La educación debe adaptarse a las necesidades de la sociedad industrial para formar a los estudiantes en las habilidades requeridas por la era moderna como la lectoescritura, el cálculo y la disciplina. La escuela debe enseñar valores como la puntualidad, la obediencia y el trabajo en equipo para preparar a los niños para los roles laborales de la fábrica. La pedagogía tradicional debe modernizarse para alinearse con los cambios sociales y económicos de la Revolución Industrial.