1. Cuando fui diputado nacional, fui proyectista de la Ley
de Capitalidad; el espíritu de la ley pretendía, como en
cualquier parte del mundo, que el Estado o el Gobierno
transfiera recursos a la capital, por su condición de capital y
en nuestro caso por ser asiento constitucional de los tres
poderes del estado.
Asunción abre sus puertas diariamente a más de
1.500.000 mil compatriotas que ingresan a la ciudad
utilizando todos nuestros servicios. Servicios viales, la
generación de basura en un 40 % obedece a la basura
pública proveniente como lo denomina la gente de Aseo
Urbano, por la cantidad de persona que ingresa
diariamente a la capital.
Entonces tenemos hoy un motivo más para pedir que
el gobierno o el estado contribuyan con la ciudad capital.
Como proyectista, de la Ley de Capitalidad, acudí al
Ministerio de Hacienda, y en ese entonces habían dicho
que era inviable por no contar con los recursos. Pero
existía una deuda en concepto por impuestos, tasas y
contribuciones que eso se podía honrar, entonces yo les
dije este ha de ser el único país en el mundo donde se
paga por legislar una obligación pero así fue.
Esa ley presenta ambigüedades en la interpretación
de los técnicos de Hacienda y antes de debatir, discutir y
que corra el tiempo, la opción era presentar una
modificación de la ley y esta misma explicación les hice a
los ocho diputados que nos representa en la cámara de
diputados y ellos refrendaron con su firma como
proyectistas.
Esos son recursos que legítimamente les corresponde
a la Municipalidad de Asunción, y que van a ser destinados
para mejoramiento vial y para mas desagües pluviales.