.
Adicionalmente, el predominio del catolicismo comenzó a
ser cuestionado, desde mediados del siglo XIX, por algunos
grupos liberales que disputaron su hegemonía cultural. De
este modo, los niños se transformaron en un campo de dis-
puta ideológica, lo que se reflejó en una larga lucha por el
control del sistema escolar.
Segundo período · 1840-1890
La infancia en el estado liberal
En esta época se produjo una suerte de “descubrimiento de
la infancia”, principalmente por influencia europea. Recién
a fines del siglo XIX esto se hizo más notorio, convocando
un interés más acentuado. Una nueva sensibilidad román-
tica, que afectó a la clase alta, dejó una mayor cantidad de
registros documentales referidos a los niños. Los retratos
familiares o de niños solos, tímidamente insinuados en el
período anterior, se hicieron más frecuentes y nos permi-
ten conocer las primeras evidencias de una “moda infantil”.
Algunos artistas, influenciados por el costumbrismo, tam-
bién representaron a niños de sectores populares.
Los manuales para madres y los libros para niños, estos úl-
timos poco adaptados en su diseño y contenido, también
dieron cuenta de este creciente interés por el cuidado y la
formación moral de los pequeños. Los juguetes importados
hicieron surgir un selectivo “mercado” infantil, todavía bas-
tante limitado en sus alcances. De ello dan cuenta los avisos
publicitarios que aparecían con regularidad en la prensa.
En otros sentidos, estos cambios estuvieron muy acotados
y no afectaron otras dimensiones de la vida. La alta mortali-
dad siguió presente en forma transversal. Pero la nueva “va-
loración social” de la infancia hizo que esto dejara de pasar
inadvertido. El dolor de los padres debía dejar una huella
más visible, como efectivamente sucedió. Además, la racio-
nalidad científica, en plena expansión, no lograba mostrar
un mínimo triunfo frente a la muerte, lo que quizás acentuó
una sensibilidad más romántica frente a ella. En estos años,
la fotografía se transformó en una forma “moderna” de per-
petuación, incluso cuando la muerte parecía victoriosa.
Las imágenes fotográficas que se conservan de estos años
no sólo nos permiten conocer las representaciones de la
muerte, sino también, hacia finales del período, los prime-
ros registros visuales de niños pobres y de la presencia in-
fantil en la Guerra del Pacífico. También de esta época da-
tan las primeras imágenes de los niños indígenas de la zona
mapuche y de la Patagonia. En cada uno de estos registros,
así como en la pintura y la escultura, por sobre la ilusión de
fidelidad o realismo, las imágenes nos muestran represen-
taciones de lo que la sociedad veía en los niños. La expre-
sión inocente de una niña en actitud devota, la pulcritud de
un traje seleccionado para la ocasión y la ostentación de un
exclusivo juguete dan cuenta de las jerarquías sociales y las
expectativas que se estaban construyendo.
30 La infancia en el Chile republicano 31Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal
Las altas tasas de mortalidad infantil en América Latina,
generalizadas por entonces, se vieron expresadas en la
vida cotidiana, por ejemplo, a partir de ciertas expresiones
de religiosidad. El “velorio del angelito”, ritual mortuorio
dedicado específicamente a los niños, fue importado de
España y adaptado a las creencias locales. Inicialmente
pasó inadvertido para los contemporáneos, a pesar de haber
estado extendido en todos los estratos sociales, desde
los esclavos hasta las clases altas. Recién se hablaría de él
cuando dejó de ser una práctica aceptable, a mediados del
siglo XIX
RETRATO DE NIÑO MUERTO, PEDRO NICOLÁS PEÑA
MARTÍNEZ (fotógrafo: Juan de la C. Palomino,
16,3 x 10,8 cm), 6/abril/1878. Museo Histórico
Nacional.
RETRATO DE NIÑO MUERTO (fotógrafo: Garreaud
y Leblanc, 10,7 x 6,4 cm), c.1880. Museo Histórico
Nacional.
RETRATO DE NIÑA MUERTA, JULIA ALTAMIRANO
(fotógrafo: C. del Sol, 10,6 x 6,2) c.1880. Museo
Histórico Nacional.
INSCRIPCIÓN EN LA LÁPIDA DE AMELIA ROSA
POZO, fallecida en 1871, en la Antigua Iglesia de
las Agustinas (Moneda 1054)
INSCRIPCIÓN EN LA TUMBA DE CARMEN
URMENETA Y QUIROGA, en la Iglesia de Santo
Domingo (Santo Domingo 961, esq. 21 de Mayo)
LÁPIDA DE JOHN A. MACGREGOR, fallecido en
1870. Patio de Disidentes, Cementerio General.
LÁPIDA DE LAS NIÑAS ISABEL Y GRACIANA EWING,
fallecidas en 1875 y 1877 respectivamente. Patio
de Disidentes, Cementerio General.
32 La infancia en el Chile republicano 33Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal
Desde los márgenes de la sociedad, los
niños de extracción popular se hicieron
visibles para algunos cronistas y viajeros, y
excepcionalmente para algunos pintores y
fotógrafos. Muchas veces el objetivo que se
persigue al registrar su presencia es dejar
testimonio de escenas típicas. Unas pocas
fotografías muestran a los niños campesinos
cargados de vitalidad y frescura.
HUASO A CABALLO CON SU MUJER Y LA GUAGUA.
Acuarela de E. Chaumon (1860). En Pedro Ruiz
Aldea, Tipos y costumbres de Chile, Zig Zag, Santia-
go, 1947, lámina, después de p. 18.
NIÑO DE VALPARAÍSO, 1863-1864.
Albúmina, 21 x 27 cm. En Rafael
Sagredo Baeza, Miguel Ángel
Puig y Samper Mulero (eds.),
Imágenes de la Comisión Científica
del Pacífico en Chile, Centro de
Investigaciones Diego Barros
Arana, Consejo Superior de
Investigaciones Científicas
(España)/CSIC, Editorial
Universitaria, Santiago, 2007,
p.161.
34 La infancia en el Chile republicano 35Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal
NIÑO RODEADO DE ANIMALES, Fundo San
Alfonso. Albúmina de Teresa Carvallo, 1888.
Colección particular.
GRUPO DE NIÑOS CAMPESINOS COMEN
ALEGREMENTE UVAS, Fundo San Alfonso.
Albúmina de Teresa Carvallo, 1888. Colección
particular.
NIÑO Y NIÑA, JUNTO A UNA VACA Y SU TERNERO,
Fundo San Alfonso. Albúmina de Teresa
Carvallo, 1888. Colección particular.
36 La infancia en el Chile republicano 37Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal
La pintura privilegió la imagen de los “hijos
de familia”, ya sea para retratarlos solos o
bien en compañía de sus padres. Su refinado
vestuarioylacuidadaposesonmuestradela
condición social de la cual eran portadores.
A veces, la rigidez de la escena es rota por los
niños más pequeños.
Pascual Ortega, “RETRATO DE NIÑO” (s/f). Óleo
sobre tela, 47 x 33 cm. Museo Nacional de Bellas
Artes.
Otto Grashof , “LA FAMILIA DE HANS HALLMANN
EN LA TERRAZA DE SU CASA EN VALPARAÍSO”
(1854). Óleo sobre tela, 55 x 65 cm. Colección
particular
Página derecha
Cosme San Martín, “EL NIÑO DE LAS LÁMINAS”
(s/f). Óleo sobre tela,
45 x 60 cm. Colección particular.
Cosme San Martín, “BAJADA DEL CERRO SANTA
LUCÍA” (s/f). Óleo sobre tela, 70 x 50 cm. Colec-
ción particular.
Pedro Lira, “EL TAIMADO” (s/f). Óleo sobre tela.
Museo O’Higginiano y de Bellas Artes de Talca.
Cosme San Martín, “LA LECTURA” (1874). Óleo
sobre tela, 108 x 146 cm. Museo Nacional de
Bellas Artes.
Raymond Monvoisin, “ELISA BRAVO JARAMILLO
EN EL CAUTIVERIO” (O “MUJER DEL CACIQUE”)
(ca.1861). Óleo sobre tela. Museo O’Higginiano y
de Bellas Artes de Talca.
38 La infancia en el Chile republicano 39Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal
Raymond Monvoisin, “RETRATO DE RAFAEL
GARCÍA DE LA HUERTA Y SU NIETO” (1836). Óleo
sobre tela. Pinacoteca de la Universidad de
Concepción.
Raymond Monvoisin, “RETRATO
DE RAFAEL MAROTO Y SU NIETA
MARGARITA BORGOÑO” (1853). Óleo
sobre tela. Museo Histórico Nacional.
40 La infancia en el Chile republicano 41Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal
Francisco Javier Mandiola, “EL PILLETE
PATRICIO” (1847). Museo O’Higginiano y de
Bellas Artes de Talca.
Celia Castro, “LAS PLAYERAS” (ca. 1884).
Óleo sobre tela, 188 x 139 cm. Museo
O’Higginiano y de Bellas Artes de Talca.
42 La infancia en el Chile republicano 43Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal
La escultura tendió a representar al niño en un formato más
clásico, privilegiando la habilidad técnica del artista por
sobre el contenido social de la obra, tendencia que tardaría
en romperse. Niños desnudos o vestidos a la usanza antigua
evocan motivos clásicos y barrocos.
Anónimo, “PILA DEL GANSO” (s/f).
Escultura ubicada en Alameda con
General Velásquez.
ESTATUAS DE EDMÉ BOUCHARDON, en bronce.
Fundición de Val d’Osne. Acceso principal del
Cerro Santa Lucía.
44 La infancia en el Chile republicano 45Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal
Lanuevasociabilidadburguesa,incorporada
al país por medio de fluidos contactos
con Europa, abrió paso a nuevas pautas de
conducta.Lacompradejuguetesenexclusivas
tiendas, o encargados al extranjero, y la
construcción de los primeros paseos para
niños, formó parte de ese cambio. En la
segunda mitad del siglo XIX sólo afectó a los
estratos altos, en una sociedad fuertemente
segmentada
PLAZA DE JUEGOS PARA NIÑOS EN LA TERRAZA
HIDALGO DEL CERRO SANTA LUCÍA, en 1872.
Benjamín Vicuña Mackenna, Álbum del Santa
Lucía. Colección de las principales vistas, monumentos,
jardines, estatuas y obras de arte de este paseo, dedicado
a la Municipalidad de Santiago por su actual presidente,
Imprenta de la Librería de El Mercurio, Santiago,
1874.
RETRATO DE NIÑO, CON CARROZA DE JUGUETE
(fotógrafo E. Garreaud, 10.4 x 6.3 cm), c.1872.
Museo Histórico Nacional.
Lasnuevasdemandasdeconsumodelaclasealtasevolcaron
también hacia los niños. El vestuario, la alimentación, la
entretención y los artículos escolares se transformaron en
un suculento negocio, que la prensa hizo visible por medio
del naciente avisaje comercial.
AVISO DEL BAZAR ESPAÑOL en El Ferrocarril,
Santiago, 23/dic/1885 p.1.
“PARA LA ESTACIÓN DE VERANO”, aviso de
Casa Francesa, en El Ferrocarril, Santiago, 25/
nov./1864, p. 4.
AVISO A PÁGINA COMPLETA DE CASA PRÁ, con
un detallado listado de juguetes y muebles.
El Ferrocarril, Santiago, 14/dic./1890, p.4.
AVISO DE COLLARES ROYER ELECTRO-
MAGNÉTICOS, en El Ferrocarril, Santiago, 1°/
mayo/1868, p. 4.
AVISO A CUATRO COLUMNAS DE CASA PRÁ Y CÍA.,
con la imagen de un globo terráqueo, en El
Ferrocarril, Santiago, 31/dic./1884, p.6.
“PASTILLAS VEJETALES PARA LAS LOMBRICES” en
El Ferrocarril, Santiago, 3/sept./1864, p. 8.
EL INICIO DE LA ESTACIÓN DE INVIERNO EN
COMBIER HNOS. es anunciado en primera plana,
a siete columnas, en El Ferrocarril, Santiago, 15/
marzo/1885, p.1.
48 La infancia en el Chile republicano 49Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal
La ritualidad católica siguió siendo un momento cargado
de simbolismo. Pero los avances del liberalismo y la
secularización de las costumbres la replegaron cada vez
más al ámbito doméstico. Todavía algunas ceremonias
mantendrían una fuerte presencia, como la Primera
Comunión , motivo de muchas fotografías. Como se aprecia
en algunas imágenes, los rituales masónicos también
consideraban la presencia de niños.
NIÑO ENRIQUE PASTOR VERSIN, CON MANDIL,
JUNTO A UN GRUPO DE MASONES, en noviembre
de 1861. Ritual de “adopción masónica”, en la
Logia Aurora de Chile. Foto de propiedad de la
Logia Fraternidad N°2, Concepción. Reproducida
en “La adopción masónica”, Archivo masónico,
Santiago, 1°/julio/2009, p.18
CABINET CON RETRATO DE UNA NIÑA, EN EL DÍA DE SU
PRIMERA COMUNIÓN (E. Adaro y Cia. Retratistas, 16.4 x 10.5
cm), ca. 1880. Museo Histórico Nacional.
RETRATO DE JULIA PALMA RIESCO DE RIESCO EN SU
PRIMERA COMUNIÓN (Spencer y Cia., 16.3 x 10.7 cm).
c.1870. Museo Histórico Nacional.
RETRATO DE UNA NIÑA EN SU PRIMERA COMUNIÓN
(fotografo L. Artigue, 16.5 x 10.8 cm ), ca. 1880. Museo
Histórico Nacional.
“ANDACOLLO” (1836), litografía publicada en el
Atlas de Claudio Gay, lámina N°21, p.59.
EL VIÁTICO, litografía publicada en el Atlas de
Claudio Gay, lámina N°43, p.81.
50 La infancia en el Chile republicano 51Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal
La fotografía, en creciente expansión por
medio de los estudios profesionales que
comenzaronasurgir,sevolcóprincipalmente
a representar a los niños de la clase más
acomodada. Convertida en un sello de
distinción, pasó a formar parte inseparable
de la vida familiar de estos sectores.
Conservadas en álbumes o llevada consigo,
las fotografías de niños reflejaron el nuevo
status que estaba adquiriendo la infancia en
estos sectores.
BEBÉ SOBRE SILLA DE MIMBRE. Tarjeta de Visita,
albúmina, Estudio Bischoff ·& Spencer, 1875.
Colección particular.
NIÑA FOTOGRAFIADA EN CARTE DE VISITE.
Estudios Rodríguez, en Talca y Perez Font, en
Santiago, 1880. Colección particular.
p
(pintado), en su característico estuche, ca. 1870.
Colección particular.
ARTURO PRAT A LA EDAD DE 10 AÑOS,
A LA IZQUIERDA, JUNTO A JACINTO
CHACÓN Y LUIS URIBE, TOMADA
EL DÍA DEL INGRESO A LA ESCUELA
NAVAL, en 1858.
FOTOGRAFÍA DE BLANCA ESTELA Y
ARTURO, HIJOS DE ARTURO PRAT.
52 La infancia en el Chile republicano 53Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal
Muchos niños se vieron arrastrados por el
entusiasmo patriótico al estallar la Guerra
del Pacífico y se enrolaron en el Ejército y la
Armada. A diferencia de lo sucedido en otros
países, no hubo batallones de niños, pero
se hizo visible su presencia como soldados,
grumetes y miembros de las bandas de
guerra.
TRIPULACIÓN DEL COCHRANE, en 1879. En Álbum gráfico militar de Chile. Campaña del Pacífico:
1879-1884, Universo, Santiago, 1909.
TRIPULACIÓN DEL ABTAO, en 1879. En Álbum
gráfico militar de Chile. Campaña del Pacífico: 1879-
1884, Universo, Santiago, 1909.
NIÑO TAMBOR. Fotografía sin identificar, ca.1880. Colección particular.
54 La infancia en el Chile republicano 55Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal
ÁNGEL RAMÓN JARA Y UN GRUPO DE NIÑOS DEL
ASILO DE LA PATRIA. En El Nuevo Ferrocarril,
Santiago, 2/enero/1881.
Magdalena Mira, “HERMANA DE LA CARIDAD”
(1884). Óleo sobre tela, 70 x 90 cm. Colección
particular.
Frente a las obras de caridad tradicionales, como la Casa de Huérfanos, la nueva
filantropía republicana se comenzó a insinuar en una sociedad que acumulaba
problemas de pobreza. La armonía entre ricos y pobres se sustentaba en la
obligación de los primeros de ayudar a las clases menesterosas, por medio de
las obras de beneficencia. La protección de los huérfanos de la guerra fue una
ocasión propicia para responder a algunas situaciones de pobreza
Gregorio Torres, “LA BENEFICENCIA” (1847), Óleo
sobre tela. Museo Histórico Nacional.
56 La infancia en el Chile republicano 57Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, el niño mapuche
comenzó a ser considerado un exponente de formas de
vida arcaicas. Este interés quedó reflejado en el dibujo, la
pintura y las primeras experiencias de registro fotográfico,
que dejaron algunas huellas de su imagen. En esta misma
época, para que la modernización no quedara amenazada, se
multiplicaron los esfuerzos por moralizarlos y acercarlos a la
“civilización”. Antes que la escuela fiscal pasara a encargarse
de ello, la tarea fue asumida por algunas órdenes religiosas,
aunque esta tarea se acentuaría recién hacia fines del siglo
XIX.
ARAUCANOS, litografía publicada en Atlas de
Claudio Gay, lámina N°5, p.36.
UN MACHITÚN, litografía publicada en el Atlas de
Claudio Gay, lámina N°3, p. 34.
ARAUCO (1839), litografía publicada en el Atlas de
Claudio Gay, lámina N°33, p.71.
FAMILIA DE JUAN SOLDADO, INDÍGENA DE
TUCAPEL, 1863-64. Fotógrafo Emilio Chaigneau.
Albúmina, 19,1 x 15,2 cm. En Rafael Sagredo
Baeza, Miguel Ángel Puig y Samper Mulero
(eds.), Imágenes de la Comisión Científica del Pacífico
en Chile, Centro de Investigaciones Diego Barros
Arana, Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (España)/CSIC, Editorial
Universitaria, Santiago, 2007, p.128.
Tercer período · 1890-1920
LA INFANCIAY LAS AMENAZAS
DE UNA SOCIEDAD EN CRISIS
60 La infancia en el Chile republicano 61Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis60 61
Hacia fines del siglo XIX, la modernización adquirió tal mag-
nitud que el país experimentó complejos fenómenos de ex-
pansión económica, movilidad social, cultura de masas y
desintegración social que afectaron a todos los estratos so-
ciales y grupos de edad. La sensación de crisis que dominó
a la clase dirigente hizo visible nuevas realidades –al menos
fueron percibidas como tales–, transformadas por primera
vez en un problema.
Uno de los principales objetos de atención pública fueron los
niños. Estos pasaron a ser el centro de atención de las prime-
ras políticas públicas, en las que se combinó la acción de los
particulares y del Estado. La mortalidad infantil dejó de ser
considerada algo inevitable y la ciencia médica centró todos
sus esfuerzos en disminuir los mortales indicadores. El re-
sultado fue bastante decepcionante; incluso pareció que la
situación empeoraba, como efecto de la pauperización de la
población. Las fotos de niños muertos o las descripciones del
“velorio del angelito” se confrontaban brutalmente con un
mundo moderno y pujante, de éxitos económicos que la cele-
bración del Centenario se encargó de exaltar.
En una época en que el Estado incursionaba muy tímida-
mente en el ámbito social ¬–se pensaba que la condición de
pobreza era producto de la ignorancia, la descalificación la-
boral y el mínimo espíritu de ahorro–, la educación pública
parecía ser una garantía tangible de que los pobres podían
dejar de serlo o, cuando menos, mejorar su condición. Pero
ya había sospechas de que la estructura del sistema escolar
sólo reproducía las diferencias. Las numerosas imágenes de
niños estudiantes que se conservan de estas décadas pare-
cen avalar esta desconfianza. En un extremo había colegios
particulares y establecimientos fiscales dedicados a acoger y
formar a los hijos de la élite dirigente; en el otro, escuelas
en condición miserable, con alumnos descalzos, que apenas
podían retener a los niños un par de años. Todo parecía re-
forzar las distancias sociales entre ricos y pobres en el plano
educacional.
La crisis social se vio reflejada en los niños, pero, simultá-
neamente, la infancia parecía ofrecer un respiro frente a esta
sensación. Como lo plantearon varios intelectuales en esta
época, la fealdad y los defectos del mundo parecían quedar
suspendidos frente a la figura cándida y conmovedora de un
niño. El peligroso escenario de revueltas y luchas sociales
parecía diluirse, cuando menos por un instante, con la sonri-
sa de un niño. Incluso la temida delincuencia podía generar
compasión cuando se trataba de un pequeño quien la pro-
tagonizaba. Un ratero adulto era una amenaza real; un niño
de la calle era una arcilla moldeable que podía ser rescatada
del peligro. La ciencia podía encargarse de eso, a partir de su
avanzado conocimiento de la compleja psicología infantil.
Tercer período · 1890-1920
La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
La condición de pobreza en que vivían muchas familias,
acentuada por la constante migración, hizo más visible la
vagancia y la mendicidad en las ciudades. Las revistas ilus-
tradas, inicialmente concentradas en mostrar a los niños de
la alta sociedad, pronto comenzaron a registrar imágenes
que acentuaban la penosa vida de los niños pobres, principal
mecanismo para promover la caridad. Pero el contraste en-
tre ricos y pobres parecía más escandaloso cuando la mirada
se centraba en la condición de los niños. Su figura se trans-
formó así en una herramienta al servicio de distintos fines.
Frente al exitismo de las grandes celebraciones y los desfiles
patrióticos, que los tuvieron como principales protagonistas,
una sensación de crisis dominaba a algunos sectores.
El trabajo infantil fue objeto de críticas, aunque sólo cuando
ponía en riesgo ciertas virtudes. Se consideraba que las la-
bores fabriles generaban disciplina y responsabilidad, por lo
cual podían ser toleradas bajo ciertos resguardos. En cambio,
el trabajo callejero conducía al vicio, al conectar a los niños
con un mundo lleno de amenazas. El sobreesfuerzo físico de
la labor minera degeneraba la “raza”, pero no así el idílico y
familiar trabajo agrícola. Todos estos estereotipos se refleja-
ron en las imágenes de las revistas ilustradas.
El interés por la infancia se expresó en variadas formas. Los
avisos comerciales proliferaron, aunque siempre orientados
hacia un público exclusivo. Los juguetes comenzaron a ser
objetos apreciados, mientras más se asentaba la idea román-
tica de que los niños “debían” ser felices, por sobre las dife-
rencias sociales. Tener un juguete era una evidencia de que
eso era posible de conseguir. De ahí la importancia que co-
menzó a adquirir el ritual de regalar juguetes a los más po-
bres, tarea que se sumó a las múltiples obras de beneficencia.
Los conflictos no resueltos por la sociedad se volcaron hacia
los niños. Católicos y masones buscaron difundir sus ideales
entre los futuros ciudadanos. La escuela se transformó en un
campo de disputa. Todos querían educación, pero diferían
en los fines que perseguían. El debate legislativo que busca-
ba imponer la obligatoriedad de la enseñanza primaria dejó a
un costado los intentos por establecer un sistema de jardines
infantiles, ya que las prioridades eran otras.
Pero también fue una época de negación del conflicto social
y de las evidentes distancias entre los niños de distinta con-
dición social. Esto condujo a una fuerte sublimación de la
infancia, en manos de algunos artistas. Abundaron los escri-
tores que exaltaron con lirismo su pureza. Benito Rebolledo
llevó al extremo el candor infantil con sus escenas de niños
en la playa.
62 La infancia en el Chile republicano 63Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
REPORTAJE AL PRIMER HOSPITAL DE
NIÑOS DE CALLE MATUCANA, en Zig
Zag, Santiago, N°231 24/julio/1909.
A poco de cumplirse el primer centenario
de la República, los sectores populares
no tenían muchas razones para celebrar.
La modernización que experimentaba
el país le había beneficiado muy
tangencialmente. La protesta social y el
desarraigo que provocaba la migración
hacia las ciudades generaron un clima
de crisis social y política. La primera
respuestadelaclasealtafuefortalecerlas
obras filantrópicas, las que se dirigieron
en especial hacia los niños.
64 La infancia en el Chile republicano 65Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
REPORTAJE A LAS CRECHES, en Zig Zag, Santiago,
N°621 13/enero/1917.
NIÑOS Y NIÑAS A LA ENTRADA DEL DISPENSARIO SAN MI-
GUEL, DEL PATRONATO DE LA INFANCIA, en 1906. Zig Zag,
Santiago, N°76, 29/julio/1906.
66 La infancia en el Chile republicano 67Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
GOTA DE LECHE DE SAN BERNARDO. Zig Zag,
Santiago, N°216, 10/abril/1909
DIBUJO ALEGÓRICO, PROPAGANDA DEL
PATRONATO NACIONAL DE LA INFANCIA, en 1919.
La Nación, Santiago, 3/sept./1919 p.1.
ESCENAS DE LA COLECTA PÚBLICA DEL PATRONATO
NACIONAL DE LA INFANCIA. Zig Zag, Santiago,
N°503, 10/oct./1914.
68 La infancia en el Chile republicano 69Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
NIÑA EN LA FAENA DE AMARRAR HILOS, EN UNA FÁBRICA
TEXTIL. Zig Zag, Santiago, N°86, 14/oct/1906.
JULIO BERNSTEIN Y SUS OPERARIOS, A LA SALIDA DE LA
FÁBRICA DE AZÚCAR EN VIÑA DEL MAR, ANTES DE 1887.
50 años. Cía. de Refinería de Azúcar de Viña del Mar, 1887-1937,
Imprenta y Litografia Universo, Viña del Mar [1939], p.7.
70 La infancia en el Chile republicano 71Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
La temprana inserción laboral
de los niños, una práctica muy
comúnenelcampo,seproyectó
también en las modernas
industrias, que surgieron en
las principales ciudades. La
expansión de la vida urbana
también hizo aparecer nuevos
oficios callejeros, como la
venta de diarios, desempeñada
principalmente por niños.
NIÑO EN LA SECCIÓN MOLDES, DE LA FÁBRICA
NACIONAL DE VIDRIOS. Zig Zag, Santiago, N°549,
28/agosto/1915
NIÑO SOPLADOR EN LA FÁBRICA NACIONAL DE
VIDRIOS, en 1915. Zig Zag, Santiago, N°549, 28/
agosto/1915.
GRUPO DE NIÑOS DE LA SECCIÓN LAVADO DE
MOLDES EN LA FÁBRICA DE AZÚCAR, antes de 1887.
50 años. Cía. de Refinería de Azúcar de Viña del Mar,
pp.8-9.
NIÑA EN EL TALLER DE CONTEO DE VASOS Y COPAS,
EN LA FÁBRICA NACIONAL DE VIDRIOS. Zig Zag,
Santiago, N°549, 28/agosto/1915.
72 La infancia en el Chile republicano 73Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
NIÑOS EN LA RECOLECCIÓN DE FRUTILLAS, EN EL
PREDIO DE CARLOS BESOAÍN, cerca de Santiago.
Zig Zag, Santiago, N°459, 6/dic./1913.
NIÑOS OBREROS EN LA EXTRACCIÓN DE
SALITRE, ca. 1890. Cecilia Urrutia, Niños de
Chile, Quimantú, Santiago, 1972, p.19.
NIÑO SUPLEMENTERO EN VALPARAÍSO, DESCALZO
Y CON EL TRADICIONAL SOMBRERO. Fotografía de
Harry Olds, 1900.
74 La infancia en el Chile republicano 75Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
El ocio, la vagancia y las amenazas de la calle concentraron
mayoratenciónqueeltrabajodelosniños.Aunqueelsistema
escolar estatal se había instalado en forma temprana, fue
esta preocupación la que alentó su expansión, desde fines
del siglo XIX. En forma creciente se comenzó a valorar a
la escuela como el principal agente moralizador de esta
infancia popular amenazada por los “vicios”.
NIÑOS POR LA “PENDIENTE DEL VICIO”, JUGANDO “A LA CHAPITA”.
Zig Zag, Santiago, N°106, 3/marzo/1907, portada.
NIÑOS DE LA ESCUELA N° 1 DE PROLETARIOS
(fotógrafo anónimo, 8.2 x 12.2 cm), en 1902.
Museo Histórico Nacional.
76 La infancia en el Chile republicano 77Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
NIÑOS MAPUCHE EN UNA MISIÓN CAPUCHINA,
JUNTO A PADRE SIGIFREDO, EN PANGUIPULLI.
Colección particular.
La escolarización también cumplió un objetivo
“civilizador” entre los pueblos indígenas.
Algunas congregaciones religiosas fueron muy
activas en esa dirección, como los capuchinos
entre los mapuche y los salesianos entre los
pueblos fueguinos.
TALLER DE NIÑAS FUEGUINAS EN LA MISIÓN
SALESIANA DE DAWSON, 1898. Colección Museo
Salesiano..
NIÑOS MAPUCHE EN UNA MISIÓN CAPUCHINA,
EN PELCHUQUÍN. Tarjeta postal, ca. 1900-1920.
Colección particular.
NIÑOS MAPUCHE EN UNA MISIÓN CAPUCHINA,
EN PANGUIPULLI. Tarjeta postal, ca. 1900-1920.
Colección particular.
78 La infancia en el Chile republicano 79Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
Los fueguinos fueron captados por las primeras fotografías
a partir de la década de 1880. En las imágenes de niños
selk’nam y kawésqar confluyen varias miradas: de registro
testimonial frente a pueblos en extinción, de objetividad
científica,deatracciónporloexóticoytambiénciertointerés
por exaltar la pureza y el candor de lo “primitivo”.
NIÑO KAWESQAR CON SU CANOA DE JUGUETE.
Fotografía de Martin Gusinde en 1923.
GRUPO SELKNAM en 1902.
MUJER SELKNAM Y NIÑOS. Lámina
NIÑOS SELKNAM. Fotografía de De Agostini,
entre 1910-1920. .
GRUPO SELKNAM Y EMPRESARIO MAURICE
MAITRE EN LA EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE PARIS,
en 1889.
80 La infancia en el Chile republicano 81Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
Segmentada socialmente, el sistema
educacional distinguía entre escuelas para
ricos y pobres. De las primeras las había
para familias católicas y laicas. Aunque
las institutrices siguieron teniendo un
importante papel, la clase alta comenzó a
valorar el cuidado profesional de los niños,
porpartedeespecialistas. Muytímidamente
aparecieron jardines infantiles, en su
mayoría para los sectores más acomodados,
aunque también algunos para los sectores
medios, financiados por el Estado.
GRUPO DE NIÑOS DE KINDERGARTEN EN ACTIVIDA-
DES DE PINTURA, EN EL JARDÍN ANEXO A LA ESCUE-
LA NORMAL N°1 DE SANTIAGO. Zig Zag, Santiago,
N°379 25/mayo/1912.
ALBERTO HURTADO, EN EL TRADICIONAL Y EXCLU-
SIVO COLEGIO DE LOS SAGRADOS CORAZONES, AL
QUE INGRESÓ EN 1909, A LA EDAD DE 8 AÑOS.
PRIMER AÑO (A) DE HUMANIDADES DEL INSTITU-
TO NACIONAL, SECCIÓN MEDIO PUPILAJE, en 1913.
Colección particular.
CURSO DEL LICEO DE NIÑAS DE TALCAHUANO.
Chantecler, Concepción, N°34, 17/dic./1910, p.24
82 La infancia en el Chile republicano 83Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
DOS NIÑAS EN SU PRIMERA COMUNIÓN, Talca, 1906. Colección particular.
Algo amenazada, la religiosidad católica
siguió siendo la predominante. La presencia
deniñosyniñasenlasprocesiones,romerías
y cofradías se mantuvo, aunque la tendencia
hacialaprivatizacióndelcultofueenascenso.
La Iglesia intentó revertir esta situación
promoviendo la eucaristía temprana, para
asegurar que lo niños quedaran protegidos
de ideas y valores “amenazantes”.
COFRADÍA DE CHINOS, C.1900. MILTON GODOY
ORELLANA, CHINOS. Mineros-danzantes del Norte
Chico, siglos XIX y XX, Andros Impresores,
Santiago, 2007, portada.
NIÑO DANZANTE EN LA FIESTA DEL ROSARIO DE
ANDACOLLO. Godoy, Chinos, p. 62.
NIÑOS EN PROCESIÓN EN EL PUEBLO DE CABILDO,
c.1900. Godoy, Chinos, p.43.
BAUTIZO COLECTIVO DE NIÑOS EN SAN JOSÉ DE
COLICO. Dibujo de Melton Prior en The Illustrated
London News, sept/1889. También en Reportaje a
Chile. Dibujos de Melton Prior y crónicas de The Illus-
trated London News. 1889-1891, Museo Histórico
Nacional-Dibam, Fundación Andes, Montt, Pa-
lumbo y Cía Ltda. Editores, Santiago, 1992, p. 41.
GRUPO DE NIÑAS EN ROMERÍA AL MONUMENTO A LA INMACULADA CONCEP-
CIÓN, en Concepción. Chantecler, Concepción, N°34, 17/dic./1910, p.9.
NIÑOS Y NIÑAS EN LA ROMERÍA AL MONUMENTO A LA INMACULADA CONCEP-
CIÓN, en Concepción. Chantecler Concepción,N°34, 17/dic./1910, p10.
84 La infancia en el Chile republicano 85Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
Los artistas siguieron representando a los
hijos de la clase alta, en clásicas escenas
familiares o bien en retratos de niños
en solitario. En las obras, a veces resalta
el estatus social y en otras ocasiones la
profundidad de la mirada.
Demetrio Reveco, “NIÑA CON JUGUETE” (1900).
Óleo sobre tela, 57 x 92 cm. Museo Nacional de
Bellas Artes.
Página derecha
Alfredo Helsby, “PASEO ATKINSON” (s/f). Óleo
sobre tela, 160 x 176 cm. Museo de Viña del Mar.
Julio Fossa, “MADRE E HIJA” (s/f). Óleo sobre
tela, 107 x 95 cm. Pinacoteca de la Universidad de
Concepción.
86 La infancia en el Chile republicano 87Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
Alfredo Valenzuela Puelma, “INTERIOR CON LA
HIJA DEL PINTOR” (s/f). Óleo sobre tela, 126 x 69
cm. Colección particular.
Página izquierda
Alfredo Valenzuela Puelma, “NIÑA MIRANDO
LÁMINAS” (1888), detalle. Óleo sobre tela, 54 x 65
cm. Colección particular.
Enrique Lynch, “NIÑO SENTADO” (ca. 1891).
Óleo sobre tela, 65 x 49 cm. Pinacoteca de la
Universidad de Concepción.
Alfredo Valenzuela Puelma, “LA LECCIÓN DE
GEOGRAFÍA” (1883). Óleo sobre tela, 82 x 111 cm.
Museo Nacional de Bellas Artes.
88 La infancia en el Chile republicano 89Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
Ramón Subercaseaux, MUELLE DE VALPARAÍSO
(1889). Óleo sobre tela, 60 x 50 cm. Colección
particular.
Alfredo Valenzuela Puelma, LA HIJA DEL PINTOR
(s/f). Óleo sobre tela, 62 x 50 cm. Pinacoteca de la
Universidad de Concepción.
Eucarpio Espinosa, NIÑO ABURRIDO. RETRATO DE
FRANCISCO ENCINA BARKER (s/f). Óleo sobre tela,
120 x 99 cm. Museo O’Higginiano y Bellas Artes
de Talca.
90 La infancia en el Chile republicano 91Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
Juan Francisco González, CABEZA DE NIÑO,
PIN-PIN (s/f). Óleo sobre tela, 44 x 37 cm.
Museo O’Higginiano y Bellas Artes de
Talca. Juan Francisco González, NIÑO DORMIDO
Juan Francisco González, RETRATO DE NIÑA (s/f).
Óleo sobre tela, 40 x 33 cm. Palacio Vergara.
Juan Francisco González, CLASE DE PINTURA
DE JUAN FRANCISCO GONZÁLEZ EN EL LICEO DE
VALPARAÍSO (s/f). Óleo sobre tela, 72x 58 cm.
Juan Francisco González, ESPERANZA
BRICEÑO O’RYAN (1891).
92 La infancia en el Chile republicano 93Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
José Agustín Araya, LA NIÑA DEL CÁNTARO (s/f).
Óleo sobre tela, 119 x 86 cm. Pinacoteca de la
Universidad de Concepción.
José Mercedes Ortega, EL PRIMER HIJO (1884).
Óleo sobre tela, 125 x 190 cm. Colección Banco
Central, Museo O’Higginiano y de Bellas Artes
de Talca.
Algunos artistas también
representaron a los niños
de los sectores populares.
Algunos lo hicieron a
partir de una inclinación
costumbrista en la pintura,
mientras otros lo hicieron
con una franca intensión
de denuncia social, en una
época cargada de agitación y
luchas sociales.
Manuel Núñez, EL ÚLTIMO DURAZNO (1894).
Óleo sobre tela, 61 x 50 cm. Pinacoteca de la
Universidad de Concepción.
Agustín Undurraga, JUGANDO AL TROMPO
(1897). Óleo sobre tela, 94 x 186 cm. Museo
O’Higginiano y de Bellas Artes de Talca.
94 La infancia en el Chile republicano 95Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
Julio Fossa, LOS HUÉRFANOS (1912). Óleo
sobre tela, 98x123 cm. Museo Nacional de
Bellas Artes.
Arturo Gordon, MISERIA (s/f).
Pedro Lira, NIÑO ENFERMO (1902). Óleo sobre tela,
102x137 cm. Museo Nacional de Bellas Artes.
José Agustín Araya, ORACIÓN DE LA NOCHE (s/f).
Óleo sobre tela, 70 x 95 cm. Museo Nacional de
Bellas Artes.
96 La infancia en el Chile republicano 97Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
Los escultores fueron sensibles a los temas
sociales, como la pobreza, aunque también
dieron espacio a la representación graciosa
y luminosa de la infancia, así como a
alegorías que lo vinculaban con la libertad
y el sacrificio por la patria.
Ernesto Concha, “MISERIA” (1910). Estatua en mármol,AA
156 cm. Museo Nacional de Bellas Artes.
Rebeca Matte, “HOMENAJE A LOS HÉROES DE LA
CONCEPCIÓN” (1920). Escultura en bronce, Plaza
Los Héroes, en Santiago.
Arturo Dresco, “FUENTE DE LOS NIÑOS”
(1909). Escultura en bronce. Frente al Teatro
Municipal en Santiago.
98 La infancia en el Chile republicano 99Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
Los cuerpos gráciles de niños, tan
característicosenBenitoRebolledo,
son los más representativos de
un estilo que se despoja de toda
contextualización histórica y de
denuncia social.
Benito Rebolledo, ANTE EL MAR.
Benito Rebolledo, NIÑO COMIENDO UVAS (1906).
Óleo sobre tela, 48 x 35 cm. Pinacoteca de la
Universidad de Concepción.
Benito Rebolledo, NIÑO TAIMADO. Museo
Nacional de Bellas Artes.
Benito Rebolledo, NIÑOS EN LA PLAYA.
100 La infancia en el Chile republicano 101Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
CONCURSO DE GUAGUAS AUSPICIADO POR
GLAXO. Zig Zag, Santiago, Nº463, 3/enero/1914.
La centralidad que adquirió la infancia desde fines del siglo XIX se reflejó en
la estética asociada a ella. Por ejemplo, en esta época surgieron los primeros
concursosdebellezadondelosniñoseranprotagonistas.Lafotografíaexploró
ese aspecto, acentuando un tono romántico y cándido en torno a su figura. El
romanticismo no caló como en Inglaterra, pero los estrechos contactos con
Europa hicieron insoslayable esta influencia.
FOTOGRAFÍAS DE LILY IÑIGUEZ MATTE. En Jorge
Montoya Véliz y Patricia Espinosa Hernández,
El sentimiento trágico en la vida y obra de Lily Iñíguez
Matte, Colección Aisthesis, N°21, Instituto de
Estética, Pontificia Universidad Católica de
Chile, Santiago, 2003, p.35.
FOTOGRAFÍA DEL MATRIMONIO RIESCO LAZCANO,
ACOMPAÑADO DE NIÑOS. Zig Zag, Santiago, N°275,
28/mayo/1910.
102 La infancia en el Chile republicano 103Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
Los niños de clase alta se volcaron a ciertos espacios
de socialización, como los paseos públicos y las
fiestas de Navidad, donde los juguetes eran centrales.
La condición de ser niño quedó rápidamente asociada
a este mundo de felicidad y despreocupación. Pronto
se buscó irradiar este modelo de infancia hacia los
niños pobres.
Página derecha
NIÑO CON SU TRICICLO (ca. 1890). Colección
particular.
NIÑO POSA CON SU RIFLE. SOBRE UN COLUMPIO,
UNAS MUÑECAS (ca. 1900). Colección particular.
FIESTA DEL ÁRBOL DE PASCUA, en Zig Zag,
Santiago, N°358, 30/dic./1911.
“RETRATO DE LAS HERMANAS” O “FAMILIA
BROWN”, (s/f), de Benito Rebolledo. Óleo sobre
tela, Palacio Vergara.
104 La infancia en el Chile republicano 105Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
La expansión del consumo siguió
favoreciendoaunciertogruposocial.
Así lo hizo notar la propaganda
comercial, especialmente dirigida a
satisfacer los requerimientos de los
niños de ese estrato social.
PROPAGANDA DE ALIMENTOS MELLIN. Zig Zag,
Santiago, N°290, 10/sept./1910.
AVISO DE HARINA MALTEADA VIAL. Zig Zag,
Santiago, N°290, 10/sept./1910.
PROPAGANDA DE JABÓN FAIRY, en revista Familia,
Santiago, N°1, enero/1910, p.18
PÁGINA DE MODA INFANTIL EN LA REVISTA
FAMILIA, Santiago, N°1, enero/1910 p.57.
PROPAGANDA DE TE SUPERIOR, DE WEIR SCOTT Y
CÍA. Zig Zag, Santiago, N°275, 28/mayo/1910.
Página izquierda
106 La infancia en el Chile republicano 107Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
Arturo Gordon, “VELORIO DEL ANGELITO” (s/f).
Óleo sobre tela, 120 x 100 cm. Pinacoteca de la
Universidad de Concepción.
NIÑO Y CARRETA CON BUEYES, ilustración de The
Illustrated London News, N°2628, 31/agosto/1889,
p271. También en Reportaje a Chile, p.39.
La vida de los niños de los sectores populares seguía un
curso muy distinto, dominado por la necesidad y el esfuerzo
cotidiano por la subsistencia. Dentro de ese ambiente, sin
embargo, también se desarrollaba una rica vida social y una
animadareligiosidadpopular.Deellodieroncuentaalgunos
artistas que comenzaron a valorar la sencillez y la fuerza de
las creencias en los sectores populares.
108 La infancia en el Chile republicano 109Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
La alta mortalidad infantil se reflejó
en una serie de prácticas sociales que
revelaron el impacto que provocaba la
frecuente muerte de niños, que la ciencia
no lograba controlar. Las fotografías
mortuorias se mantuvieron, aunque
pronto desaparecerían, para recuperar la
memoria del familiar fallecido.
CORONA FÚNEBRE EN RECUERDO DE LAURITA
ALLENDE, publicada en Zig Zag, Santiago, N° 293,
1°/oct./1910.
BEBÉ MUERTO, HIJO DE ERCILIA HERRERA
(fotógrafo: Carvajal y Valck. Chillán, Concepción,
9.1 x 6 cm), c.1900. Museo Histórico Nacional.
RETRATO DE DOS BEBÉS MUERTOS (fotógrafo
anónimo, 8,9 x 5, 8 cm), c.1920. Museo Histórico
Nacional.
RETRATO DE NIÑO MUERTO (fotógrafo anónimo,
18 x 13 cm), c.1915. Museo Histórico Nacional.
RETRATO DE UN BEBE MUERTO (fotógrafo:
Santiago L. Torres, Valparaíso, 10.5 x 6.3 cms),
c.1900. Museo Histórico Nacional.
RETRATO DE NIÑA MUERTA, HORTENSIA DE LA
BARRA LASTARRIA (fotógrafo: Janson y Adams,
Santiago, 10.4 x 6.3 cm), c.1890. Museo Histórico
Nacional.
110 La infancia en el Chile republicano 111Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis
Las amenazas de un mundo desintegrado se
volcaron hacia la esperanza de moralización
de los niños, pero ya no necesariamente en
la escuela, sino principalmente fuera de ella.
La institución de los boy scouts surgió con
el propósito de revertir la pérdida de valores
y ofrecer nuevas metodologías de trabajo
con niños. Pero la escuela tradicional, no
obstante sus falencias, siguió aportando
como un instrumento de ilustración y
regeneración. Con ocasión del centenario,
en 1910, se revitalizó este propósito.
DESFILE DE ESCOLARES Y BOY SCOUTS FRENTE
A LA LEGACIÓN ARGENTINA, CON OCASIÓN DEL
CENTENARIO DE SU INDEPENDENCIA. Zig Zag,
Santiago, N°275, 28/mayo/1910.
BOY SCOUTS EN DESFILE POR LAS CALLES DE
VALPARAÍSO, en Zig Zag, Santiago, N°272, 7/
mayo/1910.
BENDICIÓN DE BANDERAS, EN LAS FIESTAS DEL
CENTENARIO. Zig Zag, Santiago, N°293, 1°/
oct./1910.
BOY SCOUTS EN FORMACIÓN DE SEMICÍRCULO, EN
EL PARQUE COUSIÑO. El Scout, Santiago, N°3, 1°/
dic./1913, pp.8-9.
Cuarto periodo 1920-1950
LA INFANCIAY
EL ESTADO DE BIENESTAR
114 Los niños y la infancia en el Chile republicano 115Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar114 115
El nuevo papel que asumió el Estado a partir de los años 20
tuvo marcados efectos sobre las relaciones sociales y la vida
económica, y creó un nuevo escenario que afectó notoria-
mente la vida cotidiana de la población, especialmente la ur-
bana. Aunque este período fue interrumpido por una aguda
crisiseconómicayporunamortíferacatástrofenatural,hubo
elementos de continuidad en las cuatro décadas que van de
1920 a 1950: los gobiernos, obligados por las circunstancias
o convencidos ideológicamente, decidieron intervenir en los
conflictos sociales, ampliando los derechos de los grupos
más postergados y creando mecanismos institucionales que
mejoraran los estándares de vida de la población.
Los éxitos fueron limitados, pero en esta fase se instalaron
gran parte de las políticas que después se masificarían, como
las preventivas en materia sanitaria, las reformas educacio-
nales y las de regulación del trabajo infantil asalariado. La
preocupación hacia el niño, que caracterizó al período ante-
rior, se mantuvo, pero ahora instalada en un escenario me-
nos polarizado, enmarcado en un consenso respecto del pa-
pel que le cabía al Estado en la protección de los niños.
ElEstadofueconcebidocomounagentemediadoryprotector
que actuaba en múltiples esferas. En el campo de la infancia
ofrecía un camino para regenerar a aquellos que podían caer
en desgracia; formaba en valores cívicos para promover una
ciudadanía vigorosa; prevenía y asistía a los enfermos para
asegurar la salud de los más débiles. Una nueva ciudadanía,
surgida a partir de los años 30, aunque no siempre dominan-
te, intentó acoger al niño en un plano de mayor igualdad, ale-
jada del tinte aristocratizante de la filantropía de comienzos
de siglo. La Ciudad del Niño surgió en este nuevo espíritu, así
como la entrega masiva de juguetes en Navidad y la organi-
zación de la Semana del Niño. El contexto político nacional
e internacional influyó en los valores que se proyectaron ha-
cia los niños: la promoción de la paz mundial en tiempos de
guerra, la solidaridad contra los perseguidos –emblemática a
ese respecto fue la llegada del Winnipeg– y la lucha contra la
injusticia fueron consignas lanzadas en estos años. Incluso
a las más tradicionales asociaciones de origen católico y laico
se agregaron las de inspiración comunista y socialista.
Aunque el consumo infantil comenzó a desarrollarse, en
parte como consecuencia del mejoramiento en los niveles
de ingreso, todavía estaba muy contenido por una sociedad
cargada de límites morales. El ahorro escolar no esperaba
captar nuevos clientes para el mercado financiero, sino ciu-
dadanos previsores y responsables. La Semana del Niño no
era pretexto para liquidaciones en las grandes tiendas, sino
ocasión para realizar una emotiva exaltación colectiva de las
más sentidas virtudes morales.
En estas décadas abundan las fuentes documentales que
permiten una reconstrucción más minuciosa de la vida de
los niños: informes técnicos de expertos en infancia (prin-
cipalmente pediatras, pedagogos y psiquiatras¬), reportajes
periodísticos, pinturas, programas de radio, novelas prota-
gonizadas por niños y exitosas revistas infantiles.
Al parecer, hubo un mejoramiento en los estándares de vida
de la población, pero la mortalidad infantil todavía no cedía
en forma sustantiva. Además, los niños del campo queda-
ron excluidos de gran parte de los beneficios que anuncia-
ba la modernidad, como la escolarización y la posibilidad de
acceder a juguetes. Su distribución masiva se transformó en
un objetivo de máxima prioridad gubernamental a partir del
Frente Popular.
La democratización parcial de las instituciones, además de
significar una mayor apertura en el acceso al poder político,
tuvo sus consecuencias sobre la educación, que por prime-
ra vez se comenzó a pensar como una experiencia que debía
adecuarse al niño y no a la inversa. La participación del niño
en la escuela, como prefiguración de la democracia que se es-
peraba construir fuera de ella, fue uno de los ensayos de la
época. La experiencia quedó interrumpida, pero la idea sería
retomada más adelante, con resultados dispares. La demo-
cratización llegó también por otras vías. La escuela comen-
zó a ser pensada como un espacio de nivelación, donde los
niños debían experimentar vivencias comunes o bien reci-
bir aquello que les impedía ser iguales: juguetes, vacaciones,
alimentos, cuidados. La nueva mirada sobre el arte infantil,
aunque de carácter experimental, puso la espontaneidad in-
fantil en un lugar de superioridad frente a la rigidez de los
estereotipos adultos.
Cuarto período · 1920-1950
La infancia y el estado de bienestar
116 Los niños y la infancia en el Chile republicano 117Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
La promulgación de la Ley de Instruc-
ción Primaria Obligatoria en 1920 no
significó un cambio repentino en la
situación educacional. Varias décadas
mástardesselograríalacoberturacasi
total a nivel primario, pero con ella se
sentaron las bases de una política más
intensiva de acceso a la educación.
PASEO ESCOLAR EN EL PARQUE COUSIÑO,
PARA CELEBRAR LA PROMULGACIÓN DE LA LEY
DE INSTRUCCIÓN PRIMARIA. A la actividad
concurrieron más de 20 mil niños. Zig Zag,
Santiago, Nº813, 18/sept./1920.
Página derecha
DESFILE DE ESCOLARES FRENTE A LA MONEDA,
EN HONOR A LA PROMULGACIÓN DE LA LEY DE
INSTRUCCIÓN PRIMARIA, en agosto de 1920. Zig
Zag, Santiago, N°811, 4/sept./1920.
118 Los niños y la infancia en el Chile republicano 119Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
La aplicación de nuevos enfo-
ques pedagógicos, sobre todo
con la reforma educacional de
1928, le dio mayor protagonis-
mo al niño. Sin embargo, la
mayor parte de las escuelas pú-
blicas siguió aplicando prácti-
cas más bien tradicionales.
PEQUEÑAS ASAMBLEÍSTAS DEL CENTRO “LAS
MUÑECAS TRABAJADORAS”, ENCABEZADO POR SU
DIRECTIVA. CURSO BAJO EL SISTEMA DECROLY,
EN LA ESCUELA N°11 DE CHILLÁN. Revista de
Educación, Santiago, N°23, nov/1930, p.768
BANDA Y ESTANDARTE DE LA ESCUELA
INCOMPLETA DE HOMBRES N°32, DE MELIPILLA.
Revista de Educación Primaria, Santiago, N°6,
agosto/1928, s/p.
“ENANITOS”, AGRUPACIÓN DE NIÑOS DE LA
ESCUELA N°11, DE LA SERENA. Revista de
Educación, Santiago, N°8, julio/1929, p. 566.
OSCAR OLIVA Y SU CURSO, 3°A, EN LA ESCUELA
REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY, EN 1940.
Colección particular.
LUIS Y SU CURSO, EN LA ESCUELA SUPERIOR DE
NIÑOS N°1 DE SAN FERNANDO, EN 1949.
ESCUELA ELEMENTAL MIXTA 188, UBICADA EN
CALLE LORD COCHRANE, EN UN POPULAR BARRIO DE
SANTIAGO. Zig Zag, Santiago, N°1118, 24/julio/1926.
120 Los niños y la infancia en el Chile republicano 121Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
Aunque los niños del campo
atrajeron un menor interés
público, los registros fotográ-
ficos nos permiten conocer
sus condiciones de vida, ape-
nas afectadas por la moder-
nización de la vida urbana.
NIÑO CAMPESINO, CERCA DE RANCAGUA, ca. 1935.
Colección particular.
NIÑOS CAMPESINOS EN LA IGLESIA DE SANTA
ROSA DE PELEQUÉN, EN 1925. Zig Zag, Santiago,
N°1072, 5/sept./1925.
EL PEQUEÑO LUIS, EN LA PLAZA DE LA CIUDAD
DE TALCA, EN 1940. Colección particular.
NIÑOS CAMPESINOS DE LA HUERTA DEL
MAULE (DE LAS HERMANAS VALDÉS FUENTES),
EN EL DEPARTAMENTO DE LONCOMILLA. Zig
Zag, Santiago, N°1160, 14/mayo/1927.
122 Los niños y la infancia en el Chile republicano 123Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
Promulgada la nueva legislación laboral en
1924, la condición de la clase obrera mejoró,
aunque esto no significó un cambio repenti-
no en la situación de los niños. Por ejemplo,
no desapareció completamente el trabajo in-
fantil, aunque sí se hizo exigible la asisten-
cia a la escuela. Lentamente las restricciones
legales y la modernización de la industria
los desplazaron de los grandes estableci-
mientos, pero permanecieron en el campo,
las labores domésticas y la calle.
GRUPO DE NIÑOS OBREROS DE CRISTALERÍAS DE
CHILE, en 1941. Mundo Nuevo, Santiago, N°4, 22/
febr./1941.
FICHA PERSONAL DE GUILLERMO SALAS
SANTIBÁÑEZ, EN LA COMPAÑÍA CARBONÍFERA E
INDUSTRIAL DE LOTA, 1937. Archivo exEnacar.
FICHA PERSONAL DE GUMERCINDO MOLINA
SÁNCHEZ, EN COMPAÑÍA CARBONÍFERA E
INDUSTRIAL DE LOTA, 1938. Archivo exEnacar.
NIÑOS TRABAJADORES EN VIÑA SANTA RITA, ca.
1930. José Del Pozo, Historia del Vino chileno.
Desde 1850 hasta hoy, Editorial Universitaria,
Santiago, 1998, p.134.
124 Los niños y la infancia en el Chile republicano 125Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
NIÑO DE LA ESCUELA DE REFORMA, en 1926. Zig
Zag, Santiago, N°1134, 13/nov./1926.
TALLER DE LA ESCUELA DE REFORMA, en 1926. Zig
Zag, Santiago, N°1134, 13/nov./1926.
CARICATURA SOBRE LOS NIÑOS VAGOS, en Zig Zag,
Santiago, N°1174, 26/marzo/1925.
“UN GRANUJA DE CINCO AÑOS”. Sucesos,
Valparaíso, 8/abril/1920.
La delincuencia y las amenazas de la calle volca-
ron la mirada hacia los niños que vivían en con-
diciones de “anormalidad”. Para ellos, se creó un
sistema tutelar que se proponía protegerlos y re-
cuperarlos para la sociedad. Varias instituciones
se sumaron a esta cruzada de salvación. Aunque
el modelo se sustentaba en la educación, su fun-
cionamiento dependía del Ministerio de Justicia,
lo que develaba sus ambigüedades.
ESCENAS DE LOS NIÑOS ASILADOS EN EL HO-
GAR CAMILO HENRÍQUEZ, en 1932. oletín de la
Dirección de Protección de Menores, Santiago, N°5,
febrero/1932.
126 Los niños y la infancia en el Chile republicano 127Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
Sobre todo en los años 20, la radicalización que experimentó la política también
afectó a los niños. A las organizaciones de formación cívica y moral, como los boy
scouts y la Cruzada Eucarística, se sumaron experiencias desde la izquierda, como
fueron las escuelas racionalistas y los pioneros. En las décadas siguientes, se de-
bilitarían estos esfuerzos, aunque la propia vida militante y las movilizaciones
sociales lograron también alcanzar en ocasiones a los niños.
Página derecha
ESCUELA DE LA FEDERACIÓN OBRERA. La Federa-
ción brera, 25/sept./1922, p.4.
NIÑOS EN UNA MARCHA DE LA CENTRAL DE
TRABAJADORES DE CHILE (CTCh), c. 1940. Cecilia
Urrutia, Niños de Chile, Quimantú, Santiago,
1972, p.49.
ESCUELA FEDERAL DE PEÑAFLOR, en 1922. El
Diario Ilustrado, Santiago, 20/dic./1922, p. 1.
“DICHOSO TÚ QUE COSECHARÁS MIS SIEMBRAS DE
LIBERTAD”, ilustración anarquista. Acción Directa,
Santiago, Nº30, 1º/mayo/1924, pág.1.
128 Los niños y la infancia en el Chile republicano 129Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
La crisis económica que se inició
en 1929 tuvo en vilo al país du-
rante varios años, provocando
profundos efectos sociales y po-
líticos. En los albergues para ce-
santes hubo especial interés por
los niños, los más vulnerables a
las enfermedades. El Estado, que
ya venía ampliando sus funcio-
nes desde los años 20, acentuó
esta tendencia a consecuencia de
la crisis.
NIÑO MENDIGO. Sucesos, Valparaíso, N° 1578, 26/
julio/1932, p. 10.
FAMILIAS DE CESANTES Y NIÑITA. Zig Zag,
Santiago, N° 1428, 2/julio/1932, p. 30.
Página izquierda
MUJER Y NIÑO EN EL ALBERGUE PARA CESANTES
DE EL SALTO. Sucesos, Valparaíso, Nº 1526, 24/
dic./1931, p. 17.
MUJER Y NIÑO EN LA CALLE. Sucesos, Valparaíso,
N° 1528, 7/enero/1932, p.15
130 Los niños y la infancia en el Chile republicano 131Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
A pesar de los cambios que ocurrieron en
otras esferas, la mortalidad infantil permane-
ció bastante alta hasta avanzado el siglo XX.
Hubo esfuerzos por mejorar la alimentación y
aumentar los controles preventivos, pero los
resultados resultaban decepcionantes.
FOTOGRAFÍA DE ALICIA ADRIANA FUENTES TORNERO, FALLE-
CIDA. Colección particular.
RECUERDO DE BAUTIZO DE ELIANA SILVIA KANACRI, NACIDA
EN 1933. Colección particular.
FOTOGRAFÍA DE ELIANA SILVIA KANACRI, FALLECIDA.
Colección particular.
CAMPAÑA DE DESINFECCIÓN CON DDT PARA
PREVENIR EL TIFUS, en julio de 1946. Fotografía
de Miguel Rubio. Museo Histórico Nacional.
132 Los niños y la infancia en el Chile republicano 133Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
Las nuevas funciones del Estado se canalizaron, en forma preferente, hacia
la protección de la madre y el niño. Las visitadoras sociales, una nueva pro-
fesión estrenada en los años 20, se transformó en una eficiente herramienta
de intervención social. La promoción de la buena maternidad fue una de sus
tareas. El esfuerzo no estuvo exento de colaboración privada, aunque ya no
bajo la forma de las antiguas obras filantrópicas, sino de nuevas, como los
clubes de rotarios. La distribución de alimentos, los exámenes preventivos
y las colonias escolares fueron algunos de los tantos mecanismos que se
comenzaron a aplicar.
VISITADORA SOCIAL (SENTADA) VISITA A UNA
“FAMILIA NECESITADA”. Zig Zag, Santiago, N°
1215, 2/junio/1928.
PRIMERA CELEBRACIÓN DEL “DÍA DE LA MADRE”,
EN 1923. EN LA FOTOGRAFÍA, LA MADRE
PREMIADA, ROSALBA CÁRDENAS, CON SUS DOCE
HIJOS. Zig Zag, Santiago, N°975, 27/oct./1923.
“HE AQUÍ LA NUMEROSA FAMILIA, DE HIJOS
HERMOSAMENTE SANOS, CUYOS PADRES SON
DON AMABLE SÁNCHEZ Y SEÑORA CAROCA DE
SÁNCHEZ, DE ESTA CAPITAL”. Zig Zag, Santiago,
N°976, 3/nov./1923.
134 Los niños y la infancia en el Chile republicano 135Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
GRUPO DE NIÑOS DE LAS COLONIAS ESCOLARES DE
LA JUNTA DE BENEFICENCIA RODEAN A ROXANE,
Zig Zag, Santiago, 11/oct./1945.
GRUPO DE ESTUDIANTES EN ALTO JAHUEL,
INVITADOS POR LOS ROTARIOS, CON OCASIÓN DE
LA SEMANA DEL NIÑO. Vea, Santiago, N°451, 3/
dic./1947, p.23.
GRUPO DE COLONOS DE LA COLONIA ESCOLAR
PRESIDENTE ALESSANDRI DE REÑACA JUEGAN EN
EL MAR. Zig Zag, Santiago, 11/oct./1945.
COLONIA ESCOLAR HIJOS DE LA PATRIA, en Zig
Zag, Santiago, N°987, 19/enero/1924.
136 Los niños y la infancia en el Chile republicano 137Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
AFICHE DE LA COLECTA DE OLLAS INFANTILES DE
1922. Zig Zag, Santiago, N°928, 2/dic./1922.
PORTADA DEL FOLLETO AYÚDAME! Y SERÉ ÚTIL A
MI PATRIA (1946), del Rotary Club de Santiago.
INTERIOR DE UNA DE LAS OLLAS INFANTILES EN
1922. Zig Zag, Santiago, N°928, 2/dic./1922.
La baja asistencia escolar y la deficiente si-
tuación nutricional generaron interés por
la distribución de alimentos entre los estu-
diantes. La idea había surgido a comienzos
del siglo XIX y continuó en las décadas si-
guientes, con participación de recursos pri-
vados y públicos.
138 Los niños y la infancia en el Chile republicano 139Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
Inaugurada en 1943, la Ciudad del
Niño se transformó en otra iniciati-
vaemblemática,dirigidaalosniños
con problemas sociales. Organizada
sobre la base de pequeños hogares
familiares, estaba a cargo de una
institución privada, pero subsidia-
da con un importante aporte fiscal.
EL MINISTRO ÓSCAR GAJARDO Y AUTÓGRAFO, EN 1943.
Ciudad del niño.
REVISTA DE GIMNASIA, EN LA INAUGURACIÓN DE
LA CIUDAD DEL NIÑO. Ciudad del niño.
BANDA DE GUERRA DE LA CIUDAD DEL NIÑO, EL
DÍA DE LA INAUGURACIÓN. Ciudad del niño.
140 Los niños y la infancia en el Chile republicano 141Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
La Guerra Civil Española, antesala de la Se-
gunda Guerra mundial, provocó un estrecho
vínculo con Chile, tras la acogida que hizo el
gobierno de Pedro Aguirre Cerda a un grupo
de inmigrantes. A bordo del Winnipeg llega-
ron varios cientos de niños, en 1939. Estas y
otras migraciones, por su carácter selectivo,
no provocaron grandes resistencias, lo que sí
ocurriría con flujos posteriores de población.
ANITA MUÑOZ SOLÁ, DE 13 AÑOS, Y SU HERMANO
ENRIQUE. ABAJO, SU CARTA A LOS NIÑOS
CHILENOS. La Unión, Valparaíso, 4/sept./1939, p.7.
NIÑA ESPAÑOLA CON SU MALETA, El Diario
Ilustrado, Santiago, 4/sept./1939, p.13.
UNA DE LAS TANTAS MALETAS
ENTREGADAS A LOS NIÑOS QUE
VIAJARON EN EL WINNIPEG, 1939.
Colección particular.
Página derecha
GRUPO DE NIÑOS A BORDO DEL WINNIPEG, EN 1939.
Colección particular.
142 Los niños y la infancia en el Chile republicano 143Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
A partir de los años 20, con la aparición de las
nuevas políticas sociales, las diferencias en-
tre ricos y pobres se hicieron más insoporta-
bles cuando afectaban a los niños. Esto se ex-
presó en forma visible en la sensibilidad que
se extendió respecto al acceso a los juguetes.
NIÑOS CON Y SIN JUGUETES EN LA NAVIDAD DE 1925.
Zig Zag, Santiago, N°1090, 9/enero/1926.
144 Los niños y la infancia en el Chile republicano 145Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
La distribución de juguetes se transformó en
un campo de intensa acción del Estado, a par-
tir de Pedro Aguirre Cerda. Su distribución
masiva fue una de las formas más reconoci-
bles de la política hacia la infancia de estas
décadas. El aún limitado acceso al consumo
en la clase obrera transformó la ceremonia
escolar de la entrega de juguetes en una oca-
sión especial para los niños.
LOS JUGUETES EN LA BODEGA DEL COMITÉ DE
NAVIDAD, INSPECCIONADOS POR JUANITA
AGUIRRE, EN 1939. Fotografías de Miguel Rubio.
Museo Histórico Nacional.
NIÑOS EN LA ENTREGA DE JUGUETES DEL COMITÉ DE
NAVIDAD, EN 1939 (fotografías de Miguel Rubio). Museo
Histórico Nacional.
146 Los niños y la infancia en el Chile republicano 147Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
NIÑOS EN LA ENTREGA DE JUGUETES EN LA
MONEDA, EN 1951 (fotografías de Marcos
Chamudes, 5,5 x 5,5). Museo Histórico Nacional.
148 Los niños y la infancia en el Chile republicano 149Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
El acceso a los juguetes y sus caracterís-
ticas son una buena muestra de los cam-
bios que había experimentado la vida de
los niños. Los había importados y nacio-
nales, de fabricación industrial y artesa-
nal. Todos reproducían roles diferencia-
dos para hombres y mujeres. Las fiestas
para niños, aunque no generalizadas,
alcanzaron a algunos familias de clase
media.
NIÑA CON SU MUÑECA, CA. 1935. Colección particular.
LUCÍA CON SU MUÑECA DE LOZA, En el jardín de su casa, en El Huape,
en 1939. Colección particular.
Página izquierda
GRUPO DE NIÑAS EN VALPARAÍSO, 1938. Colección particular.
FIESTA DE NIÑOS, posiblemente de clase media, octubre de 1931.
Colección particular.
Fiesta dE DISFRACES, seguramente de una familia de clase alta,
1925. Colección particular.
150 Los niños y la infancia en el Chile republicano 151Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
JUGUETE DE MADERA, 1944. Fabricante
desconocido. Colección Juan Antonio Santis.
ado por
ntis.
A
Ardilla. Colección Juan Antonio Santis.
BARCO DE HOJALATA PINTADA, CA. 1940. Fabricante
desconocido. Colección Juan Antonio Santis.
COCINA DE HOJALATA PINTADA, 1943.
Fabricado por Velox. Colección Juan
Antonio Santis.
COCINA DE HOJALATA LITOGRAFIADO, 1952.
Fabricada por Neumann Colección Juan
Antonio Santis.
OVEJITAS DE LA FÁBRICA DE PAÑOS TOMÉ, 1942.
Colección Juan Antonio Santis.
Michell. Colección Juan Antonio Santis.
RTÓN Y PAÑO, 1935. Fabricante
olección Juan Antonio Santis.
CARRITO DE MADERA
ESMALTADA, 1939. Fab
desconocido. Colecció
Antonio Santis.
CAMIONCITO DE LATA. Juguete procedente de una
oficina salitrera. Museo Regional de Iquique.
152 Los niños y la infancia en el Chile republicano 153Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
El acceso masivo a la lectura, al cine y a la radio des-
tacaron entre los principales cambios que experi-
mentó la vida de los niños en esta época. Aunque
la condición social siguió influyendo en la forma
específica en que los niños se insertaban a esta
realidad, fue un paso hacia la constitución de una
“cultura infantil”, común a muchos niños. Las au-
diencias radiales, la regular asistencia a las mati-
nés y la compra de vistosas revistas ilustradas se
transformaron en vivencias cotidianas de gran par-
te de los niños.
Página izquierda
PORTADA DE EL PENECA
Santiago, N°796, 18/febr./1924.
PORTADA DE EL PENECA,
Santiago, N° 1648, 13/Julio/1940. Dibujo de Coré.
PORTADA DE EL PENECA,
Santiago, N°1832 22 enero 1944. Dibujo de Coré.
LOS ACTORES DE LA EXITOSA SERIE
INFANTIL “LA PANDILLA” (THE
RASCALS).
EL NIÑO ACTOR JACKIE COOGAN ,
en Zig Zag, Santiago, N°1139, 18/
dic./1926.
AFICHE PROMOCIONAL DE LA
PELÍCULA “OLIVER TWIST” (1922), con
Jackie Coogan en el rol principal.
EL “ABUELITO LUIS”, UNO DE
LOS PERSONAJES RADIALES
MÁS QUERIDOS POR LOS NIÑOS.
Radiomania, Santiago, N°12,
marzo/1944, p.21.
154 Los niños y la infancia en el Chile republicano 155Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
Con la mayor demanda de los estratos me-
dios, la propaganda comercial se intensifi-
có en torno a ciertos productos dirigidos a
un público infantil: alimentos fortifican-
tes, juguetes, artículos de escritorio y de to-
cador, revistas y golosinas fueron el blanco
preferente de la publicidad.
AVISO DE “SAN CRISTÓBAL ICE CREAM”, FÁBRICA
DE HELADOS CERCA DEL PATROCINIO DE SAN JOSÉ.
En Revista escolar salesiana, N°1, mayo/1933,
contraportada
AVISOS DE JUGUETERÍA LAMAS Y LIBRERÍA COLÓN
en la Revista escolar salesiana, Santiago, N°6,
oct./1933, s/p.
PROPAGANDA DE UNA BOTELLA SIN CUELLO
“HYGEIA”, en Zig Zag, Santiago, N°809, 21/
agosto/1920.
AVISO PUBLICITARIO DE KODAK, en Zig Zag,
Santiago, N°809, 21/agosto/1920.
“PEARS’ JABÓN” en Zig Zag, Santiago, N°817, 16/
oct./1920.
AVISO DE “KOLA CARDINETTE”, en Zig Zag, N°817,
16/oct./1920
AVISO DE “ALIMENTOS ALLENBURYS” en Zig Zag,
Santiago, N°817, 16/oct./1920.
ACEITE PURO DE OLIVA SASSO, en Zig Zag,
Santiago, N°817, 16/oct./1920.
PROPAGANDA DE “ALIMENTO MEYER”, en Zig Zag,
Santiago, N°809, 21/agosto/1920.
156 Los niños y la infancia en el Chile republicano 157Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
La sensibilidad frente al arte tuvo un vuelco
importante en los años 20, cuando la pintura
de los niños pasó a ser valorada, como indi-
cio de su desarrollo psicomotor, y como ex-
presión de una nueva estética que valoraba
la espontaneidad. En los años 20 aparecerían
las primeras exposiciones de “arte infantil”.
ARTE INFANTIL EN EL SALÓN DE JUNIO DE 1925.
Cartel promocional publicado en la portada de
La Nación, Santiago, 2/junio/1925.
DIBUJOS REALIZADOS POR NIÑOS (ENTRE ELLOS,
LA PEQUEÑA ISIDORA AGUIRRE), publicados en La
Nación, Santiago, 25/dic./1924.
DIBUJOS DE NIÑOS PUBLICADOS EN REVISTA DE
EDUCACIÓN, Santiago, N° 18, junio/1930, p.367.
158 Los niños y la infancia en el Chile republicano 159Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
El niño se hizo presente en la pintura, quizás
con menor intensidad que en las décadas an-
teriores. Cuando el arte abstracto daba sus
primeros pasos (lo que desdibujaría la figura
del niño), la denuncia social siguió presente,
por ejemplo, por medio del muralismo rea-
lista, aunque también a través del expresio-
nismo pictórico.
Marco Bontá, INVIERNO (1945). Óleo
sobre tela, 110 x 135 cm. Pinacoteca de la
Universidad de Concepción.
Página izquierda
Camilo Mori, PINCOY (ca. 1950). Colección
particular.
Julio Ortiz de Zárate, LOS DIBUJANTES (1936).
Óleo sobre tela, 91 x 116 cm. Pinacoteca de la
Universidad de Concepción.
Carlos Dorhliac, CABEZA DEL NIÑO ALIRO, CHICO
EN LA FERIA (s/f). Dibujo. Museo de Arte y
Artesanía de Linares.
Exequiel Plaza, LA ORDEÑA (1939). Óleo sobre
tela, 75 x 146 cm. Pinacoteca de la Universidad de
Concepción.
160 Los niños y la infancia en el Chile republicano 161Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
Página izquierda
GABRIELA MISTRAL CON UN GRUPO DE NIÑOS, MUJER Y NIÑO Y OBRERO DEL
SALITRE Y NIÑO. DETALLES DEL MURAL HOMENAJE A GABRIELA MISTRAL Y A
LOS TRABAJADORES DEL SALITRE (1946), de Fernando Marcos, en la Ciudad del
Niño.
OBRERO DEL SALITRE Y NIÑO, DETALLE DEL MURAL HOMENAJE A GABRIELA
MISTRAL Y A LOS TRABAJADORES DEL SALITRE (1946), de Fernando Marcos, en
la Ciudad del Niño.
MUJER Y NIÑO, DETALLE DEL MURAL “HOMENAJE A GABRIELA MISTRAL Y A
LOS TRABAJADORES DEL SALITRE” (1946), de Fernando Marcos, en la Ciudad
del Niño.
Osvaldo Reyes, LA RONDA (ca.1950). Pintura mural,
en la Ciudad del Niño.
Fernando Marcos, LA ALEGRÍA ESCOLAR (1957).
Pintura mural en mosaico, 7 x 3 m. Escuela de
Peñaflor, hoy Escuela Rosalina Peccio.
162 Los niños y la infancia en el Chile republicano 163Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
Abelardo Bustamante, “MATERNIDAD” (ca.1930).
Escultura en madera, 36 cm, Museo Nacional de
Bellas Artes.
Laura Rodig, “MATERNIDAD” (s/f). Escultura, 125
cm. Museo Nacional de Bellas Artes.
Lorenzo Domínguez, “MONUMENTO AL DR. LUÍS
CALVO MACKENNA” (1940-41). Escultura en piedra
azul, Parque Balmaceda (Santiago).
La promoción de la maternidad, intensa des-
de la década de 1920, también se expresó en
el arte, como lo demuestran varias escultu-
ras que tuvieron como motivo central la re-
lación entre madre e hijo.
164 Los niños y la infancia en el Chile republicano 165Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
Los aires democratizadores que se profundizaron a partir de los años 30, co-
menzaron a generar experiencia comunes a los niños de todos los estratos
sociales. Las diferencias sociales siguieron presentes, pero su impacto sería
menos visible o actuaría de un modo más sutil. Los recuerdos familiares in-
cluyeron, de forma creciente, la fotografía, que pasó a ser más accesible para
hogares antes excluídos de estos recuerdos. Sin embargo, el vestuario si-
guió siendo un aspecto que diferenciaba visiblemente a los niños, así como
las fiestas infantiles, exclusiva solo para algunas familias.
FOTOGRAFÍAS DE UN BEBÉ DE TRES DÍAS DE VIDA, EN UN
ÁLBUM FAMILIAR, ca. 1920-30. COLECCIÓN PARTICULAR.
Página izquierda
GRUPO DE PARTICIPANTES DEL CONCURSO DE BELLEZA
INFANTIL, ORGANIZADO POR JUNOL-WERKE. Zig Zag,
Santiago, N°1177, 10/sept.1927
FOTOGRAFÍA DE UNA FAMILIA OBRERA, EN EL CERRO SANTA
LUCÍA, CA. 1940. ELBA BELMAR Y LUIS ALBERTO CARVAJAL,
Y SUS HIJOS ALBINO (AL CENTRO) Y MÁXIMO (A LA DERECHA).
A LA IZQUIERDA, UN AMIGO DE LOS NIÑOS, JUAN BURCHARD.
Colección particular.
ALBINO Y MÁXIMO CARVAJAL, ca. 1940. Colección particular.
166 Los niños y la infancia en el Chile republicano 167Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar
Aunque no siempre con un propósito de de-
nuncia, las diferencias sociales se hicieron
visibles en las imágenes de niños de fotó-
grafos como Jorge Opazo y Antonio Quinta-
na. Este último se detuvo en retratar escenas
cotidianas de los sectores populares, resal-
tando cierto orgullo de clase, incluso entre
los niños proletarios. El primero, en cambio,
se especializó en representar a la clase alta,
y dio gran fuerza a los retratos de “hijos de
familia”.
BARRIO INDEPENDENCIA (1942), de Antonio Quintana
AGUSTÍN EDWARDS EASTMAN (1938), de Jorge Opazo.
EL VOLANTÍN (1945), de Antonio Quintana CANILLITA (1946), de Antonio Quintana
uinto período · 1950-1973
LA INFANCIA EN LOS TIEMPOS
DE LA REFORMAY LA REVOLUCIÓN
170 La infancia en el Chile republicano 171Quinto periodo · 1950 - 1973 · la infancia en los tiempos de la reforma y la revolución170 171
La ampliación de los derechos sociales y económicos co-
menzó a entrar en crisis a partir de la década de 1950, cuando
nuevos sectores presionaron para obtener mayores benefi-
cios y se hicieron sentir los primeros efectos de la inflación,
el desabastecimiento y las limitaciones del modelo de desa-
rrollo industrializador. Pronto surgieron propuestas de re-
forma en el plano económico, político y social, que significa-
ban cambios profundos; algunas de ellas afectaban las redes
institucionales y los intereses de varios sectores. Desde los
años 50 hasta principios de los 70, la sociedad experimentó
distintos ensayos de transformación social que ampliaron
considerablemente los beneficios de la modernización, has-
ta entonces limitados a ciertos segmentos de la población
urbana.
La necesidad de intervenir en el ámbito de la producción
agraria, nacionalizar el cobre, acelerar los cambios institu-
cionales o incluso sobrepasar las estructuras tradicionales
de representación estuvieron en la mente y las estrategias
de acción de vastos sectores sociales y políticos. Algunos de
estos proyectos se frustraron, pero otros resultaron exito-
sos, como la modernización del campo, que significó, en el
largo plazo, la incorporación de importantes zonas rurales
al mercado del consumo, a los procesos de escolarización y
a los cambios socio-culturales que el resto del país ya venía
viviendo.
La activa intervención del Estado, así como los cambios
operados en el plano cultural, comenzaron a cambiar la
experiencia cotidiana de muchos niños, empezando por la
ampliación de la escolaridad primaria, la mejora en los in-
dicadores de salud y el mayor protagonismo de los propios
pequeños. La reforma educacional de 1965 buscó extender
la cobertura escolar, lo que finalmente se consiguió, hacien-
do realidad algo que se venía anunciando desde comienzos
de siglo: modificar sustancialmente la experiencia de los
niños, al transformarlos en estudiantes a lo largo de un pe-
ríodo de, por lo menos, ocho años. Sin embargo, junto con
esto surgieron nuevos desafíos, como ampliar la capacidad
de retención del sistema escolar.
El ambiente político comenzó también a hacerse sensible al
lugar que ocupaba –y debía ocupar– el niño en la sociedad,
lo que se reflejó en sus representaciones en el arte y en el
discurso político. Las esperanzas de un mundo más justo
e igualitario se fraguaron de manera entusiasta en torno a
su figura, como símbolo del cambio que se anunciaba. Pero
también se canalizó la sensación de temor a través de la ima-
gen del niño, invocando un supuesto peligro que se cernía
sobre ellos. Los propios niños participaron y percibieron
este ambiente.
Algunas transformaciones se produjeron a consecuencia de
la difusión de modelos culturales surgidos en otros países.
Así, por ejemplo, la democratización en las relaciones fami-
liares comenzó a modificar el estatus de la infancia. Tam-
bién se aceleró el tránsito hacia una sociedad de masas, que
amplió sus mecanismos de penetración, con la expansión
de la radio, el cine y las publicaciones periódicas, y los ini-
cios de la televisión.
Aunque las políticas hacia la infancia se siguieron soste-
niendo en ciertos principios inalterados –el concepto de
niño en situación irregular fue la nueva denominación para
un viejo enfoque–, hubo intentos por aplicar nuevas formas
de intervención. Por ejemplo, la internación en masivos y
anónimos asilos fue criticada (alcanzando más desarrollo el
modelo de hogar familiar) y se buscó potenciar los sistemas
preventivos, bajo la modalidad de los centros abiertos y los
clubesdeniños.Enparte,eldesarrollodelapsicologíainfan-
til permitió que fluyeran nuevas perspectivas. El niño ya no
era una arcilla fácilmente moldeable, sino un ser complejo,
contradictorio, difícil de comprender. Esto también afectó la
relación de los padres con los hijos. Las revistas femeninas
comenzaron a incluir indicaciones y consejos sobre cómo
criar y tratar a los niños. La complejidad de la mente infan-
til quedó reflejada con ironía en Papelucho, un niño sensi-
ble en un mundo indiferente y con padres nada idealizados.
Cuando se buscó representar al niño, la literatura y las artes
visuales pusieron más énfasis en su mente indescifrable y
su compleja capacidad para percibir el mundo.
Por fin, la mortalidad infantil ya no constituía una amenaza
tan cercana y ver morir a un hijo a temprana edad pasó a ser
algo excepcional para la mayoría de los padres. Pero nuevos
desafíos aparecieron, que dieron mayores bríos al papel del
sistema estatal de salud. La deficiente alimentación moti-
vó gigantescos esfuerzos públicos para lograr que todos los
niños fueran saludables. El reparto gratuito de leche fue la
política más emblemática del período. Aunque iniciada a
comienzos del siglo XX, fue a partir de los años 50 que se
transformó en una entrega masiva, alcanzando su momen-
to culminante bajo el gobierno de Allende.
uinto período · 1950-1973
La infancia en los tiempos de la reforma y la revolución
172 La infancia en el Chile republicano 173Quinto periodo · 1950 - 1973 · la infancia en los tiempos de la reforma y la revolución
La escuela, la gran esperanza del siglo XX, seguía segmenta-
da socialmente y sin una cobertura suficiente. A partir de los
años 60 se acentuaron los esfuerzos por cambiar de raíz esta
situación. La esperanza democratizadora de la educación bá-
sica parecía hacerse realidad, aunque, con ello, se hicieron evi-
dentes nuevos desafíos.
GRUPO DE ESCOLARES ALREDEDOR DE UN BEBEDERO EN UNA
ESCUELA, EN 1963. Ercilla, Santiago, N°1452, 20/marzo/1963,
p.4.
NIÑA SENTADA EN SU PUPITRE, EN 1963. Ercilla,
Santiago, N°1452, 20/marzo/1963, p.5
PRIMER AÑO E DE HUMANIDADES, DEL INSTITUTO
NACIONAL, EN 1958, JUNTO A SU PROFESOR. Colección
particular.
NIÑAS DE UNA ESCUELA PRIMARIA, CON EL
CARACTERÍSTICO DELANTAL BLANCO, EN 1963.
Ercilla, Santiago, N°1452, 20/marzo/1963, p.5.
NIÑO EN SU PRIMER DÍA DE CLASES, EN 1966. Colección
particular.
174 La infancia en el Chile republicano 175Quinto periodo · 1950 - 1973 · la infancia en los tiempos de la reforma y la revolución
En medio de las propuestas de reforma y revolución, la mar-
ginalidad de los niños pasó a ser nuevamente un tema de
interés social. Esto no sólo se expresó en el plano político,
sino también en el arte, ambos influidos por una nueva sen-
sibilidad. Los fotógrafos, por ejemplo, buscaron retratar la
cruda vida de los niños de la calle, sin que predominara un
afán estigmatizador, buscando incluso penetrar en su es-
quiva interioridad.
HOMBRES, MUJERES Y NIÑOS EN UNA POBLACIÓN
EN SANTIAGO. Fotografía de Sergio Larraín, en
folleto de Fundación Mi Casa, p.3.
NIÑOS DE POBLACIÓN EN SANTIAGO, ca.1960.
Colección particular.
DOS NIÑAS DE LA CALLE, CERCA DEL RÍO MAPOCHO, EN
SANTIAGO. Fotografía de Sergio Larraín, en folleto de
Fundación Mi casa, p.5 y 25.
LA MIRADA INTENSA DE UN NIÑO DE LA CALLE,
VISTO POR SERGIO LARRAÍN. Publicado en la
portada de un folleto de Fundación Mi casa, p.1.
176 La infancia en el Chile republicano 177Quinto periodo · 1950 - 1973 · la infancia en los tiempos de la reforma y la revolución
“PELUSAS” EN EL PARQUE COUSIÑO. Fotografia de
Miguel Rubio, diciembre de 1959. Museo Histórico
Nacional.
“PELUSITAS” COLGADOS DE UNA “MICRO”.
Fotografía de Juan Silva, 18/julio/1970. Museo
Histórico Nacional.
LOS CINCO INTEGRANTES DE LA BANDA “MANOS
CHICAS”, EN 1962. Ercilla, Santiago, N°1395, 14/
febr./1962, p.5.
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  • 4. 4 La infancia en el Chile republicano 5Primer periodo 1800-1840 · los niños en la sociedad tradicional
  • 5. 6 La infancia en el Chile republicano 7Primer periodo 1800-1840 · los niños en la sociedad tradicional Desde el inicio de mi Gobierno la infancia ha ocupado un lugar significativo y especial, en el entendido de que ese es un requisito imprescindible para construir un país más jus- to y equitativo. Como Presidenta, pero también como madre y pediatra, aspiro a que Chile sea un país donde nuestros niños y niñas gocen de todos sus derechos, y en el que, sa- nos y saludables, puedan desplegar todas sus capacidades mediante un desarrollo integral y pleno desde sus primeros años. A pocos días de culminar mi mandato presidencial, me sien- to orgullosa de la tarea que hemos realizado. Por primera vez en la historia de nuestro país, contamos con un Sistema de Protección Integral a la Primera Infancia –Chile Crece Con- tigo– que beneficia a todos los niños y niñas, desde el mo- mento de su gestación hasta su ingreso a la escolaridad. Con ello, hacemos realidad el anhelo de garantizar a las nuevas generaciones el acceso a un conjunto de políticas públicas que cubrirán sus necesidades básicas de atención y desarro- llo. La histórica ampliación de cobertura en jardines infantiles y salas cuna alcanzada en los últimos cuatro años, es parte esencial de las iniciativas que hemos llevado adelante para cerrar significativamente la brecha de la desigualdad, me- diante una educación de calidad disponible para los niños y niñas que más lo requieren, que cimentará un desarrollo posterior con mayores capacidades y oportunidades. Presentación Habría que poner un título La Junta Nacional de Jardines Infantiles e Integra, institu- ciones encargadas de la atención, educación y protección de nuestros niños y niñas, han jugado un rol fundamental para el cumplimiento de los compromisos y desafíos adquiridos al inicio de mi mandato, participando en la creación de cerca de 3.500 nuevas salas cuna, asegurando la calidad de la aten- ción y promoviendo el buen trato hacia la infancia. A través de la publicación de este hermoso libro “La infan- cia en el Chile republicano: Doscientos años en imágenes” he querido reafirmar mi compromiso con los niños y niñas de nuestro país. Esta obra tiene un especial significado para mí, ya que, por primera vez, nos permite ver el fruto de una profunda investigación histórica e iconográfica centrada en la infancia. Sus evocadoras imágenes nos hablan de las suce- sivas transformaciones de la niñez a lo largo de dos siglos de nuestra vida republicana, desde los primeros retratos infan- tiles, que los sacaron de la invisibilidad, hasta la diversidad actual de sus expresiones, que reflejan el creciente protago- nismo que han adquirido. Sus páginas nos recuerdan, justa- mente, que lo más preciado e importante que tenemos como sociedad son nuestros niños y niñas. Al iniciarse el año de la celebración de nuestro Bicentenario tenemos la convicción y tranquilidad de que hemos hecho lo necesario para proteger y resguardar los derechos y nece- sidades de los niños y niñas del país. Este logro, por cierto, es el fruto del esfuerzo y dedicación de cientos de personas que han querido ser partícipes de la construcción de un país más justo, solidario y desarrollado. Pero las metas alcanzadas abren también nuevos desafíos. Los invito a seguir trabajando por un país más inclusivo, donde los niños y niñas sean plenamente sujetos de dere- chos, reconocidos y respetados por todos; una sociedad más democrática y abierta, donde la equidad parta desde el co- mienzo de la vida, para que la semilla que hemos plantado y cuidado con esmero dé todos sus frutos. Por último, quiero recordar a través de esta maravillosa pu- blicación, a Jaime Crispi Lago, quien ya no se encuentra en- tre nosotros. Su compromiso y participación en las políticas públicas para la infancia perdurarán en la memoria de nues- tro país. Michelle Bachelet Jeria Presidenta de la República
  • 6. 8 La infancia en el Chile republicano 9Primer periodo 1800-1840 · los niños en la sociedad tradicional Desde el inicio de mi Gobierno la infancia ha ocupado un lugar significativo y especial, en el entendido de que ese es un requisito imprescindible para construir un país más jus- to y equitativo. Como Presidenta, pero también como madre y pediatra, aspiro a que Chile sea un país donde nuestros niños y niñas gocen de todos sus derechos, y en el que, sa- nos y saludables, puedan desplegar todas sus capacidades mediante un desarrollo integral y pleno desde sus primeros años. A pocos días de culminar mi mandato presidencial, me sien- to orgullosa de la tarea que hemos realizado. Por primera vez en la historia de nuestro país, contamos con un Sistema de Protección Integral a la Primera Infancia –Chile Crece Con- tigo– que beneficia a todos los niños y niñas, desde el mo- mento de su gestación hasta su ingreso a la escolaridad. Con ello, hacemos realidad el anhelo de garantizar a las nuevas generaciones el acceso a un conjunto de políticas públicas que cubrirán sus necesidades básicas de atención y desarro- llo. La histórica ampliación de cobertura en jardines infantiles y salas cuna alcanzada en los últimos cuatro años, es parte esencial de las iniciativas que hemos llevado adelante para cerrar significativamente la brecha de la desigualdad, me- diante una educación de calidad disponible para los niños y niñas que más lo requieren, que cimentará un desarrollo posterior con mayores capacidades y oportunidades. Presentación Habría que poner un título La Junta Nacional de Jardines Infantiles e Integra, institu- ciones encargadas de la atención, educación y protección de nuestros niños y niñas, han jugado un rol fundamental para el cumplimiento de los compromisos y desafíos adquiridos al inicio de mi mandato, participando en la creación de cerca de 3.500 nuevas salas cuna, asegurando la calidad de la aten- ción y promoviendo el buen trato hacia la infancia. A través de la publicación de este hermoso libro “La infan- cia en el Chile republicano: Doscientos años en imágenes” he querido reafirmar mi compromiso con los niños y niñas de nuestro país. Esta obra tiene un especial significado para mí, ya que, por primera vez, nos permite ver el fruto de una profunda investigación histórica e iconográfica centrada en la infancia. Sus evocadoras imágenes nos hablan de las suce- sivas transformaciones de la niñez a lo largo de dos siglos de nuestra vida republicana, desde los primeros retratos infan- tiles, que los sacaron de la invisibilidad, hasta la diversidad actual de sus expresiones, que reflejan el creciente protago- nismo que han adquirido. Sus páginas nos recuerdan, justa- mente, que lo más preciado e importante que tenemos como sociedad son nuestros niños y niñas. Al iniciarse el año de la celebración de nuestro Bicentenario tenemos la convicción y tranquilidad de que hemos hecho lo necesario para proteger y resguardar los derechos y nece- sidades de los niños y niñas del país. Este logro, por cierto, es el fruto del esfuerzo y dedicación de cientos de personas que han querido ser partícipes de la construcción de un país más justo, solidario y desarrollado. Pero las metas alcanzadas abren también nuevos desafíos. Los invito a seguir trabajando por un país más inclusivo, donde los niños y niñas sean plenamente sujetos de dere- chos, reconocidos y respetados por todos; una sociedad más democrática y abierta, donde la equidad parta desde el co- mienzo de la vida, para que la semilla que hemos plantado y cuidado con esmero dé todos sus frutos. Por último, quiero recordar a través de esta maravillosa pu- blicación, a Jaime Crispi Lago, quien ya no se encuentra en- tre nosotros. Su compromiso y participación en las políticas públicas para la infancia perdurarán en la memoria de nues- tro país. María Estela Ortiz Rojas Vice presidenta ejecutiva Junta Nacional de Jardines Infantiles
  • 7. Primer período · 1800-1840 LOS NIÑOS EN LA SOCIEDAD TRADICIONAL
  • 8. La Independencia política de Chile, que se prefiguró en 1810 y se consolidó en 1818, significó el inicio de un quiebre en va- rios sentidos. La incipiente legitimidad republicana, cuando la de origen monárquico aún no alcanzaba a desmantelarse completamente, dio sus primeros pasos con nuevas simbo- logías y ritualidades cívicas que terminaron asentándose con posterioridad. La guerra misma, que se hizo feroz en su fase final, generó un ambiente de inestabilidad, odios socia- les y expectativas insatisfechas que requirieron de nuevas formas de integración. Los esclavos negros, por ejemplo, ga- naron su libertad a costa de la muerte de muchos de ellos. Tras finalizar la fase bélica, la apertura comercial y las nue- vas ideas que comenzaron a circular anunciaron fenómenos que luego se desarrollaron con notable fuerza. Sin embargo, la sociedad permaneció relativamente inalte- rada en términos de su estructura social, económica y cul- tural, cuando menos en las décadas iniciales. Así lo descri- bió, descarnadamente, Santiago Arcos en 1851. Nada había cambiado realmente con la Independencia: la sociedad se- guía dividida entre ricos y pobres y la condición miserable y humillante de estos últimos hacía completamente ilusoria la ciudadanía política que algunos pregonaban. Tras con- quistar la independencia de España, en los siguientes trein- ta años, la contienda entre pipiolos y pelucones sólo bene- ficiaba a grupos al interior de la aristocracia. Según Arcos, los ricos seguían teniendo el poder y los pobres no contaban “para nada”. Varias de las noticias que tenemos sobre los niños en la pri- mera mitad del siglo XIX son tan dispersas, difusas y par- ciales, tan indirectas y poco taxativas, que no resulta fácil formarse una imagen clara de su situación, sobre todo cuan- do hubiéramos deseado una descripción que incluyera va- riables sociales, de género, étnicas y geográficas, entre otras. Peroaunasí,contodaslasprecaucionesnecesarias,lospocos indicios nos muestran una realidad bastante más compleja de lo que nos indican los textos que han procurado realizar una reconstrucción de esa época. En aquellos años no exis- tían expertos en niños, ni menos publicaciones y congresos dedicados a ellos. Sin embargo, las normas legales vigentes entonces –casi todas heredadas de la Colonia– los mencio- nan, por ejemplo, fijando criterios de excepción en ciertas materias penales. También hay indicios de la preocupación de los padres por la educación de sus hijos y algunos relatos de viajeros nos describen pintorescas escenas familiares. Hasta el final del período colonial, la pintura todavía no re- presentaba en abundancia la figura del niño, salvo ligada a motivos religiosos. Ello explica la escasez de imágenes de aquella época, salvo algunos dibujos y grabados. Con la In- dependencia se comenzó a revertir esta situación, aunque inicialmente el retrato se limitó a unas pocas obras por en- cargo, relacionadas con niños de la clase alta. Primer período · 1800-1840 Los niños en la sociedad tradicional Cuánto cambió la sociedad con la Independencia y qué so- brevivió de la antigua tradición colonial (desde entonces revestida con ropaje republicano) es aún objeto de debate entre los estudiosos. Si esto es difícil de desentrañar para el conjunto de la sociedad, lo es aún más para el caso especí- fico de la infancia. Los cambios, a este respecto, cuando los hubo, fueron bastante discretos. Las herencias de una so- ciedad tradicional, tímidamente afectada por el proceso de la ilustración –que en Chile tuvo una incidencia menor, en comparación con otros países–, permanecieron en pie por algunos años más y recién a mediados del siglo XIX se ob- servaron evidencias de transformaciones mayores. Se ha dicho con insistencia que los niños eran invisibles en la época colonial y hasta bien entrado el siglo XIX. La escasez de relatos e imágenes sobre esa época y la aparente indife- rencia de las autoridades –por lo menos comparativamente a lo que sucederá desde mediados de ese siglo– han dado pie a un conjunto de interpretaciones que acentúan la idea de que los niños realmente eran poco considerados, que se les trataba como seres inferiores y no contaban en muchas materias. El origen de esta idea apareció por primera vez en Europa, en 1960, cuando se comenzó a afirmar que los niños, durante la Edad Media, no eran objeto de interés, parecían invisibles y nadie los consideraba, tanto en el ámbito público como privado. Esto suponía que la sociedad de aquel entonces no establecía normas ni instituciones dedicadas a su control, asistencia y cuidado, funciones que con posterioridad ha- bría cumplido la escuela y la familia modernas. Los niños pobres se anuncian muy tímidamente en ese esce- nario. Como los testimonios provienen de los sectores más acomodados, nos debemos conformar con unos escasos dibujos que nos muestran las características de su vestua- rio. Abunda, eso sí, información sobre los altos niveles de mortalidad e ilegitimidad presentes, aunque el significado social de estos fenómenos permanece todavía algo oscuro. La constante presencia de la muerte era transversal a todos los estratos sociales. La ilegitimidad, en cambio, estaba más segmentada socialmente y su impacto era más diferencia- do. También se conservan documentos que nos ilustran so- bre el funcionamiento de la Casa de Expósitos (luego rebau- tizada Casa de Huérfanos), otra herencia colonial. La naciente República proyectó grandes esperanzas en la función civilizadora de la educación. Sin embargo, sus al- cances fueron limitados en una primera fase y una mínima proporción de la población infantil asistía a la escuela. Re- cién en la segunda mitad del siglo se observaron cambios más notorios. Los fragmentos dispersos que permiten reconstruir las ex- periencias de los niños en la primera mitad del siglo XIX, así como las imágenes y expectativas que la sociedad se estaba formando de ellos, nos muestran una sociedad profunda- mente segmentada, aunque todavía dominada por rasgos tradicionales que le dan cierta unidad. La modernidad se anunciaba tímidamente.
  • 9. 14 La infancia en el Chile republicano 15Primer periodo 1800-1840 · los niños en la sociedad tradicional Entre las más antiguas representaciones de niñosenlapinturacolonial,seencuentranlas queacompañanlasVidasdesantos.Influidas porelestilocusqueño,quecombinaelbarroco con la influencia indígena americana, a veces la figura infantil se diluye y adopta rasgos adultos, mientras en otros casos, sigue el estilo de Murillo, tan dominante en España, en el siglo XVIII. Taller de Basilio de Santa Cruz, “SAN FRANCISCO APEDREADO POR NIÑOS DE ASÍS” (ca.1670-1680) , de la serie Vida de San Francisco. Óleo sobre tela. 175 x 275 cm. Museo de San Francisco. Juan Zapata Inga, atribuido, “SAN FRANCISCO NIÑO REPARTE PAN A LOS POBRES” (ca. 1760-1780), de la serie Vida de San Francisco. Óleo sobre tela, 189 x 289 cm. Museo de San Francisco. Anónimo, “LA NIÑA ROSA CORTA SU CABELLERA”, de la serie “Vida de Santa Rosa de Lima” (probablemente s. XVIII). 1,27 x 1,66 m. Monasterio de Santa Rosa de Lima, en Santiago.
  • 10. 16 La infancia en el Chile republicano 17Primer periodo 1800-1840 · los niños en la sociedad tradicional 1716 Aunque en el siglo XVIII ya existían en la Américahispanaobrasdecarácternoreligioso, en Chile no se conocen muchas pinturas con esas características. La secularización del arte tardó más en consolidarse. Uno de los motivos religiosos más frecuente es la figura de la Virgen y el Niño Dios. Algunas de esas obras están cargadas de gran realismo. Pero también sobrevive el modelo más rígido, donde predomina la representación simbólica. En 1767 ya encontramos en Chile un retablo religioso donde se aprecia a una familia de clase alta junto a su hija y una esclava negra. Anónimo, “VIRGEN CON EL NIÑO”, siglo XVIII. Óleo sobre tela, 0,90 x 0,64 m. Convento de Santa Rosa de Lima, en Santiago. Anónimo, “VIRGEN CON EL NIÑO. DEVOCIÓN DE DON MANUEL DE SALZES Y DOÑA FRANCISCA INFANTE”, 1767, Oleo sobre tela, pan de oro, 106 x 86 cm. Museo Nacional de Bellas Artes. Gil de Castro, “VIRGEN DEL CARMEN”, 1822. Óleo sobre tela. Museo de la Catedral. Juan Esteban Murillo, “LA VIRGEN DEL ROSARIO CON EL NIÑO”, 1650-1655. Óleo sobre tela, 1,64 x 1,10 m. Museo del Prado. Anónimo, “VIRGEN CON EL NIÑO”, siglo XVIII. Óleo sobre tela, 0,94 x 0,75 m. Convento de Santa Rosa de Lima, en Santiago.
  • 11. 18 La infancia en el Chile republicano 19Primer periodo 1800-1840 · los niños en la sociedad tradicional En el siglo XVIII, en Europa ya estaba bastante extendida la representación del niño, sobre todo de clase alta, lo que se expresa en varias pinturas de familias de la nobleza, o bien de retratos de niños en solitario. Esta influencia se haría presente sólo en algunos países americanos y muy tardíamente. Francisco de Goya, “PEPITO COSTA Y BONELLS”, 1813. Óleo sobre lienzo. 105 x 84 cm. Metropolitan Museum, New York. Antonio Carnicero, “UN INFANTE CON UN TAMBOR” (1798-1802). Óleo sobre lienzo, 113 x 77 cm. Museo del Prado, Madrid. Francisco de Goya, “LOS DUQUES DE OSUNA Y SUS HIJOS”, 1788. Óleo sobre lienzo. 225 cm × 174 cm. Museo del Prado, Madrid.
  • 12. 20 La infancia en el Chile republicano 21Primer periodo 1800-1840 · los niños en la sociedad tradicional Las altas tasas de mortalidad infantil, generalizadas por entonces, se vieron expresadas en la vida cotidiana, por ejemplo, a partir de ciertas expresiones de religiosidad. El “velorio del angelito”, importado de España y adaptado a las creencias locales, inicialmente pasó inadvertido y, al parecer, estuvo bastante extendido en todos los estratos sociales. Anónimo, “NIÑO DON JOSÉ MANUEL DE CERVANTES Y VELASCO”, 1805, óleo de autor. Reproducida de: Niños, Secretaría de Educación Pública/FONAPAS, México, 1981, p. 163. François Désiré Roulin, “BORDS DE LA MAGDELAINE. LE BAL DU PETIT ANGE” (orillas del Magdalena. El baile del angelito), ca. 1823. Acuarela sobre papel, 20,3 x 26,7 cm. Colección Banco de la República de Colombia (registro 4077).
  • 13. 22 La infancia en el Chile republicano 23Primer periodo 1800-1840 · los niños en la sociedad tradicional José Gil de Castro, “RETRATO DE JOSÉ RAIMUNDO JUAN NEPOMUCENO FIGUEROA Y ARAOS” (1816). Óleo sobre tela, 35 x 99 cm. Colección particular. Los niños fueron incluidos como motivo pictórico desde inicios del período republicano, en particular los de clase alta. La posición social queda reflejada notoriamente en el vestuario y el simbolismo que los rodea. Entre las más conocidas obras destacan dos de José Gil de Castro, aunque su estilo es posible rastrearlo en otros autores americanos. José Campeche, “LAS HIJAS DEL GOBERNADOR DON RAMÓN DE CASTRO”, 1797. Óleo sobre tela, 114 x 81 cm. Museo de Arte de Puerto Rico (San Juan). José María Uriarte, “RETRATO DE LOS NIÑOS D. JOSÉ JUAN Y DA. GUADALUPE SERVANTES Y MICHAUS”, 1814. Óleo sobre tela, 97.5 x 136 cm José Gil de Castro, “RETRATO DE RAMÓN MARTÍNEZ DE LUCO CALDERA Y SU HIJO JOSÉ FABIÁN” (1816). Óleo sobre tela, 105 x 81 cm. Museo Nacional de Bellas Artes.
  • 14. 24 La infancia en el Chile republicano 25Primer periodo 1800-1840 · los niños en la sociedad tradicional Aunque en Europa los niños de extracción popular ya eran representados por algunos pintores (como Francisco de Goya), en Chile debemos esperar las primeras décadas de la República para que aparezcan en algunos grabados con escenas costumbristas, como las que incluyó Claudio Gay en su Atlas. “UN BODEGÓN” (detalle), litografía publicada en Atlas de la historia fisica y politica, vol.1, lámina N°12, p.50 “PLAZA DE LA INDEPENDENCIA” (detalle), litografía publicada en Atlas de la historia fisica y politica, vol.1, lámina N°11, p.48 “CASA DE MONEDA Y PRESOS” (detalle), litografía publicada en Atlas de la historia fisica y politica, vol.1, lámina N°25, p.63 “JUEGO DE BOLA” (detalle), litografía publicada en Atlas de la historia fisica y politica, vol.1, lámina N°27, p.65. “VISTA DEL VALLE DEL MAPOCHO” (detalle), litografía publicada en Atlas de la historia fisica y politica, vol.1, lámina N°32, p.70. Francisco de Goya, “NIÑOS JUGANDO AL BALANCÍN” (1776-1785). Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. “UNA CHINGANA” (detalle), litografía publicada en Atlas de la historia física y política, vol.1, lámina N°29, p.67.
  • 15. 27Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal Segundo período · 1840 - 1890 LA INFANCIA EN TRÁNSITO
  • 16. Desde mediados del siglo XIX, el país se abrió a transforma- ciones profundas en materia económica, social, política y cultural. El proceso de modernización se hizo visible a los ojos de muchos cronistas, políticos e intelectuales. De he- cho, el carácter de esos cambios comenzó a generar contro- versias, por la amenaza que suponía para la tradición y el resguardo de la moral tradicional. Desde Europa se trajeron nuevas ideas y formas de vida que transformaron la visión del mundo y la experiencia cotidiana de las personas, prin- cipalmente las de la clase dirigente. Como la sociedad seguía dominada por profundas diferen- cias y el modelo oligárquico permanecía consolidado, lo que se consideraba adecuado y esperable para el hijo del pa- trón no lo era para el hijo del gañán. Esto se manifestó, por ejemplo, en el plano educacional, que todavía no se plantea- ba como un espacio de democratización, sino, al contrario, como una de las formas más visibles de reproducción de las diferencias. Adicionalmente, el predominio del catolicismo comenzó a ser cuestionado, desde mediados del siglo XIX, por algunos grupos liberales que disputaron su hegemonía cultural. De este modo, los niños se transformaron en un campo de dis- puta ideológica, lo que se reflejó en una larga lucha por el control del sistema escolar. Segundo período · 1840-1890 La infancia en el estado liberal En esta época se produjo una suerte de “descubrimiento de la infancia”, principalmente por influencia europea. Recién a fines del siglo XIX esto se hizo más notorio, convocando un interés más acentuado. Una nueva sensibilidad román- tica, que afectó a la clase alta, dejó una mayor cantidad de registros documentales referidos a los niños. Los retratos familiares o de niños solos, tímidamente insinuados en el período anterior, se hicieron más frecuentes y nos permi- ten conocer las primeras evidencias de una “moda infantil”. Algunos artistas, influenciados por el costumbrismo, tam- bién representaron a niños de sectores populares. Los manuales para madres y los libros para niños, estos úl- timos poco adaptados en su diseño y contenido, también dieron cuenta de este creciente interés por el cuidado y la formación moral de los pequeños. Los juguetes importados hicieron surgir un selectivo “mercado” infantil, todavía bas- tante limitado en sus alcances. De ello dan cuenta los avisos publicitarios que aparecían con regularidad en la prensa. En otros sentidos, estos cambios estuvieron muy acotados y no afectaron otras dimensiones de la vida. La alta mortali- dad siguió presente en forma transversal. Pero la nueva “va- loración social” de la infancia hizo que esto dejara de pasar inadvertido. El dolor de los padres debía dejar una huella más visible, como efectivamente sucedió. Además, la racio- nalidad científica, en plena expansión, no lograba mostrar un mínimo triunfo frente a la muerte, lo que quizás acentuó una sensibilidad más romántica frente a ella. En estos años, la fotografía se transformó en una forma “moderna” de per- petuación, incluso cuando la muerte parecía victoriosa. Las imágenes fotográficas que se conservan de estos años no sólo nos permiten conocer las representaciones de la muerte, sino también, hacia finales del período, los prime- ros registros visuales de niños pobres y de la presencia in- fantil en la Guerra del Pacífico. También de esta época da- tan las primeras imágenes de los niños indígenas de la zona mapuche y de la Patagonia. En cada uno de estos registros, así como en la pintura y la escultura, por sobre la ilusión de fidelidad o realismo, las imágenes nos muestran represen- taciones de lo que la sociedad veía en los niños. La expre- sión inocente de una niña en actitud devota, la pulcritud de un traje seleccionado para la ocasión y la ostentación de un exclusivo juguete dan cuenta de las jerarquías sociales y las expectativas que se estaban construyendo.
  • 17. 30 La infancia en el Chile republicano 31Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal Las altas tasas de mortalidad infantil en América Latina, generalizadas por entonces, se vieron expresadas en la vida cotidiana, por ejemplo, a partir de ciertas expresiones de religiosidad. El “velorio del angelito”, ritual mortuorio dedicado específicamente a los niños, fue importado de España y adaptado a las creencias locales. Inicialmente pasó inadvertido para los contemporáneos, a pesar de haber estado extendido en todos los estratos sociales, desde los esclavos hasta las clases altas. Recién se hablaría de él cuando dejó de ser una práctica aceptable, a mediados del siglo XIX RETRATO DE NIÑO MUERTO, PEDRO NICOLÁS PEÑA MARTÍNEZ (fotógrafo: Juan de la C. Palomino, 16,3 x 10,8 cm), 6/abril/1878. Museo Histórico Nacional. RETRATO DE NIÑO MUERTO (fotógrafo: Garreaud y Leblanc, 10,7 x 6,4 cm), c.1880. Museo Histórico Nacional. RETRATO DE NIÑA MUERTA, JULIA ALTAMIRANO (fotógrafo: C. del Sol, 10,6 x 6,2) c.1880. Museo Histórico Nacional. INSCRIPCIÓN EN LA LÁPIDA DE AMELIA ROSA POZO, fallecida en 1871, en la Antigua Iglesia de las Agustinas (Moneda 1054) INSCRIPCIÓN EN LA TUMBA DE CARMEN URMENETA Y QUIROGA, en la Iglesia de Santo Domingo (Santo Domingo 961, esq. 21 de Mayo) LÁPIDA DE JOHN A. MACGREGOR, fallecido en 1870. Patio de Disidentes, Cementerio General. LÁPIDA DE LAS NIÑAS ISABEL Y GRACIANA EWING, fallecidas en 1875 y 1877 respectivamente. Patio de Disidentes, Cementerio General.
  • 18. 32 La infancia en el Chile republicano 33Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal Desde los márgenes de la sociedad, los niños de extracción popular se hicieron visibles para algunos cronistas y viajeros, y excepcionalmente para algunos pintores y fotógrafos. Muchas veces el objetivo que se persigue al registrar su presencia es dejar testimonio de escenas típicas. Unas pocas fotografías muestran a los niños campesinos cargados de vitalidad y frescura. HUASO A CABALLO CON SU MUJER Y LA GUAGUA. Acuarela de E. Chaumon (1860). En Pedro Ruiz Aldea, Tipos y costumbres de Chile, Zig Zag, Santia- go, 1947, lámina, después de p. 18. NIÑO DE VALPARAÍSO, 1863-1864. Albúmina, 21 x 27 cm. En Rafael Sagredo Baeza, Miguel Ángel Puig y Samper Mulero (eds.), Imágenes de la Comisión Científica del Pacífico en Chile, Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (España)/CSIC, Editorial Universitaria, Santiago, 2007, p.161.
  • 19. 34 La infancia en el Chile republicano 35Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal NIÑO RODEADO DE ANIMALES, Fundo San Alfonso. Albúmina de Teresa Carvallo, 1888. Colección particular. GRUPO DE NIÑOS CAMPESINOS COMEN ALEGREMENTE UVAS, Fundo San Alfonso. Albúmina de Teresa Carvallo, 1888. Colección particular. NIÑO Y NIÑA, JUNTO A UNA VACA Y SU TERNERO, Fundo San Alfonso. Albúmina de Teresa Carvallo, 1888. Colección particular.
  • 20. 36 La infancia en el Chile republicano 37Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal La pintura privilegió la imagen de los “hijos de familia”, ya sea para retratarlos solos o bien en compañía de sus padres. Su refinado vestuarioylacuidadaposesonmuestradela condición social de la cual eran portadores. A veces, la rigidez de la escena es rota por los niños más pequeños. Pascual Ortega, “RETRATO DE NIÑO” (s/f). Óleo sobre tela, 47 x 33 cm. Museo Nacional de Bellas Artes. Otto Grashof , “LA FAMILIA DE HANS HALLMANN EN LA TERRAZA DE SU CASA EN VALPARAÍSO” (1854). Óleo sobre tela, 55 x 65 cm. Colección particular Página derecha Cosme San Martín, “EL NIÑO DE LAS LÁMINAS” (s/f). Óleo sobre tela, 45 x 60 cm. Colección particular. Cosme San Martín, “BAJADA DEL CERRO SANTA LUCÍA” (s/f). Óleo sobre tela, 70 x 50 cm. Colec- ción particular. Pedro Lira, “EL TAIMADO” (s/f). Óleo sobre tela. Museo O’Higginiano y de Bellas Artes de Talca. Cosme San Martín, “LA LECTURA” (1874). Óleo sobre tela, 108 x 146 cm. Museo Nacional de Bellas Artes. Raymond Monvoisin, “ELISA BRAVO JARAMILLO EN EL CAUTIVERIO” (O “MUJER DEL CACIQUE”) (ca.1861). Óleo sobre tela. Museo O’Higginiano y de Bellas Artes de Talca.
  • 21. 38 La infancia en el Chile republicano 39Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal Raymond Monvoisin, “RETRATO DE RAFAEL GARCÍA DE LA HUERTA Y SU NIETO” (1836). Óleo sobre tela. Pinacoteca de la Universidad de Concepción. Raymond Monvoisin, “RETRATO DE RAFAEL MAROTO Y SU NIETA MARGARITA BORGOÑO” (1853). Óleo sobre tela. Museo Histórico Nacional.
  • 22. 40 La infancia en el Chile republicano 41Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal Francisco Javier Mandiola, “EL PILLETE PATRICIO” (1847). Museo O’Higginiano y de Bellas Artes de Talca. Celia Castro, “LAS PLAYERAS” (ca. 1884). Óleo sobre tela, 188 x 139 cm. Museo O’Higginiano y de Bellas Artes de Talca.
  • 23. 42 La infancia en el Chile republicano 43Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal La escultura tendió a representar al niño en un formato más clásico, privilegiando la habilidad técnica del artista por sobre el contenido social de la obra, tendencia que tardaría en romperse. Niños desnudos o vestidos a la usanza antigua evocan motivos clásicos y barrocos. Anónimo, “PILA DEL GANSO” (s/f). Escultura ubicada en Alameda con General Velásquez. ESTATUAS DE EDMÉ BOUCHARDON, en bronce. Fundición de Val d’Osne. Acceso principal del Cerro Santa Lucía.
  • 24. 44 La infancia en el Chile republicano 45Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal Lanuevasociabilidadburguesa,incorporada al país por medio de fluidos contactos con Europa, abrió paso a nuevas pautas de conducta.Lacompradejuguetesenexclusivas tiendas, o encargados al extranjero, y la construcción de los primeros paseos para niños, formó parte de ese cambio. En la segunda mitad del siglo XIX sólo afectó a los estratos altos, en una sociedad fuertemente segmentada PLAZA DE JUEGOS PARA NIÑOS EN LA TERRAZA HIDALGO DEL CERRO SANTA LUCÍA, en 1872. Benjamín Vicuña Mackenna, Álbum del Santa Lucía. Colección de las principales vistas, monumentos, jardines, estatuas y obras de arte de este paseo, dedicado a la Municipalidad de Santiago por su actual presidente, Imprenta de la Librería de El Mercurio, Santiago, 1874. RETRATO DE NIÑO, CON CARROZA DE JUGUETE (fotógrafo E. Garreaud, 10.4 x 6.3 cm), c.1872. Museo Histórico Nacional.
  • 25. Lasnuevasdemandasdeconsumodelaclasealtasevolcaron también hacia los niños. El vestuario, la alimentación, la entretención y los artículos escolares se transformaron en un suculento negocio, que la prensa hizo visible por medio del naciente avisaje comercial. AVISO DEL BAZAR ESPAÑOL en El Ferrocarril, Santiago, 23/dic/1885 p.1. “PARA LA ESTACIÓN DE VERANO”, aviso de Casa Francesa, en El Ferrocarril, Santiago, 25/ nov./1864, p. 4. AVISO A PÁGINA COMPLETA DE CASA PRÁ, con un detallado listado de juguetes y muebles. El Ferrocarril, Santiago, 14/dic./1890, p.4. AVISO DE COLLARES ROYER ELECTRO- MAGNÉTICOS, en El Ferrocarril, Santiago, 1°/ mayo/1868, p. 4. AVISO A CUATRO COLUMNAS DE CASA PRÁ Y CÍA., con la imagen de un globo terráqueo, en El Ferrocarril, Santiago, 31/dic./1884, p.6. “PASTILLAS VEJETALES PARA LAS LOMBRICES” en El Ferrocarril, Santiago, 3/sept./1864, p. 8. EL INICIO DE LA ESTACIÓN DE INVIERNO EN COMBIER HNOS. es anunciado en primera plana, a siete columnas, en El Ferrocarril, Santiago, 15/ marzo/1885, p.1.
  • 26. 48 La infancia en el Chile republicano 49Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal La ritualidad católica siguió siendo un momento cargado de simbolismo. Pero los avances del liberalismo y la secularización de las costumbres la replegaron cada vez más al ámbito doméstico. Todavía algunas ceremonias mantendrían una fuerte presencia, como la Primera Comunión , motivo de muchas fotografías. Como se aprecia en algunas imágenes, los rituales masónicos también consideraban la presencia de niños. NIÑO ENRIQUE PASTOR VERSIN, CON MANDIL, JUNTO A UN GRUPO DE MASONES, en noviembre de 1861. Ritual de “adopción masónica”, en la Logia Aurora de Chile. Foto de propiedad de la Logia Fraternidad N°2, Concepción. Reproducida en “La adopción masónica”, Archivo masónico, Santiago, 1°/julio/2009, p.18 CABINET CON RETRATO DE UNA NIÑA, EN EL DÍA DE SU PRIMERA COMUNIÓN (E. Adaro y Cia. Retratistas, 16.4 x 10.5 cm), ca. 1880. Museo Histórico Nacional. RETRATO DE JULIA PALMA RIESCO DE RIESCO EN SU PRIMERA COMUNIÓN (Spencer y Cia., 16.3 x 10.7 cm). c.1870. Museo Histórico Nacional. RETRATO DE UNA NIÑA EN SU PRIMERA COMUNIÓN (fotografo L. Artigue, 16.5 x 10.8 cm ), ca. 1880. Museo Histórico Nacional. “ANDACOLLO” (1836), litografía publicada en el Atlas de Claudio Gay, lámina N°21, p.59. EL VIÁTICO, litografía publicada en el Atlas de Claudio Gay, lámina N°43, p.81.
  • 27. 50 La infancia en el Chile republicano 51Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal La fotografía, en creciente expansión por medio de los estudios profesionales que comenzaronasurgir,sevolcóprincipalmente a representar a los niños de la clase más acomodada. Convertida en un sello de distinción, pasó a formar parte inseparable de la vida familiar de estos sectores. Conservadas en álbumes o llevada consigo, las fotografías de niños reflejaron el nuevo status que estaba adquiriendo la infancia en estos sectores. BEBÉ SOBRE SILLA DE MIMBRE. Tarjeta de Visita, albúmina, Estudio Bischoff ·& Spencer, 1875. Colección particular. NIÑA FOTOGRAFIADA EN CARTE DE VISITE. Estudios Rodríguez, en Talca y Perez Font, en Santiago, 1880. Colección particular. p (pintado), en su característico estuche, ca. 1870. Colección particular. ARTURO PRAT A LA EDAD DE 10 AÑOS, A LA IZQUIERDA, JUNTO A JACINTO CHACÓN Y LUIS URIBE, TOMADA EL DÍA DEL INGRESO A LA ESCUELA NAVAL, en 1858. FOTOGRAFÍA DE BLANCA ESTELA Y ARTURO, HIJOS DE ARTURO PRAT.
  • 28. 52 La infancia en el Chile republicano 53Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal Muchos niños se vieron arrastrados por el entusiasmo patriótico al estallar la Guerra del Pacífico y se enrolaron en el Ejército y la Armada. A diferencia de lo sucedido en otros países, no hubo batallones de niños, pero se hizo visible su presencia como soldados, grumetes y miembros de las bandas de guerra. TRIPULACIÓN DEL COCHRANE, en 1879. En Álbum gráfico militar de Chile. Campaña del Pacífico: 1879-1884, Universo, Santiago, 1909. TRIPULACIÓN DEL ABTAO, en 1879. En Álbum gráfico militar de Chile. Campaña del Pacífico: 1879- 1884, Universo, Santiago, 1909. NIÑO TAMBOR. Fotografía sin identificar, ca.1880. Colección particular.
  • 29. 54 La infancia en el Chile republicano 55Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal ÁNGEL RAMÓN JARA Y UN GRUPO DE NIÑOS DEL ASILO DE LA PATRIA. En El Nuevo Ferrocarril, Santiago, 2/enero/1881. Magdalena Mira, “HERMANA DE LA CARIDAD” (1884). Óleo sobre tela, 70 x 90 cm. Colección particular. Frente a las obras de caridad tradicionales, como la Casa de Huérfanos, la nueva filantropía republicana se comenzó a insinuar en una sociedad que acumulaba problemas de pobreza. La armonía entre ricos y pobres se sustentaba en la obligación de los primeros de ayudar a las clases menesterosas, por medio de las obras de beneficencia. La protección de los huérfanos de la guerra fue una ocasión propicia para responder a algunas situaciones de pobreza Gregorio Torres, “LA BENEFICENCIA” (1847), Óleo sobre tela. Museo Histórico Nacional.
  • 30. 56 La infancia en el Chile republicano 57Segundo período 1840-1890 · la infancia en el estado liberal A partir de la segunda mitad del siglo XIX, el niño mapuche comenzó a ser considerado un exponente de formas de vida arcaicas. Este interés quedó reflejado en el dibujo, la pintura y las primeras experiencias de registro fotográfico, que dejaron algunas huellas de su imagen. En esta misma época, para que la modernización no quedara amenazada, se multiplicaron los esfuerzos por moralizarlos y acercarlos a la “civilización”. Antes que la escuela fiscal pasara a encargarse de ello, la tarea fue asumida por algunas órdenes religiosas, aunque esta tarea se acentuaría recién hacia fines del siglo XIX. ARAUCANOS, litografía publicada en Atlas de Claudio Gay, lámina N°5, p.36. UN MACHITÚN, litografía publicada en el Atlas de Claudio Gay, lámina N°3, p. 34. ARAUCO (1839), litografía publicada en el Atlas de Claudio Gay, lámina N°33, p.71. FAMILIA DE JUAN SOLDADO, INDÍGENA DE TUCAPEL, 1863-64. Fotógrafo Emilio Chaigneau. Albúmina, 19,1 x 15,2 cm. En Rafael Sagredo Baeza, Miguel Ángel Puig y Samper Mulero (eds.), Imágenes de la Comisión Científica del Pacífico en Chile, Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (España)/CSIC, Editorial Universitaria, Santiago, 2007, p.128.
  • 31. Tercer período · 1890-1920 LA INFANCIAY LAS AMENAZAS DE UNA SOCIEDAD EN CRISIS
  • 32. 60 La infancia en el Chile republicano 61Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis60 61 Hacia fines del siglo XIX, la modernización adquirió tal mag- nitud que el país experimentó complejos fenómenos de ex- pansión económica, movilidad social, cultura de masas y desintegración social que afectaron a todos los estratos so- ciales y grupos de edad. La sensación de crisis que dominó a la clase dirigente hizo visible nuevas realidades –al menos fueron percibidas como tales–, transformadas por primera vez en un problema. Uno de los principales objetos de atención pública fueron los niños. Estos pasaron a ser el centro de atención de las prime- ras políticas públicas, en las que se combinó la acción de los particulares y del Estado. La mortalidad infantil dejó de ser considerada algo inevitable y la ciencia médica centró todos sus esfuerzos en disminuir los mortales indicadores. El re- sultado fue bastante decepcionante; incluso pareció que la situación empeoraba, como efecto de la pauperización de la población. Las fotos de niños muertos o las descripciones del “velorio del angelito” se confrontaban brutalmente con un mundo moderno y pujante, de éxitos económicos que la cele- bración del Centenario se encargó de exaltar. En una época en que el Estado incursionaba muy tímida- mente en el ámbito social ¬–se pensaba que la condición de pobreza era producto de la ignorancia, la descalificación la- boral y el mínimo espíritu de ahorro–, la educación pública parecía ser una garantía tangible de que los pobres podían dejar de serlo o, cuando menos, mejorar su condición. Pero ya había sospechas de que la estructura del sistema escolar sólo reproducía las diferencias. Las numerosas imágenes de niños estudiantes que se conservan de estas décadas pare- cen avalar esta desconfianza. En un extremo había colegios particulares y establecimientos fiscales dedicados a acoger y formar a los hijos de la élite dirigente; en el otro, escuelas en condición miserable, con alumnos descalzos, que apenas podían retener a los niños un par de años. Todo parecía re- forzar las distancias sociales entre ricos y pobres en el plano educacional. La crisis social se vio reflejada en los niños, pero, simultá- neamente, la infancia parecía ofrecer un respiro frente a esta sensación. Como lo plantearon varios intelectuales en esta época, la fealdad y los defectos del mundo parecían quedar suspendidos frente a la figura cándida y conmovedora de un niño. El peligroso escenario de revueltas y luchas sociales parecía diluirse, cuando menos por un instante, con la sonri- sa de un niño. Incluso la temida delincuencia podía generar compasión cuando se trataba de un pequeño quien la pro- tagonizaba. Un ratero adulto era una amenaza real; un niño de la calle era una arcilla moldeable que podía ser rescatada del peligro. La ciencia podía encargarse de eso, a partir de su avanzado conocimiento de la compleja psicología infantil. Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis La condición de pobreza en que vivían muchas familias, acentuada por la constante migración, hizo más visible la vagancia y la mendicidad en las ciudades. Las revistas ilus- tradas, inicialmente concentradas en mostrar a los niños de la alta sociedad, pronto comenzaron a registrar imágenes que acentuaban la penosa vida de los niños pobres, principal mecanismo para promover la caridad. Pero el contraste en- tre ricos y pobres parecía más escandaloso cuando la mirada se centraba en la condición de los niños. Su figura se trans- formó así en una herramienta al servicio de distintos fines. Frente al exitismo de las grandes celebraciones y los desfiles patrióticos, que los tuvieron como principales protagonistas, una sensación de crisis dominaba a algunos sectores. El trabajo infantil fue objeto de críticas, aunque sólo cuando ponía en riesgo ciertas virtudes. Se consideraba que las la- bores fabriles generaban disciplina y responsabilidad, por lo cual podían ser toleradas bajo ciertos resguardos. En cambio, el trabajo callejero conducía al vicio, al conectar a los niños con un mundo lleno de amenazas. El sobreesfuerzo físico de la labor minera degeneraba la “raza”, pero no así el idílico y familiar trabajo agrícola. Todos estos estereotipos se refleja- ron en las imágenes de las revistas ilustradas. El interés por la infancia se expresó en variadas formas. Los avisos comerciales proliferaron, aunque siempre orientados hacia un público exclusivo. Los juguetes comenzaron a ser objetos apreciados, mientras más se asentaba la idea román- tica de que los niños “debían” ser felices, por sobre las dife- rencias sociales. Tener un juguete era una evidencia de que eso era posible de conseguir. De ahí la importancia que co- menzó a adquirir el ritual de regalar juguetes a los más po- bres, tarea que se sumó a las múltiples obras de beneficencia. Los conflictos no resueltos por la sociedad se volcaron hacia los niños. Católicos y masones buscaron difundir sus ideales entre los futuros ciudadanos. La escuela se transformó en un campo de disputa. Todos querían educación, pero diferían en los fines que perseguían. El debate legislativo que busca- ba imponer la obligatoriedad de la enseñanza primaria dejó a un costado los intentos por establecer un sistema de jardines infantiles, ya que las prioridades eran otras. Pero también fue una época de negación del conflicto social y de las evidentes distancias entre los niños de distinta con- dición social. Esto condujo a una fuerte sublimación de la infancia, en manos de algunos artistas. Abundaron los escri- tores que exaltaron con lirismo su pureza. Benito Rebolledo llevó al extremo el candor infantil con sus escenas de niños en la playa.
  • 33. 62 La infancia en el Chile republicano 63Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis REPORTAJE AL PRIMER HOSPITAL DE NIÑOS DE CALLE MATUCANA, en Zig Zag, Santiago, N°231 24/julio/1909. A poco de cumplirse el primer centenario de la República, los sectores populares no tenían muchas razones para celebrar. La modernización que experimentaba el país le había beneficiado muy tangencialmente. La protesta social y el desarraigo que provocaba la migración hacia las ciudades generaron un clima de crisis social y política. La primera respuestadelaclasealtafuefortalecerlas obras filantrópicas, las que se dirigieron en especial hacia los niños.
  • 34. 64 La infancia en el Chile republicano 65Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis REPORTAJE A LAS CRECHES, en Zig Zag, Santiago, N°621 13/enero/1917. NIÑOS Y NIÑAS A LA ENTRADA DEL DISPENSARIO SAN MI- GUEL, DEL PATRONATO DE LA INFANCIA, en 1906. Zig Zag, Santiago, N°76, 29/julio/1906.
  • 35. 66 La infancia en el Chile republicano 67Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis GOTA DE LECHE DE SAN BERNARDO. Zig Zag, Santiago, N°216, 10/abril/1909 DIBUJO ALEGÓRICO, PROPAGANDA DEL PATRONATO NACIONAL DE LA INFANCIA, en 1919. La Nación, Santiago, 3/sept./1919 p.1. ESCENAS DE LA COLECTA PÚBLICA DEL PATRONATO NACIONAL DE LA INFANCIA. Zig Zag, Santiago, N°503, 10/oct./1914.
  • 36. 68 La infancia en el Chile republicano 69Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis NIÑA EN LA FAENA DE AMARRAR HILOS, EN UNA FÁBRICA TEXTIL. Zig Zag, Santiago, N°86, 14/oct/1906. JULIO BERNSTEIN Y SUS OPERARIOS, A LA SALIDA DE LA FÁBRICA DE AZÚCAR EN VIÑA DEL MAR, ANTES DE 1887. 50 años. Cía. de Refinería de Azúcar de Viña del Mar, 1887-1937, Imprenta y Litografia Universo, Viña del Mar [1939], p.7.
  • 37. 70 La infancia en el Chile republicano 71Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis La temprana inserción laboral de los niños, una práctica muy comúnenelcampo,seproyectó también en las modernas industrias, que surgieron en las principales ciudades. La expansión de la vida urbana también hizo aparecer nuevos oficios callejeros, como la venta de diarios, desempeñada principalmente por niños. NIÑO EN LA SECCIÓN MOLDES, DE LA FÁBRICA NACIONAL DE VIDRIOS. Zig Zag, Santiago, N°549, 28/agosto/1915 NIÑO SOPLADOR EN LA FÁBRICA NACIONAL DE VIDRIOS, en 1915. Zig Zag, Santiago, N°549, 28/ agosto/1915. GRUPO DE NIÑOS DE LA SECCIÓN LAVADO DE MOLDES EN LA FÁBRICA DE AZÚCAR, antes de 1887. 50 años. Cía. de Refinería de Azúcar de Viña del Mar, pp.8-9. NIÑA EN EL TALLER DE CONTEO DE VASOS Y COPAS, EN LA FÁBRICA NACIONAL DE VIDRIOS. Zig Zag, Santiago, N°549, 28/agosto/1915.
  • 38. 72 La infancia en el Chile republicano 73Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis NIÑOS EN LA RECOLECCIÓN DE FRUTILLAS, EN EL PREDIO DE CARLOS BESOAÍN, cerca de Santiago. Zig Zag, Santiago, N°459, 6/dic./1913. NIÑOS OBREROS EN LA EXTRACCIÓN DE SALITRE, ca. 1890. Cecilia Urrutia, Niños de Chile, Quimantú, Santiago, 1972, p.19. NIÑO SUPLEMENTERO EN VALPARAÍSO, DESCALZO Y CON EL TRADICIONAL SOMBRERO. Fotografía de Harry Olds, 1900.
  • 39. 74 La infancia en el Chile republicano 75Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis El ocio, la vagancia y las amenazas de la calle concentraron mayoratenciónqueeltrabajodelosniños.Aunqueelsistema escolar estatal se había instalado en forma temprana, fue esta preocupación la que alentó su expansión, desde fines del siglo XIX. En forma creciente se comenzó a valorar a la escuela como el principal agente moralizador de esta infancia popular amenazada por los “vicios”. NIÑOS POR LA “PENDIENTE DEL VICIO”, JUGANDO “A LA CHAPITA”. Zig Zag, Santiago, N°106, 3/marzo/1907, portada. NIÑOS DE LA ESCUELA N° 1 DE PROLETARIOS (fotógrafo anónimo, 8.2 x 12.2 cm), en 1902. Museo Histórico Nacional.
  • 40. 76 La infancia en el Chile republicano 77Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis NIÑOS MAPUCHE EN UNA MISIÓN CAPUCHINA, JUNTO A PADRE SIGIFREDO, EN PANGUIPULLI. Colección particular. La escolarización también cumplió un objetivo “civilizador” entre los pueblos indígenas. Algunas congregaciones religiosas fueron muy activas en esa dirección, como los capuchinos entre los mapuche y los salesianos entre los pueblos fueguinos. TALLER DE NIÑAS FUEGUINAS EN LA MISIÓN SALESIANA DE DAWSON, 1898. Colección Museo Salesiano.. NIÑOS MAPUCHE EN UNA MISIÓN CAPUCHINA, EN PELCHUQUÍN. Tarjeta postal, ca. 1900-1920. Colección particular. NIÑOS MAPUCHE EN UNA MISIÓN CAPUCHINA, EN PANGUIPULLI. Tarjeta postal, ca. 1900-1920. Colección particular.
  • 41. 78 La infancia en el Chile republicano 79Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis Los fueguinos fueron captados por las primeras fotografías a partir de la década de 1880. En las imágenes de niños selk’nam y kawésqar confluyen varias miradas: de registro testimonial frente a pueblos en extinción, de objetividad científica,deatracciónporloexóticoytambiénciertointerés por exaltar la pureza y el candor de lo “primitivo”. NIÑO KAWESQAR CON SU CANOA DE JUGUETE. Fotografía de Martin Gusinde en 1923. GRUPO SELKNAM en 1902. MUJER SELKNAM Y NIÑOS. Lámina NIÑOS SELKNAM. Fotografía de De Agostini, entre 1910-1920. . GRUPO SELKNAM Y EMPRESARIO MAURICE MAITRE EN LA EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE PARIS, en 1889.
  • 42. 80 La infancia en el Chile republicano 81Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis Segmentada socialmente, el sistema educacional distinguía entre escuelas para ricos y pobres. De las primeras las había para familias católicas y laicas. Aunque las institutrices siguieron teniendo un importante papel, la clase alta comenzó a valorar el cuidado profesional de los niños, porpartedeespecialistas. Muytímidamente aparecieron jardines infantiles, en su mayoría para los sectores más acomodados, aunque también algunos para los sectores medios, financiados por el Estado. GRUPO DE NIÑOS DE KINDERGARTEN EN ACTIVIDA- DES DE PINTURA, EN EL JARDÍN ANEXO A LA ESCUE- LA NORMAL N°1 DE SANTIAGO. Zig Zag, Santiago, N°379 25/mayo/1912. ALBERTO HURTADO, EN EL TRADICIONAL Y EXCLU- SIVO COLEGIO DE LOS SAGRADOS CORAZONES, AL QUE INGRESÓ EN 1909, A LA EDAD DE 8 AÑOS. PRIMER AÑO (A) DE HUMANIDADES DEL INSTITU- TO NACIONAL, SECCIÓN MEDIO PUPILAJE, en 1913. Colección particular. CURSO DEL LICEO DE NIÑAS DE TALCAHUANO. Chantecler, Concepción, N°34, 17/dic./1910, p.24
  • 43. 82 La infancia en el Chile republicano 83Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis DOS NIÑAS EN SU PRIMERA COMUNIÓN, Talca, 1906. Colección particular. Algo amenazada, la religiosidad católica siguió siendo la predominante. La presencia deniñosyniñasenlasprocesiones,romerías y cofradías se mantuvo, aunque la tendencia hacialaprivatizacióndelcultofueenascenso. La Iglesia intentó revertir esta situación promoviendo la eucaristía temprana, para asegurar que lo niños quedaran protegidos de ideas y valores “amenazantes”. COFRADÍA DE CHINOS, C.1900. MILTON GODOY ORELLANA, CHINOS. Mineros-danzantes del Norte Chico, siglos XIX y XX, Andros Impresores, Santiago, 2007, portada. NIÑO DANZANTE EN LA FIESTA DEL ROSARIO DE ANDACOLLO. Godoy, Chinos, p. 62. NIÑOS EN PROCESIÓN EN EL PUEBLO DE CABILDO, c.1900. Godoy, Chinos, p.43. BAUTIZO COLECTIVO DE NIÑOS EN SAN JOSÉ DE COLICO. Dibujo de Melton Prior en The Illustrated London News, sept/1889. También en Reportaje a Chile. Dibujos de Melton Prior y crónicas de The Illus- trated London News. 1889-1891, Museo Histórico Nacional-Dibam, Fundación Andes, Montt, Pa- lumbo y Cía Ltda. Editores, Santiago, 1992, p. 41. GRUPO DE NIÑAS EN ROMERÍA AL MONUMENTO A LA INMACULADA CONCEP- CIÓN, en Concepción. Chantecler, Concepción, N°34, 17/dic./1910, p.9. NIÑOS Y NIÑAS EN LA ROMERÍA AL MONUMENTO A LA INMACULADA CONCEP- CIÓN, en Concepción. Chantecler Concepción,N°34, 17/dic./1910, p10.
  • 44. 84 La infancia en el Chile republicano 85Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis Los artistas siguieron representando a los hijos de la clase alta, en clásicas escenas familiares o bien en retratos de niños en solitario. En las obras, a veces resalta el estatus social y en otras ocasiones la profundidad de la mirada. Demetrio Reveco, “NIÑA CON JUGUETE” (1900). Óleo sobre tela, 57 x 92 cm. Museo Nacional de Bellas Artes. Página derecha Alfredo Helsby, “PASEO ATKINSON” (s/f). Óleo sobre tela, 160 x 176 cm. Museo de Viña del Mar. Julio Fossa, “MADRE E HIJA” (s/f). Óleo sobre tela, 107 x 95 cm. Pinacoteca de la Universidad de Concepción.
  • 45. 86 La infancia en el Chile republicano 87Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis Alfredo Valenzuela Puelma, “INTERIOR CON LA HIJA DEL PINTOR” (s/f). Óleo sobre tela, 126 x 69 cm. Colección particular. Página izquierda Alfredo Valenzuela Puelma, “NIÑA MIRANDO LÁMINAS” (1888), detalle. Óleo sobre tela, 54 x 65 cm. Colección particular. Enrique Lynch, “NIÑO SENTADO” (ca. 1891). Óleo sobre tela, 65 x 49 cm. Pinacoteca de la Universidad de Concepción. Alfredo Valenzuela Puelma, “LA LECCIÓN DE GEOGRAFÍA” (1883). Óleo sobre tela, 82 x 111 cm. Museo Nacional de Bellas Artes.
  • 46. 88 La infancia en el Chile republicano 89Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis Ramón Subercaseaux, MUELLE DE VALPARAÍSO (1889). Óleo sobre tela, 60 x 50 cm. Colección particular. Alfredo Valenzuela Puelma, LA HIJA DEL PINTOR (s/f). Óleo sobre tela, 62 x 50 cm. Pinacoteca de la Universidad de Concepción. Eucarpio Espinosa, NIÑO ABURRIDO. RETRATO DE FRANCISCO ENCINA BARKER (s/f). Óleo sobre tela, 120 x 99 cm. Museo O’Higginiano y Bellas Artes de Talca.
  • 47. 90 La infancia en el Chile republicano 91Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis Juan Francisco González, CABEZA DE NIÑO, PIN-PIN (s/f). Óleo sobre tela, 44 x 37 cm. Museo O’Higginiano y Bellas Artes de Talca. Juan Francisco González, NIÑO DORMIDO Juan Francisco González, RETRATO DE NIÑA (s/f). Óleo sobre tela, 40 x 33 cm. Palacio Vergara. Juan Francisco González, CLASE DE PINTURA DE JUAN FRANCISCO GONZÁLEZ EN EL LICEO DE VALPARAÍSO (s/f). Óleo sobre tela, 72x 58 cm. Juan Francisco González, ESPERANZA BRICEÑO O’RYAN (1891).
  • 48. 92 La infancia en el Chile republicano 93Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis José Agustín Araya, LA NIÑA DEL CÁNTARO (s/f). Óleo sobre tela, 119 x 86 cm. Pinacoteca de la Universidad de Concepción. José Mercedes Ortega, EL PRIMER HIJO (1884). Óleo sobre tela, 125 x 190 cm. Colección Banco Central, Museo O’Higginiano y de Bellas Artes de Talca. Algunos artistas también representaron a los niños de los sectores populares. Algunos lo hicieron a partir de una inclinación costumbrista en la pintura, mientras otros lo hicieron con una franca intensión de denuncia social, en una época cargada de agitación y luchas sociales. Manuel Núñez, EL ÚLTIMO DURAZNO (1894). Óleo sobre tela, 61 x 50 cm. Pinacoteca de la Universidad de Concepción. Agustín Undurraga, JUGANDO AL TROMPO (1897). Óleo sobre tela, 94 x 186 cm. Museo O’Higginiano y de Bellas Artes de Talca.
  • 49. 94 La infancia en el Chile republicano 95Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis Julio Fossa, LOS HUÉRFANOS (1912). Óleo sobre tela, 98x123 cm. Museo Nacional de Bellas Artes. Arturo Gordon, MISERIA (s/f). Pedro Lira, NIÑO ENFERMO (1902). Óleo sobre tela, 102x137 cm. Museo Nacional de Bellas Artes. José Agustín Araya, ORACIÓN DE LA NOCHE (s/f). Óleo sobre tela, 70 x 95 cm. Museo Nacional de Bellas Artes.
  • 50. 96 La infancia en el Chile republicano 97Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis Los escultores fueron sensibles a los temas sociales, como la pobreza, aunque también dieron espacio a la representación graciosa y luminosa de la infancia, así como a alegorías que lo vinculaban con la libertad y el sacrificio por la patria. Ernesto Concha, “MISERIA” (1910). Estatua en mármol,AA 156 cm. Museo Nacional de Bellas Artes. Rebeca Matte, “HOMENAJE A LOS HÉROES DE LA CONCEPCIÓN” (1920). Escultura en bronce, Plaza Los Héroes, en Santiago. Arturo Dresco, “FUENTE DE LOS NIÑOS” (1909). Escultura en bronce. Frente al Teatro Municipal en Santiago.
  • 51. 98 La infancia en el Chile republicano 99Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis Los cuerpos gráciles de niños, tan característicosenBenitoRebolledo, son los más representativos de un estilo que se despoja de toda contextualización histórica y de denuncia social. Benito Rebolledo, ANTE EL MAR. Benito Rebolledo, NIÑO COMIENDO UVAS (1906). Óleo sobre tela, 48 x 35 cm. Pinacoteca de la Universidad de Concepción. Benito Rebolledo, NIÑO TAIMADO. Museo Nacional de Bellas Artes. Benito Rebolledo, NIÑOS EN LA PLAYA.
  • 52. 100 La infancia en el Chile republicano 101Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis CONCURSO DE GUAGUAS AUSPICIADO POR GLAXO. Zig Zag, Santiago, Nº463, 3/enero/1914. La centralidad que adquirió la infancia desde fines del siglo XIX se reflejó en la estética asociada a ella. Por ejemplo, en esta época surgieron los primeros concursosdebellezadondelosniñoseranprotagonistas.Lafotografíaexploró ese aspecto, acentuando un tono romántico y cándido en torno a su figura. El romanticismo no caló como en Inglaterra, pero los estrechos contactos con Europa hicieron insoslayable esta influencia. FOTOGRAFÍAS DE LILY IÑIGUEZ MATTE. En Jorge Montoya Véliz y Patricia Espinosa Hernández, El sentimiento trágico en la vida y obra de Lily Iñíguez Matte, Colección Aisthesis, N°21, Instituto de Estética, Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago, 2003, p.35. FOTOGRAFÍA DEL MATRIMONIO RIESCO LAZCANO, ACOMPAÑADO DE NIÑOS. Zig Zag, Santiago, N°275, 28/mayo/1910.
  • 53. 102 La infancia en el Chile republicano 103Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis Los niños de clase alta se volcaron a ciertos espacios de socialización, como los paseos públicos y las fiestas de Navidad, donde los juguetes eran centrales. La condición de ser niño quedó rápidamente asociada a este mundo de felicidad y despreocupación. Pronto se buscó irradiar este modelo de infancia hacia los niños pobres. Página derecha NIÑO CON SU TRICICLO (ca. 1890). Colección particular. NIÑO POSA CON SU RIFLE. SOBRE UN COLUMPIO, UNAS MUÑECAS (ca. 1900). Colección particular. FIESTA DEL ÁRBOL DE PASCUA, en Zig Zag, Santiago, N°358, 30/dic./1911. “RETRATO DE LAS HERMANAS” O “FAMILIA BROWN”, (s/f), de Benito Rebolledo. Óleo sobre tela, Palacio Vergara.
  • 54. 104 La infancia en el Chile republicano 105Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis La expansión del consumo siguió favoreciendoaunciertogruposocial. Así lo hizo notar la propaganda comercial, especialmente dirigida a satisfacer los requerimientos de los niños de ese estrato social. PROPAGANDA DE ALIMENTOS MELLIN. Zig Zag, Santiago, N°290, 10/sept./1910. AVISO DE HARINA MALTEADA VIAL. Zig Zag, Santiago, N°290, 10/sept./1910. PROPAGANDA DE JABÓN FAIRY, en revista Familia, Santiago, N°1, enero/1910, p.18 PÁGINA DE MODA INFANTIL EN LA REVISTA FAMILIA, Santiago, N°1, enero/1910 p.57. PROPAGANDA DE TE SUPERIOR, DE WEIR SCOTT Y CÍA. Zig Zag, Santiago, N°275, 28/mayo/1910. Página izquierda
  • 55. 106 La infancia en el Chile republicano 107Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis Arturo Gordon, “VELORIO DEL ANGELITO” (s/f). Óleo sobre tela, 120 x 100 cm. Pinacoteca de la Universidad de Concepción. NIÑO Y CARRETA CON BUEYES, ilustración de The Illustrated London News, N°2628, 31/agosto/1889, p271. También en Reportaje a Chile, p.39. La vida de los niños de los sectores populares seguía un curso muy distinto, dominado por la necesidad y el esfuerzo cotidiano por la subsistencia. Dentro de ese ambiente, sin embargo, también se desarrollaba una rica vida social y una animadareligiosidadpopular.Deellodieroncuentaalgunos artistas que comenzaron a valorar la sencillez y la fuerza de las creencias en los sectores populares.
  • 56. 108 La infancia en el Chile republicano 109Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis La alta mortalidad infantil se reflejó en una serie de prácticas sociales que revelaron el impacto que provocaba la frecuente muerte de niños, que la ciencia no lograba controlar. Las fotografías mortuorias se mantuvieron, aunque pronto desaparecerían, para recuperar la memoria del familiar fallecido. CORONA FÚNEBRE EN RECUERDO DE LAURITA ALLENDE, publicada en Zig Zag, Santiago, N° 293, 1°/oct./1910. BEBÉ MUERTO, HIJO DE ERCILIA HERRERA (fotógrafo: Carvajal y Valck. Chillán, Concepción, 9.1 x 6 cm), c.1900. Museo Histórico Nacional. RETRATO DE DOS BEBÉS MUERTOS (fotógrafo anónimo, 8,9 x 5, 8 cm), c.1920. Museo Histórico Nacional. RETRATO DE NIÑO MUERTO (fotógrafo anónimo, 18 x 13 cm), c.1915. Museo Histórico Nacional. RETRATO DE UN BEBE MUERTO (fotógrafo: Santiago L. Torres, Valparaíso, 10.5 x 6.3 cms), c.1900. Museo Histórico Nacional. RETRATO DE NIÑA MUERTA, HORTENSIA DE LA BARRA LASTARRIA (fotógrafo: Janson y Adams, Santiago, 10.4 x 6.3 cm), c.1890. Museo Histórico Nacional.
  • 57. 110 La infancia en el Chile republicano 111Tercer período · 1890-1920 La infancia y las amenazas de una sociedad en crisis Las amenazas de un mundo desintegrado se volcaron hacia la esperanza de moralización de los niños, pero ya no necesariamente en la escuela, sino principalmente fuera de ella. La institución de los boy scouts surgió con el propósito de revertir la pérdida de valores y ofrecer nuevas metodologías de trabajo con niños. Pero la escuela tradicional, no obstante sus falencias, siguió aportando como un instrumento de ilustración y regeneración. Con ocasión del centenario, en 1910, se revitalizó este propósito. DESFILE DE ESCOLARES Y BOY SCOUTS FRENTE A LA LEGACIÓN ARGENTINA, CON OCASIÓN DEL CENTENARIO DE SU INDEPENDENCIA. Zig Zag, Santiago, N°275, 28/mayo/1910. BOY SCOUTS EN DESFILE POR LAS CALLES DE VALPARAÍSO, en Zig Zag, Santiago, N°272, 7/ mayo/1910. BENDICIÓN DE BANDERAS, EN LAS FIESTAS DEL CENTENARIO. Zig Zag, Santiago, N°293, 1°/ oct./1910. BOY SCOUTS EN FORMACIÓN DE SEMICÍRCULO, EN EL PARQUE COUSIÑO. El Scout, Santiago, N°3, 1°/ dic./1913, pp.8-9.
  • 58. Cuarto periodo 1920-1950 LA INFANCIAY EL ESTADO DE BIENESTAR
  • 59. 114 Los niños y la infancia en el Chile republicano 115Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar114 115 El nuevo papel que asumió el Estado a partir de los años 20 tuvo marcados efectos sobre las relaciones sociales y la vida económica, y creó un nuevo escenario que afectó notoria- mente la vida cotidiana de la población, especialmente la ur- bana. Aunque este período fue interrumpido por una aguda crisiseconómicayporunamortíferacatástrofenatural,hubo elementos de continuidad en las cuatro décadas que van de 1920 a 1950: los gobiernos, obligados por las circunstancias o convencidos ideológicamente, decidieron intervenir en los conflictos sociales, ampliando los derechos de los grupos más postergados y creando mecanismos institucionales que mejoraran los estándares de vida de la población. Los éxitos fueron limitados, pero en esta fase se instalaron gran parte de las políticas que después se masificarían, como las preventivas en materia sanitaria, las reformas educacio- nales y las de regulación del trabajo infantil asalariado. La preocupación hacia el niño, que caracterizó al período ante- rior, se mantuvo, pero ahora instalada en un escenario me- nos polarizado, enmarcado en un consenso respecto del pa- pel que le cabía al Estado en la protección de los niños. ElEstadofueconcebidocomounagentemediadoryprotector que actuaba en múltiples esferas. En el campo de la infancia ofrecía un camino para regenerar a aquellos que podían caer en desgracia; formaba en valores cívicos para promover una ciudadanía vigorosa; prevenía y asistía a los enfermos para asegurar la salud de los más débiles. Una nueva ciudadanía, surgida a partir de los años 30, aunque no siempre dominan- te, intentó acoger al niño en un plano de mayor igualdad, ale- jada del tinte aristocratizante de la filantropía de comienzos de siglo. La Ciudad del Niño surgió en este nuevo espíritu, así como la entrega masiva de juguetes en Navidad y la organi- zación de la Semana del Niño. El contexto político nacional e internacional influyó en los valores que se proyectaron ha- cia los niños: la promoción de la paz mundial en tiempos de guerra, la solidaridad contra los perseguidos –emblemática a ese respecto fue la llegada del Winnipeg– y la lucha contra la injusticia fueron consignas lanzadas en estos años. Incluso a las más tradicionales asociaciones de origen católico y laico se agregaron las de inspiración comunista y socialista. Aunque el consumo infantil comenzó a desarrollarse, en parte como consecuencia del mejoramiento en los niveles de ingreso, todavía estaba muy contenido por una sociedad cargada de límites morales. El ahorro escolar no esperaba captar nuevos clientes para el mercado financiero, sino ciu- dadanos previsores y responsables. La Semana del Niño no era pretexto para liquidaciones en las grandes tiendas, sino ocasión para realizar una emotiva exaltación colectiva de las más sentidas virtudes morales. En estas décadas abundan las fuentes documentales que permiten una reconstrucción más minuciosa de la vida de los niños: informes técnicos de expertos en infancia (prin- cipalmente pediatras, pedagogos y psiquiatras¬), reportajes periodísticos, pinturas, programas de radio, novelas prota- gonizadas por niños y exitosas revistas infantiles. Al parecer, hubo un mejoramiento en los estándares de vida de la población, pero la mortalidad infantil todavía no cedía en forma sustantiva. Además, los niños del campo queda- ron excluidos de gran parte de los beneficios que anuncia- ba la modernidad, como la escolarización y la posibilidad de acceder a juguetes. Su distribución masiva se transformó en un objetivo de máxima prioridad gubernamental a partir del Frente Popular. La democratización parcial de las instituciones, además de significar una mayor apertura en el acceso al poder político, tuvo sus consecuencias sobre la educación, que por prime- ra vez se comenzó a pensar como una experiencia que debía adecuarse al niño y no a la inversa. La participación del niño en la escuela, como prefiguración de la democracia que se es- peraba construir fuera de ella, fue uno de los ensayos de la época. La experiencia quedó interrumpida, pero la idea sería retomada más adelante, con resultados dispares. La demo- cratización llegó también por otras vías. La escuela comen- zó a ser pensada como un espacio de nivelación, donde los niños debían experimentar vivencias comunes o bien reci- bir aquello que les impedía ser iguales: juguetes, vacaciones, alimentos, cuidados. La nueva mirada sobre el arte infantil, aunque de carácter experimental, puso la espontaneidad in- fantil en un lugar de superioridad frente a la rigidez de los estereotipos adultos. Cuarto período · 1920-1950 La infancia y el estado de bienestar
  • 60. 116 Los niños y la infancia en el Chile republicano 117Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar La promulgación de la Ley de Instruc- ción Primaria Obligatoria en 1920 no significó un cambio repentino en la situación educacional. Varias décadas mástardesselograríalacoberturacasi total a nivel primario, pero con ella se sentaron las bases de una política más intensiva de acceso a la educación. PASEO ESCOLAR EN EL PARQUE COUSIÑO, PARA CELEBRAR LA PROMULGACIÓN DE LA LEY DE INSTRUCCIÓN PRIMARIA. A la actividad concurrieron más de 20 mil niños. Zig Zag, Santiago, Nº813, 18/sept./1920. Página derecha DESFILE DE ESCOLARES FRENTE A LA MONEDA, EN HONOR A LA PROMULGACIÓN DE LA LEY DE INSTRUCCIÓN PRIMARIA, en agosto de 1920. Zig Zag, Santiago, N°811, 4/sept./1920.
  • 61. 118 Los niños y la infancia en el Chile republicano 119Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar La aplicación de nuevos enfo- ques pedagógicos, sobre todo con la reforma educacional de 1928, le dio mayor protagonis- mo al niño. Sin embargo, la mayor parte de las escuelas pú- blicas siguió aplicando prácti- cas más bien tradicionales. PEQUEÑAS ASAMBLEÍSTAS DEL CENTRO “LAS MUÑECAS TRABAJADORAS”, ENCABEZADO POR SU DIRECTIVA. CURSO BAJO EL SISTEMA DECROLY, EN LA ESCUELA N°11 DE CHILLÁN. Revista de Educación, Santiago, N°23, nov/1930, p.768 BANDA Y ESTANDARTE DE LA ESCUELA INCOMPLETA DE HOMBRES N°32, DE MELIPILLA. Revista de Educación Primaria, Santiago, N°6, agosto/1928, s/p. “ENANITOS”, AGRUPACIÓN DE NIÑOS DE LA ESCUELA N°11, DE LA SERENA. Revista de Educación, Santiago, N°8, julio/1929, p. 566. OSCAR OLIVA Y SU CURSO, 3°A, EN LA ESCUELA REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY, EN 1940. Colección particular. LUIS Y SU CURSO, EN LA ESCUELA SUPERIOR DE NIÑOS N°1 DE SAN FERNANDO, EN 1949. ESCUELA ELEMENTAL MIXTA 188, UBICADA EN CALLE LORD COCHRANE, EN UN POPULAR BARRIO DE SANTIAGO. Zig Zag, Santiago, N°1118, 24/julio/1926.
  • 62. 120 Los niños y la infancia en el Chile republicano 121Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar Aunque los niños del campo atrajeron un menor interés público, los registros fotográ- ficos nos permiten conocer sus condiciones de vida, ape- nas afectadas por la moder- nización de la vida urbana. NIÑO CAMPESINO, CERCA DE RANCAGUA, ca. 1935. Colección particular. NIÑOS CAMPESINOS EN LA IGLESIA DE SANTA ROSA DE PELEQUÉN, EN 1925. Zig Zag, Santiago, N°1072, 5/sept./1925. EL PEQUEÑO LUIS, EN LA PLAZA DE LA CIUDAD DE TALCA, EN 1940. Colección particular. NIÑOS CAMPESINOS DE LA HUERTA DEL MAULE (DE LAS HERMANAS VALDÉS FUENTES), EN EL DEPARTAMENTO DE LONCOMILLA. Zig Zag, Santiago, N°1160, 14/mayo/1927.
  • 63. 122 Los niños y la infancia en el Chile republicano 123Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar Promulgada la nueva legislación laboral en 1924, la condición de la clase obrera mejoró, aunque esto no significó un cambio repenti- no en la situación de los niños. Por ejemplo, no desapareció completamente el trabajo in- fantil, aunque sí se hizo exigible la asisten- cia a la escuela. Lentamente las restricciones legales y la modernización de la industria los desplazaron de los grandes estableci- mientos, pero permanecieron en el campo, las labores domésticas y la calle. GRUPO DE NIÑOS OBREROS DE CRISTALERÍAS DE CHILE, en 1941. Mundo Nuevo, Santiago, N°4, 22/ febr./1941. FICHA PERSONAL DE GUILLERMO SALAS SANTIBÁÑEZ, EN LA COMPAÑÍA CARBONÍFERA E INDUSTRIAL DE LOTA, 1937. Archivo exEnacar. FICHA PERSONAL DE GUMERCINDO MOLINA SÁNCHEZ, EN COMPAÑÍA CARBONÍFERA E INDUSTRIAL DE LOTA, 1938. Archivo exEnacar. NIÑOS TRABAJADORES EN VIÑA SANTA RITA, ca. 1930. José Del Pozo, Historia del Vino chileno. Desde 1850 hasta hoy, Editorial Universitaria, Santiago, 1998, p.134.
  • 64. 124 Los niños y la infancia en el Chile republicano 125Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar NIÑO DE LA ESCUELA DE REFORMA, en 1926. Zig Zag, Santiago, N°1134, 13/nov./1926. TALLER DE LA ESCUELA DE REFORMA, en 1926. Zig Zag, Santiago, N°1134, 13/nov./1926. CARICATURA SOBRE LOS NIÑOS VAGOS, en Zig Zag, Santiago, N°1174, 26/marzo/1925. “UN GRANUJA DE CINCO AÑOS”. Sucesos, Valparaíso, 8/abril/1920. La delincuencia y las amenazas de la calle volca- ron la mirada hacia los niños que vivían en con- diciones de “anormalidad”. Para ellos, se creó un sistema tutelar que se proponía protegerlos y re- cuperarlos para la sociedad. Varias instituciones se sumaron a esta cruzada de salvación. Aunque el modelo se sustentaba en la educación, su fun- cionamiento dependía del Ministerio de Justicia, lo que develaba sus ambigüedades. ESCENAS DE LOS NIÑOS ASILADOS EN EL HO- GAR CAMILO HENRÍQUEZ, en 1932. oletín de la Dirección de Protección de Menores, Santiago, N°5, febrero/1932.
  • 65. 126 Los niños y la infancia en el Chile republicano 127Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar Sobre todo en los años 20, la radicalización que experimentó la política también afectó a los niños. A las organizaciones de formación cívica y moral, como los boy scouts y la Cruzada Eucarística, se sumaron experiencias desde la izquierda, como fueron las escuelas racionalistas y los pioneros. En las décadas siguientes, se de- bilitarían estos esfuerzos, aunque la propia vida militante y las movilizaciones sociales lograron también alcanzar en ocasiones a los niños. Página derecha ESCUELA DE LA FEDERACIÓN OBRERA. La Federa- ción brera, 25/sept./1922, p.4. NIÑOS EN UNA MARCHA DE LA CENTRAL DE TRABAJADORES DE CHILE (CTCh), c. 1940. Cecilia Urrutia, Niños de Chile, Quimantú, Santiago, 1972, p.49. ESCUELA FEDERAL DE PEÑAFLOR, en 1922. El Diario Ilustrado, Santiago, 20/dic./1922, p. 1. “DICHOSO TÚ QUE COSECHARÁS MIS SIEMBRAS DE LIBERTAD”, ilustración anarquista. Acción Directa, Santiago, Nº30, 1º/mayo/1924, pág.1.
  • 66. 128 Los niños y la infancia en el Chile republicano 129Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar La crisis económica que se inició en 1929 tuvo en vilo al país du- rante varios años, provocando profundos efectos sociales y po- líticos. En los albergues para ce- santes hubo especial interés por los niños, los más vulnerables a las enfermedades. El Estado, que ya venía ampliando sus funcio- nes desde los años 20, acentuó esta tendencia a consecuencia de la crisis. NIÑO MENDIGO. Sucesos, Valparaíso, N° 1578, 26/ julio/1932, p. 10. FAMILIAS DE CESANTES Y NIÑITA. Zig Zag, Santiago, N° 1428, 2/julio/1932, p. 30. Página izquierda MUJER Y NIÑO EN EL ALBERGUE PARA CESANTES DE EL SALTO. Sucesos, Valparaíso, Nº 1526, 24/ dic./1931, p. 17. MUJER Y NIÑO EN LA CALLE. Sucesos, Valparaíso, N° 1528, 7/enero/1932, p.15
  • 67. 130 Los niños y la infancia en el Chile republicano 131Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar A pesar de los cambios que ocurrieron en otras esferas, la mortalidad infantil permane- ció bastante alta hasta avanzado el siglo XX. Hubo esfuerzos por mejorar la alimentación y aumentar los controles preventivos, pero los resultados resultaban decepcionantes. FOTOGRAFÍA DE ALICIA ADRIANA FUENTES TORNERO, FALLE- CIDA. Colección particular. RECUERDO DE BAUTIZO DE ELIANA SILVIA KANACRI, NACIDA EN 1933. Colección particular. FOTOGRAFÍA DE ELIANA SILVIA KANACRI, FALLECIDA. Colección particular. CAMPAÑA DE DESINFECCIÓN CON DDT PARA PREVENIR EL TIFUS, en julio de 1946. Fotografía de Miguel Rubio. Museo Histórico Nacional.
  • 68. 132 Los niños y la infancia en el Chile republicano 133Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar Las nuevas funciones del Estado se canalizaron, en forma preferente, hacia la protección de la madre y el niño. Las visitadoras sociales, una nueva pro- fesión estrenada en los años 20, se transformó en una eficiente herramienta de intervención social. La promoción de la buena maternidad fue una de sus tareas. El esfuerzo no estuvo exento de colaboración privada, aunque ya no bajo la forma de las antiguas obras filantrópicas, sino de nuevas, como los clubes de rotarios. La distribución de alimentos, los exámenes preventivos y las colonias escolares fueron algunos de los tantos mecanismos que se comenzaron a aplicar. VISITADORA SOCIAL (SENTADA) VISITA A UNA “FAMILIA NECESITADA”. Zig Zag, Santiago, N° 1215, 2/junio/1928. PRIMERA CELEBRACIÓN DEL “DÍA DE LA MADRE”, EN 1923. EN LA FOTOGRAFÍA, LA MADRE PREMIADA, ROSALBA CÁRDENAS, CON SUS DOCE HIJOS. Zig Zag, Santiago, N°975, 27/oct./1923. “HE AQUÍ LA NUMEROSA FAMILIA, DE HIJOS HERMOSAMENTE SANOS, CUYOS PADRES SON DON AMABLE SÁNCHEZ Y SEÑORA CAROCA DE SÁNCHEZ, DE ESTA CAPITAL”. Zig Zag, Santiago, N°976, 3/nov./1923.
  • 69. 134 Los niños y la infancia en el Chile republicano 135Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar GRUPO DE NIÑOS DE LAS COLONIAS ESCOLARES DE LA JUNTA DE BENEFICENCIA RODEAN A ROXANE, Zig Zag, Santiago, 11/oct./1945. GRUPO DE ESTUDIANTES EN ALTO JAHUEL, INVITADOS POR LOS ROTARIOS, CON OCASIÓN DE LA SEMANA DEL NIÑO. Vea, Santiago, N°451, 3/ dic./1947, p.23. GRUPO DE COLONOS DE LA COLONIA ESCOLAR PRESIDENTE ALESSANDRI DE REÑACA JUEGAN EN EL MAR. Zig Zag, Santiago, 11/oct./1945. COLONIA ESCOLAR HIJOS DE LA PATRIA, en Zig Zag, Santiago, N°987, 19/enero/1924.
  • 70. 136 Los niños y la infancia en el Chile republicano 137Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar AFICHE DE LA COLECTA DE OLLAS INFANTILES DE 1922. Zig Zag, Santiago, N°928, 2/dic./1922. PORTADA DEL FOLLETO AYÚDAME! Y SERÉ ÚTIL A MI PATRIA (1946), del Rotary Club de Santiago. INTERIOR DE UNA DE LAS OLLAS INFANTILES EN 1922. Zig Zag, Santiago, N°928, 2/dic./1922. La baja asistencia escolar y la deficiente si- tuación nutricional generaron interés por la distribución de alimentos entre los estu- diantes. La idea había surgido a comienzos del siglo XIX y continuó en las décadas si- guientes, con participación de recursos pri- vados y públicos.
  • 71. 138 Los niños y la infancia en el Chile republicano 139Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar Inaugurada en 1943, la Ciudad del Niño se transformó en otra iniciati- vaemblemática,dirigidaalosniños con problemas sociales. Organizada sobre la base de pequeños hogares familiares, estaba a cargo de una institución privada, pero subsidia- da con un importante aporte fiscal. EL MINISTRO ÓSCAR GAJARDO Y AUTÓGRAFO, EN 1943. Ciudad del niño. REVISTA DE GIMNASIA, EN LA INAUGURACIÓN DE LA CIUDAD DEL NIÑO. Ciudad del niño. BANDA DE GUERRA DE LA CIUDAD DEL NIÑO, EL DÍA DE LA INAUGURACIÓN. Ciudad del niño.
  • 72. 140 Los niños y la infancia en el Chile republicano 141Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar La Guerra Civil Española, antesala de la Se- gunda Guerra mundial, provocó un estrecho vínculo con Chile, tras la acogida que hizo el gobierno de Pedro Aguirre Cerda a un grupo de inmigrantes. A bordo del Winnipeg llega- ron varios cientos de niños, en 1939. Estas y otras migraciones, por su carácter selectivo, no provocaron grandes resistencias, lo que sí ocurriría con flujos posteriores de población. ANITA MUÑOZ SOLÁ, DE 13 AÑOS, Y SU HERMANO ENRIQUE. ABAJO, SU CARTA A LOS NIÑOS CHILENOS. La Unión, Valparaíso, 4/sept./1939, p.7. NIÑA ESPAÑOLA CON SU MALETA, El Diario Ilustrado, Santiago, 4/sept./1939, p.13. UNA DE LAS TANTAS MALETAS ENTREGADAS A LOS NIÑOS QUE VIAJARON EN EL WINNIPEG, 1939. Colección particular. Página derecha GRUPO DE NIÑOS A BORDO DEL WINNIPEG, EN 1939. Colección particular.
  • 73. 142 Los niños y la infancia en el Chile republicano 143Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar A partir de los años 20, con la aparición de las nuevas políticas sociales, las diferencias en- tre ricos y pobres se hicieron más insoporta- bles cuando afectaban a los niños. Esto se ex- presó en forma visible en la sensibilidad que se extendió respecto al acceso a los juguetes. NIÑOS CON Y SIN JUGUETES EN LA NAVIDAD DE 1925. Zig Zag, Santiago, N°1090, 9/enero/1926.
  • 74. 144 Los niños y la infancia en el Chile republicano 145Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar La distribución de juguetes se transformó en un campo de intensa acción del Estado, a par- tir de Pedro Aguirre Cerda. Su distribución masiva fue una de las formas más reconoci- bles de la política hacia la infancia de estas décadas. El aún limitado acceso al consumo en la clase obrera transformó la ceremonia escolar de la entrega de juguetes en una oca- sión especial para los niños. LOS JUGUETES EN LA BODEGA DEL COMITÉ DE NAVIDAD, INSPECCIONADOS POR JUANITA AGUIRRE, EN 1939. Fotografías de Miguel Rubio. Museo Histórico Nacional. NIÑOS EN LA ENTREGA DE JUGUETES DEL COMITÉ DE NAVIDAD, EN 1939 (fotografías de Miguel Rubio). Museo Histórico Nacional.
  • 75. 146 Los niños y la infancia en el Chile republicano 147Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar NIÑOS EN LA ENTREGA DE JUGUETES EN LA MONEDA, EN 1951 (fotografías de Marcos Chamudes, 5,5 x 5,5). Museo Histórico Nacional.
  • 76. 148 Los niños y la infancia en el Chile republicano 149Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar El acceso a los juguetes y sus caracterís- ticas son una buena muestra de los cam- bios que había experimentado la vida de los niños. Los había importados y nacio- nales, de fabricación industrial y artesa- nal. Todos reproducían roles diferencia- dos para hombres y mujeres. Las fiestas para niños, aunque no generalizadas, alcanzaron a algunos familias de clase media. NIÑA CON SU MUÑECA, CA. 1935. Colección particular. LUCÍA CON SU MUÑECA DE LOZA, En el jardín de su casa, en El Huape, en 1939. Colección particular. Página izquierda GRUPO DE NIÑAS EN VALPARAÍSO, 1938. Colección particular. FIESTA DE NIÑOS, posiblemente de clase media, octubre de 1931. Colección particular. Fiesta dE DISFRACES, seguramente de una familia de clase alta, 1925. Colección particular.
  • 77. 150 Los niños y la infancia en el Chile republicano 151Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar JUGUETE DE MADERA, 1944. Fabricante desconocido. Colección Juan Antonio Santis. ado por ntis. A Ardilla. Colección Juan Antonio Santis. BARCO DE HOJALATA PINTADA, CA. 1940. Fabricante desconocido. Colección Juan Antonio Santis. COCINA DE HOJALATA PINTADA, 1943. Fabricado por Velox. Colección Juan Antonio Santis. COCINA DE HOJALATA LITOGRAFIADO, 1952. Fabricada por Neumann Colección Juan Antonio Santis. OVEJITAS DE LA FÁBRICA DE PAÑOS TOMÉ, 1942. Colección Juan Antonio Santis. Michell. Colección Juan Antonio Santis. RTÓN Y PAÑO, 1935. Fabricante olección Juan Antonio Santis. CARRITO DE MADERA ESMALTADA, 1939. Fab desconocido. Colecció Antonio Santis. CAMIONCITO DE LATA. Juguete procedente de una oficina salitrera. Museo Regional de Iquique.
  • 78. 152 Los niños y la infancia en el Chile republicano 153Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar El acceso masivo a la lectura, al cine y a la radio des- tacaron entre los principales cambios que experi- mentó la vida de los niños en esta época. Aunque la condición social siguió influyendo en la forma específica en que los niños se insertaban a esta realidad, fue un paso hacia la constitución de una “cultura infantil”, común a muchos niños. Las au- diencias radiales, la regular asistencia a las mati- nés y la compra de vistosas revistas ilustradas se transformaron en vivencias cotidianas de gran par- te de los niños. Página izquierda PORTADA DE EL PENECA Santiago, N°796, 18/febr./1924. PORTADA DE EL PENECA, Santiago, N° 1648, 13/Julio/1940. Dibujo de Coré. PORTADA DE EL PENECA, Santiago, N°1832 22 enero 1944. Dibujo de Coré. LOS ACTORES DE LA EXITOSA SERIE INFANTIL “LA PANDILLA” (THE RASCALS). EL NIÑO ACTOR JACKIE COOGAN , en Zig Zag, Santiago, N°1139, 18/ dic./1926. AFICHE PROMOCIONAL DE LA PELÍCULA “OLIVER TWIST” (1922), con Jackie Coogan en el rol principal. EL “ABUELITO LUIS”, UNO DE LOS PERSONAJES RADIALES MÁS QUERIDOS POR LOS NIÑOS. Radiomania, Santiago, N°12, marzo/1944, p.21.
  • 79. 154 Los niños y la infancia en el Chile republicano 155Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar Con la mayor demanda de los estratos me- dios, la propaganda comercial se intensifi- có en torno a ciertos productos dirigidos a un público infantil: alimentos fortifican- tes, juguetes, artículos de escritorio y de to- cador, revistas y golosinas fueron el blanco preferente de la publicidad. AVISO DE “SAN CRISTÓBAL ICE CREAM”, FÁBRICA DE HELADOS CERCA DEL PATROCINIO DE SAN JOSÉ. En Revista escolar salesiana, N°1, mayo/1933, contraportada AVISOS DE JUGUETERÍA LAMAS Y LIBRERÍA COLÓN en la Revista escolar salesiana, Santiago, N°6, oct./1933, s/p. PROPAGANDA DE UNA BOTELLA SIN CUELLO “HYGEIA”, en Zig Zag, Santiago, N°809, 21/ agosto/1920. AVISO PUBLICITARIO DE KODAK, en Zig Zag, Santiago, N°809, 21/agosto/1920. “PEARS’ JABÓN” en Zig Zag, Santiago, N°817, 16/ oct./1920. AVISO DE “KOLA CARDINETTE”, en Zig Zag, N°817, 16/oct./1920 AVISO DE “ALIMENTOS ALLENBURYS” en Zig Zag, Santiago, N°817, 16/oct./1920. ACEITE PURO DE OLIVA SASSO, en Zig Zag, Santiago, N°817, 16/oct./1920. PROPAGANDA DE “ALIMENTO MEYER”, en Zig Zag, Santiago, N°809, 21/agosto/1920.
  • 80. 156 Los niños y la infancia en el Chile republicano 157Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar La sensibilidad frente al arte tuvo un vuelco importante en los años 20, cuando la pintura de los niños pasó a ser valorada, como indi- cio de su desarrollo psicomotor, y como ex- presión de una nueva estética que valoraba la espontaneidad. En los años 20 aparecerían las primeras exposiciones de “arte infantil”. ARTE INFANTIL EN EL SALÓN DE JUNIO DE 1925. Cartel promocional publicado en la portada de La Nación, Santiago, 2/junio/1925. DIBUJOS REALIZADOS POR NIÑOS (ENTRE ELLOS, LA PEQUEÑA ISIDORA AGUIRRE), publicados en La Nación, Santiago, 25/dic./1924. DIBUJOS DE NIÑOS PUBLICADOS EN REVISTA DE EDUCACIÓN, Santiago, N° 18, junio/1930, p.367.
  • 81. 158 Los niños y la infancia en el Chile republicano 159Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar El niño se hizo presente en la pintura, quizás con menor intensidad que en las décadas an- teriores. Cuando el arte abstracto daba sus primeros pasos (lo que desdibujaría la figura del niño), la denuncia social siguió presente, por ejemplo, por medio del muralismo rea- lista, aunque también a través del expresio- nismo pictórico. Marco Bontá, INVIERNO (1945). Óleo sobre tela, 110 x 135 cm. Pinacoteca de la Universidad de Concepción. Página izquierda Camilo Mori, PINCOY (ca. 1950). Colección particular. Julio Ortiz de Zárate, LOS DIBUJANTES (1936). Óleo sobre tela, 91 x 116 cm. Pinacoteca de la Universidad de Concepción. Carlos Dorhliac, CABEZA DEL NIÑO ALIRO, CHICO EN LA FERIA (s/f). Dibujo. Museo de Arte y Artesanía de Linares. Exequiel Plaza, LA ORDEÑA (1939). Óleo sobre tela, 75 x 146 cm. Pinacoteca de la Universidad de Concepción.
  • 82. 160 Los niños y la infancia en el Chile republicano 161Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar Página izquierda GABRIELA MISTRAL CON UN GRUPO DE NIÑOS, MUJER Y NIÑO Y OBRERO DEL SALITRE Y NIÑO. DETALLES DEL MURAL HOMENAJE A GABRIELA MISTRAL Y A LOS TRABAJADORES DEL SALITRE (1946), de Fernando Marcos, en la Ciudad del Niño. OBRERO DEL SALITRE Y NIÑO, DETALLE DEL MURAL HOMENAJE A GABRIELA MISTRAL Y A LOS TRABAJADORES DEL SALITRE (1946), de Fernando Marcos, en la Ciudad del Niño. MUJER Y NIÑO, DETALLE DEL MURAL “HOMENAJE A GABRIELA MISTRAL Y A LOS TRABAJADORES DEL SALITRE” (1946), de Fernando Marcos, en la Ciudad del Niño. Osvaldo Reyes, LA RONDA (ca.1950). Pintura mural, en la Ciudad del Niño. Fernando Marcos, LA ALEGRÍA ESCOLAR (1957). Pintura mural en mosaico, 7 x 3 m. Escuela de Peñaflor, hoy Escuela Rosalina Peccio.
  • 83. 162 Los niños y la infancia en el Chile republicano 163Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar Abelardo Bustamante, “MATERNIDAD” (ca.1930). Escultura en madera, 36 cm, Museo Nacional de Bellas Artes. Laura Rodig, “MATERNIDAD” (s/f). Escultura, 125 cm. Museo Nacional de Bellas Artes. Lorenzo Domínguez, “MONUMENTO AL DR. LUÍS CALVO MACKENNA” (1940-41). Escultura en piedra azul, Parque Balmaceda (Santiago). La promoción de la maternidad, intensa des- de la década de 1920, también se expresó en el arte, como lo demuestran varias escultu- ras que tuvieron como motivo central la re- lación entre madre e hijo.
  • 84. 164 Los niños y la infancia en el Chile republicano 165Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar Los aires democratizadores que se profundizaron a partir de los años 30, co- menzaron a generar experiencia comunes a los niños de todos los estratos sociales. Las diferencias sociales siguieron presentes, pero su impacto sería menos visible o actuaría de un modo más sutil. Los recuerdos familiares in- cluyeron, de forma creciente, la fotografía, que pasó a ser más accesible para hogares antes excluídos de estos recuerdos. Sin embargo, el vestuario si- guió siendo un aspecto que diferenciaba visiblemente a los niños, así como las fiestas infantiles, exclusiva solo para algunas familias. FOTOGRAFÍAS DE UN BEBÉ DE TRES DÍAS DE VIDA, EN UN ÁLBUM FAMILIAR, ca. 1920-30. COLECCIÓN PARTICULAR. Página izquierda GRUPO DE PARTICIPANTES DEL CONCURSO DE BELLEZA INFANTIL, ORGANIZADO POR JUNOL-WERKE. Zig Zag, Santiago, N°1177, 10/sept.1927 FOTOGRAFÍA DE UNA FAMILIA OBRERA, EN EL CERRO SANTA LUCÍA, CA. 1940. ELBA BELMAR Y LUIS ALBERTO CARVAJAL, Y SUS HIJOS ALBINO (AL CENTRO) Y MÁXIMO (A LA DERECHA). A LA IZQUIERDA, UN AMIGO DE LOS NIÑOS, JUAN BURCHARD. Colección particular. ALBINO Y MÁXIMO CARVAJAL, ca. 1940. Colección particular.
  • 85. 166 Los niños y la infancia en el Chile republicano 167Cuarto periodo 1920-1950 · la infancia y el estado de bienestar Aunque no siempre con un propósito de de- nuncia, las diferencias sociales se hicieron visibles en las imágenes de niños de fotó- grafos como Jorge Opazo y Antonio Quinta- na. Este último se detuvo en retratar escenas cotidianas de los sectores populares, resal- tando cierto orgullo de clase, incluso entre los niños proletarios. El primero, en cambio, se especializó en representar a la clase alta, y dio gran fuerza a los retratos de “hijos de familia”. BARRIO INDEPENDENCIA (1942), de Antonio Quintana AGUSTÍN EDWARDS EASTMAN (1938), de Jorge Opazo. EL VOLANTÍN (1945), de Antonio Quintana CANILLITA (1946), de Antonio Quintana
  • 86. uinto período · 1950-1973 LA INFANCIA EN LOS TIEMPOS DE LA REFORMAY LA REVOLUCIÓN
  • 87. 170 La infancia en el Chile republicano 171Quinto periodo · 1950 - 1973 · la infancia en los tiempos de la reforma y la revolución170 171 La ampliación de los derechos sociales y económicos co- menzó a entrar en crisis a partir de la década de 1950, cuando nuevos sectores presionaron para obtener mayores benefi- cios y se hicieron sentir los primeros efectos de la inflación, el desabastecimiento y las limitaciones del modelo de desa- rrollo industrializador. Pronto surgieron propuestas de re- forma en el plano económico, político y social, que significa- ban cambios profundos; algunas de ellas afectaban las redes institucionales y los intereses de varios sectores. Desde los años 50 hasta principios de los 70, la sociedad experimentó distintos ensayos de transformación social que ampliaron considerablemente los beneficios de la modernización, has- ta entonces limitados a ciertos segmentos de la población urbana. La necesidad de intervenir en el ámbito de la producción agraria, nacionalizar el cobre, acelerar los cambios institu- cionales o incluso sobrepasar las estructuras tradicionales de representación estuvieron en la mente y las estrategias de acción de vastos sectores sociales y políticos. Algunos de estos proyectos se frustraron, pero otros resultaron exito- sos, como la modernización del campo, que significó, en el largo plazo, la incorporación de importantes zonas rurales al mercado del consumo, a los procesos de escolarización y a los cambios socio-culturales que el resto del país ya venía viviendo. La activa intervención del Estado, así como los cambios operados en el plano cultural, comenzaron a cambiar la experiencia cotidiana de muchos niños, empezando por la ampliación de la escolaridad primaria, la mejora en los in- dicadores de salud y el mayor protagonismo de los propios pequeños. La reforma educacional de 1965 buscó extender la cobertura escolar, lo que finalmente se consiguió, hacien- do realidad algo que se venía anunciando desde comienzos de siglo: modificar sustancialmente la experiencia de los niños, al transformarlos en estudiantes a lo largo de un pe- ríodo de, por lo menos, ocho años. Sin embargo, junto con esto surgieron nuevos desafíos, como ampliar la capacidad de retención del sistema escolar. El ambiente político comenzó también a hacerse sensible al lugar que ocupaba –y debía ocupar– el niño en la sociedad, lo que se reflejó en sus representaciones en el arte y en el discurso político. Las esperanzas de un mundo más justo e igualitario se fraguaron de manera entusiasta en torno a su figura, como símbolo del cambio que se anunciaba. Pero también se canalizó la sensación de temor a través de la ima- gen del niño, invocando un supuesto peligro que se cernía sobre ellos. Los propios niños participaron y percibieron este ambiente. Algunas transformaciones se produjeron a consecuencia de la difusión de modelos culturales surgidos en otros países. Así, por ejemplo, la democratización en las relaciones fami- liares comenzó a modificar el estatus de la infancia. Tam- bién se aceleró el tránsito hacia una sociedad de masas, que amplió sus mecanismos de penetración, con la expansión de la radio, el cine y las publicaciones periódicas, y los ini- cios de la televisión. Aunque las políticas hacia la infancia se siguieron soste- niendo en ciertos principios inalterados –el concepto de niño en situación irregular fue la nueva denominación para un viejo enfoque–, hubo intentos por aplicar nuevas formas de intervención. Por ejemplo, la internación en masivos y anónimos asilos fue criticada (alcanzando más desarrollo el modelo de hogar familiar) y se buscó potenciar los sistemas preventivos, bajo la modalidad de los centros abiertos y los clubesdeniños.Enparte,eldesarrollodelapsicologíainfan- til permitió que fluyeran nuevas perspectivas. El niño ya no era una arcilla fácilmente moldeable, sino un ser complejo, contradictorio, difícil de comprender. Esto también afectó la relación de los padres con los hijos. Las revistas femeninas comenzaron a incluir indicaciones y consejos sobre cómo criar y tratar a los niños. La complejidad de la mente infan- til quedó reflejada con ironía en Papelucho, un niño sensi- ble en un mundo indiferente y con padres nada idealizados. Cuando se buscó representar al niño, la literatura y las artes visuales pusieron más énfasis en su mente indescifrable y su compleja capacidad para percibir el mundo. Por fin, la mortalidad infantil ya no constituía una amenaza tan cercana y ver morir a un hijo a temprana edad pasó a ser algo excepcional para la mayoría de los padres. Pero nuevos desafíos aparecieron, que dieron mayores bríos al papel del sistema estatal de salud. La deficiente alimentación moti- vó gigantescos esfuerzos públicos para lograr que todos los niños fueran saludables. El reparto gratuito de leche fue la política más emblemática del período. Aunque iniciada a comienzos del siglo XX, fue a partir de los años 50 que se transformó en una entrega masiva, alcanzando su momen- to culminante bajo el gobierno de Allende. uinto período · 1950-1973 La infancia en los tiempos de la reforma y la revolución
  • 88. 172 La infancia en el Chile republicano 173Quinto periodo · 1950 - 1973 · la infancia en los tiempos de la reforma y la revolución La escuela, la gran esperanza del siglo XX, seguía segmenta- da socialmente y sin una cobertura suficiente. A partir de los años 60 se acentuaron los esfuerzos por cambiar de raíz esta situación. La esperanza democratizadora de la educación bá- sica parecía hacerse realidad, aunque, con ello, se hicieron evi- dentes nuevos desafíos. GRUPO DE ESCOLARES ALREDEDOR DE UN BEBEDERO EN UNA ESCUELA, EN 1963. Ercilla, Santiago, N°1452, 20/marzo/1963, p.4. NIÑA SENTADA EN SU PUPITRE, EN 1963. Ercilla, Santiago, N°1452, 20/marzo/1963, p.5 PRIMER AÑO E DE HUMANIDADES, DEL INSTITUTO NACIONAL, EN 1958, JUNTO A SU PROFESOR. Colección particular. NIÑAS DE UNA ESCUELA PRIMARIA, CON EL CARACTERÍSTICO DELANTAL BLANCO, EN 1963. Ercilla, Santiago, N°1452, 20/marzo/1963, p.5. NIÑO EN SU PRIMER DÍA DE CLASES, EN 1966. Colección particular.
  • 89. 174 La infancia en el Chile republicano 175Quinto periodo · 1950 - 1973 · la infancia en los tiempos de la reforma y la revolución En medio de las propuestas de reforma y revolución, la mar- ginalidad de los niños pasó a ser nuevamente un tema de interés social. Esto no sólo se expresó en el plano político, sino también en el arte, ambos influidos por una nueva sen- sibilidad. Los fotógrafos, por ejemplo, buscaron retratar la cruda vida de los niños de la calle, sin que predominara un afán estigmatizador, buscando incluso penetrar en su es- quiva interioridad. HOMBRES, MUJERES Y NIÑOS EN UNA POBLACIÓN EN SANTIAGO. Fotografía de Sergio Larraín, en folleto de Fundación Mi Casa, p.3. NIÑOS DE POBLACIÓN EN SANTIAGO, ca.1960. Colección particular. DOS NIÑAS DE LA CALLE, CERCA DEL RÍO MAPOCHO, EN SANTIAGO. Fotografía de Sergio Larraín, en folleto de Fundación Mi casa, p.5 y 25. LA MIRADA INTENSA DE UN NIÑO DE LA CALLE, VISTO POR SERGIO LARRAÍN. Publicado en la portada de un folleto de Fundación Mi casa, p.1.
  • 90. 176 La infancia en el Chile republicano 177Quinto periodo · 1950 - 1973 · la infancia en los tiempos de la reforma y la revolución “PELUSAS” EN EL PARQUE COUSIÑO. Fotografia de Miguel Rubio, diciembre de 1959. Museo Histórico Nacional. “PELUSITAS” COLGADOS DE UNA “MICRO”. Fotografía de Juan Silva, 18/julio/1970. Museo Histórico Nacional. LOS CINCO INTEGRANTES DE LA BANDA “MANOS CHICAS”, EN 1962. Ercilla, Santiago, N°1395, 14/ febr./1962, p.5.