Los patrones del crecimiento global están cambiando: es el diseño y no la producción lo que aporta valor al producto: todo lo que se pueda digitalizar e intercambiar vía internet se puede contratar en cualquier parte del mundo.
¿Qué hace que unos territorios sean más atractivos que otros? ¿Qué hace que unos sean más dinámicos que otros y que logren atraer personas con talento?. En definitiva, ¿cuáles son las claves de la i-economía?
Autores: Javier García. Paco Prieto. Pablo P.
6. Prólogo
L
a innovación es la actitud y el esfuerzo que nos hace ser mejores.
Sólo nos compensa ir a más si también significa ir a mejor. Para eso,
hay que introducir novedades que perfeccionan nuestro trabajo,
nuestro rendimiento, nuestra eficiencia, calidad y sostenibilidad.
Gas Natural Fenosa aglutina la experiencia de más de 168 años
de esfuerzos por acercar a la sociedad la mejor energía disponible.
El tipo de energía, la tecnología que ha requerido, las exigencias del
consumidor y la sociedad han variado en todo este tiempo, pero nuestra organización ha tenido que anticiparse a estos cambios, buscar
las soluciones más adecuadas y adaptarlas a una realidad cada vez
más compleja que ahora se ve además transformada por las TIC: las
tecnologías de la información y la comunicación.
En esta labor innovadora no se conoce el camino, hay que hacerlo,
ir más allá, explorar, pisar donde otros no lo han hecho antes e incluso
volver sobre lo andado si es preciso. Si hay un espacio abierto hoy
a la exploración, ese es el de las tecnologías de la información y la
comunicación, porque están transformando no solo la forma de hacer
las cosas, de manejar la información, sino también la sociedad, a sus
individuos y generando nuevos escenarios continuamente.
Las TIC son ya una realidad económica aparejada al ritmo de
crecimiento de las sociedades, aquellas que convierten el progreso
tecnológico en mejora económica, aquellas que convierten la información en conocimiento. Más allá de la tecnología en sí, más allá de
la información, está la capacidad del ser humano y la sociedad para
crear cosas y tomar decisiones de valor a partir de todo ello.
@FRInnova nos brinda la oportunidad a través de este magnífico
libro de Javier García, Paco Prieto y Pablo Priesca, dedicado a la iEconomía, de situarnos en esta realidad y orientarnos como territorio
hacia una cultura de innovación que incorpora las TIC como un importante motor de competitividad.
El libro i-Economía aboga por crear innovación social desde el territorio,
creando una cultura innovadora que agilice el flujo de información y
conocimiento entre sus actores, labor que impulsa la Fundación Riojana
para la innovación y de la que somos partícipes desde el Patronato. Las
reflexiones que se plantean en el texto nos ayudarán a mejorar nuestro
enfoque en este reto y conseguir pasar, como dicen sus autores, “de la
sociedad de la información a la sociedad del conocimiento”. Por nuestra
parte, seguiremos aportando la mejor energía.
Celestina López Morte
Directora de Gas Natural Rioja
7. Contenido
1_ Aperitivo. .........................................................
9
2_ Pasado, futuro y futuro de las TIC............
15
2_1
2_2
2_3
Las TIC… ¿son?........................................... 16
Las magnitudes: Breve foto
de las TIC en el mundo................................ 22
Información y conocimiento,
¿binomio inmediato?................................... 36
3_ Del progreso tecnológico
al crecimiento económico. ........................... 51
3_1
3_2
3_3
3_4
¿Se puede medir lo que las TIC aportan
a una economía?.........................................
La productividad, a largo plazo,
lo es todo....................................................
TIC y productividad,
¿binomio inmediato?...................................
Impacto económico de las TIC
en la economía española.............................
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
52
57
61
67
8. 4_ Tecnología, competitividad
e innovación social......................................... 79
4_1 ¿Compiten los territorios?............................ 80
4_2 La competitividad empresarial
en un mercado global. ................................ 86
.
4_3 Innovación social: Otra forma
de competir................................................. 101
4_4 Política Tecnológica, un fenómeno
global: El papel de Europa........................... 109
5_ Inputs para reflexionar sobre
innovación social: ¡Actuemos!. ................... 119
Bibliografía........................................................ 127
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
11. 10
i-Economía
¿
Se ha preguntado alguna vez cómo se construye
un lápiz? Con esta pregunta el Premio Nobel en
Economía, Milton Friedman, en los años ochenta
explicaba las bondades del mercado. El autor mostraba
que para que un simple lápiz llegue a una tienda hacía
falta el trabajo de muchas personas en varias partes del
mundo. También argumentaba que solo con un sistema
de mercado se podía conseguir que tantas personas,
de lugares y culturas diferentes, se pudieran poner de
acuerdo. A través de los precios y de los incentivos de
esas personas, se podían encontrar lápices en las estanterías de las tiendas a un precio muy asumible.
Casi tres décadas después, las cosas han cambiado
mucho, tanto que para conocer la historia del lápiz acudimos a nuestro dispositivo electrónico que puede ser
un ordenador, un móvil o un iPad; nos conectamos a
algo que conocemos como la Red, y dentro de ella nos
introducimos en un canal de vídeos gratuitos que visitan
millones de personas en todo el planeta, YouTube.
Sin embargo, la pregunta de Milton Friedman es
sumamente interesante y podemos seguir pensando en
economía con preguntas de este estilo. Y ese es uno de
los objetivos que perseguimos con este libro. Abordar
preguntas sencillas pero con respuestas que, cuanto menos, no son obvias y están sujetas a estudios profundos
y con metodologías complejas en muchas ocasiones. Y
queremos hacerlo, y esperamos haberlo conseguido, de
una forma divulgativa, entretenida y, además, rigurosa.
Queremos reflexionar con usted, lector, acerca de las
distintas aristas sociales, económicas e institucionales
que han supuesto y que van a suponer las tecnologías
de la información y la comunicación.
Y queremos ofrecerle un aperitivo para empezar, que
le deje con hambre para continuar. El aperitivo tiene mucho que ver con la pregunta de Milton Friedman pero,
en vez de lápices, hablemos de reproductores digitales
de música. Y es que tres investigadores de la Universidad de California publicaron recientemente un estudio
(Jason et al. 2008), en el que analizan tanto la distribución
geográfica de la fabricación de un iPod (como el lápiz
de Friedman) de la empresa americana Apple, como la
distribución de su valor añadido entre los distintos países
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12. Aperitivo
que intervienen en el proceso. Y de este ejemplo podemos
aprender lecciones muy interesantes.
El punto de partida es un iPod de 30 GB que en
Estados Unidos tiene un precio de venta al público de
unos 300 dólares. A partir de ahí se “destripa” este
reproductor en sus 452 componentes, que van desde
los tornillos hasta la logística de poner el producto en las
estanterías de las tiendas.
Muy pocos de los componentes del iPod los fabrica
Apple. La empresa los adquiere a otras compañías, tanto
dentro como fuera de Estados Unidos, especializadas
en la producción de cada componente. Un ejemplo, la
pieza de mayor coste de un iPod es su disco duro, que
Apple compra a Toshiba, una empresa japonesa, por
73,39 dólares. Toshiba fabrica ese disco duro en sus instalaciones de China y/o Filipinas, por un coste estimado
de 52,94 dólares, lo que le permite obtener un beneficio
bruto por unidad de 19,45 dólares.
Si se aplica la misma metodología para los 451 componentes restantes, fabricados por múltiples empresas
en varios países, se obtiene que Apple soporta un coste
de fabricación de 144 dólares. El precio final al que Apple
vende a los distribuidores su iPod es de unos 224 dólares.
¿Dónde se queda el dinero entre los 144 dólares de
coste y los 300 dólares de precio de venta de cada iPod?
En el beneficio que obtiene Apple, en los distribuidores y
en los márgenes comerciales del vendedor final.
Pero hablemos de beneficio, ¿quién es el que más
gana con la venta de un iPod y dónde se obtiene esa
ganancia geográficamente? Muchos podrían pensar que
las empresas chinas o los países asiáticos porque, al fin y
al cabo, es donde más componentes se fabrican —casi
la totalidad, incluido el ensamblado final—. En cambio, la
respuesta es que Apple y las empresas americanas son
las que más beneficio obtienen por la venta de un iPod,
163 de los 190 dólares del beneficio global (mundial).
Apple obtiene un beneficio bruto mínimo de 80 dólares por cada iPod que vende fuera de Estados Unidos,
el 36% del precio de venta a distribuidores. Y por cada
reproductor que vende en Estados Unidos, la empresa
obtiene 103 dólares de beneficio, el 53% del citado
precio de venta, porque en este caso también participa
en los ingresos de las ventas minoristas.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
11
13. 12
i-Economía
El segundo país del mundo donde más valor añadido
y beneficios se generan por la venta de un iPod es Japón,
pero la cantidad es de 26 dólares, es decir, menos del 10%
del precio de venta al público. En último lugar, están los
países emergentes (China, Taiwán, Filipinas) que capturan
menos de un 1% del total del beneficio bruto.
La lectura de este ejemplo es clara, Apple ha aprovechado una oportunidad global. Se ha centrado en lo que
sabe hacer, y por lo que obtiene el mayor beneficio,
que es concebir la idea, desde su diseño e ingeniería
hasta su distribución, y ha subcontratado lo que otros
pueden hacer mejor y a menor precio en el mundo.
La clave del párrafo anterior es “en el mundo”, porque las nuevas tecnologías y la caída de los costes de
transporte y de comunicación entre países permiten a las
empresas diseccionar aun más sus procesos productivos
y, o bien contratarlos a empresas especializadas, o bien
fabricarlos en aquellos países donde más recursos y
menores costes existan.
El propio Miltron Friedman estaría asombrado de percibir el grado en el que los mercados se han integrado
con el paso de los años, y cómo los incentivos a los que él
se refería se han ido perfeccionando a escala planetaria.
Detrás de ello están las Tecnologías de la Información y
la Comunicación, las llamadas TIC, que permiten acceder de forma inmediata a información, a servicios y a la
transferencia de conocimiento.
Las oportunidades son muchas, como acabamos de
ver y como veremos a lo largo de este libro, pero las
amenazas también. Se ha sacado de la ensalada del
crecimiento económico el factor distancia física, y cada
vez en mayor proporción el ingrediente que mueve el
mundo es el conocimiento.
Lo estratégico para Apple no es fabricar, no es
replicar de forma estándar procesos industriales. Lo
verdaderamente importante es concebir ideas, diseñarlas,
ejecutarlas, pensar en el modelo de negocio a través del
cual obtener ingresos y posicionamientos globales.
Vivimos en un mundo donde ya no podemos pensar
en global y actuar en local, sino que tenemos que pensar
y actuar en global. Esto requiere nuevas exigencias, nuevas capacidades de las personas, de las empresas y, en
algo cada vez más determinante, de los territorios.
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14. Aperitivo
¿Qué hace que unos territorios sean más atractivos
que otros? ¿Qué hace que unos sean más dinámicos que
otros y que sean capaces de atraer a más personas con
talento a trabajar en ellos, con más ideas, con más formación y con más capacidad para influir a escala global?
En definitiva, ¿qué hace que se produzca un crecimiento
inteligente, social y sostenible en los territorios?
Muchas de esas reflexiones nos van a conducir hacia
un mismo camino, que es a la innovación social. Y es
que para que exista innovación empresarial empieza
a documentarse la necesidad de crear un ecosistema
social sensible y permeable hacia la innovación, es decir,
una sociedad con capacidad para crear innovaciones en
todos los órdenes (educativo, cultural, artístico, gubernamental, sanitario, tecnológico…), una sociedad capaz
de absorber innovación endógena y exógena. Las TIC,
precisamente, pueden agilizar y transferir esos procesos
de innovación en las sociedades, y por eso este libro
abarca, precisamente, esta triple vertiente: las TIC, la
economía y, en cierto grado, la innovación social.
Estas y otras muchas son las cuestiones que queremos reflexionar con usted, lector, en este viaje que
emprendemos juntos a partir de ahora. Y queremos
hacerlo aportándole datos, pero también referencias
para que pueda profundizar en los razonamientos que
le presentamos. Queremos abordar preguntas y dejar
otras planteadas. Y lo hacemos en un contexto económico global y nacional realmente complejo. Estamos
inmersos en una de las crisis históricas más profundas
de la economía española y a diario analistas de todos
los colores políticos y medios de comunicación nos
proponen recetas e ideas para afrontarla, que parece
que se repiten y se manosean hasta un punto en el que
pierden sentido.
Por eso queremos aprovechar para hacer una reflexión
pausada, con datos y con documentos clave para tratar
de, al menos, aproximarnos a lo que ocurre en este puzle
global y cómo tenemos que movernos en el mismo.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
13
17. 16
i-Economía
2_1 as TIC… ¿son?
L
Imagínese que hoy es un día especial y que quiere cocinar para su familia y sus amigos un gran menú. Ha
hecho una larga lista de la compra que ha cuidado hasta
el último detalle, no solo por los alimentos que contiene
sino también por la cantidad y la calidad. Ya dispone de
los ingredientes de su menú, tiene a punto el horno, las
sartenes y la placa vitrocerámica. ¿Qué le falta? No habrá
menú si no hay algo que una los ingredientes, en la cantidad exacta y en el tiempo de preparación adecuado.
No habrá menú, sin receta.
Las recetas son una buena analogía para comprender
el concepto de tecnología. Porque son una especie de
reglas que nos indican que a partir de unas materias
primas —ingredientes— y unos equipamientos —ollas,
sartenes, horno y vitrocerámica— combinados y manipulados de una determinada manera y en un tiempo
estipulado, se logra obtener un producto final —el
plato de cocina— que se ofrece en el mercado —a sus
comensales—. Y son los consumidores —los comensales— quienes evalúan la calidad y deciden qué comprar
—comer—. En definitiva, la tecnología permite convertir
los recursos de los que disponemos, también llamados
inputs, en productos o servicios de un mayor valor añadido, conocidos como outputs.
Pero un aspecto muy relevante es que con los mismos
ingredientes puedes cocinar un número indeterminado
de platos. De hecho, parece que se cumple esa máxima de toda abuela que con tres o cuatro ingredientes
es capaz de elaborar todo tipo de platos. Hay recetas
mejores y peores, más eficientes o menos en tiempo o
en despilfarro de ingredientes, o simplemente hay recetas más caras que otras. Hay muchas posibilidades para
llegar al mismo sitio e, incluso, hay posibilidades que nos
permiten llegar más allá: crear nuevos platos, experimentar con nuevas combinaciones de esos inputs.
La habilidad que tengamos como sociedad para crear
nuevas y mejores recetas es lo que determinará nuestras
posibilidades de disponer de una vida culinaria más rica,
más atractiva y más divertida. Y, en sentido amplio, es lo
mismo que ocurre con la tecnología. El progreso lo lograremos si somos capaces de obtener nuevas y mejores
formas de conectar los recursos que tenemos en nuestra
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18. Pasado, futuro y futuro de las TIC
economía. Las nuevas recetas, las nuevas posibilidades
tecnológicas son el motor de todo proceso de crecimiento
económico y de creación de renta y riqueza.
Y tras este aterrizaje al mundo culinario, podemos explicar qué tienen en común la máquina de vapor, la llegada
del acero, la electricidad, el teléfono, el PC, la fibra óptica o
su móvil. Todos ellos comparten una característica común,
han supuesto un cambio profundo en los procesos de
producción y en la gestión empresarial. Son ejemplos de
nuevas tecnologías que han permitido explorar posibilidades a través de las cuales generar crecimiento económico,
riqueza y, con ello, transformar la sociedad.
En una charla en el Masachussets Institute of Technology (MIT), el máximo responsable de Siemens AG, una
de las compañías más innovadoras del mundo, Claus
Weyrich, abordó de forma brillante cómo a lo largo de
la historia existe un proceso que se repite. Este proceso
es la existencia de una especie de ciclo de vida de las
tecnologías que determinan el progreso y la riqueza de
los territorios. La idea fundamental de su tesis se muestra
de forma gráfica en la Figura 2.1.
Cuando se descubre una nueva tecnología, como se
muestra en el punto 1 de la ilustración, lo que ocurre es
que se produce una discontinuidad frente a lo establecido. Existen muchas ideas que se pueden convertir en
tecnologías que, de tener éxito en el mercado, lo que
generan son nuevas “reglas de juego”, nuevas recetas
que se pueden utilizar para crear bienes o servicios, para
mejorar los que actualmente se producen, para gestionar mejor los procesos de producción actuales y, por
tanto, ser más eficientes (hacer las mismas cosas a un
coste menor) o, como ha sucedido con el desarrollo de
Internet, encontrar nuevos canales de distribución para
todo tipo de actividades, nuevas o “clásicas”.
Pero no toda tecnología es aceptada de forma
inmediata en los mercados. No todas las recetas
permiten crear menús que gusten a la mayoría de las
personas. Muchas ideas, muchas tecnologías potenciales, se quedan solo en la fase 1 de la Figura 2.1.
El progreso tecnológico se produce precisamente
cuando esta tecnología pasa los filtros del tiempo, se
sigue desarrollando y mejorando y logra subir a los
siguientes escalones del ciclo, los puntos 2 y 3.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
17
19. 18
i-Economía
Figura 2.1. Ciclo de vida de la tecnología.
Fuente: Elaboración propia a partir de “Innovation Management at Siemens AG”, charla pronunciada por
Claus Weyrich, Member of the Managing Board of Siemens AG and Head of Corporate Technology.
La tecnología se consolida a medida que más personas
y más empresas la utilizan, la “manipulan” y exploran
a partir de ella nuevas posibilidades. Pero para llegar a
ese momento tiene que haber personas y empresas que
apuesten por ella, que consideren que es una vía a través
de la cual se pueden crear nuevos productos, o nuevos
servicios o nuevas formas de comercializar o simplemente
una nueva forma de hacer las cosas.
Ese salto, esa capacidad de visión y liderazgo para seguir trabajando en tecnologías e ideas que aun no están
consolidadas es, quizás, lo que determina la diferencia
de una empresa líder o una seguidora (de lo que hace
ese líder). Porque en el momento en el que la tecnología
logra estandararizarse o tener un uso masivo ya no genera ventajas competitivas, sino que se convierte en una
necesidad para seguir sobreviviendo en los mercados.
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20. Pasado, futuro y futuro de las TIC
Para comprender mejor el ciclo de vida de la tecnología, podemos buscar ejemplos en el nacimiento de
las técnicas de producción en serie o producción masiva, de las que fue pionero Henry Ford. Durante dos
décadas, estas técnicas supusieron una evidente ventaja
competitiva para Ford dentro del sector de la industria
automovilística. Sin embargo, una vez que todos los fabricantes comenzaron a producir en serie, estas tecnologías
pasaron de ser una ventaja competitiva a convertirse en
un requisito indispensable para mantenerse en el mercado. Lo mismo ha sucedido con otras innovaciones o
cambios tecnológicos, como ha podido ser en su día la
electricidad o como es, en la actualidad, el desarrollo de
las llamadas TIC.
Las TIC han emergido a finales de los setenta como
una discontinuidad, como un cambio en las normas de
juego, de resultados imprevisibles. A partir de ahí, su
crecimiento ha sido exponencial, su capacidad para ser
utilizadas en todo tipo de actividades y procedimientos
es indiscutible y se han convertido en los pilares que
sustentan el crecimiento de la productividad y del crecimiento económico de todos los países, desarrollados y
en desarrollo. Y no solo han generado una transformación económica, sino también social, ya que permiten
estar conectados en tiempo real con el resto del mundo,
y cuya voz y fuerza digital es capaz, incluso, de derrocar
a dictaduras establecidas.
Las TIC han tomado como input la información y la necesidad de comunicarnos que tenemos como individuos,
y han logrado eliminar de la receta un gran obstáculo: la
distancia. Ya no es necesaria la presencia física para saber
qué pasa a esta misma hora a 15.000 km de distancia. Y
eso en sí mismo ha transformado nuestras oportunidades
sociales, empresariales y, por tanto, económicas, como
iremos desgranando a lo largo de este libro. Ya hay otro
país, en el mundo, que se llama Facebook y que tiene
más de 500 millones de usuarios. No es un país físico, ni
tiene fronteras, pero es un punto de encuentro mundial,
que abre nuevas y continuas oportunidades.
¿Y qué se entiende por información? La respuesta es
“cualquier cosa que pueda ser digitalizada —codificada
como un conjunto de bits—” (Varian y Shapiro, 2000),
dando origen así a los bienes de información. Muchos
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19
21. 20
i-Economía
de estos bienes de información suelen caracterizarse por
un aspecto de consecuencias económicas importantes, y
es que son caros de producir pero relativamente baratos
de reproducir. Por ejemplo, una película que cuesta
producirla varios millones de euros, puede ser copiada
y reproducida por solo unos céntimos de euro. Lo mismo sucede con los periódicos digitales, libros, música,
nuevas vacunas y un larguísimo etcétera. Y esto, en sí
mismo, abre nuevas posibilidades empresariales y una
transformación en la manera de hacer las cosas, como
se comentará en el siguiente epígrafe.
Por otro lado, y para determinar una definición más
precisa, en 1998 la OCDE ya se enfrentó al reto de acotar el
término de las TIC, y las definió como una “combinación de
industrias y servicios que capturan, transmiten y permiten
visualizar datos e información de manera electrónica”.
Y de ahí se han ido sucediendo cambios metodológicos
para tratar de definir de forma estadística al sector y su
actividad. Resulta imprescindible que estas definiciones
sean acordadas a una escala internacional porque de
ellas se diseñan las estadísticas que permiten medirlas y
conocer sus interrelaciones socioeconómicas. Si de algo
tienen que servir esas estadísticas es para hacer comparaciones en el tiempo y entre territorios.
En la actualidad, y siguiendo estas normas estadísticas
internacionales, el propio Instituto Nacional de Estadística
(INE) de España define al sector TIC de acuerdo a tres
grandes bloques de actividades económicas:
1. Industrias manufactureras TIC: que incluyen la fabricación de componentes electrónicos, ordenadores,
equipos de telecomunicaciones, productos electrónicos
de consumo.
2. Infraestructuras comerciales TIC: que son actividades
vinculadas con la venta al por mayor de productos
como ordenadores, programas informáticos o equipos electrónicos y de telecomunicaciones.
3. Industrias de servicios TIC, donde a la vez se delimitan
cinco grandes apartados de actividad: las que tienen
que ver con la edición de programas informáticos y
videojuegos; los servicios de telecomunicaciones; las
actividades de consultoría y programación en el ámbito de la informática; los portales web y alojamiento
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
22. Pasado, futuro y futuro de las TIC
(más conocido como hosting) y, en quinto lugar, las
actividades relacionadas con la reparación de los equipamientos informáticos y de telecomunicaciones.
Sin embargo, la mera definición estadística de las TIC
a veces no permite captar su singularidad más importante,
combinar una doble cualidad que no es tan característica
en el resto de actividades económicas:
En primer lugar, son un sector en sí mismo, con
empresas —entre las que se encuentran las más
innovadoras del mundo—, empleos, inversiones y
capacidad para generar riqueza. Es un sector medido
de acuerdo a los parámetros estadísticos y áreas de
actividad que acabamos de comentar.
Pero, en segundo lugar, es un sector cuya existencia se justifica por su capacidad para dotar de
competitividad al resto de actividades de una
economía: desde el comercio minorista al mayorista,
pasando por las actividades de logística, finanzas,
transporte o energía, así como la construcción, los
bienes de equipo y, por supuesto, el ocio.
Esta segunda cualidad es la que permite utilizar la
definición de las TIC no solo como un conjunto de industrias, sino de herramientas que permiten la recogida,
almacenamiento, procesamiento y transmisión de
datos e información de manera electrónica.
Lo que diferencia, por tanto, a las TIC es que actúan
como catalizadoras de competitividad para el resto
de las actividades económicas de un territorio. Y son,
básicamente, estas dos características las que conducen
a las instituciones supranacionales como la Comisión
Europea, el Banco Mundial o la propia OCDE a colocarlas
en un lugar estratégico para afrontar, por ejemplo, la
actual crisis financiera internacional o para implementar
políticas de promoción económica en países y territorios,
tanto desarrollados como no desarrollados, ya sea en el
ámbito rural como en el urbano.
En síntesis, en este epígrafe lo que queremos destacar es que lo que se conoce como “la revolución de
las tecnologías de información y la comunicaciones”
es, en esencia, una mejora en las infraestructuras de
la información, que han aumentado considerablemente
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
21
23. 22
i-Economía
la capacidad de almacenar, extraer, clasificar, filtrar y
distribuir la información y, como consecuencia, ha establecido nuevas reglas de juego, nuevas posibilidades,
nuevas formas de organizarnos, nuevos patrones de
gestión de nuestras organizaciones empresariales y
sociales. Y todo ello en un contexto global.
2_2 as magnitudes: Breve foto
L
de las TIC en el mundo
1
En el momento de
redactar este libro,
está disponible la
publicación del año
2010 con datos
referidos a 2009.
Empecemos con una pregunta, ¿se pueden poner números
a esta revolución tecnológica que hemos descrito? Para
responderla se puede acudir a diversas fuentes estadísticas
que tratan de capturar cuál es el mercado mundial de la
economía digital. Unos datos estadísticos que básicamente
responden a las exigencias metodológicas que hemos
descrito en el epígrafe anterior.
Una primera fuente de datos de obligado análisis en
este ámbito es la World Information Technology Alliance
(WITSA). La WITSA es un consorcio de asociaciones mundiales que representa, según su propia información, a
más del 90% del mercado global de las TIC. Este consorcio tiene una publicación anual que sirve de termómetro
mundial del sector y que se llama Digital Planet1.
La WITSA coloca en 3,5 billones de euros el gasto
mundial en TIC en el año 2009, lo que equivale al 6,5%
del Producto Interior Bruto (PIB) global. Asimismo, el
impacto de la crisis económica y financiera también ha
tenido un efecto negativo sobre el consumo e inversiones en tecnología. En el año 2009, de los 33 países
analizados por la OCDE, 29 estaban en recesión, lo que
implica un crecimiento del PIB negativo. Ese mismo año,
el gasto en TIC mundial se contrajo en un 3%.
Este freno del año 2009 trunca un proceso de crecimiento continuo de los últimos años. Y es que entre
los años 2001 y 2008, el gasto en TIC en el mundo se
incrementó en 1,73 billones de dólares, lo que equivale
a una tasa de crecimiento medio del 9,13% cada año.
En cambio, la propia WITSA estima que la parálisis de
2009 se recuperará en 2010 y mantendrá tasas de
crecimiento superiores al 7% anual al menos hasta el
año 2012.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
24. Pasado, futuro y futuro de las TIC
Figura 2.2. Gasto global en TIC (billones de dólares).
Fuente: Digital Planet 2010.
La misma conclusión se obtiene de otra fuente de
datos internacional de referencia en muchos ámbitos,
también en materia TIC, como es la OCDE. En su última
publicación constatan que para los países miembros de
la organización, un total de 34 en la actualidad, el sector
ha crecido en torno a un 3-4%, y las previsiones para
2011 es que lo siga haciendo de forma significativa.
¿Y dónde ha ido a parar el gasto TIC en el mundo?
En el año 2009, más de 32 de cada 100 euros de gasto
se ha hecho en el segmento de consumo. Cada vez son
más y mejores los dispositivos accesibles para el gran público y, además, están en constante cambio y mejora de
prestaciones. Y ese segmento de consumo es, sin duda,
el que más volumen de negocio mueve en el ámbito de
las nuevas tecnologías. Del resto de actividades, el sector
estrella en uso de nuevas tecnologías es el financiero,
el más interconectado e integrado globalmente de los
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
23
25. 24
i-Economía
Tabla 2.1. istribución del gasto mundial en TIC según
D
segmento de mercado.
% sobre el
gasto total
TIC en el
mundo 2009
Consumo
2008-09
2009-13
32,20
1,6
7,7
Servicios financieros
9,73
–3,1
7,3
Administración pública
8,55
–2,1
4
Servicios
7,87
–3,4
6,9
Industria
7,80
–4
7
Telecomunicaciones
7,63
–21,8
12,5
Transporte
5,57
2,9
5,7
Sanidad
4,54
–1,3
7,2
Comercio al por menor
3,52
–3,4
6,3
Comercio al por mayor
y distribución
3,04
–1,4
6,4
Hostelería y ocio
2,65
–2,8
7,4
Energía
2,34
–3,8
7,4
Construcción
2,01
–2
8,3
Recursos naturales
1,45
–2,3
7,8
Educación
1,09
–2,3
7,2
Media
–3
7,4
Fuente: Elaboración propia a partir de Digital Planet 2010.
sectores, hecho que la crisis internacional ha confirmado
con gran contundencia.
Como también se puede observar en los datos de la
WITSA, la Administración pública es una de las fuentes
de demanda de servicios tecnológicos en todos los
países, aunque las previsiones de crecimiento futuro son
mucho más prudentes que las del resto de actividades,
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
26. Pasado, futuro y futuro de las TIC
posiblemente porque los países más desarrollados están
sumidos en un problema de crecimiento económico y de
abultados déficit públicos, que están frenando las posibilidades de inversión, también en nuevas tecnologías.
Pero si hay algo que define a la geografía económica
mundial es la disparidad que existe entre territorios en
cuanto a niveles de crecimiento y desarrollo económico. Y
lo mismo sucede con la tecnología. Aunque el hecho diferencial de las TIC es que han permitido acelerar cambios
profundos en la geografía económica y tecnológica del
mundo rompiendo patrones clásicos o históricos. Y es que
la clásica separación entre norte y sur, entre occidente y
no occidente, empieza a ser cada vez más difusa y ya no es
suficiente para comprender lo que ocurre en el mundo.
Analicemos solo unos pocos datos y nos daremos
cuenta de que los cambios son profundos, y las implicaciones económicas y geopolíticas son y serán
también muy profundas. Vayamos, en primer lugar, a
las publicaciones que hace una agencia de Naciones
Unidades para los asuntos de la información y las
telecomunicaciones, que es más conocida como la International Telecomumunication Union (ITU). Esta agencia
elabora una publicación anual que llaman Measuring
the Information Society, a través de la cual elaboran y
presentan el Índice de Desarrollo TIC (conocido por sus
siglas en inglés IDI-ICT Development Index) que permite
comparar los principales indicadores tecnológicos para
un total de 159 países en el mundo.
Antes de conocer algunos de sus datos, resulta
sumamente interesante conocer, aunque sea sin profundizar en todos los detalles, cómo se elabora el IDI
y, por tanto, cuáles son los parámetros que influyen en
la prosperidad tecnológica de un país. El IDI se calcula
a partir de once grandes variables que están agrupadas
en tres grandes apartados:
La disponibilidad de infraestructuras tecnológicas del
país: telefonía fija, móvil, Internet.
El uso de esa tecnología por parte de las empresas y
los hogares.
Las habilidades formativas2 en nuevas tecnologías
del país, y que se aproximan a través de indicadores
como la tasa de alfabetización o la formación terciaria
y secundaria.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
25
2
Las denominadas
skills en inglés.
27. 26
i-Economía
Tabla 2.2. ndice de Desarrollo TIC en el mundo, 2008.
Í
Media
Rango
Índice desarrollo TIC
3,58
0,79-7,85
Infraestructuras TIC
4,07
0,89-8,82
Uso TIC
1,70
0,01-7,09
Habilidades TIC
6,37
1,36-9,84
Fuente: Measuring the Information Society 2010.
Según estos indicadores, ¿cuál es el país que tiene mejor nota en cuanto a desarrollo tecnológico del mundo?
La respuesta es Suecia, con una nota de 7,85. Y, ¿cuál es
el país menos desarrollado tecnológicamente? Un país
africano, Chad, con una nota de 0,79.
Sin embargo, y como se puede observar en la Tabla 2.2., las disparidades de notas son muy grandes. Si
tomamos qué países tienen una nota superior a 5 puntos,
podemos hacernos una idea de la gran dispersión o
desigualdad tecnológica en el mundo: tan solo 42 de
159 países alcanzan una nota superior a 5 puntos. La
conclusión es clara, al grado de inmersión de las TIC en
el mundo aun le queda un gran recorrido, y sobre todo
en los países con peores indicadores de renta per cápita,
los más pobres.
La trampa de la pobreza explica gran parte del problema: economías poco desarrolladas, tejido productivo
muy debilitado, con una escasa formación de las personas y sin recursos para acometer inversiones productivas.
Todo ello son círculos viciosos, negativos, de los cuales
muchos países tienen dificultades para salir de ellos. Sin
embargo, esto ya está empezando a cambiar también.
Se empiezan a observar países con muchos problemas
históricos de pobreza que están obteniendo cada vez
de forma más contundente resultados muy positivos:
en África —Nigeria, Níger, Botsuana como más destacados—, en Europa Central —Estonia, Turquía o Polonia—,
por supuesto en Asia —que aunque tiene a China como
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28. 27
Pasado, futuro y futuro de las TIC
Tabla 2.3. lasificación de los 30 países con mayor Índice de
C
Desarrollo TIC.
1 Suecia
11 Hong Kong
21 Canadá
2 Luxemburgo
12 Finlandia
22 Estonia
3 República Democrática de Corea 13 Alemania
23 Bélgica
4 Dinamarca
14 Singapur
24 China
5 Holanda
15 Australia
25 España
6 Islandia
16 Nueva Zelanda 26 Eslovenia
7 Suiza
17 Austria
27 Israel
8 Japón
18 Francia
28 Italia
9 Noruega
19 Estados Unidos 29 Emiratos Árabes
10 Reino Unido
20 Irlanda
30 Grecia
Fuente: Measuring the Information Society 2010.
máximo exponente también se puede extender el fenómeno a otros muchos países de la zona—.
En la clasificación de los diez países más desarrollados,
ocho son europeos y los otros dos asiáticos. España
ocupa el puesto 25, uno por debajo de China, y se
encuentra en posiciones alejadas frente a países emergentes de Europa del Este, como es el caso de Estonia o
de los asiáticos como Singapur o Corea. Estas posiciones
relativas nos demuestran un fenómeno: que las trampas
y los círculos se pueden romper, para bien o para mal, si
se producen las condiciones adecuadas, a algunas de las
cuales nos referiremos en el Capítulo 3.
Estados Unidos, la primera potencia económica del
mundo en términos de PIB, no lo es en cuanto al Índice
de Desarrollo TIC, ocupando el puesto 19. Esta es quizás
una de las cosas que más pueden llamar la atención, y
que merecen una reflexión especial.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
29. 28
3
De ambas
publicaciones
tenemos los datos
referidos al año
2009 publicados
en 2010.
i-Economía
El IDI se basa en indicadores parciales en cuanto a infraestructuras, usos y formación en nuevas tecnologías,
pero no permite medir la productividad que en cada país
se obtiene de las inversiones y el uso de las tecnologías.
Las infraestructuras, los ordenadores, las conexiones de
banda ancha son buenos parámetros para medir patrones de progreso tecnológico, pero no para determinar la
capacidad competitiva de las empresas que están en ese
país. Lo que hace cada país con sus recursos para que
estos sean productivos y el contexto social, empresarial e
institucional para el desarrollo de nuevas actividades con
impacto global, es lo determinante para crear ventajas
competitivas y progreso económico.
Esta idea es muy fácil de comprender si tenemos en
cuenta que lo importante no es disponer de un ordenador, un móvil y una carrera universitaria, sino que ese
móvil, ese ordenador y esos conocimientos se combinen
para crear cosas de valor, para crear riqueza, para prosperar. Y esto es lo que no se puede medir a través del
Índice de Desarrollo TIC.
Por esta razón es quizás más interesante acudir a
fuentes estadísticas que tratan de medir precisamente
estos elementos que influyen en la capacidad competitiva de los países. Hay dos grandes publicaciones que
abordan este tema, y ambas provienen de la prestigiosa
World Economic Forum (WEF).
La WEF es una organización internacional independiente, sin ánimo de lucro, creada en 1971 y que
permite aglutinar expertos internacionales que estudian
y fomentan el debate para mejorar los patrones del
desarrollo en el mundo. Esta organización tiene diversas
publicaciones de primer nivel, entre las que están dos
que interesa rescatar. Su publicación más conocida es
The Global Competitiveness Index, que mide el grado
de competitividad en el mundo para un total de 139 países. Y para centrarnos en materia de tecnologías de la
información, la publicación de referencia es el Global
Information Technology Report 3.
Las conclusiones de estas publicaciones son sumamente reveladoras:
El país más competitivo del mundo es Suiza, al que
le siguen Suecia, Singapur y Estados Unidos. España
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30. Pasado, futuro y futuro de las TIC
ocupa el puesto 42 de 139 países, aunque la peor
noticia es que la crisis económica ha reducido su
posición en nueve escalones.
España no solo se aleja en materia de competitividad
de países punteros como Estados Unidos o los líderes
europeos (Alemania, Francia, Holanda, Suecia, Dinamarca), sino también de economías en posiciones
menos desarrolladas como Polonia, Estonia, Puerto
Rico, Chile y, por supuesto, China. Todos estos países
tienen una puntuación superior a la de España.
En materia de tecnologías de información, la publicación de la WEF va más allá de la recogida de datos
de disponibilidad de recursos tecnológicos, ya que
trata de medir, además, cómo es el contexto social,
institucional y empresarial de cada país para que las
TIC generen un impacto en su capacidad de competir
en el mundo.
Su indicador de referencia es un índice que trata
de medir el grado de absorción de las tecnologías
de la información y su impacto, y este indicador lo
lideran países como Suecia, Singapur, Dinamarca,
Suiza y Estados Unidos. Pero al igual que en el caso
de la competitividad, España no ocupa un puesto
destacado, sino que se encuentra en el puesto 34 de
los 133 países analizados.
Aunque en este caso, y debido fundamentalmente
a las inversiones e infraestructuras que se disponen
en el país —y al uso de las TIC de las empresas, los
ciudadanos y las administraciones— España supera a
varios de los países mencionados anteriormente. Por
ejemplo, España presenta mayor grado de desarrollo
en tecnologías de la información que China, Chile,
Puerto Rico o Polonia. No obstante, sigue muy alejada
de las economías más dinámicas de la Unión Europea
y de los países asiáticos que han emergido con gran
fuerza (Singapur, Hong Kong —que, aunque pertenece a China se trata por separado estadísticamente—,
Corea del Norte o países como Malasia).
La lectura entre líneas de esta literatura internacional
empieza a ser muy contundente: información e infraestructuras no son suficientes para asegurar progreso, ni
innovación ni, por tanto, crecimiento económico y riqueza. La ensalada del crecimiento económico es compleja
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
29
31. 30
i-Economía
y diversa, y reflexionaremos sobre ella en el Capítulo 3.
Y también se empieza a cuestionar que información
no siempre es igual a conocimiento, y que inversión en
tecnología no implica necesariamente innovación. Analizaremos por qué en las próximas páginas.
La radiografía de las tecnologías de la información
en el mundo tiene muchas más aristas, y hay más datos
que tenemos que empezar a manejar para conocer,
de primera mano, cómo está cambiando la geografía
económica global. Y para acotar el ámbito de análisis
podemos fijarnos en algunos datos concretos que proceden de las bases estadísticas de la OCDE.
Un primer dato interesante es conocer cuál es el
peso que tienen las tecnologías de información y la
comunicación en el valor añadido bruto (VAB) de una
economía. El valor añadido de una economía es un
indicador similar al PIB, mide la producción agregada
de un país. La diferencia entre el VAB y el PIB son los
impuestos indirectos, que en el primer caso se excluyen. Por eso en términos prácticos es prácticamente
indiferente hablar de VAB que de PIB.
La media de los 28 países para los que la OCDE dispone de datos en el año 2008, publicados en el 2010, nos
indican que las TIC suponen el 8,25% del VAB. Pero las
diferencias son muy notables entre los países de la OCDE
analizados, como a simple vista se puede observar en la
Tabla 2.4.
Este indicador resulta muy interesante porque a
través de él podemos averiguar qué países tienen una
especialización productiva en las tecnologías de la
información, tanto en la fabricación de productos y
equipamientos electrónicos, como en servicios avanzados relacionados con ellas. Y los datos muestran que los
líderes internacionales en TIC son dos países europeos:
Finlandia e Irlanda. Y que España ocupa una posición de
especialización en este sector por debajo de la media
de la OCDE, y también es inferior a la de los países que
conforman la Unión Europea de los 15.
Fijándonos en la tabla podemos observar algo muy
interesante, ¿qué ha pasado en los últimos 13 años? El
sector TIC en España ha ganado un ligero peso entre los
años 1995 y 2008. Sin embargo, hay países cuyo sector
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
32. 31
Pasado, futuro y futuro de las TIC
Tabla 2.4. eso (%) del VAB del sector TIC sobre el total
P
de la economía.
1995
2008
1995
2008
Finlandia
8,11
13,88
República Eslovaca
4,89
7,49
Irlanda
11,72
13,04
Portugal
6,39
7,20
Corea
10,14
12,19
Bélgica
5,99
7,12
Suecia
8,32
10,37
Alemania
7,06
7,08
Hungría
6,09
9,87
Luxemburgo
4,40
6,95
Reino Unido
9,00
9,60
Australia
7,49
6,72
Estados Unidos
9,01
9,02
España
6,10
6,40
República Checa
5,50
8,99
Italia
5,24
6,28
Holanda
7,43
8,78
Grecia
4,94
6,18
Japón
7,62
8,76
Austria
7,15
5,86
OCDE
7,76
8,25
Canadá
6,64
5,80
Noruega
6,20
8,21
Islandia
4,60
5,75
Dinamarca
6,44
8,12
Polonia
…
5,68
Francia
7,18
7,85
México
4,38
4,99
UE-15
7,04
7,77
Suiza
2,96
3,69
Fuente: OCDE 2010.
TIC se ha enraizado y crecido de forma notable. Finlandia,
Hungría, República Checa, República Eslovaca, Corea,
son países cuyo sector TIC ha ido ganando un peso muy
significativo, que en el caso de Finlandia supone representar casi 6 puntos porcentuales más en el VAB de su
economía. La conclusión es clara, una vez más, España
logra mantenerse en 13 años cuando una amplia representación de países de su entorno han evolucionado y se
han posicionado de forma notable en el mercado global
de las tecnologías de la información y la comunicación.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
33. 32
i-Economía
Figura 2.3.
Diferencia entre el peso en el VAB de las TIC en el año 2008
frente al año 1995 (medido en puntos porcentuales.
Fuente: Elaboración propia a partir de OCDE 2010.
No solo existen diferencias importantes en el grado
de especialización en TIC por parte de los países, sino
también en qué están especializados. En la Figura 2.4 se
puede observar que las diferencias son manifiestas entre
industria (manufacturas) y servicios tecnológicos.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
34. Pasado, futuro y futuro de las TIC
Figura 2.4. Distribución de VAB del sector TIC por sectores, 2008.
Fuente: OCDE 2010.
Todos los países tienen un alto componente de los
servicios dentro de su VAB del sector TIC. En cambio, hay
algunos con un marcado sesgo e importancia hacia la
parte más industrial y de fabricación de equipamientos y
componentes electrónicos. Esa especialización, al menos
en el ámbito de la OCDE, la lideran tres países: Corea,
Finlandia y Japón, aunque países de Europa Central y
Alemania tienen también un papel muy destacado. En
cambio, España carece de especialización en materia de
fabricación. El sector TIC de España está centrado, en
esencia, en la prestación de servicios.
Estas diferencias en la especialización industrial, y su
capacidad de competir a escala global, influyen de forma
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
33
35. 34
i-Economía
muy notable en el comercio mundial de productos tecnológicos. Un mercado, como hemos visto, creciente y
donde la OCDE va perdiendo cada vez mayor peso. Porque si se toman los datos de comercio internacional solo
exclusivamente de productos TIC (excluyendo servicios)
se observa que hace 15 años, en 1996, los países de la
OCDE —los que clásicamente se conocían como países
ricos o los occidentales— copaban el 70% de todo el
comercio mundial de estos productos. En cambio, en la
actualidad, tan solo representan el 53% del mercado de
productos tecnológicos.
¿Dónde han ido a parar los procesos de fabricación
de esos productos tecnológicos? La respuesta es que,
en su mayor parte, a Asia. Existía una creencia, cada
vez menos extendida, de que países como China eran
las fábricas del mundo. Pero una fábrica de productos
baratos, de escaso valor añadido y que, por tanto, no
había de qué preocuparse. Ahora la creencia empieza
a ser más bien la contraria, creyendo que China copará
todo el mercado mundial y que el gran gigante asiático lo cubrirá todo. Posiblemente ninguna de las dos
creencias sea cierta, pero lo que sí es cierto es que Asia,
con China como máximo exponente, es un gran foco
de atracción de actividad económica mundial y que esa
actividad comienza a emanar, y cada vez con mayor
protagonismo, de productos y servicios de alto contenido tecnológico y de valor añadido. Por lo tanto, no
solo se localizan allí empresas que quieren abaratar sus
procesos de fabricación estandarizados, sino también
aquellas que quieren obtener bienes y servicios que
empiezan a ser sofisticados.
Hay un dato que permite comprender bien el progreso
industrial vinculado a las TIC en China. En el año 1997,
China era un país que importaba más productos y servicios
tecnológicos de los que exportaba. Tan solo 12 de cada
100 euros de sus exportaciones se referían a algún producto vinculado a las tecnologías de la información.
En cambio, dos décadas después, China es un país
netamente exportador de productos tecnológicos. En
el año 2008, China no solo había logrado exportar
6,4 veces más que en el año 1997, sino que además, ha
sabido escalar en su cartera de productos exportados
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
36. Pasado, futuro y futuro de las TIC
Figura 2.5. Evolución del comercio mundial de productos TIC.
Fuente: OCDE 2010.
hacia bienes de alta tecnología y valor añadido. Y es que
el 28% de los productos industriales exportados por
China en el año 2008, estaban considerados como de
alta tecnología. Y los servicios tecnológicos suponen ya
el 5% de las exportaciones de servicios del país asiático,
cuando hace dos décadas no existían.
Si se analizan estos mismos datos para otros países
del entorno de China, incluso para la India, como veremos
con algún ejemplo, se observará una idea presente de
forma transversal a lo largo de este documento, y es
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
35
37. 36
i-Economía
que los patrones de la localización empresarial, para
capturar talento, recursos tecnológicos, inversiones en
investigación y desarrollo o simplemente inversiones
productivas, es cada vez más difuso, más competitivo,
más complicado.
España ha experimentado una década de alto crecimiento económico, de progreso en su calidad de vida y
bienestar. Pero el resto de países del mundo también.
Y han hecho cosas diferentes, en distintos ámbitos industriales y tecnológicos, que inciden en su capacidad
de competir y de seguir creando riqueza. Como hemos
visto, no todos los países tienen la misma dotación de
recursos tecnológicos, ni son igual de competitivos, ni
tienen los mismos patrones de especialización. Se impone la necesidad de estar conectado globalmente, y
de tener estrategias de posicionamiento claras en este
mapa tan cambiante y dinámico.
2_3 nformación y conocimiento,
I
¿binomio inmediato?
Llegados a este punto, y después de un aterrizaje forzoso
con ciertos datos muy concretos de lo que suponen las
TIC en el mundo, se puede preguntar ¿por qué tanta
atención a unas actividades que suponen el 6,5% del PIB
del mundo? ¿Por qué se habla de una revolución?
Efectivamente, los datos de la actividad del sector
podrían ser tratados como otros más, y no darle tanta
importancia por su crecimiento, aunque haya sido muy
rápido. Quizás las respuestas hay que buscarlas en la
otra cualidad de la que hablábamos al principio de este
capítulo, y es que este sector, estas tecnologías de la
información y la comunicación, en realidad son unos
instrumentos que de forma trasversal, y nos atrevemos a
decir masiva, inciden en la capacidad de innovar, de crear
y de crecer del resto de sectores de una economía.
Las TIC son mucho más que Internet y son mucho más
que las empresas puntocom e internautas. Y es que las
empresas de cualquier sector pueden, y lo están haciendo
cada vez más, aprovecharse de las nuevas tecnologías, y
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
38. Pasado, futuro y futuro de las TIC
no hay sector —logística, alimentación, energía, comercio
o cualquier industria— donde esto no sea así.
El E-business Watch 4 es una página muy interesante
para visitar, es un observatorio público europeo que
mide el impacto de las TIC en todo tipo de negocios,
se sintetizan múltiples ejemplos de aplicaciones de las
nuevas tecnologías en 27 ramas de actividad, desde la
agricultura a las telecomunicaciones.
Pongamos dos ejemplos, el primero está vinculado
a las distintas utilidades de lo que sé de las tecnologías
de Identificación por Radiofrecuencia (más conocidas
como RFID) que van a permitir, entre otras muchas
cosas, poder ir a comprar a un supermercado y no tener
que sacar la compra del carro para pagar, puesto que
al pasar el carrito por un lector de radiofrecuencia la
persona que está en la caja sabrá qué has comprado y
su importe. El segundo ejemplo consiste en hacer que
los automóviles incorporen tecnologías que les doten de
mayor inteligencia y los hagan más seguros, como avisar
al 112 en caso de siniestro informando de la ubicación,
el modelo o la velocidad del impacto, datos que nos
pueden salvar la vida; también se podrían elegir las
rutas con menor atasco o tener acceso a Internet para
que los acompañantes trabajen o se entretengan. Dos
ejemplos de tecnologías que influyen en nuestra calidad
de vida, pero también en las empresas del comercio de
la esquina de nuestro barrio o en las multinacionales del
mundo del automóvil.
Por lo tanto, no es suficiente con medir cuánto suponen las empresas que fabrican o prestan servicios en
el ámbito de las TIC, sino cómo estas están inmersas
en todo proceso productivo y cómo ello puede permitir
alcanzar nuevos retos empresariales.
La otra gran pata de las TIC tiene que ver con la
gestión de la información. Las empresas generan muchos datos. Es aquí donde Informática y Empresa, como
disciplinas, dejan de ser independientes y pasan a ser
una misma cosa. Es necesario detenerse en este punto
un momento.
En varios de sus trabajos, el prestigioso economista de
Berkeley y ahora economista jefe del gigante tecnológico
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
37
4
www.ebusinesswatch.org.
39. 38
i-Economía
Google, Hal Varian, hace referencia a la importancia
de aprovechar todas las oportunidades que ofrecen
las nuevas tecnologías, a veces muy poco conocidas y
exploradas por las empresas. Para ejemplificar estas
ideas, Varian afirma que si en la década de los noventa
la profesión “estrella” era la ingeniería informática y
todas las habilidades profesionales relacionadas con la
misma, en las próximas décadas la profesión realmente
estratégica será la estadística y la matemática. Ambas
disciplinas permitirán aplicar nuevas y mejores formas
de filtrar y usar la información para convertirla en un
verdadero instrumento útil para las empresas (toma
de decisiones, conocimiento de los clientes, control de
procesos, marketing, etc.).
Lo verdaderamente estratégico será, por tanto, la
capacidad para procesar la información, entenderla,
experimentar con ella, tomar decisiones y obtener el
máximo partido de todas sus posibilidades. Y esto ha
sido posible, y es ahí donde está la verdadera revolución,
porque el sector ha sido una de las fuentes de innovación
de difusión masiva del mundo, no solo por sus propias
innovaciones sino también por todas las implicaciones
globales que han conllevado. Y es que en cuestión de
pocos años hemos pasado de estar en un desierto de la
información a la omnipresencia, a lo que se denomina
como la Economía de la Información.
¿Y cómo se ha forjado esa economía de la información? Para responder a esta pregunta hemos acudido
a un gurú de referencia que se encuentra en la cuna
mundial de las tecnologías de la información, en Silicon
Valley, Ray Kurzweil. Está publicado en una página de
Internet, TED, un vídeo donde Kurzweil sintetiza de
forma brillante cómo la revolución tecnológica nos ha
transformado, y lo hace a través de unos pocos pero
contundentes datos. En las investigaciones de Kurzweil
se llega a una conclusión muy importante y es que lo
verdaderamente importante no es el crecimiento del número de ordenadores, móviles o dispositivos electrónicos
en el mundo, sino cómo ha evolucionado su capacidad
para almacenar información y su velocidad. Y además,
resulta muy importante comprender la relación entre
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
40. Pasado, futuro y futuro de las TIC
el coste y las prestaciones de los ordenadores y otros
dispositivos tecnológicos, como puede ser un teléfono
móvil. Algunos titulares de sus investigaciones:
La capacidad de almacenamiento de la información se
ha incrementado mil millones de veces por cada dólar
en los últimos veinte años.
Si en el año 1968 se compraba un transistor por un
dolar, en la actualidad por ese dólar se podrían comprar 500 millones de transistores, y mejores, porque
son más rápidos y pequeños.
La capacidad de almacenaje de la información, medida
en bits, se está duplicando cada 1,1 años. La memoria
RAM de los ordenadores se duplica cada 1,5 años y la
velocidad de los módem cada 1,9 años.
Uno de los dispositivos tecnológicos relacionados
con las TIC que ha experimentado cambios más
destacables y que representa de manera muy gráfica
la evolución de los aparatos electrónicos en los últimos años es el teléfono móvil. Desde 1990 hasta la
actualidad el número de personas que disponen de
teléfono móvil en el mundo se ha multiplicado por
412, pasando de los 11 a los 4.539 millones.
Un buen ejemplo que de forma rápida permite
comprender esta revolución de la información es algo
que ha documentado el fundador y presidente de la
prestigiosa The Information Technology and Innovation Foundation, Robert Atkinson (2009): ofrecer una
cuenta de correo de 5 GB, de esas que son habituales
y gratuitas hoy en la actualidad, supondría un coste
por usuario, en 1978, en torno a los 100 millones de
dólares. ¿Algo ha cambiado, verdad?
Estas mejoras en las comunicaciones han posibilitado
que hoy en día las personas interactúen, con imagen
y voz, incluso a coste casi cero. En abril de 2010,
Skype hacía público que ya disponía de 560 millones
de usuarios registrados en todo el mundo, tras experimentar una rápida expansión global desde su creación
en 2003. Skype permite la comunicación por voz de
manera gratuita entre ordenadores, y la realización de
llamadas de ordenador a teléfono fijo a costes muy
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
39
41. 40
i-Economía
reducidos. Lo mismo permiten otros programas de gran
expansión actual en todo el mundo, como es el caso
del VoipBuster.
Los nuevos desarrollos y fronteras tecnológicas a las
que se están dirigiendo las TIC serían impensables hace
dos décadas. No solo porque en los ordenadores se hacen
operaciones que antes se hacían manualmente, en menos tiempo, sino porque se converge hacia una especie
de inteligencia artificial, donde las máquinas aprenden y
ejecutan acciones, y esto además a costes cada vez más
reducidos, y donde se esperan grandes avances científicos
y tecnológicos en el futuro inmediato.
Este proceso de abaratamiento masivo de almacenaje y dispositivos electrónicos es lo que ha permitido
que se hayan distribuido las TIC de forma masiva por
el mundo, sin olvidarnos de las cuantiosas inversiones
en telecomunicaciones. Como se puede observar en la
Figura 2.6, hoy las subscripciones a móviles equivalen
al 67% de la población mundial. Y casi el 26% de la
población global tiene acceso a Internet. En el año
2000 había 745 millones de móviles en el mundo, hoy
6 veces más; 413 millones de personas con acceso a Internet, hoy 1.754 millones; 21,9 millones de personas
con acceso a banda ancha, y en la actualidad 22 veces
más; y en cambio tan solo hay un 22% más de líneas
fijas de telefonía que a principios de la década.
Si aplicamos el bisturí estadístico para conocer qué ha
pasado en determinados países, los datos aun son más
sorprendentes. En el año 2000, por cada 23 residentes
en Estados Unidos con subscripción a Internet había uno
en la India. La brecha, como se puede comprobar, era
realmente significativa. Hoy en día, esa brecha se ha
divido por 5, es decir, que hay 4 residentes en Estados
Unidos con acceso a Internet por cada persona residente
en la India.
Si hacemos los mismos cálculos para China los resultados son también muy reveladores. Y es que se ha
pasado de tener una ratio donde por cada 6 residentes
de Estados Unidos conectados a Internet había uno en
China en el año 2000, a una situación actual donde hay
más personas con acceso a Internet en China que en
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
42. Pasado, futuro y futuro de las TIC
Figura 2.6. Las TIC en el mundo. Algunos parámetros.
Fuente: Measuring the Information Society 2010.
Estados Unidos. Hoy China, con casi 300 millones de
subscripciones a Internet, es el mayor país del mundo en
este ámbito, como también lo es en número de subscripciones a móviles o en banda ancha.
Si hubiésemos usado como indicador el número de
móviles nos daríamos cuenta de lo vertiginoso que está
siendo la inserción en tecnologías de la información
y la comunicación en estos dos países, que suponen
2.486 millones de personas, el 36,7% de la población
mundial. Y es que el número de subscripciones de
móvil en la India entre los años 2000 y 2008 se ha
multiplicado por un factor de 96. Si había 3,5 millones
de móviles en el año 2000 en la India, 8 años después
hay 347 millones. Y China tiene en la actualidad más
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
41
43. 42
5
http://voxy.
com/blog/2011/02/
are-we-wired-formobile-learning/
?view=infographic.
i-Economía
de 641 millones de subscripciones de móvil, más del
doble de los que existen en todo Estados Unidos.
Hemos tomado datos de tecnología a partir del
año 2000, pero China lleva en proceso de crecimiento
económico y de transformación profunda desde los
años ochenta, que se puede sintetizar en una cifra: 500
millones de chinos han salido de la extrema pobreza
entre 1980 y 2000, (Sala i Martín, 2006). Y la cifra de
prosperidad sigue aumentando desde entonces, porque
su ritmo de crecimiento económico y de posicionamiento
en la economía global es cada vez más destacado. Por lo
tanto, las TIC son herramientas que a través de un input,
la información, han logrado generar un fenómeno global
y han permitido, junto con otros muchos factores, colocar
en la geografía económica nuevos actores, nuevos países
y nuevos desafíos.
Tal es la inserción de la tecnología en nuestras vidas,
que ya tenemos un nombre para nuestra generación,
somos lo que Marc Prensky (2001) ha denominado como
“nativos digitales”, que proviene de un artículo que ya
es un clásico: “Digital Natives, Digital Immigrants”. Y en
él apuntaba un hecho realmente revelador, y es que los
jóvenes destinan cada vez más tiempo al uso de ordenadores, juegos digitales, móviles y su comunicación no
solamente es a través de dispositivos tecnológicos que
no existían en otras épocas, sino que además tienen
un lenguaje propio, y la tecnología está cambiando los
mecanismos del funcionamiento de sus cerebros.
Ese lenguaje, esa naturalidad digital en la vida de un
niño o una niña es lo que, según Marc Prensky, tiene que
obligar a cambiar la forma en la que el sistema educativo
se enfrenta para enseñarles nuevos conocimientos. Y, en
este sentido, uno de los portales de Internet especializados precisamente en aprendizaje a través de Internet,
voxy.com, dibujaba la siguiente infografía que permite
comprender muy bien cómo de enraizadas están las TIC
en nuestras vidas 5.
Existe una probabilidad muy elevada de que usted,
que está leyendo este libro, tenga correo electrónico,
una página en Facebook, se comunique con sus amigos
en tiempo real a través de Twitter, chatee, o tenga
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44. Pasado, futuro y futuro de las TIC
acceso desde su dispositivo —da igual que sea un móvil
o un PC o los nuevos tablets— a todo un universo de
posibilidades de información sobre lo que le interesa.
Y en distintos formatos: vídeos, blogs, periódicos
digitales, portales especializados en negocios, ocio,
sociedad, tecnología, ciencia, todo en tiempo real.
Cada vez con más y más contenidos y de mayor calidad.
Puede asistir a una clase grabada de un profesor de
primera línea internacional de Stamford, o puede ver
su serie favorita, comprar música, gestionar su próximo
viaje, sus finanzas personales o pagar sus impuestos. Y
sus posibilidades se van incrementando por minutos.
Pero tanta información, tantos canales, tantas posibilidades también abren nuevos problemas y desafíos, que
no resultan fáciles de resolver. De hecho, está emergiendo
un nuevo problema en nuestras sociedades que está motivado, precisamente, por la explosión de la información.
Y que ya le han puesto un nombre, la “infoxicación”. Tal
es el volumen de información a la que tenemos acceso,
la que recibimos y percibimos, que no somos capaces de
verificarla, de procesarla, de pensar en sus consecuencias, de aprender de ella, en definitiva, de poder utilizarla
y obtener un valor de la misma.
Y esto es una de las razones por las cuales más información no es igual a más conocimiento. Para que exista
conocimiento tenemos que procesar, asimilar, utilizar y
dotar de valor a la información. Si nos quedamos solo
con el input, con la información, estamos utilizando una
parte mínima de las posibilidades que nos ofrecen las
tecnologías de la información y la comunicación.
Y esta reflexión tiene importantes consecuencias porque
podemos poner ordenadores, programas informáticos,
darles un dispositivo de última generación a todos los comerciales de una empresa, medir todos y cada uno de los
pasos que hacemos y, sin embargo, a pesar de todo eso
no es seguro que esa empresa tenga más conocimiento.
Es cierto que es completamente factible medir casi todo
lo que pasa en una empresa, desde lo más básico hasta la
relación última con el cliente, y se puede hacer cada vez
con un presupuesto más bajo y con más prestaciones.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
43
46. Pasado, futuro y futuro de las TIC
SOURCES
WIKIPEDIA.ORG, MARCPRENSKY.COM, PEWINTERNET.ORG, MASHABLE.COM, BLOG.NIELSEN.COM, NYTIMES.COM,
BRIGHTHUB.COM, NEW.HJNEWS.COM, CHSS.MONTCLAIR.EDU, MOBILEARN.ORG, ND.EDU.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
45
47. 46
i-Economía
En cambio, lo relevante no son ni los equipamientos
ni la información, que también, sino el qué hacemos
con ella. En cómo la convertimos en algo valioso, en
un activo más, que es intangible pero que nos puede
dar ventajas competitivas claras en el mercado. Este
punto ya no es una tarea fácil, ni se arregla tan solo
con el dinero de la cuenta corriente. La información hay
que convertirla en un ingrediente, inteligente, que nos
permita tomar decisiones.
Así, por ejemplo, una de las tareas más estratégicas de un gigante como Google la lleva a cabo un
equipo de matemáticos y economistas liderado por el
economista citado anteriormente, Hal Varian (2009).
Tal y como comentaba en una entrevista reciente en
The Wall Street Journal, su trabajo consiste en analizar
los datos de los usuarios de Google —millones a la
hora— para saber cuándo hacen clic, en qué, por qué
y cuánto tiempo. Esto permite a Google averiguar las
preferencias de los usuarios, que son millones, de su
buscador y ofrecerles más y mejores servicios. No solo
persiguen mejorar los servicios principales —que el
usuario encuentre la información deseada en el menor
tiempo posible— sino que también les ofrece nuevas
áreas de negocio, como el de la publicidad casi a la
carta a los internautas, y que es la principal fuente de
ingresos de la compañía.
El lector puede hacer un “experimento”. Si no
dispone de cuenta de correo electrónico, Google le
ofrece de forma gratuita Gmail. Cuando cree la cuenta,
envíe su primer correo a un amigo suyo donde, por
ejemplo, le ponga su interés por viajar a las Maldivas.
En cuestión de segundos, en su navegador de Internet
le aparecerán ofertas de viajes a Maldivas, hoteles,
guías turísticas y todo tipo de opciones publicitarias de
servicios vinculados a esta acción. Esto es una muestra
más de lo poderoso que puede resultar que a través
de sofisticados algoritmos de computación se puedan
averiguar tus preferencias o pautas de consumo y, para
ello, te puedan ofrecer productos o servicios que saben
que necesitas o que deseas en ese momento.
Como se puede anticipar, esto ha revolucionado el
mundo publicitario hasta el punto de que la explosión
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48. Pasado, futuro y futuro de las TIC
del marketing en la red se ha convertido en un fenómeno estratégico millonario. En Internet hay forma
de averiguar a quién le interesa un producto o no, un
contenido u otro, si una idea es brillante y llega a mucha
gente, o no. En definitiva, tenemos nuevos instrumentos
para diseccionar al máximo segmentos de mercado y
hacer una publicidad más selectiva. Todo ello es algo
completamente nuevo.
Aunque parezca que nos queda un poco lejos, en
realidad, este ejemplo puede ser completamente válido,
si lo aplicamos a nuestra escala personal o profesional.
Cualquier empresa, desde el comercio de nuestro barrio
a una gran compañía de distribución de alimentos, tiene
el reto no solo de incorporar tecnologías a sus negocios
para extractar y medir cierta información, que eso ya
sería un primer gran paso, sino que también tiene el
desafío de sacarle un partido estratégico y de valor a
la misma.
Ese es el gran objetivo, el conocimiento, y no la información en sí misma, ni los dispositivos en sí mismos.
Por lo tanto, no podemos caer en el error de pensar que
nuestro software de gestión nos va diferenciar en el
mercado frente a nuestros competidores, porque lo más
probable es que ellos también tengan el mismo software
y los mismos dispositivos, y se hayan gastado la misma
cantidad de recursos (o más) en TIC. La clave es saber
qué hacemos con ellos, el cómo lo utilizamos, porque
eso será lo que de forma decisiva marcará la diferencia.
Y a este respecto está surgiendo un debate internacional muy interesante en los medios más especializados,
que puede seguir en la prestigiosa revista MIT Sloan
Management Review 6. El debate pivota sobre la disyuntiva de si adoptar decisiones a partir de datos perfectos,
y por lo tanto, después de realizar investigaciones más
profundas y pruebas para su verificación, o en cambio
adoptar decisiones rápidamente, una vez que se dispongan
datos de forma rápida e instantánea.
Resulta cada vez más costoso verificar todos los
datos, por la gran cantidad de información a la que se
tiene acceso, y adoptar una decisión con un grado de
fiabilidad del 100%. Para abordar esta complejidad,
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
47
6
Concretamente
en su número de
febrero de 2011.
49. 48
i-Economía
los especialistas indican que la única manera de tomar
decisiones, avanzar y ser dinámico es crear, y mejorar
con su uso, modelos. Los modelos son instrumentos
que permitan simplificar la realidad y capturar la esencia
de los problemas y no todas sus aristas, y no todos los
datos. La clave no es tener todos los datos para tomar
decisiones, sino filtrar y usar aquellos que nuestros modelos precisan para comprender la realidad y saber qué
caminos adoptar. Los modelos se pueden, y se deben,
perfeccionar. No son perfectos, dejarán mucha información sin procesar. Pero te ayudarán a tomar decisiones
con agilidad y con sentido.
Esto abre, una vez más, la necesidad de aplicar la
inteligencia, la formación, las habilidades para saber
qué es importante, qué no lo es, qué falta y cómo
asignar probabilidades a lo que no tenemos. Pero aunque esto parezca muy sofisticado, es lo que hacemos
todos los días.
Cuando decidimos emprender un viaje lo primero
que hacemos, ya casi de forma habitual, es poner
nuestro GPS o acudir a una página de Internet que nos
indica rápidamente cómo llegar a un lugar. Cuando
tienes el GPS en funcionamiento, te va dando una
serie de indicaciones que puedes visualizar en la pantalla. ¿A que en esa pantalla no están los edificios, las
sucursales de bancos, los árboles de las aceras o los
pasos de peatones? Toda esa información, aunque es
muy interesante y te puede ayudar a no equivocarte
en el próximo cruce, en realidad no es estrictamente
necesaria para trazar el camino. Un mapa tiene el valor
que tiene, precisamente por lo que no está en él, por
toda la información que no necesitamos para cumplir
con nuestro objetivo, que es llegar a un destino.
En definitiva, la reflexión que sintetiza este epígrafe es
que las cifras de móviles, el número de internautas o de
usuarios de Facebook, suelen ser los titulares mediáticos
más destacados a la hora de hablar de la revolución de
las TIC. Lo inmediato, lo real, la información y los equipamientos se suelen poner siempre en primer lugar y
hablamos de cuánto supone todo este sector industrial y
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
50. Pasado, futuro y futuro de las TIC
de servicios en el PIB de una economía. Pero a veces, esto
que es en sí mismo importante, no es lo más relevante.
Lo fundamental, y que tendemos a olvidar, es cómo la
información se convierte en conocimiento. Y eso no es
obvio, ni inmediato, porque requiere de formación, de
ideas, de estrategia, de visión de futuro, de habilidades
personales. La información ha dejado de ser poder, y
más después de Wikileaks (Castells, 2010). El poder está
en el conocimiento, en las habilidades de las personas
para crear cosas y tomar decisiones de valor a partir de
la información. El poder diferenciador de la tecnología
se va erosionando en nuestra sociedad y la diferencia
está en cómo la utilizamos, en nuestras habilidades para
obtener de ella la máxima productividad.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
49
53. 52
i-Economía
3_1 Se puede medir lo que las TIC
¿
aportan a una economía?
Sigamos subidos, por el momento, en el avión de la
macroeconomía, para después aterrizar en la micro, es
decir, en la empresa, en las administraciones públicas,
en definitiva, en las decisiones de los actores. La parte
macro nos interesa porque nos permite obtener pistas
globales y agregadas es nuestro GPS para abstraernos
y poder tener en nuestra retina comparaciones, datos,
instrumentos, a partir de los cuales empezar a investigar y aplicar nuestro bisturí lógico en las decisiones del
día a día.
En este sentido, una pregunta interesante desde una
perspectiva macro, y que luego se puede ampliar para
analizar sus causas, es conocer ¿cuál es el impacto de las
TIC en una economía? Es decir, ¿podemos medir la aportación al crecimiento económico de un territorio de estas
tecnologías, más allá de lo que suponen como sector? En
caso afirmativo, ¿cómo? Estas preguntas son ambiciosas,
requieren de metodologías sofisticadas, muchas de ellas
en discusión, todavía hoy, en el mundo académico. No
obstante, sí podemos presentar aproximaciones, aplicar
métodos con buena aceptación internacional, y con ello
dar un paso más en la dirección que hemos tomado en
el capítulo anterior.
Una aproximación metodológica muy interesante es
lo que se conoce como la “contabilidad del crecimiento”.
Se trata de un análisis estadístico complejo pero que, en
realidad, esconde una idea, muy trabajada en economía
e intuitiva de comprender. Piense en el siguiente ejemplo, pongamos que ha comprado una pequeña parcela
cerca de la costa, para descansar y ver el mar los fines
de semana. Y que se dispone a cerrarla con una valla.
Para ello pide dos presupuestos a dos empresas de la
construcción completamente distintas. Casualmente
ambas le dan el mismo precio, pero con una diferencia
fundamental, el tiempo que les lleva colocar la valla. A
una le lleva un mes de trabajo y a la otra una semana. La
primera no tiene ningún tipo de maquinaria sofisticada
para hacer la zanja que requiere la instalación del cierre,
y serían quince personas con picos y palas durante un
mes los que lo harían. En cambio, la segunda empresa,
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
54. Del progreso tecnológico al crecimiento económico
recuerde que con el mismo presupuesto, le dice que lo
haría en una semana porque sus dos trabajadores disponen de una máquina excavadora para hacer la zanja,
una hormigonera y diversas herramientas con las que
pueden hacer lo mismo que los quince de la primera
empresa, pero en tres semanas menos.
No entremos ahora a valorar a qué empresa contrataría
para que le instale el cierre de la parcela. Pensemos en
cómo medir el crecimiento económico de su decisión
dependiendo de si eliges una u otra empresa. Si elige a
la primera empresa, el crecimiento económico se debe
sobre todo a la aportación del trabajo, a horas de personas haciendo una zanja durante un mes. En cambio, si
elige a la segunda empresa, el crecimiento económico se
debe fundamentalmente a horas de maquinaria —lo que
los economistas llaman capital— y, en menor medida, a
horas de trabajo. La diferencia entre ambas empresas es
la productividad. Cada hora de trabajo de una persona
en la segunda empresa puede aportar hasta tres veces
más que una hora en la primera empresa, porque en un
mes la segunda empresa puede hacer hasta tres encargos
más similares al suyo que la primera empresa. La razón es
clara, unas personas tienen acceso a una maquinaria que
las hace más productivas y otras no.
A través de la contabilidad del crecimiento se trata,
precisamente, de medir qué parte del crecimiento
económico de un territorio se debe a la aportación de
horas de trabajo, qué parte a maquinaria y qué parte a
la productividad de combinar ambos factores (horas y
maquinaria), a lo que técnicamente se le conoce por el
nombre de Productividad Total de los Factores (PTF).
Aumentar la productividad no es algo inmediato, ni
fácil. En nuestro ejemplo no se arreglan los problemas
de productividad de la primera empresa simplemente
poniendo a disposición de las personas que tienen
que hacer el trabajo una máquina excavadora. Esas
personas tienen que saber qué hacer con esa máquina,
tienen que estar formadas, en definitiva, tienen que
tener habilidades suficientes para obtener una mayor
productividad usando la excavadora. Por esta razón
puede suceder que dos empresas con la misma maquinaria obtengan productividades muy distintas, y esto
hace que nos interese conocer de forma separada la
PTF de una economía.
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53
55. 54
i-Economía
Tabla 3.1. ontabilidad del crecimiento (% medio anual) en países
C
de la OCDE, 1985-2008.
Trabajo
Capital
TIC
Capital
no-TIC
PTF
Crecimiento
PIB
Suecia
0,17
0,56
0,35
1,24
2,32
Reino Unido
0,45
0,55
0,40
1,27
2,67
Australia
1,27
0,55
0,55
0,94
3,31
Estados Unidos
0,94
0,54
0,32
1,09
2,89
Nueva Zelanda
0,87
0,51
0,46
0,66
2,50
Bélgica
0,22
0,46
0,28
1,30
2,26
Holanda
0,85
0,45
0,39
1,07
2,77
Canadá
1,19
0,44
0,66
0,37
2,65
Dinamarca
0,29
0,42
0,35
0,64
1,70
Japón
–0,34
0,40
0,45
1,60
2,10
Suiza
0,22
0,40
0,37
0,54
1,53
Finlandia
–0,22
0,36
0,29
2,04
2,45
Portugal
0,32
0,36
0,48
1,26
2,42
Italia
0,35
0,35
0,71
0,22
1,63
–0,16
0,29
0,31
1,07
1,50
España
0,67
0,25
0,54
0,30
1,76
Francia
0,03
0,24
0,31
1,16
1,75
Austria
0,60
0,21
0,18
1,22
2,20
Irlanda
1,68
0,21
0,62
3,33
5,84
Media
0,49
0,40
0,42
1,12
2,44
Alemania
Fuente: OCDE 2010.
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56. Del progreso tecnológico al crecimiento económico
Esta forma de medir el crecimiento económico está
muy consolidada. Incluso la propia OCDE realiza estimaciones para incorporarla a sus bases de datos, que
podemos consultar para extractar algunas ideas interesantes sobre las que reflexionar. Además, la OCDE
separa del capital (o de las inversiones o maquinaria,
tomemos el concepto que nos haga sentirnos más cómodos) el que se corresponde con las TIC (hardware,
software y telecomunicaciones). Para un periodo
comprendido entre los años 1985 y 2008, la OCDE
estimó cuáles son los componentes del crecimiento
económico para determinados países que pertenecen
a esta organización, entre los que está España, y que
se corresponden con los siguientes datos.
La forma de interpretar la Tabla 3.1 es muy similar a la
del ejemplo del cierre de la parcela. Se trata de averiguar
cuántos puntos del crecimiento medio anual entre los
años 1985 y 2008 se corresponden a las inversiones en
TIC; cuántos a inversiones que no son TIC (todo tipo de
maquinaria no vinculada a tecnologías de la información
y comunicación); cuántos simplemente a la incorporación
de personas/horas de trabajo y, por último, qué se debe
a la productividad de todos los factores juntos, la PTF.
Los 19 países de la OCDE analizados han crecido en un
2,44%, cada año de media, entre 1985 y el año 2008. El
17% de ese crecimiento se ha debido, en exclusiva, a sus
inversiones en TIC, cantidad muy similar a la contribución
de las inversiones que no son TIC. Donde se contabiliza
la mayor aportación al crecimiento económico es en la
productividad de los factores, que aportan más del 46%
del crecimiento anual. El trabajo, como factor productivo,
es responsable del 20% del crecimiento económico.
Pero los datos son contundentes a la hora de establecer comparaciones entre países. Fíjese en España. De
los 19 países es el cuarto donde menor aportación han
tenido las TIC. En cambio, las inversiones no tecnológicas aportaron un 22% más al crecimiento económico
que la media de dichos países. Donde está la verdadera
diferencia, de la cual tenemos que partir para comprender bien el problema estructural que tiene la economía
española, es en la aportación al crecimiento económico
del trabajo y de la productividad en España, respecto
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
55
57. 56
i-Economía
Figura 3.1.
Aportación de la productividad total de los factores al crecimiento
económico (%) en los países de la OCDE (1985-2008).
Fuente: Elaboración propia a partir de OCDE 2010.
a los países de la OCDE. De media, la PTF de un país
en la OCDE aporta 3,74 veces más, en términos de
crecimiento económico, que la de España. En cambio,
las horas de trabajo aportan un 27% más al crecimiento
económico en España que en la media de los países de
la OCDE analizados.
Siendo concisos, el titular sería que España es, en la
OCDE, la empresa de los quince trabajadores armados
de pico y pala de nuestro ejemplo. En los 23 años analizados, a través de la contabilidad del crecimiento, España
no solo ha crecido un 38% menos cada año que un país
de la OCDE, sino que además lo ha hecho, en términos
comparativos, con más horas, menos productivas y con
menor tecnología que los demás países. Hay países
como Finlandia donde cada año el 83% de su crecimiento
económico se debe a la mejora de su productividad.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
58. Del progreso tecnológico al crecimiento económico
Pero no solo Finlandia, también Japón (76%), Alemania
(71%), Irlanda (57%) o Bélgica (58%). España es el segundo país, después de Italia, donde la productividad
aporta menos al crecimiento económico (un 17% anual).
Y esto tiene consecuencias muy relevantes, y en nuestro
ejemplo son evidentes: una productividad mayor de los
trabajadores de una de las empresas le permite hacer en
un mes tres veces más actividad, y por lo tanto puede
crecer hasta tres veces más.
3_2 a productividad, a largo plazo,
L
lo es todo
¿Y por qué la productividad es tan importante? La respuesta
la escribió hace años el premio Nobel de Economía, Paul
Krugman: “la productividad, a largo plazo, lo es todo”.
¿Y por qué lo es todo? Una forma de medir el progreso
económico es saber cómo aumentamos la renta per cápita
de un territorio. En términos macroeconómicos, la renta per
cápita se mide como el valor añadido que se genera en una
economía, lo que podemos aproximar también con el PIB,
por persona. Y existe una ecuación (en realidad es una
identidad, porque proviene de hacer unas operaciones
matemáticas muy sencillas a través del cociente entre
renta agregada y número de personas) muy usada en los
libros de economía y que resulta muy útil para comprender
este fenómeno:
∆ renta per cápita = ∆ tasa de empleo +
+ ∆ productividad
Esta ecuación nos dice que para que se produzca un
aumento (∆) en nuestra renta se tienen que producir
tres fenómenos, muy fáciles de comprender: uno, que
dediquemos más horas; dos, si no queremos trabajar
más, tendremos que hacerlo mejor, es decir, ser más
productivos y, tres, una combinación de ambas cosas,
trabajar más y ser más productivos. Pues en términos
macroeconómicos, es lo mismo, un país solo puede
crecer si emplea a más personas, o si la productividad de
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
57
59. 58
i-Economía
las personas que trabajan es mayor o, ambas cosas, que
se cree más empleo, que sea más productivo. Solo así
podemos tener más renta, no hay muchas más fórmulas
y más sencillas de comprender.
Por eso, trabajemos un poco en esa ecuación para
conocer la profundidad de las palabras de Krugman.
Imaginemos que no somos capaces de ser más productivos, es decir, que en la ecuación el ∆ productividad es
igual a cero. La única forma de aumentar nuestra renta
es dedicando más horas.
Por lo tanto, podemos crecer y tener más renta tan
solo aumentando el empleo, aunque no sea más productivo. Sin embargo esto tiene un límite, los días tienen
24 horas, y no vamos a poder responder con garantías
en parámetros de calidad, de costes, de rapidez, en definitiva, de muchas cosas que valoran los consumidores. Y,
además, esto empeora en un contexto de competencia
donde otros pueden ofrecer lo mismo, más barato, de
más calidad y en menor tiempo.
Y aunque esta competencia no existiese y aunque
no hubiese desempleo, a largo plazo, llegará un punto
donde no podamos crecer más, porque no hay más personas que quieran trabajar. A largo plazo, por lo tanto,
la única forma de crecer es a través de los aumentos
en la productividad. Es decir, que cada persona y cada
máquina hagan más cosas y de más valor con la misma
cantidad de recursos, con las mismas horas. Y podemos
dar la vuelta a la productividad y hablar de eficiencia, es
decir, podemos hacer lo mismo, con menos recursos y,
por tanto, a un menor coste.
Con esa sencilla ecuación llegamos a la regla de oro
del crecimiento: de las personas, de las empresas y de
los países. Esta regla nos dice que si trabajamos siendo
cada vez más eficientes y más productivos podemos
crecer con más garantías y de forma más sostenible. Al
cóctel productividad y eficiencia es a lo que se le suele
denominar competitividad.
La propia OCDE presenta en sus estadísticas habituales los datos relativos a la ecuación anterior. Mide cómo
ha crecido el PIB per cápita en los distintos países y a qué
se ha debido ese crecimiento, si a un mayor PIB por hora
trabajada o a una tasa de ocupación laboral mayor. Y
una vez más, los datos son contundentes.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
60. 59
Del progreso tecnológico al crecimiento económico
Tabla 3.2. omponentes del crecimiento del PIB per cápita (%) en países
C
de la OCDE y UE.
Crecimiento PIB
per cápita
Crecimiento PIB
por hora trabajada
Crecimiento
ocupación laboral
1995-00
2001-06
1995-00
2001-06
1995-00
2001-06
Suecia
3,2
2,7
2,5
3,4
0,7
–0,7
Irlanda
8,5
3,1
5,6
2,8
2,8
0,3
Estados
Unidos
2,9
1,7
2,2
2,2
0,7
–0,4
Japón
0,8
1,6
2,1
2,2
–1,3
–0,5
Francia
2,4
1,0
2,1
1,5
0,2
–0,5
Alemania
1,9
0,9
2,0
1,4
–0,1
–0,5
Dinamarca
2,4
1,6
1,1
1,3
1,3
0,3
Canadá
3,2
1,7
2,3
1,0
0,8
0,7
España
3,6
1,7
0,2
0,9
3,4
0,8
Holanda
3,4
1,1
1,7
0,9
1,7
0,1
Portugal
3,7
0,1
3,6
0,7
0,1
–0,6
Italia
1,9
0,1
0,9
0,0
1,0
0,0
OCDE
2,6
1,7
2,2
1,8
0,4
–0,1
UE-15
2,6
1,2
1,8
1,3
0,8
–0,1
Fuente: OCDE.
Entre los años 1995 y 2000, el PIB per cápita en los
países que pertenecen a la OCDE creció a una media
anual del 2,6% y eso ha sido posible en más de un 84%
por el aumento de la productividad por hora trabajada
—PIB por hora—. Aportación similar a la de los países
de la UE-15, un 70%. Pero esto no ha sido el caso de
España, donde la productividad tan solo explicó el 6,8%
del crecimiento del PIB per cápita.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
61. 60
i-Economía
Y para los años 2001 y 2006, mientras en la OCDE
y la UE-15 mantuvieron los niveles de aportación de la
productividad, en España aumentaron hasta representar
el 54%. No obstante, y en comparación con los países
de su “mismo club”, la conclusión es que España tiene
un modelo de crecimiento más asentado en las horas de
trabajo que en la productividad de las mismas.
Aunque la productividad no ha tenido siempre buena
prensa. Imagínese la de empleos que se han perdido de
telefonistas, de hecho ya no quedan en las empresas.
Personas que estaban en cabinas
conectando manualmente los nodos
de comunicación. Ahora ya son fruto
de la historia y de series como Mad
Men. Pero la realidad es que son muchas personas las que han perdido su
empleo por una mejora tecnológica
en las comunicaciones. O ya en la
actualidad, podemos pensar qué está
pasando con la actividad de correos,
porque ya casi no nos enviamos cartas, el medio de comunicación masivo
ha pasado a ser el correo electrónico. ¿Qué pasa con los
empleos en el sector de correos? Y lo mismo podríamos
decir, de las agencias de viaje, los periódicos en papel
o la construcción de cualquier edificio (que cada vez requiere menor intensidad de horas de trabajo). ¿Qué pasa
con todos esos recursos que ya no usamos? Pues que se
pueden liberar y emplear en otras cosas. El ahorro de
los costes que generaban estas cabinas telefónicas en
las empresas, lo podían dedicar a lo que mejor sabían
hacer, a lo que era su esencia y, por tanto, a mejorar los
bienes y servicios que compraba su clientela.
La tecnología ha cambiado y cambiará la forma en
la que hacemos las cosas, y ha liberado y liberará en
el proceso muchas horas de trabajo. Horas de trabajo
que podemos dedicar a otras cosas, a crear otros bienes
y servicios, que tienen valor para los consumidores,
que generan actividad económica, renta y empleo. Por
lo tanto, al ser más productivos y eficientes podemos
hacer más cosas y más baratas en menos tiempo —y
con menor agresividad hacia el medio ambiente—,
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Del progreso tecnológico al crecimiento económico
podemos generar más renta como nos decía la ecuación
anterior, que después gastamos en la economía y que,
a la vez, genera más actividad y empleo (Hunt, Manyika
y Remes, 2011).
Cierto es que esto abre nuevos problemas, porque las
habilidades que las personas tienen, si no se renuevan,
caducan. Y los nuevos empleos puede que requieran otro
tipo de habilidades, y no todas las personas se pueden
reciclar rápidamente. Pero este, aunque muy serio, es
otro problema distinto, y no desmiente el razonamiento
de que detrás del crecimiento económico a largo plazo
está la productividad.
“El proceso de crecimiento económico no es un proceso
de crecimiento armónico de magnitudes físicas sino que
se trata de proceso de sustitución permanente de productos y técnica (…) en este proceso nos encontramos
con un recurso infinito e ilimitado: el conocimiento.”
Nadal, J., 1994
La historia de la prosperidad tecnológica y del crecimiento
económico ha sido posible gracias a la productividad y la
eficiencia, y ambas cosas se consiguen con el conocimiento.
3_3 IC y productividad,
T
¿binomio inmediato?
Y en este punto tenemos que volver a conectarnos con
las TIC, porque como hemos visto en el capítulo anterior,
la revolución de las tecnologías de la información no
genera de forma inmediata una mayor acumulación de
conocimiento. Pero sí que lo puede facilitar, procesar y
transferir de forma sencilla, rápida y a bajo coste. Por lo
tanto, la intuición ya nos conduce a la idea de que las
TIC van a influir en el crecimiento de la productividad y
eficiencia en los territorios. Y la razón es porque lo verdaderamente relevante de esta revolución, y que va más
allá de su propia concepción de sector, es que ha cambiado las reglas de juego para contestar a las preguntas
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i-Economía
Figura 3.2. Impacto de las TIC en el ámbito empresarial.
Fuente: Elaboración propia a partir de Transforming the World With Information
Technology. Robert Atkinson. ITIF.
básicas de una economía, y eso muy pocas tecnologías
lo han logrado. Estas preguntas son muy sencillas, pero
determinantes: qué, cómo y dónde se produce, cómo se
organiza y gestiona la producción (gestión empresarial),
qué infraestructuras son necesarias para desarrollar la
tecnología existente y qué leyes y regulaciones se precisan
para implementarla de manera óptima.
Las TIC transformaron de forma exponencial la
manera en que nos organizamos como sociedad y,
lo seguirán haciendo, también de forma exponencial.
Esa es la tesis de Kurzweil (2011), que ya presentamos
anteriormente, y que en una reciente entrevista en la
revista McKinsey Quarterly explicaba algo que hace 25
años sería impensable —cuando él era estudiante del
Massachusetts Institute of Technology (MIT)— y que
tacharía de loco a cualquiera que lo dijera en aquella
época: el móvil que tenemos cualquiera de nosotros
hoy es un millón de veces más barato y mil veces más
poderoso, en términos tecnológicos, que cualquier aparato electrónico de la época. Y ese poder tecnológico
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64. Del progreso tecnológico al crecimiento económico
es el que va a seguir creciendo de forma exponencial y
llegará un año, que él coloca en el 2029, donde se pueda
simular el comportamiento del cerebro humano.
Por lo tanto, las raíces del árbol de las tecnologías de
la información y la comunicación son profundas y llegan
a todas las ramas por lo que deberían de ser proveedoras
de “savia” a la economía. Es decir, motores de la productividad y del crecimiento económico. Y para contrastar
esta idea tenemos que abandonar la metodología de la
contabilidad del crecimiento. La razón es sencilla, con esa
contabilidad podemos aproximar qué aporta el empleo,
el capital y la productividad al crecimiento económico,
pero no podemos averiguar cómo los factores afectan
entre sí.
Para comprender esta idea piense en el siguiente
ejemplo, ¿es lo mismo darle un ordenador a una persona
con estudios de ingeniería informática que a una sin estudios de ningún tipo? La respuesta es que no, si ambos
tienen que desarrollar un trabajo que dependa del uso
del ordenador. Lo que dota de productividad a las máquinas son las personas y su formación, o habilidades en
sentido amplio, para utilizarlas. Y a partir de ahí surgen
muchas interacciones difíciles de medir, pero necesarias
para enterarnos de qué está pasando. ¿O no creen que
la formación y las habilidades adquiridas influyan en la
productividad de los ordenadores, de los programas
informáticos o de las máquinas excavadoras?
Por ese motivo se tienen que utilizar otro tipo de modelos que combinan la estadística con la teoría económica,
más conocidos como econométricos, y que permiten estimar mejor esas interacciones y entrar a conocer con nuevas
herramientas la “caja negra” de la productividad. Consiste
en medir bien determinadas variables que se consideran
estratégicas, desde un punto de vista teórico, y observar
cómo se comportan estadísticamente en el tiempo y en
comparación en los distintos territorios.
Existe un proyecto en la Unión Europea, el EU KLEMS
Project, para diseñar bases de datos donde se combine el
conocimiento académico y las fuentes estadísticas oficiales
para medir “el crecimiento económico, la productividad,
la creación de empleo, la formación de capital y el cambio
tecnológico a nivel industrial para toda la Unión Europea”.
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