La dinastía Romanov gobernó Rusia desde 1613 hasta 1917. Originarios de Lituania, tomaron el nombre de su ancestro Roman Yurev en el siglo XVI. Miguel III fue el primer zar de la dinastía en 1613. Nicolás II fue el último zar hasta la Revolución Rusa de 1917, cuando él y su familia fueron arrestados y ejecutados por los bolcheviques en 1918.
2. Familia reinante en Rusia desde 1613 hasta la Revolución de 1917. Era
una familia nobiliaria de origen lituano, establecida en Moscú desde el
siglo XIV. Tomaron su nombre de un ancestro del siglo XVI, Roman
Yurev, cuya hija Anastasia casó con Iván IV, el Terrible.
Ganaron influencia durante los años de anarquía que siguieron a la
muerte de Iván (1584). Y en 1613 una asamblea nobiliaria eligió rey al
sobrino de Iván (y nieto de Roman Yurev), Miguel III (1613-45), con el
cual se inició la dinastía. Inicialmente no tenían una norma sucesoria
establecida, de manera que se limitaron a seguir la costumbre de dejar el
Trono al primogénito del rey o al pariente varón más cercano. Así, a
Miguel le sucedieron su hijo Alejo I (1645-76) y su nieto Teodoro III
(1676-82).
3. Último zar de Rusia, con quien se extinguió la dinastía
Romanov (San Petersburgo, 1868 - Yekaterimburgo,
1918). Accedió al Trono en 1894, sucediendo a su padre,
Alejandro III. En general siguió la política autocrática de
su antecesor, si bien parece haber mostrado escaso
interés y nulas aptitudes para las tareas de gobierno. Por
incapacidad o por debilidad, cayó bajo la influencia de la
zarina Alexandra (la princesa Alicia de Hesse-
Darmstadt) y de su consejero Rasputin
4. Anastasia Romanov, fue la hija más joven del emperador Nicolás II,
el último zar la Rusia Imperial y de su esposa Alejandra. La joven creció
como una niña vivaz y llena de energía en la corte imperial, hasta que
estallase, en febrero de 1917, la Revolución Rusa, que obligaría a su padre,
Nicolás II, a abdicar del trono. Anastasia y su familia fueron puestos bajo
arresto, siendo ésta la que más se vió afectada por la tensión de la situación,
aunque en sus últimos meses de vida, Anastasia intentó llevar su cautiverio
de la mejor forma posible, organizando juegos para deleitar a sus padres.
Para la mayoría de historiadores Anastasia fue asesinada junto al resto de su
familia la mañana del 17 de julio de 1918 por un pelotón de fusilamiento. La
ejecución extrajudicial fue llevada a cabo por miembros de la policía secreta
bolchevique.
5. Un informe de los hechos remitido por el alto mando de la policía bolchevique tras la ejecución, fue encontrado en 1989, donde
se cuenta que la noche de la masacre la familia fue despertada y se solicitó que se vistieran. Cuando preguntaron la razón, se les
informó que iban a ser trasladados a una nueva ubicación por su seguridad. Una vez vestidos, la familia y un reducido círculo de
sirvientes y ayudantes fueron llevados a uno de los sótanos de la casa, y se les pidió que esperaran con el pretexto de que iban a
hacerles una foto antes de partir. Pasados los minutos, entraron en la habitación los ejecutores. Sin preámbulos levantó el revólver y
declaró al zar que el pueblo ruso le había condenado a muerte. El zar alcanzó a balbucear: "¿qué?" y se giró hacia su familia en el
momento en que fue disparado a quemarropa en la cabeza, e inmediatamente después una ráfaga acababa con la vida del resto de la
familia y sirvientes.
El Informe añadía que una vez el humo de los disparos permitió ver el resultado de la ejecución con más claridad, se descubrió que
algunas de las balas de los ejecutores se habían quedado incrustadas en los corsés de algunas de las Grandes Duquesas asesinadas junto
a la familia imperial. Esto se debía a las joyas y piedras preciosas que las muchachas habían cosido dentro de sus ropas, para evitar que
sus captores se las quitaran. Involuntariamente les habían servido de armadura contra las balas
6. Aquí empieza la leyenda de la posible supervivencia y posterior fuga de
Anastasia. Anna Anderson, la más famosa de las pretendientes que aseguraron ser la
Gran Duquesa, afirmaba que se había hecho pasar por muerta entre los cuerpos de su
familia y los criados, y que pudo escapar gracias a la ayuda de un guardia compasivo que
la rescató al verNo obstante, los rumores de supervivencia fueron avivados en
innumerables ocasiones, testigos que afirmaron haber visto a Anastasia después del
asesinato tratando de huir en tren, un doctor que aseguraba haber curado a la muchacha
herida en la localidad de Perm, etc. Incluso el yerno de Rasputín, estafó a importantes
familias rusas al pedirles dinero para que un falso Románov pudiera huir a China. Era
habitual encontrar a numerosas jóvenes dispuestas a hacerse pasar por alguna de las
Grandes Duquesas para beneficiarse de las familias que había estafado. que aún estaba
viva. Anderson fue una de las al menos diez mujeres que afirmaron ser Anastasia.
7. En 1991 los restos de los que se cree que es la familia imperial fueron exhumados de una fosa
común, situada en un bosque cercano aEkaterimburgo. La fosa había sido descubierta una década antes,
en 1979, pero las autoridades comunistas, que aún gobernaban Rusia, la habían mantenido oculta. Una
vez abierta la tumba los excavadores descubrieron que en vez de los once cuerpos que pretendían
exhumar, solo había restos de nueve personas. Faltaban los cadáveres de Alexis y, según el forense, y de
Anastasia. Sin embargo, los científicos rusos afirmaron que el cuerpo que faltaba era el de la Gran
Duquesa María Nikoláyevna de Rusia.
Los restos del zar y ocho de sus familiares fueron hallados por investigadores disidentes en 1979.
Sin embargo, por temor a las repercusiones políticas en la Moscú soviética, guardaron el secreto durante
10 años y lo hicieron público en abril de 1989, en pleno proceso de las reformas iniciadas por Mikhail
Gorbachov.
El zar y su familia fueron sepultados en la fortaleza de San Pedro y San Pablo en San
Petersburgo en 1998, pero los restos de Alexei y María nunca fueron encontrados.
Desde entonces, la justicia rusa se niega a rehabilitar a los Romanov al considerar que no hay
base legal para considerarlos víctimas de una campaña de represión política bolchevique. Los abogados
de la gran duquesa María Romanova, residente en España y actual cabeza de la casa imperial rusa, han
recurrido una y otra vez el fallo de la fiscalía rusa, que califica el fusilamiento de "homicidio
premeditado