Este documento ofrece consejos para que los padres se comuniquen de forma efectiva con sus hijos, incluyendo escuchar activamente a los niños en lugar de darles órdenes inmediatas, hablar menos y escuchar más lo que sienten, y repetir lo que se escucha para mostrar que se les está prestando atención. También sugiere que los niños pueden desconectarse cuando son regañados o gritados, pero que los padres pueden conseguir que los escuchen si primero aprenden a escucharlos a ellos.