1. Con Corazón Sacerdotal
YO VENGO A OFRECER MI CORAZÓN (F. Páez)
Con corazón sacerdotal
¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón.
Tanta sangre que se llevó el río, yo vengo a ofrecer mi corazón.
No será tan fácil, ya sé que pasa;
no será tan simple como pensaba,
como abrir el pecho y sacar el alma.
Una cuchillada de amor.
toda mi vida he de entregar.
1-Con nuestras sedes vamos andando
necesitadas/os de saborear
tu Agua Fresca que nos renueve
y así con gozo poder cantar.
2-Si tu Mirada y tu Palabra,
todos tus gestos son Compasión
para seguirte con valentía
necesitamos tu Corazón.
3-Al derramarnos en los hermanos
les anunciamos tu gran Amor
que nos libera, nos dignifica,
nos restituye Hijas (os) de Dios.
Luna de los pobres siempre abierta, yo vengo a ofrecer mi corazón.
Como un documento inalterable, yo vengo a ofrecer mi corazón.
Y uniré las puntas de un mismo lazo,
y me iré tranquilo, me iré despacio,
y te daré todo y me darás algo,
algo que me alivie un poco más.
Cuando no haya nadie cerca o lejos, yo vengo a ofrecer mi corazón.
Cuando los satélites no alcancen, yo vengo a ofrecer mi corazón.
Hablo de países y de esperanza,
hablo por la vida, hablo por la nada,
hablo de cambiar esta nuestra casa…
de cambiarla por cambiar nomás…
¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón.
4-Danos ternura, Misericordia,
capacidad de intercesión,
de escucha atenta, sanar heridas,
buscando siempre la comunión.
Con Corazón Sacerdotal
2. Dando un pasito más…
Busco en mi corazón, en mi vida…
-¿Qué personas, situaciones que me rodean me hacen muy feliz hoy?
Busco en la Palabra Juan 1,9-14
-¿Qué descubro en esta Palabra?
-¿Qué personas, situaciones que me rodean me entristecen hoy?
-¿Qué le puedo responder?
¿Qué es lo que siento que es muy propio mío y tengo para ofrecer a
los demás, a este mundo de hoy?
Y lo descubro…
-¿Qué medios pongo para concretarlo?
“El espíritu es la inclinación del corazón; es aquello a lo cual
sentimos que nuestra vida entera se entrega. El espíritu
sacerdotal es un espíritu que busca inclinarse, derramarse. Su
propio peso será traslucir el amor incondicional de un Dios que ama
aun exageradamente…”
“En medio de esta realidad, nace apasionadamente el deseo y la
urgencia de comunicar el Amor de Dios, la pasión por el Reino, el
3. deseo de que el hombre se dé cuenta de que en su historia está
Dios. El espíritu sacerdotal es el impulso de comunicar a Dios…”
(CCS págs. 8 y 9)