El documento trata sobre la evolución de las actitudes hacia la discapacidad a través de la historia. Inicialmente, se usaban nombres peyorativos para referirse a las personas con discapacidad y existían fuertes prejuicios. Más adelante, aunque los nombres cambiaron, los prejuicios persistieron. Finalmente, el paradigma ha cambiado a uno de autonomía personal, donde el problema no es la persona sino las barreras en el entorno, y se promueve la normalización e interacción con otros.