2. Respetar las opiniones
Un hombre estaba poniendo flores en la tumba de un pariente, cuando ve a un Japonés poniendo
un plato de arroz en la tumba vecina. El hombre se dirige al japonés , y le pregunta:
- 'Disculpe señor, pero ¿cree usted que de verdad el difunto comerá el arroz?
- 'Si', respondió el japonés... 'Cuando el suyo venga a oler sus FLORES.'
Respetar las opciones del otro, es una de las mayores virtudes que un ser humano puede tener.
Las personas son diferentes, actúan diferente
y piensan diferente. No juzgues............ Solamente COMPRENDE
3. Los Niños
En una tarde nublada y fría, dos niños patinaban sin preocupación sobre una laguna congelada.
De repente el hielo se rompió, y uno de ellos cayó al agua. El otro agarro una piedra y comenzó a
golpear el hielo con todas sus fuerzas, hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron: “¿Cómo lo hizo? El
hielo está muy grueso, es imposible que haya podido quebrarlo con esa piedra y sus manos tan
pequeñas...”
En ese instante apareció un abuelo y, con una sonrisa, dijo:
—Yo sé cómo lo hizo.
— ¿Cómo? —le preguntaron.
—No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.
"Si lo puedes imaginar, lo puedes lograr".
Einstein
4. Las Tres Rejas
El joven discípulo de un filósofo sabio llegó a casa de este y le dijo:
—Maestro, un amigo suyo estuvo hablando mal de usted.
—¡Espera! —lo interrumpió el filósofo—.
¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
—¿Las tres rejas? —Sí. La primera es la reja de la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres
decirme es absolutamente cierto?
—No; lo oí comentar a unos vecinos.
—Entonces al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Esto que
deseas decirme, ¿es bueno para alguien?
—No, en realidad no. Al contrario...
— ¡Vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
—A decir verdad, no.
—Entonces —dijo el sabio sonriendo—, si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo
en el olvido.
5. Un Maestro y un escorpión
Un maestro oriental, cuando vio como un escorpión se estaba ahogando, decidió sacarlo del
agua.
Cuando lo hizo, el alacrán lo picó. Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó, y el animal cayó al
agua y de nuevo estaba ahogándose.
El maestro intentó sacarlo otra vez, y otra vez el escorpión lo picó.
Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo: "Perdone... ¡pero usted es terco!
¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua lo picará?".
El maestro respondió: "La naturaleza del escorpión es picar, y eso no va a cambiar la mía, que es
ayudar".
Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.
No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones. Algunos persiguen la
felicidad,... otros la crean.
6. Fidelidad
Un matrimonio bautizó con la palabra “Increíble” a
su hijo, porque tenían la certeza que haría
increíbles cosas a lo largo de su vida.
Lo cierto es que, lejano a aquel mandato
familiar, Increíble tuvo una vida equilibrada y
tranquila. Se casó y fue fiel a su esposa durante
setenta años.
Los amigos le hacían todo tipo de bromas, porque
su nombre no coincidía con su estilo de vida.
Justo antes de morir, Increíble le pidió a su esposa
que no pusiera su nombre en la lápida, para evitar
cualquier tipo de bromas.
Cuando murió, la mujer obedeció el pedido, y
puso, humildemente: “Aquí yace un hombre que le
fue fiel a su mujer durante setenta años”.
Cuando la gente pasaba por ese lugar del
cementerio, leían la placa y decían: “¡Increíble!”
7. Perseverancia
La historia dice que este hombre fracasó
en los negocios y cayó en bancarrota en
1831. Fue derrotado para la Legislatura de
1832.
Su prometida murió en 1835.
Sufrió un colapso nervioso en 1836.
Fue vencido en las elecciones de 1836 y
en las parlamentarias de 1843,1846, 1848
y 1855.
No tuvo éxito en su aspiración a la
Vicepresidencia en 1856, y en 1858 fue
derrotado en las elecciones para el
Senado.
Este hombre obstinado fue Abraham
Lincoln, elegido presidente de Estados
Unidos en 1860.
La lección es muy sencilla: sólo se fracasa
cuando se deja de intentar.
8. Apuntar Alto.
Un maestro quería enseñarles una lección especial
a sus alumnos, y para ello les dio la oportunidad de
escoger entre tres exámenes: uno de cincuenta
preguntas, uno de cuarenta y uno de treinta. A los
que escogieron el de treinta les puso una “C”, sin
importar que hubieran contestado correctamente
todas las preguntas.
A los que escogieron el de cuarenta les puso una
“B”, aun cuando más de la mitad de las respuestas
estuviera mal.
Y a los que escogieron el de cincuenta les puso
una “A”, aunque se hubieran equivocado en casi
todas.
Como los estudiantes no entendían nada, el
maestro les explicó:
“Queridos alumnos: permítanme decirles que yo no
estaba examinando sus conocimientos, sino su
voluntad de apuntar a lo alto”.
Cuando te apuntamos a lo alto, estamos más cerca
de nuestros sueños que si nos conformamos con
pequeños objetivos.
9. Lo que es divertido en el hombre
Un discípulo preguntó a su maestro:
- Quiero saber que es lo más divertido de los seres humanos
el Maestro comentó:
"Piensan siempre al contrario: tienen prisa por crecer, y después suspiran por la infancia perdida.
Pierden la salud para tener dinero y después pierden el dinero para tener salud.
Piensan tan ansiosamente en el futuro que descuidan el presente, y así, no viven ni el presente ni
el futuro.
Viven como si no fueran a morir nunca y mueren como si no hubiesen vivido.”
10. La piedra
El distraído tropezó con ella.
El violento la utilizó como proyectil.
El emprendedor, construyó con ella.
El campesino, cansado, la utilizó de
asiento.
Para los niños, fue un juguete.
Drummond la poetizó.
David, mató a Goliat.
Y Miguel Ángel le sacó la más bella
escultura.
En todos estos casos, la diferencia no
estuvo en la piedra ¡sino en el hombre!.
No existe "piedra" en tu camino que no
puedas aprovechar para tu propio
crecimiento.
11. Elecciones
Una mujer fue al médico con un verdadero catálogo de
quejas por su salud. El médico la revisó
minuciosamente, y se convenció que no tenía ninguna
enfermedad. Simplemente, sospechó que se trataba de
una perspectiva negativa de la vida: su resentimiento y
amargura.
Entonces, el médico llevó a su paciente hasta otra
habitación del consultorio donde guardaba las
medicinas. Le mostró un mueble lleno de botellas
vacías y le dijo:
- ¿Ve estas botellas? Observe que todas están vacías.
Tienen distintas formas, aunque básicamente son
iguales, sirven para lo mismo. Ahora bien: puedo tomar
cualquiera de ellas y llenarla con veneno, como para
matar a un ser humano. O puedo llenarlas con un
remedio para quitar el dolor de cabeza, bajar la fiebre o
quitar una infección. Lo importante es que yo tome la
decisión. La elección siempre está en mi.
El doctor la miró a los ojos y le dijo:
- Cada día recibimos una botella vacía. Podemos
llenarla de pensamientos que nos ayuden a afirmar los
aspectos bellos de la vida y con actitudes positivas, o
con ideas destructivas. La opción es nuestra.
12. Bailar bajo la lluvia
Una mujer muy sabia se despertó una mañana, se miró al espejo y notó que tenía solamente tres
cabellos en su cabeza. 'Hummm' pensó, 'creo que hoy me voy a hacer una trenza'. Así lo hizo y pasó un
día maravilloso.
El siguiente día se despertó, se miró al espejo y vio que solamente tenía dos cabellos en su
cabeza. 'Hummm' dijo 'creo que hoy me peinaré de raya en medio'. Así lo hizo y paso un día grandioso.
El siguiente día cuando despertó se miró al espejo y notó que solamente le quedaba un cabello en su
cabeza. 'Bueno' ella dijo 'ahora me voy a hacer una cola de caballo'. Así lo hizo y tuvo un día muy, muy
divertido.
A la mañana siguiente cuando despertó corrió al espejo y enseguida notó que no le quedaba ni un solo
cabello en la cabeza. 'Que bien' exclamó 'hoy no voy a tener que peinarme'.
La actitud es todo.
La vida no es esperar a que la tormenta pase. Es aprender a bailar bajo lo lluvia.