2. ESCASA PARTICIPACIÓN POLÍTICA
Con la constitución de 1991 se estableció que Colombia es
una república democrática y participativa. La
representación de toda la población por parte de una
pequeña fracción de instituciones estatales que desconocen
las mayores necesidades de las periferias, produce una
violencia estructural, al no satisfacer las necesidades
básicas. En el resguardo Provincial, que está ubicado en la
Guajira y colinda con el proyecto Cerrejón, la población
wayúu ante la violación de los derechos humanos por parte
de la multinacional, de grupos al margen de la ley, de la
frágil actuación del gobierno, buscan la manera de
participar políticamente.
Una de las herramientas que han utilizado para el reconocimiento de una vida digna, es el ingreso al Congreso de la
República. Aunque se han dado avances, la votación a favor de sus candidatos para que puedan participar ha disminuido
desde el 2006. Esto se debe en gran medida a la dificultad para convocar y a que los indígenas que han participado en
movilización ciudadana son nombrados como criminales por el gobierno. Por otro lado, las herramientas con las que
cuentan para intervenir en las decisiones que incumbe a su territorio, no son efectivas. El pueblo wayúu, con la
explotación de carbón por parte de Cerrejón, ha tenido que moverse de sus tierras por la contaminación de la extracción,
el desvío de los ríos que disminuye sus afluentes e innumerables desafíos hacía la vida. La consulta popular es vista como
medida de concertación pero cuando se va a utilizar y se sabe que la población está en contra, se habla de que deben
extraer recursos por la seguridad nacional, que es en últimas, por el beneficio económico que aporta a instancias estatales
y globales.
3. Una de las consecuencias de esta exclusión, es la debilidad que
provoca en el tejido social al tener que moverse de sus
territorios, quedando en medio del conflicto armado, tanto de
grupos al margen de ley como de estatales. Continuas
amenazas a sus líderes, violación a mujeres, maltrato a niños y
a adultos mayores. Este tipo de violencia, sufrida desde
diferentes frentes a la población wayúu resulta en una
permanente marginación y fragmentación (Calderón, 2009).
Censat Agua Viva, organización ambiental que defiende la
integridad de la población wayúu, sabe de esas falencias para la
participación en la construcción de ciudadanía. Es así, que a
través de foros, escuelas para la socialización de políticas
sociales, movilización, investigaciones que soportan la
situación en que viven, crea esas plataformas de participación
tan necesarias para mantenerse como pueblo.
Ya que “La gran complejidad de los problemas, peligros y
oportunidades que emergen de la violencia en general y de la
guerra en particular requiere de respuestas igualmente
complejas y multidimensionales”. (Calderón, 2009, P.75)
Tomada de: miminube.com
4. FRÁGILES POLÍTICAS PÚBLICAS
Al igual que la integración del concepto de participación
política, las políticas públicas para la población indígena se
inscribieron como incluyentes y a favor de la diversidad,
con la constitución de 1991.
Para su creación, se han realizado concertación de mesas
comunitarias donde emergen las que más han requerido para
sostener cada pueblo. Sin embargo, la ejecución de ha sido
débil como se percibe con 12 pueblos en peligro de
extinción. La población wayúu ha sido uno de los que más
se han nombrado en los últimos años por entes estatales e
internacionales por la vulneración de sus derechos humanos.
La protección para que no se transforme culturalmente, justicia, autonomía sobre su territorio y demás políticas que los
conserva como pueblo, han quedado en un papel. La violencia creciente que viven por estar en un territorio con riquezas
naturales, aislado y fronterizo, los hace enemigos de multinacionales mineras, paramilitares y grupos que llevan mercancía
ilegal a Venezuela.
Recuperado de Karen Martinez,2005.
5. HAMBRUNA COMO SITUACIÓN CONSTANTE
El hambre tiene un arraigo en la comunidad Wayúu, la poca
accesibilidad de ayudas del estado y la sed que se vive por el
territorio que vive es cada vez mayor. Es una tragedia
humanitaria que cada día se acrecienta, donde aunque ha sido
una situación de largo plazo, no se ha controlado. La desnutrición
es hambre y el remedio del hambre es la comida y esta se
previene con soberanía alimentaria, la cual prevea agua y comida
producida en el mismo territorio.
La escasez de agua amenaza a La Guajira, pese a el abandono
estatal, la corrupción que no ha permitido que lleguen los
recursos, la falta de inversión social, el hambre y la creciente
mortalidad infantil (las cifras oficiales señalan que, entre 2008 y
2013 murieron 4.112 niños en el departamento por desnutrición y
enfermedades de la infancia que pudieron prevenirse).
(DefensoriaDelPueblo,2006)
La Guajira necesita soluciones estructurales, en donde es
necesario que las denuncias sean escuchadas, como la defensa
del río Ranchería, pese que Multinacionales como el Cerrejón
pretenden desaparecer para sus intereses comerciales, sin
importar el valioso recurso natural que es, para estas
comunidades.
Tomado de: Colombia.com
6. PRESENCIA DE GRUPOS ARMADOS
Dada la ubicación de la región, en la Guajira se contemplan
distintos grupos y organizaciones que actúan al margen de la ley
en diferentes ejercicios que producen, en muchas ocasiones, el
desplazamiento forzoso de las comunidades y habitantes de la
región. Organizaciones criminales como Los Rastrojos, operan
en la región dada la facilidad comercial y fronteriza con
Venezuela, convirtiéndose en una organización que provee y
comercializa drogas ilícitamente hacia el país vecino, lo que se
conoce bajo el fenómeno del contrabando.
Esta problemática ha llevado a pobladores de la región a
involucrarse en las lógicas del contrabando y de los beneficios de
la bonanza marimbera desde 1970, logrando un conflicto, hoy día
existente, que relaciona a contrabandistas y algunas comunidades
indígenas.
Para el año 2012 los grupos armados que se asentuaron en la región son la guerrilla de las FARC con los frentes 59, 19 y 41,
siendo el primero el más relevante por su fuerte presencia ilícita, Los Urabeños, y el grupo armado Los Giraldo. En primer
lugar, el frente 59 (Resistencia Guajira) cuenta con al menos 120 hombres al mando de alias “Leonardo Guerra”, y el 71% de
su accionar se ve reflejado en los ataques realizados a infraestructura y bienes, dirigidos al complejo del Cerrejón, tanto a las
minas como a la v{ia ferrea. En cuanto a bandas criminales, la presencia de Los Rastrojos significó un fuerte control sobre
las cabeceras de los municipios de la Media Guajira, que es donde se ubica nuestro GSE.
7. La presencia de estos grupos, especialmente en el oriente de la
región por sus límites con Venezuela, ha permitido que la zona
sea una ubicación estratégica pues estos actores buscan obtener
ventajas de la captación de recursos por extorsiones,
contrabando, secuestros y el tráfico de estupefacientes y armas.
“Las llamadas originalmente autodefensas campesinas del
Magdalena y La Guajira, autodefensas del Mamey o Los
Chamizos, debieron adoptar el nombre de frente Resistencia
Tayrona, en 2003, luego de que fueran doblegadas militarmente
por los hermanos Castaño y “Jorge 40”, cuando se decidió
unificar todas las estructuras paramilitares de la región bajo el
nombre de bloque Norte” (Arias, 2007) La confrontación entre
guerrilla y AUC generó un fuerte dominio del segundo grupo en
la Alta Guajira, en los municipios de Uribia, Maicao, Manaure y
Albania. Este proceso no sólo llevó a encabezar a este grupo,
diferentes procesos socioeconómicos como el control de puertos y puntos de comercio, sino al desmejoramiento social y
cultural, pues esta región fue tomada por un ejército que provenía de otro departamento; esto genera un desconocimiento y
una afectación no solo geográfica, sino culturalmente. Esto se traduce a que estos nuevos grupos intercedían en la zona sin
el debido reconocimiento del pueblo por la diferenciación cultural con la sociedad Wayúu, provocando una fuerte
resistencia y ocasionando no sólo el desplazamiento de sus territorios sino además homicidios de diferente índole. “Las
matanzas de Wayúu comenzaron el 18 de abril de 2003. Los paramilitares recorrieron cerca de diez rancherías (pequeñas
poblaciones construidas con palmas) en las que fusilaron niños, ancianos, mujeres y hombres inermes. Desde entonces se ha
producido un éxodo indígena que algunos expertos estiman como el más grande en la historia de La Guajira“ (FAC, 2004).
8. REFERENCIAS
Arias, A. (2007). Contexto de violencia y conflicto armado. Observatorio de Conflicto Armado, Corporación Nuevo Arco
Iris. Recuperado de: http://moe.org.co/home/doc/moe_mre/CD/PDF/guajira.pdf
Calderón, P. (2009). Teoría de conflictos de Johan Galtung. Revista paz y conflictos. Recuperado de
file:///C:/Users/Lola/Downloads/percy%20calderón%20(3).pdf
Fuerza Aérea Colombiana. (2004). Una masacre en la Alta Guajira. Recuperado de:
http://www.fac.mil.co/?idcategoria=2171&facmil_2008_2009=e7fb39ea8a89c6a9662220f5cf332643
López, C. (2007). Monografía político electoral. Departamento de la Guajira 1997 a 2007. Misión Observación Electoral.
Recuperado de: http://moe.org.co/home/doc/moe_mre/CD/PDF/guajira.pdf