1. Control de calidad
Es el nivel más bajo de la calidad total y consiste en la verificación mediante ensayos de
laboratorio o in-situ de una partida una vez culminada su ejecución; los resultados se
comparan con los requisitos o especificaciones exigidas y en caso no cumplan con los
márgenes de tolerancia deberán ser rechazados y rehechos bajo el costo del ejecutor de la
obra o contratista. En esta etapa la calidad es responsabilidad exclusiva del departamento
de calidad y los riesgos son muy altos; y es el nivel en el que la mayoría de empresas
constructoras se encuentra, excluyendo claro a aquellas que ni siquiera lo practican.
Como ejemplo de este nivel de calidad podemos citar:
• La rotura de una probeta de concreto a los 28 días para verificar su resistencia.
• El ensayo de densidad de campo para verificar el % de compactación de una base granular.
• El ensayo de Viga Benkelman para verificar deflexiones máximas admisibles.
• El ensayo Marshall y de lavado de asfalto para una carpeta asfáltica.
• El ensayo de esclerometría del concreto, entre otros.
Aseguramiento de la calidad
Es el segundo nivel de la calidad total y consiste en asegurar la calidad en el proceso de
producción para evitar que éste dé lugar a productos defectuosos. En esta etapa la calidad
no se controla únicamente al final del proceso, sino que éste se verá sometido a un control
a lo largo de dicha cadena de producción para evitar los defectos o el incumplimiento de las
especificaciones.
Esto significa que los contratistas tienen que asegurarse que las cosas salgan desde el
inicio, inclusive desde la selección de recursos e insumos para la obra para que estos sean
los más adecuados. De esta manera la calidad pasa a ser una característica del proceso
productivo y no solamente del producto terminado. La calidad en esta etapa no solo es
responsabilidad del departamento de calidad sino también del área técnica que ejecuta la
obra, del área de logística y almacén e incluso involucra a los proveedores.
Como ejemplo del aseguramiento de calidad podemos mencionar los siguientes:
• El diseño de mezclas de concreto para una resistencia específica, acompañado de un
control minucioso de la dosificación de los agregados y la relación a/c utilizada en obra y no
dejarlo al libre criterio del operario que elabora la mezcla, incluso en este control se debería
utilizar recipientes estandarizados.
• El cálculo y control del agua necesaria para que una base granular alcance su óptimo
contenido de humedad y la máxima compactación.
2. • La verificación del contenido de humedad con equipos portátiles como el “speddy”, antes
que se inicie el rodillado.
• La verificación del slump y la temperatura del concreto minutos antes de ser vaciada en
los encofrados.
Gestión de la calidad
Es el nivel más alto de la calidad total que se extiende a toda la empresa constructora; no
solo se considera como una característica de las obras ejecutadas, sino que alcanza el nivel
de estrategia global de la empresa incluyendo a la alta dirección, a todos los recursos
humanos, a los procesos constructivos, a los medios de producción, a los métodos, a la
maquinaria utilizada, a todas las áreas de la organización, etc.
Si una empresa quiere llegar a este nivel de competencia deberá romper sus paradigmas
conocidos evolucionando hacia esta nueva filosofía de trabajo, aplicando la mejora continua
en todos sus procesos, fomentando el trabajo en equipo, realizando círculos de calidad,
buscando la satisfacción de cliente: interno, contractual y al usuario final y aplicando el
benchmarking y el “just in time” como herramientas de gestión.
Así mismo, se debe dar mucha importancia a la implementación de los formatos de control
necesarios para hacer un seguimiento oportuno a la obra, dentro de ellos podríamos
mencionar los siguientes:
– Cuaderno de obra virtual (COV) en reemplazo del tradicional y obsoleto cuaderno de obra
en físico – Planificaciones semanales de ejecución de obra (Last Planner)
– Registro de Productos o Procesos No Conformes.
– Registro de control del vaciado de concreto in-situ para cada lote de producción.
– Registro de ensayos realizados.
– Registro del proceso constructivo en obra de los elementos estructurales.
– Registros topográficos, etc.
– Registros no conformidad en el uso de EPPs.
– Registros de investigación de accidentes, etc.
Sin bien es cierto en el sector de la construcción existe alto porcentaje de informalidad, si es
posible aplicar algunos niveles de calidad al interno de las empresas involucradas siempre
y cuando estén dispuestas a cambiar algunos paradigmas y empezar a ver las obras como
productos resultantes de un proceso en el cual se deben de cumplir ciertos requisitos para
3. satisfacer a nuestros clientes. Si así fuera estas empresas lograrán aumentar su
productividad, reducirán sus costos, eliminarán los reprocesos y costos de no calidad y
consecuentemente aumentarán sus beneficios.