Este documento conmemora el 50 aniversario de las Hermanas de la Divina Providencia en Perú. Resume su historia de servicio en el país desde 1961, incluyendo la apertura de un centro de rehabilitación y su trabajo en educación y apoyo a los pobres. También celebra el papel de la Madre Ana en inspirar vocaciones sacerdotales a través de su ejemplo y oración durante 30 años de servicio en Huancarama.
Bodas de Oro de las Hermanas de la Divina Providencia en Perú 1961-2011
1. Bodas de Oro
1961-2011
Haciendo Visible la Providencia de Dios
en Perú.
2.
3.
4.
5.
6. En la segunda etapa Madre
Ana Margaret
y Madre Kolonata se Hermanas
Rómula Schmitt
incorporaron a la misión en Consolatrix Stenner
Perú, siguieron rezando y Lucina Hennes .
trabajando juntas.
20. EL NUNCIO APOSTOLICO DEL PERU MONS.
BRUNO Y EL OBISPO DE HUANCAYO EN EL
CONGRESO DE FAMILIA
21.
22.
23.
24.
25. Madre Ansberta ,
superiora General de la
Fundación, Región San
Miguel, con las Madres
peruanas en Alemania.
Madre Leticia y Madre Ernestina visitaron
a la Madre Ansberta en Alemania - 1989
26.
27. Hoy que las hermanas de la Divina Providencia cumplen sus
Bodas de Oro en servicio de la Iglesia en Nuestro País y de modo
especial en la diócesis de Abancay, me aúno a la acción de
gracias e imploro a Dios Nuestro Señor que derrame su
bendición sobre cada una de ellas y sobre la labor apostólica que
estas religiosas realizan.
Hace treinta años, un seis de enero de 1981, mi pueblo de
Huancarama , recibió con inmenso gozo lo que muchos años
antes esperaba , - a la primera comunidad de religiosas de la
“Congregación de las hermanas de la Divina Providencia”- .
¡Cómo no recordar a las madres Consolatrix! Quien como
superiora Regional acompañaba a tres religiosas que se
quedarían para formar parte de esa pequeña comunidad siendo
la primera superiora la madre Ana Kohl quien hoy cumple
28. cincuenta años de vida religiosa, ella como primera superiora de esa
comunidad trabajó incansablemente con los niños, jóvenes mujeres,
familias, pobres y enfermos del pueblo de Huancarama y con ella las
demás hermanas apoyaron en la misión pastoral y la preparación
para los sacramentos. Fueron ellas quienes cuidaron con celo y
amor las primeras vocaciones sacerdotales y yo soy uno de ellos.
Madre Ana y las demás religiosas que formaban esa comunidad
fueron quienes con su oración, sus palabras y ejemplo despertaban
en nosotros esa inquietud por la vocación sacerdotal y luego nos
animaban y fortalecían desde nuestros inicios en el seminario menor.
Por todas esas razones y por aquellas otras que solo Dios conoce,
agradezco a Dios en nombre propio y a nombre de mis hermanos
sacerdotes Huancaraminos. Muchas gracias Madre Ana, Muchas
gracias Madres de la Congregación de las Hermanas de la Divina
Providencia. Felicidades y que Dios les Bendiga.
Padre Mario Santi
Párroco de la Catedral
Abancay