1. El hermoso fenómeno de
luminiscencia atmosférica conocido
como aurora polar se produce
cuando una eyección de masa solar
choca con los polos norte y sur de
la magnetosfera terrestre. Como
consecuencia surge la aurora, una
luz difusa proyectada en la
ionosfera terrestre, compuesta de
partículas protónicas que difunden
el color.
2. Los pueblos que presenciaban el fenómeno tenían sus propias interpretaciones
y le daban, según las épocas, determinados significados. La Edad Media,
pródiga en luchas y batallas, suministró varias pinturas de este tipo, en las que
la interpretación giraba en torno a grandes batallas en el cielo, ejércitos en
lucha y tropas a caballo. Miedo y terror, anuncios de grandes catástrofes,
aparecían ligados en esas épocas a los fenómenos aurorales.
Los esquimales, los indios atabascos, los lapones, los habitantes de
Groenlandia, e incluso las tribus del noreste de la India estaban
familiarizados con esta luz misteriosa del cielo. Sus leyendas toman muchas
formas y a menudo estaban asociadas con sus ideas de la vida en el otro
mundo.
Cuenta una leyenda esquimal: "Los límites de la tierra y el mar son bordeados
por un inmenso abismo, sobre él aparece un sendero estrecho y peligroso que
conduce a las regiones celestiales. El cielo es una gran bóveda de material
duro, arqueado sobre la tierra. Hay un agujero en él a través del que los
espíritus pasan a los verdaderos cielos. Sólo los espíritus de aquellos que
tienen una muerte voluntaria o violenta y el cuervo, han recorrido este
sendero. Los espíritus que viven allí encienden antorchas para quitar los pasos
de las nuevas llegadas. Esta es la luz de la aurora. Se pueden ver allí
festejando y jugando a la pelota con un cráneo de morsa.
El sonido silbante y chasqueante que acompaña, a veces, a la aurora son las
voces de esos espíritus intentando comunicarse con las gentes de la tierra. Se
les debería contestar siempre con voz susurrante. A los espíritus celestiales se
les llama "selaimut", "sky-wellers", moradores del cielo".
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5. Las auroras boreales contempladas solamente en los polos, siempre han
sido tema de fascinación para el hombre, y aunque han estado rodeadas
de misterio y magia, hoy ya se conocen algunas de las causas que la
provocan.
La ciencia y la investigación, gracias a la tecnología, han descubierto una
de las causas por las cuales las auroras boreales se generan en los polos
del planeta tierra. Se han utilizado 5 satélites del programa Themis, que
fueron lanzados al espacio en Febrero de 2007. Además algunos otros de
laboratorios en Canadá y unos más de Alaska.
Y bien se ha determinado que una de causas más probables que genera el
fenómeno de la aurora boreal, se halla a 130 mil kilómetros de distancia
de la tierra. Que es la distancia aproximada en donde se crean tormentas
geomagnéticas, que presuntamente son las causantes de algunos efectos
de la aurora boreal.
Lo que hay detrás de estas tormentas geomagnéticas es lo que provoca
algunas de las anomalías visuales de la aurora boreal, en concreto el
fenómeno denominado Reconexión Magnética, y que como su nombre lo
indica, atañe a los campos magnéticos de la tierra. Y dentro de esta
reconexión magnética queda capturada la energía del viento solar, y estos
campos tienen un estiramiento parecido al de una goma elástica.
En algún punto el estiramiento cesa y los campos magnéticos regresan a la
tierra, lo hacen con una forma distinta a la que tenían originalmente, se
genera una especie de corto circuito y más energía es almacenada. Una
vez producida la reconexión magnética, partículas cargadas de energía
atraviesan la atmósfera terrestre y esto es lo que alimenta (por así decirlo)
a las auroras boreales, dándoles luz y brillo y agregando movimientos
rápidos a sus formas.