Los pueblos mayas en Guatemala se han movilizado para oponerse a proyectos extractivos como minería e hidroeléctricas mediante consultas comunitarias. Han realizado 55 consultas en el occidente del país, lo que ha dificultado la exploración y detenido intentos de explotación. Se han organizado a nivel regional en el Consejo de Pueblos Mayas de Occidente para defender su territorio, que es fundamental para su cultura e identidad, frente a lo que ven como un modelo extractivista impuesto. A pesar de amenaz
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La lucha por el territorio de los pueblos mayas en guatemala
1. La lucha por el territorio de los pueblos mayas en Guatemala
Fuente: M4
Por Alexander Panez Pinto* 24 julio 2014. Fuente: El Ciudadano
En Guatemala es que los pueblos han logrado movilizarse de manera
preventiva frente a los intereses extractivos por medio de las
consultas, que ya suman 55 en el occidente. Por ejemplo, en el caso
de los proyectos mineros, la movilización comienza incluso antes de
que se otorgue la concesión de exploración, lo que ha dificultado las
acciones de exploración y ha detenido rotundamente los intentos de
explotación.
Guatemala se encuentra en un momento álgido de movimiento
social. Luego de décadas de una profunda crisis por el conflicto
armado interno que mostró la cara más cruda del horror en el país y
la acción de gobiernos que buscaron por diferentes vías impulsar
una agenda neoliberal que sacara al país de su “retraso crónico”,
en los últimos años se ha apreciado un resurgimiento de las fuerzas
sociales de los sectores históricamente excluidos de la sociedad
guatemalteca. Uno de estos sectores que ha liderado la conformación
de un amplio movimiento social son lospueblos mayas ubicados
en la zona occidental del país (departamentos de Huehuetenango,
San Marcos, Sololá, Totonicapán, Quetzaltenango y Quiche,
mayoritariamente indígenas). Recordemos que en Guatemala son
reconocidas oficialmente 24 etnias. De ellas, 22 son de origen maya,
siendo las restantes el pueblo Garífuna y Xinca.
Desde el comienzo del siglo XXI, se apreció la intensificación en el
otorgamiento de concesiones mineras, impulso de proyectos
hidroeléctricos y explotación de monocultivos como la palma
africana o la caña de azúcar en varios territorios del país. Frente a
esto, asombra la claridad y la comprensión histórica con la que los
pueblos mayas de occidente diagnostican el momento actual.
Escuchamos de la voz de mujeres y hombres, su explicación de que
en la actualidad están viviendo el cuarto despojo. En sus propias
palabras; “el primero comenzó con la llegada de los españoles y su
2. saqueo de nuestra tierra, el segundo corresponde al despojo de
tierras a nuestros pueblos y la imposición de trabajo forzados por las
grandes plantaciones en el siglo XIX y XX. El tercer despojo se
produjo por el daño del conflicto armado interno que vivimos por más
de treinta años a finales del siglo XX” (vocero del Consejo de Pueblos
Mayas en Foro en Chiapas).
Uno de los hitos que marca la reorganización de los pueblos mayas,
es la experiencia de resistencia de los mayas-k’iché’ en
Sipakapa en contra de la mina Marlin perteneciente a la
empresa canadiense Goldcorp (de largo prontuario en nuestro
continente). Desde los años noventa la minera Goldcorp comenzó a
adquirir concesiones mineras en la zona aledaña a Sipakapa,
adquiriendo grandes extensiones de tierra en el municipio vecino de
San Miguel Ixtahuacán, por medio de engaños y aprovechándose de
la pobreza material de la comunidad. Frente a la amenaza próxima, el
pueblo de Sicakapa comenzó a movilizarse exigiendo a la empresa y
a las autoridades que el proyecto no se expandiera a este municipio.
Una acción emblemática, fue la realización en Sipakapa de
la primera consulta popular en Guatemala sobre la instalación de
proyectos mineros en comunidades indígenas en junio del año 2005.
A pesar del desconocimiento hecho por las autoridades de gobierno a
la determinación tomada en la consulta, la población local se
mantuvo firme, cerrando el paso a los intentos de la empresa por
medio de cortes de caminos. Como decía una mujer de Sipakapa en
el momento más fuerte del conflicto; “el poder de la empresa es el
dinero, pero nosotros tenemos el poder para no dejarlos
entrar”.
La experiencia de Sipakapa puso en alerta a otros pueblos que podían
ser invadidos por empresas transnacionales debido a su abundancia
de minerales, agua y/o biodiversidad. De esta forma, en el occidente
de Guatemala, donde se concentra la población de origen maya, se
crearon consejos en los diferentes territorios de los pueblos mayas
(Kaqchikel, K’iché’, Ixil, Mam, Popti’ entre otros) o se consolidó su
organización en aquellos lugares donde ya existía. Esto sirvió como
antecedente de organización para que en el año 2008 se conformara
el Consejo de Pueblos Mayas de Occidente (CPO) que articula a
los consejos de cada territorio.
Esta organización a escala regional les permitió a los consejos de
cada pueblo comprender que no se estaban enfrentando a un
proyecto o una empresa en particular, sino que sus reflexiones
colectivas y su conocimiento de la situación de otros pueblos de
América Latina los llevó a comprender que se están oponiendo a un
modelo que ellos definen como extractivista, ya que no se trata
de proyectos aislados, sino que la explotación minera, las represas,
3. los monocultivos y la explotación petrolera forman parte de una
estrategia que busca aumentar las ganancias a costa de “la
usurpación de nuestros territorios, la imposición de modelos de
desarrollo distintos a los consensuados por nosotros con base en
nuestra cosmovisión, y el saqueo de los bienes de la Madre Tierra
que habían asegurado nuestra subsistencia” (Consejo de Pueblos
Mayas de Occidente).
Paralelo a esta articulación en los diferentes pueblos mayas, en cada
una de las localidades inquietadas por la amenaza de
megaproyectos, se adoptó la estrategia de las consultas
comunitarias, que no sólo consiste en la votación de los miembros
de la comunidad, sino que implica todo un proceso de trabajo donde
la comunidad discute y elabora propuestas de cómo llevar adelante la
consulta, las campañas de difusión, el seguimiento de los acuerdos y
define responsabilidades, lo que ha permitido vitalizar la organización
desde la base de los consejos
Pero, ¿Por qué la consulta como una estrategia central de su acción
política? Cuando preguntamos esto a los compañeros de los pueblos
mayas, estos comentan que en primer lugar, la consulta es una
práctica ancestral de los pueblos y que la rescatan para
defender su posibilidad de definir su propia forma de entender
el desarrollo.
Otra de las razones, es que el país atravesó por un devastador
conflicto armado interno, teñido de genocidio ya que, del total de
200.000 muertos y desaparecidos, 83% de ellos fueron mayas (una
de las mayores matanzas de indígenas en América Latina en el siglo
XX). Pero el conflicto no sólo dejó como saldo la muerte, sino
que dividió profundamente a la sociedad guatemalteca y deslegitimó
la acción armada por parte de los sectores excluidos, por lo
que cualquier acción política que tuviera la violencia como
estrategia principal era difícil que tuviera éxito en este
contexto.
El otro gran motivo, tiene que ver con la construcción histórica del
Estado en Guatemala, el cual sistemáticamente negó la
participación de los pueblos indígenas en su conformación, a
pesar de que alrededor del 40% pertenece a pueblos originarios. Así
como en la mayoría de los países de América Latina, Guatemala ha
sido la patria del criollo, por lo que hay una profunda desconfianza en
los posibles logros de una estrategia de diálogo y negociación con el
gobierno, sin que exista previamente una refundación del Estado
Guatemalteco.
Uno de las cosas más interesantes de la experiencia de Guatemala es
que los pueblos han logrado movilizarse de manera preventiva
4. frente a los intereses extractivos por medio de las consultas,
que ya suman 55 en el occidente. Por ejemplo, en el caso de los
proyectos mineros, la movilización comienza incluso antes de que se
otorgue la concesión de exploración, lo que ha dificultado las acciones
de exploración y ha detenido rotundamente los intentos de
explotación.
Impresiona y emociona la lucidez con que los pueblos mayas
comprenden la problemática que les afecta. Cuando escuchamos sus
argumentos nos damos cuenta que no están por la defensa del
agua o los cultivos de manera separada, sino que su énfasis
está en la defensa del territorio como totalidad. ¿Qué quiere
decir esto para ellos? En pocas palabras (que a veces dicen tanto), el
territorio es todo para ellos, es “arriba, encima y arriba”, son los
bienes comunes naturales, es la espiritualidad, las tradiciones y
costumbres, y sus personas.
Sin embargo, esta defensa no ha sido fácil para los pueblos, ya que
en este recorrido han sido constantes las amenazas y las agresiones
a quienes se oponen a estos proyectos. Pero no sólo esto, la lucha
por la vida ha conllevado la muerte de 100 defensores del
territorio, asesinados en el país entre el año 2000 y 2011, la
mayoría de manera impune.
Aunque la historia de Guatemala esté marcada por el dolor, la
injusticia y la represión, sus pueblos han logrado hacer emerger la
organización y la esperanza. Sus experiencias de los últimos años
refuerzan nuestra convicción de que los pueblos indígenas en
resistencia (y en re-existencia), en la actualidad se consolidan
como unos de los principales guardianes (“votanes”) del
territorio. En Guatemala y en América Latina, lo podemos ver y
sentir en su lucha ante este nuevo despojo que desangra sus vidas y
que atenta contra el corazón de la tierra (“Uk’u’x Ulew” en maya).
* Agradecimiento especial a Francisco “Chico” Morales representante
del Consejo del Pueblo Popti’-Huista, por sus aportes para la
elaboración de este texto.
Fuente: El Ciudadano