2. La Reconciliación Hace un tiempo te enojaste con tu pareja y rompieron una relación que creías que iba a durar para siempre. Hoy lo extrañas y quisieras que te llamara y te pidiera perdón, pero por qué mejor no piensas tú en dar el primer paso. Las relaciones se forman cuando hay dos personas de acuerdo que desean estar juntas, y los esfuerzos no pueden depender de una sola. Antes que nada, debes estar dispuesta reconocer tu parte de responsabilidad en el problema que tuvieron, pues para enojarse se necesitan dos. Una vez que has logrado esto ya puedes pensar en hablar con tu compañero. Después debes estar segura que deseas volver a estar con él y que vas a pedir la reconciliación arriesgándote a que te rechacen. Sin embargo, esto no debe reprimirte de intentarlo pues es mejor saber que hiciste todo lo posible por regresar y que si no se pudo no fue por no haberte atrevido. Si no pruebas y no das el paso, siempre te vas a quedar con la idea de que si hubieras llamado tal vez estarías con él. Cuando te decidas a llamarlo, debes olvidarte de tu orgullo, pues en el amor no hay lugar para pensamientos egoístas, donde el otro tenga que asumir una culpa que recae sobre ambas partes. Es necesario, que estés dispuesta a perdonar si él cometió el error, o a pedir perdón si fuiste tú.
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4. Además recuerda que el tono que utilices para tratar de arreglar las cosas debe ser el más conciliador posible, pues la sensibilidad de él estará dispuesta a sentirse ofendida en cualquier momento al igual que la tuya. Sé muy suave y exprésale lo que sientes, dile que lo extrañas, que deseas verlo y que quieres hablar de lo que sucedió. En estos casos es mejor ser directa para no confundir a la otra persona, y para no perder tus ideas. De igual manera, tendrás que tener una actitud no de reproche, sino más bien tratar de llegar a un acuerdo. Es muy importante que si el error más grande fue cometido por él, tú no vengas con reproches o a retomar el dolor que te causó, es mejor ver hacia adelante y estar dispuestos ambos a perdonar las equivocaciones del otro, así como de querer olvidar todo lo malo que ha pasado hasta ahora. Si todavía sientes rencor, trata de eliminarlo, y si la confianza que le tenías se rompió trata de recuperarla, pues una relación que no pueda apoyarse en la confianza hacia el otro y donde existen resentimientos no es sana. Así sólo conseguirás hacerte más daño tú y causarle dolor a la persona que quieres, por lo que tal vez no sea el momento. Si crees que la herida no es tan profunda y la base de la relación sólo ocupa ser restaurada, pues adelante y no temas dar el primer paso. Hoy en día, la mujer también tiene derecho de expresar sus sentimientos por un hombre, de hacérselos saber y de intentar estar juntos. No te preocupes si te rechaza de primera entrada, se quedará pensando en ti y tal vez más adelante cuando esté preparado quiera hablar contigo, no lo presiones, pues los hombres se alejan cuando se sienten atacados o asediados. Dale tiempo al tiempo y piensa bien las cosas, si él no te llama en los próximos días puedes intentarlo otra vez y si te vuelve a rechazar resígnate, porque ya no te quiere. No insistas y sal con la mirada en alto, ya vendrá aquel que te aprecie de verdad. Si aceptó hablar contigo, trata de que el conflicto no se vuelva a repetir e inicia este acercamiento con mucho optimismo.
5. ¿Es posible un segundo intento después de la ruptura? ¿Serán felices ahora o su reencuentro se transformará en otra separación? Muchas parejas que terminan, después de un tiempo de haber roto, buscan regresar a un segundo intento con su relación. Marta y Roberto se separaron hace algunos meses. La intensidad de sus antiguos conflictos y discusiones se ha enfriado y las sombras del desamor se han disuelto. Se mantienen en contacto y los dos tienen sentimientos encontrados, pues ahora que ya no están juntos, muchas veces tienen ganas de volver a estarlo. Ahora confían, más con el corazón que con las ideas, en que la relación que no funcionó en el pasado podrá tener éxito en el futuro. ¿Les espera una luna de miel como imaginan? ¿O por el contrario se encontrarán ante una perversa luna de hiel?
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7. El proceso de cambio Según los psicólogos de pareja, para que una reconciliación resulte positiva y pueda evolucionar hacia una relación sólida, lo cual no es frecuente pero tampoco improbable, hay que tener en cuenta una serie de factores: • Reflexionen sobre la primera etapa. Antes de dar un paso tan importante como es la reconciliación con él, es fundamental que hagan juntos una reflexión sobre cuáles son las fallas que los llevaron a la ruptura y si siguen existiendo. Analicen si hay nuevas condiciones que les permitan presentir el éxito y si el deseo de reiniciar una vida juntos es mutuo. Este primer paso les servirá de prueba para la futura relación. • Eliminen los espejismos. Algunas parejas intentan reconciliarse porque siguen sintiéndose atraídas sexualmente, o por miedo a la soledad, a la necesidad económica, a las presiones de la familia, a no ser capaces de tener otra relación. No vuelven juntos por verdadero amor o porque compartan un proyecto de vida en común. En estos casos, hay muy pocas posibilidades de que la relación prospere. • No escondan la cabeza como avestruz. Si no han descubierto y solucionado los problemas que los llevaron a la ruptura, será inevitable que la crisis vuelva a surgir, pero esta vez será más dañina y la separación definitiva. Es un autoengaño que nunca funciona pensar que los problemas se resolverán más adelante o que el otro cambiará.
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9. • Piensen que sin cambios no hay futuro. Para retomar su relación con posibilidades reales y no ficticias de éxito, ambos deben estar totalmente dispuestos a tener cambios de conducta y de actitud, a intentar que la relación se vuelva a desarrollar con naturalidad, a realizar todos los esfuerzos necesarios para que funcione y a dialogar para identificar las piedras que hay en el camino y quitarlas. • Hablen claro y directo. En lugar de leer la mente del otro o esperar que se dé cuenta de algo por sí solo, háganse peticiones directas y concretas, de este tipo: “Me siento mal cuando no tomas en cuenta el esfuerzo que hago” o “Me gustaría que me abrazaras más seguido”. • Tengan paciencia y plazos realistas. Para no desalentarse ante los inevitables malentendidos e inconvenientes que van a surgir entre ustedes, por ser propios de toda relación humana, deben tener presente que la reconciliación es un proceso prolongado de cambio, que necesita mucho esfuerzo y paciencia por parte de ambos. Establezcan un plazo de seis a nueve meses, para descubrir si su relación sale a flote.