El documento define la democracia como un sistema que promueve la dignidad, libertad e igualdad de las personas. Explica que la democracia representativa es aquella en la que los ciudadanos eligen de forma libre y periódica a sus representantes, mientras que la democracia directa implica la participación de todos los ciudadanos. Finalmente, argumenta que un país debe adoptar la democracia representativa en lugar de la directa debido a que no todos los ciudadanos tienen la capacidad para gobernar.