Este poema de Gustavo Adolfo Bécquer, publicado en 1871, expresa la angustia y soledad de un amor no correspondido. El poeta le pide a elementos de la naturaleza como las olas, rayos y bosque que acaben con su vida para escapar del dolor en las tres primeras estrofas, mientras que en la última prefiere la muerte antes que seguir sufriendo. El poema sigue las características del Romanticismo como la subjetividad y evasión de la realidad a través de la naturaleza.
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Rima LII
1. Rima LII
Nos encontramos ante un texto literario de carácter lírico. A mediados del siglo XIX,
bajo el título de Rima LII, este poema fue publicado por Gustavo Adolfo Bécquer en un
libro llamado Rimas.
Su autor, Bécquer, nació en Sevilla en 1836. Se crió con su madrina procedente de
una familia de pintores aunque este se decantó más por la poesía y se marcha a Madris
para escribir.
El texto pertenece al Romanticismo que es un movimiento artístico y cultural dado
en el siglo XIX con unas características como el inconformismo, la subjetividad y la
evasión del mundo que les rodea y que se ven reflejados en el poema.
Los poemas que constituían dicho libro fueron publicados un año después de la
muerte del autor, en 1871. Pertenece a la tercera parte del libro, este, está formado por 76
rimas.
En la Rima LII, el poeta pide a distintos elementos de la naturaleza que se lo lleven
de esta vida para así no tener que sufrir. El tema principal es la muerte a causa de un
gran dolor que lleva al poeta a desesperarse.
El poema puede dividirse en dos:
– Las tres primeras estrofas (Versos 1-12) ya que en ellos existe el mismo deseo
que se es pedido a diferentes elementos de la naturaleza.
– La última estrofa (Versos 13-16) en la que el poeta nos muestra cómo el poeta
prefiere morir antes que seguir sufriendo.
Nos encontramos ante un poema de cuatro estrofas compuestas cada una de ellas
por cuatro versos en la que los tres primeros son endecasílabos y el que ocupa el cuarto
lugar es heptasílabo a modo de estribillo. Su esquema métrico es 11-, 11A, 11-, 7a y así
sucesivamente; por tanto, podemos decir que estamos ante una estrofa de pie quebrado,
en la cual, el autor utiliza tanto el arte mayor como el menor. La rima es asonante en los
versos pares y suelta en los versos impares.
La intención con la que el poeta escribe este poema es para expresar la soledad y
la angustia de un amor no correspondido.
En el plano morfosintáctico predominan:
– Sustantivos: Relacionados con elementos de la naturaleza (olas, rayos, playa,
bosque...)
– Adjetivos: Explicativos que están relacionados con la soledad (gigantes, remotas,
desiertas, altas...)
– Verbos: Modo imperativo. Pide a los elementos de la naturaleza que los ayude a
salir de esta angustia, esto está presente en el Romanticismo con la característica
de la evasión.
Todo el poema está formado por oraciones subordinadas adjetivas.
Las figuras retóricas que encontramos presente en el poema son epítetos,
literaciones, hipérbatos, paralelismos y una metáfora.