El documento habla sobre la naturaleza divina y la interpretación de las enseñanzas de Omraam Mikhaël Aïvanhov. Explica que cada persona recibe al nacer la misión de convertirse en un conductor entre lo divino y la Tierra, y que los grandes maestros espirituales han logrado cumplir esta misión. También dice que para aprender verdaderamente y no cansarse, hay que estudiar y seguir a los maestros porque lo que es humano tiene limitaciones, mientras que lo divino en nosotros da frutos incorruptibles