2. ¿Qué es la globalización?
La globalización es un
proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran
escala, que consiste en la
creciente comunicación e interdependencia entre los
distintos países del mundo unificando sus
mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de
transformaciones sociales, económicas y políticas que les
dan un carácter global. La globalización es a menudo
identificada como un proceso dinámico producido
principalmente por las sociedades que viven bajo
el capitalismo democrático o la democracia liberal y que
han abierto sus puertas a la revolución
informática, plegando a un nivel considerable
de liberalización y democratización en su cultura
política, en su ordenamiento jurídico y económico
nacional, y en sus relaciones internacionales.
3. • Efectos de la globalización
Varios estudios han concluido que la globalización ha beneficiado
tanto a los países pobres como a los países ricos. Pero tales
estudios tradicionalmente no se interesan en los índices de
desarrollo integral, sino en cifras sobre actividad comercial
globales ingresos totales. Y lo que no se calcula, principalmente
en los estudios es el impacto provocado por el cambio de los
agentes de control del comercio de la esfera local a la
internacional, donde los que toman las decisiones no son políticos
responsables a los electorados. Son más bien los que
administran las bancas decapitar, naturalmente con su interés
principal en realizar ganancias sobre sus amplias inversiones. Es
decir, no son representativos del pueblo y tampoco no son
responsables al pueblo, ni son fácilmente asequibles por el
público; supone sólo que siempre se encontrarán lejos de la vista
del público, refugiados en las pequeñas salas de juntas de las
distintas capitales del mundo empresarial.
4. • Actitud de América latina
• A pesar de todo, los países de América Latina siguen buscando
alinearse con los grandes bloques comerciales como estrategia
preferida para salir de la pobreza. Parece que ahora no hay
mucho interés en asociarse con países vecinos o con otros
países pobres, con la posible excepción del MERCOSUR, sino
con países adinerados. En el caso colombiano, los políticos
encargados de fomentar las exportaciones han tenido su
mirada principalmente en el NAFTA. La razón que se expresa
no es que crean que se abrirán los mercados a los productos
colombianos, sino que de este modo, el campo colombiano
estará abierto a la inversión de capital por parte de las
empresas multinacionales y, a lo mejor, estas nuevas
empresas se organizarán para crear nuevas exportaciones. La
conclusión que se impone es que las multinacionales
aumentarán la magnitud y volumen total del comercio en el
país y eso importa masque lo que se produce.
5. • Pérdida de identidad y de valores
• No hay precedentes muy exactos para indicar lo que se puede esperar en estos
países a consecuencia de las grandes olas mundiales. Sin embargo, la historia
moderna tiene un antecedente algo parecido en el área de la cultura popular y
empresarial. La hegemonía norteamericana en las industrias
cinematográfica, comunicaciones, ciencias y tecnología y el comercio, tal vez
presten un ejemplo aleccionador. En ese caso, muchas de las poblaciones del
mundo han querido asimilar para sí enamorican Wall en sus costumbres y modo
de vida, adaptándose a los “americanismos "en muchos de sus aspectos. Las
sociedades latinoamericanas han cedido también este ascendiente arrollador
norteamericano. Es decir, se han adaptado, hasta cierto punto, a la cultura
empresarial e institucional preponderante de los Estados Unidos, a algunos de
sus preceptos fundamentales en la educación —muchos de los textos que se
usan al nivel superior son textos norteamericanos, algunos traducidos, otros
no—, a los valores sociales y culturales sobre la familia, a los pasatiempos
preferidos, a las actividades de diversión y a muchos de los valores y creencias
seculares, ahora muy generalizados entre las poblaciones latinas. Pero es tal
vez lamentable que existen notables lagunas en la adopción de esa cultura
empresarial. En la administración de empresas en América Latina y sobre todo
en la administración pública, no hay la misma precisión o efectividad en la
atención al público. Por ejemplo, en muchas empresas no saben contestar al
teléfono con exactitud, no dan información precisa y correcta y, en suma, no
atienden al público con la misma puntualidad que se espera en otros países.
6. • Impacto de la globalización
• La cuestión más importante entonces parece ser: ¿cuál será el impacto
de la globalización en la vida económica, política, social, cultural de los
países latinoamericanos y cuál será el impacto sobre los valores y
creencias de estas poblaciones? La respuesta a estas preguntas no se
sabe con certeza, pero una consideración filosófica sobre el tema puede
ser útil. Es probable que las sociedades menos desarrolladas serán las
menos preparadas para enfrentar todos los cambios bruscos e
imprevisibles que promete la globalización con seguridad. Si un país no
disfruta de un sistema democrático sólido, bien definido y apoyado por la
población, es probable que sea más vulnerable a las influencias del
exterior que los con sistemas democráticos más fuertes y estables. Lo
mismo para la economía. Un país que no tiene una economía
generalmente fuerte, equilibrada y estable, se encontrará probablemente
muy vulnerable a la imposición de expectativas de la comunidad
internacional. Igualmente, es probable que un país que no tiene un
sistema de educación y de investigación útil y práctico, un adecuado
servicio médico y seguridad social, todo designado para satisfacer las
necesidades de la población, será más vulnerable a la imposición de
normas extranjeras que una sociedad desarrollada y estable en estos
aspectos fundamentales.
7. Los ritmos históricos de la globalización
• El crecimiento del comercio internacional y del flujo de
capitales ha sido sustancial en el periodo de la segunda
posguerra mundial, llevando a la construcción de un
mundo mucho más integrado del que existió entre 1914
y 1945. Sin embargo, se puede argumentar que la
cúspide de la globalización fue alcanzada precisamente
antes del rompimiento de la primera guerra
mundial, cuando el comercio y los flujos de capital
habían integrado a todos los continentes con Europa.
En ese momento no pasó nada particularmente
empobrecedor y destructivo de los países de la periferia.
Por el contrario, los que más se integraron a fines del
siglo XIX como Rusia, Argentina y México, alcanzaron
tasas muy elevadas de crecimiento económico. Haití y
Colombia eran los países más pobres de América en
1900 y la inserción cafetera financió el exitoso
crecimiento económico en Colombia
8. • Colombia en el globo
• Hay que recordar que Colombia tuvo problemas para participar en la
globalización del siglo XIX, que esa participación fue una de las
razones de las guerras civiles entre liberales que querían entrar a la
globalización y conservadores que pretendían mantener su identidad
hispánica sin contaminar y a quienes la riqueza les parecía un valor
degradante. Frente a los problemas del transporte creados por la
compleja topografía y de los precios del mercado mundial que
hacían, según Ocampo, que la producción colombiana fuera
marginal, Thomas Fischer ha propuesto otra hipótesis más sensata:
“tan responsable como las dificultades geográficas y los precios del
mercado mundial fue la continua incapacidad de las élites
colombianas para vencer estos obstáculos a través de inversiones
para modernizar el transporte y mejorar la productividad de las
empresas nacionales. La incapacidad de las oligarquías para
coordinar sus intereses, y así crear condiciones favorables para
inversiones productivas, se manifestó sobre todo en los frecuentes
conflictos internos que afectaron el país”.
9. • Los riesgos de la globalización
• Los riesgos de la globalización tienen que ver con cambios
tecnológicos que pueden desplazar la producción de muchos
países, proceso que conocemos ampliamente desde el siglo
XIX con la quina, el añil y que experimentamos con las fibras
artificiales y el azúcar sintético durante el siglo pasado. En la
medida en que aumente el ritmo de cambio tecnológico
existirán riesgos para la planta existente basada en la antigua
tecnología. Por lo demás, los países industrializados imponen
restricciones en áreas que deberían favorecer las
exportaciones de los países en desarrollo. Según Ocampo, “los
mercados mundiales de manufacturas son mucho más
libres, pero los mercados agrícolas están más
distorsionados, la migración laboral es más controlada y las
normas de propiedad intelectual son más restrictivas”.
(Ocampo) Lo que se deduce es que los países más abiertos al
cambio tecnológico y los que desarrollen capacidades de
diseño son los que mejor podrán sortear el riesgo del cambio
10. • Conclusión
La conclusión más elemental es que la globalización con sus grandes
beneficios está bastante lejos del alcance de Colombia, aunque le
correspondió absorber un duro choque recesivo: la crisis internacional de
1998-1999 encontró a la economía en profundo desequilibrio
macroeconómico. Otros elementos nocivos de la globalización, como el
tráfico de drogas y de armas, han perjudicado notablemente a la nación y
a su economía. El entorno sede los años noventa ha sido dominado por
una expansión del poder público a costa del poder privado que ha
paralizado la extensión de la economía al resto del mundo con base en sus
exportaciones. El endeudamiento público, especialmente notable de 1995
en adelante, ha sido un factor adicional devaluatorio del peso y por lo tanto
desincentivado de las exportaciones no tradicionales. La política de
expansión fiscal mantenida durante 8 años costó una pérdida importante
del PIB en la crisis que nos sacudió. El flujo de capital que logró llegar fue
desacomodado por la expansión al debe del gasto público. Ese flujo fue
excesivo en relación con la capacidad de la economía para acomodarlo y
hubo que pujar contra el gasto público para lograr un espacio que se
desvaneció seguidamente.