La República Liberal en Chile entre 1861 y 1891 se caracterizó por un aumento de las libertades individuales, una disminución del poder de la Iglesia Católica y el Ejecutivo, y un fortalecimiento del Congreso. Hubo importantes reformas educacionales, económicas y laicas durante este periodo, así como la Pacificación de la Araucanía y la Guerra del Pacífico, la cual resultó en la incorporación de los territorios salitreros de Tarapacá y Antofagasta a Chile.