1. ANIMALES EN PELIGRO DE EXTINCIÓN
Especies en extinción y las especies en peligro.
En el mundo se pierde cientos de miles de especies, muchas de ellas aún antes de ser descubiertas por la
ciencia. De ese modo, no sólo se pierde la variabilidad biológica, sino además la diversidad genética,
fuentes de sustentos para las generaciones futuras. Una especie en peligro de extinción es una especie
que puede extinguirse en un futuro próximo. A través de la historia de la evolución, millones de especies
han desaparecido debido a procesos naturales. En los últimos 300 años, sin embargo, los humanos han
multiplicado la tasa de extinción por mil. Los desastres ecológicos, la deforestación y otras consecuencias
de la acción humana provocan daños en la cadena trófica. En el mundo actual la extinción de especies
animales no está tan directamente relacionada con la escases de alimentos o la contaminación, como con
acciones violentas directas (la caza no reglamentada y el comercio ilegal de especies salvajes) o indirectas
(la introducción de especies exóticas, en determinados ambientes, que compiten por uno o más recursos
con individuas nativos o ya adaptados al lugar).
Según los conservacionistas, la depredación de la fauna ha crecido vertiginosamente y se estima
actualmente que una especie desaparece cada 15 minutos. Para la naturaleza, lo peor que puede
suceder, es la extinción de las especies, ya que con eso se pone en peligro el equilibrio necesario en todo
ecosistema. En esta cadena natural, cada especie necesita una de la otra para sobrevivir.
¿Cuáles son las principales causas de este peligro?
1. La persecución y matanza por el precio de sus pieles.
2. La caza intensiva y la pesca intensiva para comercializar sus carnes.
3. La contaminación de las especies extrañas a su hábitat, o sea “especies invasoras”.
4. Los grandes emprendimientos como las represas, hidrovías, etc. Que el hombre construye.
5. Perdida de petróleo que contaminan los mares.
6. Accidentes como la “muerte gris”, erupción de los volcanes que lanza a la atmósfera nubes de
cenizas y gases con alto contenido de azufre.
7. La acción de otros contaminantes (yacimientos de uranio, polonio, radio y otros elementos
radioactivos).
8. Accidentes varios, intencionales o no, como los incendios de bosques, choques de barcos, etc.
2. El tráfico de la flora y la fauna se ha convertido en uno de los emprendimientos económicos más
redituables y figura en el mundo en tercer lugar luego de las armas y las drogas.
El de la fauna mueve alrededor de 10,000 millones de dólares anuales y la flora está superando los 7,000
millones de dólares. A estas cifras habría que sumarle es tráfico clandestino. Por ejemplo, según el CITES,
el tratado mundial que regula el comercio de especies protege a las que están en peligro de extinción; la
población de elefantes africanos se redujo de 1.3 millones de ejemplares a poca más de 600 mil durante
la década de los años ochenta. Otra década similar bastaría para provocar la extinción de la especie. Pero
este no es el único caso. Según los datos de las organizaciones TRAFFIC y WWF, cada año se comercia
ilegalmente con primates, aves, pieles de reptil y de otros mamíferos, orquídeas, cactus y peces exóticos.
Los usos que le dan son tan variados como la peletería de lujo (una piel de pantera siberiana cuesta sobre
100 mil dólares en el mercado negro), ornamentos (como carteras, zapatos, etc.), productos
pretendidamente afrodisiacos y, en algunos casos, animales de compañía. A causa de este comercio ilegal
hay en peligro unas 700 especies al borde de la extinción, y otras 2,300 especies de animales amenazadas.
Algunas de las especies podrían desaparecer en las primeras décadas del siglo XXI. Su uso comercial está
totalmente prohibido. Por ejemplo el Tigre de Siberia: casado por su piel. Quedan 200 ejemplares; Nutria
gigante, capturado por su piel, desapareció en Uruguay y quedan pocos ejemplares en Argentina.
Cocodrilo del Nilo, perseguido por su piel; Águila Imperial Ibérica, quedan alrededor de unas 150 parejas
en libertad; Tortuga Marina, perseguida por coleccionistas y ofrecida como curiosidad en restaurantes de
lujo. Rinoceronte Negro Africano: quedan unos 200 ejemplares (para los años 70 su población llegaba a
los 65 mil); Panda Gigante: utilizado en zoológicos y apetecidos por su piel, quedan alrededor de 1,000
ejemplares en todo el mundo.
Algunos animales extintos.
El tigre de Tasmania, extinto hace 60 años, podría volver a la vida en los próximos años. Un grupo de
científicos australianos intentará clonar las células de los embriones que se conservan en perfecto estado
en diversos museos australianos, con una técnica (la clonación a partir del ADN) a la utilizada a la utilizada
por los científicos de Parque Jurásico para la resurrección de los dinosaurios. Se extinguió hace 64 años;
el marsupial, primo de los canguros y las zarigüeyas, media de la punta de la nariz hasta la cola, más de
3. metro y medio, unos 60 centímetros de alto y peso de algunas 15 libras. El salvaje tigre de Tasmania, que
era un animal muy tímido, evitaba el contacto con los humanos y ladraba únicamente cuando salía a
cazar.
El mamut, recientemente se escucharon noticias alrededor del mundo de los que muchos científicos
esperaban fuera un mamut casi completo, encontrando en estado congelado en la Península de Taymyr al
norte de Siberia. Evidentemente una variedad de elefante, los mamuts pertenecen al orden mamífero
Proboscidio 3. Los mamuts tenían usuales rasgos elefantinos de una trompa y colmillos. Los mamuts
tenían una joroba grande y espalda inclinada, orejas pequeñas y cola, dientes muy complejos, una trompa
pequeña con un extremo distintivo con dos proyecciones que parecían dedos; colmillos inmensos y
curvados en espiral de hasta 3.5 metros de largo; y bucles espirales de pelo oscuro cubriendo un pelaje
interior sedoso. Algunos eran inmensos de hasta sobre 4 metros de alto hasta los hombros, del mismo
tamaño que los elefantes vivos más grandes. Se consideran la familia más cercana de los elefantes
asiáticos que los africanos.
En 1997, una familia que vive en Siberia (familia Jarkov) desenterró un colmillo y más adelante trató de
venderlo. Un explorador francés escucho hablar del colmillo, luego de estudiarlo, organizó un grupo de
científicos para viajar al lugar donde había sido encontrado. Usaron un tipo de radar especial para “mirar”
en la helada permafrost del sitio (permafrost es la capa que permanece helada de terreno en la superficie
durante todo el año en las regiones árticas). Estos estudios revelaron los restos de un mamut lanudo.
Murió en el lugar hacen algunos 23,000 años atrás y había permanecido allí desde entonces. Con sumo
cuidado el grupo trabajó para desenterrar el inmenso bloque de terreno congelado que contenía al
mamut.
Una tienda de campaña sobre el sitio ayudó a protegerlos de los inclementes vientos. Usando un martillo
neumático para atravesar el terreno congelado, primero excavaron una zanja alrededor del mamut.
Después hicieron túneles por debajo del animal para liberarlo de su helada tumba. El 18 de octubre de
1999 un helicóptero gigante recogió el bloque congelado, que pesaba 23 toneladas. Lo movieron 150
millas hasta la ciudad rusa da Katanga. El bloque se mantiene a 100 Farenheit. Las pruebas hasta ahora,
hasta ahora han demostrado que el mamut media unos 9.8 pies de altura y cuando murió tenía unos 47
años. Este mamut llamado Jarkov, se parece se parece mucho a un elefeante peludo; de ahí la seguridad
del parecido y la certeza de que son primos.
El 6 de enero de 2000 fue encontrada muerta la última Bucarda en el Parque Nacional de Ordesa y
Monte Perdido (en la Península Ibérica). La Cabra Montes, estaba en estado terminal desde hace décadas.
4. Desde 1918 estaba considerada una especie en peligro de extinción. La última evidencia de cría de esta
especie data de 1987, y en 1990se cifró la su población en diez ejemplares.
ANIMALES EN PELIGRO DE EXTINCION EN PUERTO RICO
En Puerto Rico las especies en peligro de extinción (EPE) son aquellas que así se designan porque sus
números poblacionales son tales que a juicio del Secretario del Departamento de Recursos Naturales y
Ambientales (DRNA) requieren especial atención para asegurar su perpetuación en el espacio físico donde
existen. En Puerto Rico se han designado treinta y nueve especies de fauna en peligro de extinción. Estas
especies están protegidas por la Ley Núm. 241 (Ley de Vida Silvestre), Reglamento Núm. 6766 (Para Regir
las Especies Vulnerables y en Peligro de Extinción del Estado Libre Asociado de Puerto Rico). Es ilegal o
sea un delito, cazar o coleccionar las especies vulnerables o en peligro de extinción; poseer, transportar,
vender artículos derivados de especies vulnerables o en peligro de extinción designadas por el
Departamento.
Este reglamento establece las siguientes categorías:
Especie en peligro crítico es una especie que enfrenta un riesgo extremadamente alto de extinción
en un futuro inmediato.
Especie en peligro es aquella que aunque no está en peligro crítico enfrenta un alto riesgo de
extinción en el estado silvestre a mediano plazo.
Especie vulnerable es una que aunque no está en peligro crítico o en peligro enfrenta un alto
riesgo de extinción en un futuro inmediato.
Vulnerabilidad:
Entre los factores que han contribuido a poner estas especies se encuentran:
La pérdida y degradación de hábitat, mayormente por actividades humanas como contaminación,
incendios, y algunos desarrollos.
Las especies exóticas, puesto que compiten con las especies nativas por hábitat y alimento.
Algunos procesos naturales como huracanes, pueden acelerar la extinción de la especie.
5. Protección
Además de la implementación de las leyes y reglamentos, es necesaria la protección de importantes
áreas de anidaje y de los hábitats de estas especies. Por otro lado, el DRNA ha establecido proyectos
de recuperación para algunas especies, entre las que podemos mencionar, la cotorra puertorriqueña,
la mariquita de Puerto Rico y el sapo concho.
Algunas de las especies en peligro de extinción en Puerto Rico lo son:
Entre los anfibios:
Coquí de la montaña: de color uniforme, de pecas crema, con una banda vertebral que
se extiende lateralmente hasta las rodillas; es una de las dos especies que emite el
sonido co-quí, pero este es de una forma más alta y rápida.
Coquí caoba: de color caoba y tiene una línea amarilla-dorada; su voz es un tic, pero
ocasionalmente de varias notas en secuencia. Se encuentra en las más altas
elevaciones de El Yunque, rara vez sobre las hojas.
Coquí dorado: se distingue por su color dorado; es la única en su orden que se conozca
que dé a luz a sus críos completamente desarrollados (vivíparos). Posiblemente extinto.
Sapo concho: se distingue por el hocico puntiagudo y piel arrugada; es mucho más
pequeño que el sapo común; se ha podido confirmar su existencia solo en dos lugares
de la Isla: Guánica y Quebradillas.
Peces:
Lisa morón: prefiere charcas profundas de cascadas o rápidas de río; en Puerto Rico
sólo se conoce en el Río Añasco.
Mero batata: el pez de mayor tamaño en los arrecifes de coral; puede alcanzar los 8
pies; vive aislado, escondido en cuevas.
Hipocampo (Caballitos de Mar): se aparean durante todo el año en aguas tropicales.
6. Mamíferos:
Manatí antillano: habita en las costas llanas, desembocaduras de los ríos; se alimenta
de hierbas marinas. De gran tamaño puede medir hasta 12 pies de largo y cerca de
3,500 libras. Sus patas delanteras se han modificado como aletas y el rabo es
aplastado para moverse poderosamente debajo del agua. Aunque pasa toda su vida
entera en el agua, necesita salir a la superficie a respirar aire fresco. Cada dos a cinco
años la hembra da a luz una cría la cual puede llegar a pesar unas 66 libras al nacer;
esta depende de su madre completamente por lo que pasa casi dos años con ella. Es
el único mamífero marino completamente herbívoro. Pueden llegar a vivir hasta 60
años. Además de encontrarse en Puerto Rico y en otras costas de las Antillas Mayores,
se encuentra donde hay abundante vegetación acuática en agua dulce o salobre cerca
de la boca de los ríos, bahías o áreas costeras de aguas tranquilas. El número en
Puerto Rico se estima que no pasa de los 200.
Ballena jorobada: especie marina, vive en aguas costaneras, tiene aletas negras en la
parte superior y blanca en la inferior. Alcanza un tamaño de 45 pies y algunas 20
toneladas. Migran en invierno hacia las aguas de los trópicos para parir. Son
protegidas celosamente ya que se estima su población entre algunas 10,000 en el
mundo entero.
Murciélago rojo: tiene una mancha blanca en la base de cada oreja y en los hombros;
el único murciélago endémico de Puerto Rico; duerma en árboles, de actividad
nocturna; se alimenta de frutas.
Aves:
Reinita el bosque enano: es negra por arriba, con una gran mancha negra en las
mejillas, marcas blancas en la cara y dos barras blancas en las alas; habita los
bosques de alta elevación en la Sierra de Luquillo y la Cordillera Central.
Pato de quijada colorada: habita en humedales costeros (charcas y lagunas),
principalmente al este de Puerto Rico, Vieques y Culebra.
Paloma sabanera: paloma grande de color grisáceo, de ojos azules; pico negro y
patas rojizas.
7. Mariquita de Puerto Rico: parecida al Mozambique (Chango), excepto por la mancha
amarilla en el codo del ala, el resto del plumaje es negro. Es una especie endémica
(autóctona) de Puerto Rico y habita al suroeste y en Mona.
Pelicano pardo: ave marina de gran tamaño, con bolsa gular enorme y su
característica forma de volar. También se distingue por su forma de lanzarse al agua
en busca de peces.
Falcón Peregrino: es bastante grande, de alas largas y puntiagudas, cola larga y
estrecha; banda ancha negra a lo largo de la garganta, dado la impresión de un
bigote, y tiene barras oscuras en el vientre. Es un ave migratoria que se encuentra
en Puerto Rico en los meses de inverno.
Reptiles:
Boa o culebrón de PR: es la más grande de las culebras en Puerto Rico, llegando a
alcanzar 6 pies de largo; de color marrón oscuro ó grisáceo, con manchas más
oscuras a lo largo del dorso; de hábitos nocturnos y se avista con más frecuencia en
las zonas de mogotes de la costa norte.
Tortuga verde o peje blanco: de color castaño, usualmente sombreado de oliva; su
nombre se deriva del color de su grasa (verde) por efecto de la hierba marina
Thalassia de la que se alimenta. Puede alcanzar un peso de 400 libras; se encuentra
en la Mona, Culebra, Caja de Muerto y Manatí.
Tinglar o Baula: es la tortuga más grande que existe en la actualidad, puede alcanzar
un tamaño de 7.8 pies de largo y pesar unas 1,485 libras. Es de color negro y la única
especie que no tiene caparazón duro. Anida en playas de Culebra, y también en
Carolina.