El poder de la fe se manifiesta dentro de ti, cuando te sometes a la voluntad de Dios, cuando comprendes y aceptas, que todo está sometido a la autoridad de Jesús y cuando tu confianza en tu Padre celestial hace que no sientas temor ante la adversidad.

1.
El Poder De La Fe Se Manifiesta Dentro De Ti
El poder de la fe se manifiesta dentro de ti, cuando te sometes a la voluntad de Dios, cuando
comprendes y aceptas, que todo está sometido a la autoridad de Jesús y cuando tu confianza en tu
Padre celestial hace que no sientas temor ante la adversidad.
El poder de la fe se manifiesta dentro de ti, cuando te sometes a la voluntad de Dios​: Esto
sucedió cuando un leproso se le acercó a Jesús, se arrodilló delante de él y le dijo: ​SI ES TU
VOLUNTAD​, puedes sanarme. ​Jesús extendió la mano, lo tocó y le dijo: Sí quiero ¡Queda sano! y al
instante, la lepra desapareció. Mateo 8:1­4
El poder de la fe se manifiesta dentro de ti, cuando comprendes y aceptas, que todo está
sometido a la autoridad de Jesús​: Esto sucedió cuando un oficial romano se acercó a Jesús y le
comentó que su siervo estaba muy enfermo y Jesús le respondió: Iré a sanarlo. Pero el Romano
consciente de su condición de pecador le dijo: yo no soy digno de que entres en mi casa. Pero,
continuó el oficial romano: yo comprendo el poder de la autoridad, porque yo estoy bajo la autoridad
de mis oficiales superiores y yo mismo tengo autoridad sobre mis soldados y esclavos. Yo hago todo
lo que mis superiores me me mandan y mis soldados y esclavos hacen todo lo que yo les mando. Yo
se que ​TU TIENES AUTORIDAD ABSOLUTA para ordenar desde aquí que mi siervo sane.
Entonces Jesús le dijo al oficial romano: Vuelve a tu casa. Debido a que creíste, ha sucedido. Y el
joven siervo quedó sano en esa misma hora. Mateo 8:5­13
El poder de la fe se manifiesta dentro de ti, cuando tu confianza en tu Padre celestial hace que
no sientas temor ante la adversidad​: Esto sucedió cuando Jesús entró en la barca y comenzó a
cruzar el lago con sus discípulos. ​De repente, se desató sobre el lago una fuerte tormenta, con olas
que entraban en el barco; pero Jesús dormía. ​Los discípulos fueron a despertarlo: Señor, ¡sálvanos!
¡Nos vamos a ahogar! gritaron, y Jesús les respondió ​¿POR QUÉ TIENEN MIEDO ANTE ESTA
TORMENTA? ​¡TIENEN TAN POCA FE! Entonces se levantó y reprendió al viento y a las olas y, de
repente, hubo una gran calma. Mateo 8:23­27

2.
Francisco J García
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