Los experimentos de Griffith, Avery, McLeod y McCarthy demostraron que el principio transformante que causa la transformación bacteriana es el ADN. Los experimentos de Hershey y Chase con fagos radiactivos confirmaron que el ADN es el material genético que entra en la célula huésped. Finalmente, Watson y Crick integraron todos los datos disponibles para proponer su modelo de doble hélice del ADN, con dos cadenas complementarias unidas por puentes de hidrógeno entre pares de bases.