Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
Dios
1. RELATO SOBRE EL QUE CREE EN DIOS Y DUDA SOBRE
DIOS según X
• ¿Quien es DIOS?
Dios es sumamente sabio, en parte es como la antimateria que
se crea de la nada y no se ve, pero está, existe y tiene tanta
potencia que con una sola gota haría mas destrucción que cuatro
bombas atómicas, eso es material nuclear. La antimateria la
producen con la máquina mas grande del mundo y está a unos
cincuenta metros bajo tierra. Es un laboratorio muy grande dentro
de un túnel de cincuenta kilómetros de largo, totalmente circular y
se llama acelerador de partículas. La antimateria es líquida e
invisible y la guardan en contenedores pequeños, con alta
seguridad.
• ¿Cómo es DIOS?
Como se dice al principio, por lo que se refiere a Dios, Dios
es infinitamente sabio y poderoso, con todo el poder que
cualquiera pueda imaginar. Pero Dios, no usa su poder para el mal
ni destruir, para eso ya están los hombres. Dios es bueno con
nosotros, aunque no lo creamos, es así.
Dios nos quiere a todos igual y está con nosotros si nosotros
estamos con Él. Si no crees en Dios, Dios no está contigo, porque
Dios dice: “si no tienes Fe en Mí y no crees en Mí, ¿para qué voy
a perder el tiempo contigo? Me voy con el que cree en Mí”.
Si piensas en hacer un viaje o algún hijo tuyo lo quiere hacer
y dices: “Señor que no nos pase nada”, o “que no le pase nada a
mi hijo”, con fe, el Señor te escucha porque has tenido fe en Él,
pero te dice: “Ve con cuidado y no corras más de lo debido y yo
iré contigo”. Pero, ¿qué pasa?: se te olvida lo que Dios te ha dicho
cuando vas conduciendo y corres más de lo debido. Como Dios ve
que va en peligro, sale del coche y el conductor mira para el lado,
ve que ya no está Dios con él y, entonces, se acuerda del consejo
2. que le dio Dios, aflojando la velocidad.
¿Qué pasa cuando ocurre un accidente a un padre o una
madre que fallece y dicen: “¡Ay, lo que ha hecho Dios! Con la
falta que hacía en su casa, con todos los hijos pequeños”?
Si crees en Dios y, como se dice, todos somos hijos de Dios,
entonces Dios es nuestro Padre, y un padre no quiere ni desea
nada malo para sus hijos: que no les pase nada, que no se pongan
malos, etc.
Si tenemos un accidente, lo más probable es que nosotros
seamos los culpables u otros los que nos lo provoquen, pero nunca
es cosa de Dios.
Si cogemos una enfermedad, es porque hemos tenido mala
suerte de haber cogido alguna infección o algún virus, o nosotros
mismos los hemos creado, por tener malos hábitos, o por cosa de
la Naturaleza y eso no es culpa de Dios.
Mira esto:
<< Un padre tiene cinco hijos. Él los quiere a todos igual,
están en buena posición económica. El mayor tiene veinte años y
un día le dice a su padre: “Padre, mi amigo tiene una moto. Yo
quiero otra.” El padre es muy bueno y por darle el gusto porque se
lo merece, le compra la moto y le dice: “Cuando cojas la moto ten
cuidado, ya que las motos son muy peligrosas”. >>
<< Un día como de tantos le dice a su padre: “¿Puedo coger
moto para dar un paseo con mi amigo?” . El padre le contesta
como siempre: “Ten mucho cuidado”. >>
<< El hijo y su amigo dicen: “Vamos a tal sitio y el último
paga la cerveza”. Se ponen en la carretera a correr. Van a tanta
velocidad que hay una curva la cual no puede tomar bien y se
estrella con un muro, con tan mala suerte que se da en la cabeza y
muere.>>
¿Y ahora que pasa? ¿Le echamos la culpa al padre por
haberle comprado la moto? Pues no, su padre nunca hubiera
querido que esto ocurriera, la culpa es por haber corrido más de la
cuenta el hijo y no hacerle caso al padre.
3. Cuando ocurren las catástrofes, hay quien dice: “Dios los ha
castigado”. Eso no es cierto, eso no lo manda Dios. Eso lo produce
la Naturaleza. Las guerras son cosas de los hombres y no de Dios.
En otros tiempos los mismísimos Papas y cardenales hacían las
guerras por el poder de ellos mismos y no de Dios, porque Dios no
necesita poder, Él lo tiene todo. Cuando a una persona le pasa
cualquier cosa mala y hay otra persona con la que se lleva mal,
dice: “Eso es castigo de Dios”. Nada de nada: Dios no castiga a
nadie, las cosas pasan porque pasan y nada más.
• ¿Cómo es Dios físicamente?
Dios físicamente no existe, Dios existe en Espíritu. A Dios
nadie lo ha visto, pero está, según dicen las Sagradas Escrituras.
Dios hizo al hombre, a imagen y semejanza, pero en Espíritu.
Dios se manifiesta de tres forma:
– La primera se manifiesta en fuego en el monte Horéb, cuando
le entrega a Moisés las tablas de la Ley en la montaña del
Sinaí.
– La segunda vez se manifiesta como hombre, en el cuerpo de
Jesús de Nazaret y, como hombre, hace su vida hasta que lo
matan. Jesús era un hombre bueno, sabio y pacífico, y no
como lo acusaban los sumos sacerdotes de alborotador,
impostor y blasfemo.
– La tercera vez Dios se manifiesta en forma de paloma cuando
San Juan Bautista bautiza a Jesús en el Río Jordán.
Jesucristo, como hombre, vino al mundo a predicar la verdad,
la Paz y el amor entre los hombres, cómo tenía que comportarse la
humanidad. Eso a los poderosos no les convenía, porque perdían
su fama y poder, por lo que tanto luchaban.
Hablando de Dios, los milagros no existen y hay una razón:
cuando una persona está muy enferma y se cura, se dice que Dios
ha hecho un milagro, pero lo que en realidad pasa es que Dios de
4. una manera u otra pone a los médicos y la medicina para que
traten de curar si hay cura. Si el médico acierta con la enfermedad
y con la medicina el enfermo se cura, pero no ha habido milagro.
Por el contrario si la enfermedad no tiene cura y no existe
medicina para ese mal, se muere el enfermo. Entonces decimos:
“Le había llegado la hora o lo ha llamado el Señor”. Pues la
opción de que le haya llegado su hora podría pasar, pero no el
hecho de que Dios haya querido que se muera. Eso no, porque
ningún padre quiere que se muera un hijo. Se muere y el padre lo
acepta, porque somos mortales, unos antes, otros después.
Si decimos que Dios ha hecho un milagro y fuera verdad, y
no lo hiciera con todos sus hijos por igual, no sería un buen Dios.
O todos o ninguno. Un buen padre mide a todos sus hijos con la
misma vara. Luego la situación de cada hijo es cosa de su vida.
Cuando pedimos a Dios que nos ayude, primero tenemos que
ayudarnos a nosotros mismos y tener fe en Él. Entonces de la
forma que sea, Él nos ayudará. Como dice el refrán: “Ayúdate y
yo te ayudaré”. Cumple con los mandamientos de la ley de Dios y
el que no crea en Dios que se olvide de Él, porque con Él no
estará.
Entre todos los hijos hay buenos y malos, pero si todos creen
en el padre, el padre los quiere a todos igual. Ningún padre, por
malo que sea un hijo, nunca lo echaría al fuego para que ardiera.
Como se dice ,cada uno es libre de opinar a su manera, la mía
es ésta.
YO ….X.