1. A un intelectual
Ha mucho tiempo amortajada,
vivo en un tráfago que es mueca de la vida,
un transitar carente de incentiva,
con el alma estropeada y desteñida.
Soy un intelectual,
que no ha podido aprisionar a Dios en la probeta,
un dracma de su esencia no he tenido para justificarlo en la retorta;
de Dios, quise saber sus proporciones,
poderlo explicar con ecuaciones,
su fórmula encerrar en mi gaveta
y poderme cruzar con Él en la banqueta,
quise saber su peso y su medida,
¿qué tiempo tiene de vida?
estar seguro de su contenido
y, encontrarle con alguien parecido;
miré en el microscopio, ¡y nada!
su existencia no ha sido comprobada,
y ahora digo con satisfacción, no poca,
que Dios no existe porque no se toca;
alguien me dijo: “Está en el cielo”
y enfoqué el telescopio con anhelo,
sin encontrar ni una huella,
¿allá? solamente se encuentran las estrellas.
Con otros científicos capaces
busqué a través de sólidos líquidos y gases,
la conclusión de este trabajo laborioso,
fue,que Dios no es sólido líquido o gaseoso.
La tesis terminante de mi ciencia
rechaza todo lo que no es palpable
y claramente me dice la conciencia
que no existe lo que no es tangible.
Después de escuchar esta tesis con paciencia
que entraña un fanatismo por la ciencia,
te invito a transitar por otros rumbos,
sin andar por las rudezas dando tumbos.
2. El espejismo material te abruma
con la espina dorsal de su esqueleto,
poniendo ante tu vista densa bruma,
en el ángulo eficaz de lo concreto;
busca en el fondo de tu ser, hermano,
y una chispa hallarás de su existencia,
y no podrás estar ufano
en tratar de explicarlo con la ciencia.
Cuando entregues a la tierra lo prestado,
en kilos y hasta en gramos mi estimado,
que me diga la ciencia
¿qué ha pasado aquí con lo que fue enterrado?
Hay una sinfonía de ritmos siderales
en que las plantas y animales y también los minerales
entonan con arpegio, siguiendo la batuta que les manda la armonía.
De un poema grandioso somos parte,
en que rima la oración, el intelecto y el arte.
Solamente los humanos vamos contra la corriente
que hasta del creador dudamos,
y los himnos que entonamos, son sólo cánticos de muerte.
Usaste la mente que Él te dio para ignorarlo,
tapaste los oídos que Él te dio para no oírlo,
cerraste los ojos que Él te dio para no verlo,
usaste la boca que Él te dio para negarlo.
Una madre tuviste cuando niño,
química y físicamente comprobada,
¿no sentiste a Dios con su cariño
y la tuviste por siempre idolatrada?
Fuentes de información hay una sola
y el universo es una escuela
que tiene como llave el pensamiento,
con su gran esplendor y su portento.
De una esencia divina estás formado,
de una esencia de vida estás rodeado,
marcha siguiendo del amor en pos,
y estoy seguro mi hermano, bien seguro,
que encontrarás a Dios.