Este documento discute la relación entre la sociedad, la cultura y la comunicación social. Argumenta que el estudio de estos procesos requiere una integración teórica de disciplinas como la filosofía, la sociología y la lingüística. También sugiere que la comunicación social es el resultado de las interacciones entre los actores dentro de una sociedad, y que los estudios en esta área a menudo se adhieren a un paradigma estructural-funcional.