El romanticismo se extendió por Europa en el siglo XIX rechazando la razón y exaltando los sentimientos individuales, la libertad y las tradiciones nacionales. La escultura romántica y el arte en general de esta época se caracterizó por expresar movimiento y sentimientos de forma dinámica. Delacroix fue un pintor romántico francés que se inspiró en el norte de África y culturas exóticas y cuya obra más famosa es La libertad guiando al pueblo.