4. Así pasaron las horas y los días. El pretendiente permaneció afuera del palacio, soportando el sol, los violentos, la nieve y las noches heladas. Sin pestañear, con la vista fija en el balcón de su amada, el valiente súbdito siguió firme en su empeño sin desfallecer un momento. En vez en cuando la cortina de la ventana real dejaba traslucir la esbelta figura de la princesa, que con un noble gesto y una sonrisa aprobaba la faena. Todo iba a las mil maravillas, se hicieron apuestas y algunos optimistas comenzaron a planear los festejos. Al llegar el día noventa y nueve, los pobladores de la zona salieron a animar al próximo monarca. Todo era alegría y jolgorio, pero cuando faltaba una hora para cumplirse el plazo, ante la mirada atónita de los asistentes y la perplejidad de la princesa, el joven se
9. No tengo tiempo para jugar; debo trabajar para mi familia y necesito una casa para mi esposa e hijos. ¿Pues ayudarme?
10. Lo siento –repuso el árbol-. No tengo una casa, pero puedes cortar mis ramas y construir tu casa.El hombre costo todas las ramas de árbol, que ser sintió feliz, y no volvió. Cierto día de un cálido verano, regreso. El árbol estaba encantado. -¿vienes a jugarconmigo?-lepregunto. -me siento triste,estoy volviendome viejo. Quiero un bote para navegar y descansar,¿puedes darmelo? -Usa mi tronco para construir uno; así podrás navegary seras feliz.
11.
12. Bueno –dijo el arbol-, las viejas raices de un arbol son el mejor lugar para recostarse y descansar. Ven, sientante conmigo y descansa.El hombre se sento junto al arbol y este, alegre y risueño, dejo caer algunas lagrimas. Estamos a tiempo para retribuir el cariño a quienes nos lo dan generosamente, debemos dar sin esperar nada a cambio.