Este documento resume la Rima LXXIII de Gustavo Adolfo Bécquer. Describe la muerte de una niña y su entierro, mostrando la angustia y pesimismo del poeta ante la muerte. El poema consta de 104 versos hexasílabos distribuidos en 12 estrofas y un estribillo. Usa arte menor con rima asonante y romance métrico. El poeta refleja su interior angustiado y usa figuras como epítetos, hipérbatos y metáforas para describir la muerte y sentimientos lúg
1. Comentario de texto: Rima LXXIII
Estamos ante un texto literario de cáracter lírico, concretamente la Rima LXXIII del
libro Rimas (1871), cuyo autor es Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870), escritor sevillano,
que ejerció el periodismo y llevó una vida discreta, no exenta de penalidades, por la
muerte de sus padres, el abandono de su esposa y su temprana muerte por tuberculosis.
El conjunto de sus poemas fue publicado de forma póstuma por sus amigos a partir de un
manuscrito autógrafo titulado El libro de los gorriones.
El autor se adscribe en el Romanticismo español, siglo XX, que tiene como
características la subjetividad y el inconformismo vital del autor que también se dan en la
obra.
La rima pertenece a la cuarta parte de la obra, que va desde la rima LV a la LXXIX,
en la cual el poeta se siente solo, triste y pesimista, y habla de la muerte.
El tema en general es la angustia, muerte y falta de sentido de la vida, y en la rima
concreta la muerte de una niña.
La estructura consta de cuatro partes, separadas por un estribillo:
Primera parte (versos 1-24): Se describe la muerte de una niña.
Segunda parte (versos 27-50): Traslado del cuerpo a una capilla donde se queda sola.
Tercera parte (versos 53-76): Se realiza el entierro y la despreocupación del sepulturero
después de realizar su trabajo.
Cuarta parte (versos 79-104): El poeta hace memoria de la niña, y medita a propósito
sobre la muerte.
Estamos ante un poema de 104 versos hexasílabos, que se distribuyen en 12
estrofas de 8 versos cada una, y un estribillo de 2 versos al final de cada 3 estrofas (Dios
mío, que solo se quedan los muertos). Podemos decir que el poeta usa arte menor. La
rima es asonante en los versos pares, quedando libres los impares. Su esquema métrico
es 6-, 6a, 6-, 6a, 6-, 6a, 6-, 6a, por lo tanto estamos ante un romance.
Siguiendo con el análisis, podemos decir que el autor nos refleja su interior
angustiado.
Seguidamente en el plano morfosintáctico, los sustantivos hacen referencia a la
muerte y a cosas fúnebres, que enlazan directamente con los sentimientos y la intención
del autor, es hacernos partícipes del entierro y velario de la niña. El tiempo verbal es el
pretérito imperfecto, menos los verbos del estribillo que se viven en presente, ya que
siempre se va a mantener. Además, la reflexión final también es en presente.
En cuanto a figuras retóricas, en el verso 4 el autor utiliza como recurso estilístico
el epíteto (blanco lienzo), que realza la cualidad del objeto. Hay varios hipérbatos, se
altera el orden para destacar lo que el autor pone primero (De la casa, de un reloj,
cerraron sus ojos). En toda la obra se utiliza el paralelismo, o repetición de las estructuras
sintácticas que da ritmo al poema (de vida y misterio, de luz y tinieblas). Hay varias
metáforas: lengua de hierro como el badajo de la campana, y el uso de personificaciones
(puertas gimieron, despertaba el día).