SESION DE PERSONAL SOCIAL. La convivencia en familia 22-04-24 -.doc
Niveles
1.
2. 1 Nivel intelectual
Para evaluar este aspecto pueden utilizarse pruebas verbales como el
Wisc-R , también el K-ABC de Kaufman. En cuanto a las no verbales puede
aplicarse el Test de Matrices Progresivas de Raven o el Toni-2.
Los resultados obtenidos con estas pruebas, suponen una medida de la
capacidad intelectual del sujeto, pero también, proporcionan un perfil de los
diferentes factores mentales implicados. Recordemos, que para el diagnóstico
de un trastorno específico de la lectura, debemos descartar la presencia de
retraso mental.
2 Análisis específico lecto-escritura
Para este aspecto, se pueden utilizar varias opciones a nivel de pruebas
psicológicas, que armonizadas pueden evaluar de manera eficaz este factor. El
TALE, construido para investigar con rapidez y detalle el nivel general y las
características esenciales del aprendizaje de la lectura y escritura. Comprende
dos partes (lectura y escritura) cada una de las cuales está integrada por varias
pruebas.
EDIL, se trata de una prueba para la exploración de las dificultades individuales
de la lectura. Evalúa tres aspectos: exactitud, comprensión y velocidad.
PROLEC-R, evaluación de los procesos lectores. Se obtiene una puntuación de
la capacidad lectora de los niños e información sobre las estrategias que cada
niño utiliza en la lectura de un texto, así como, los mecanismos que no están
funcionando adecuadamente y por lo tanto no le permiten realizar una buena
lectura. Edad de aplicación: cursos de 1º a 6º de educación primaria. PROESC,
evaluación de los principales procesos implicados en la escritura y la detección
de errores.
3. 3 Exploración perceptivo-motriz
Abarca el examen del esquema corporal, la lateralidad y la percepción
espacio-temporal. Para apreciar la imagen que el niño tiene de su propio cuerpo,
pueden utilizarse las pruebas de Piagety Head. Se trata de constatar el momento
del proceso evolutivo, en que se encuentra el niño en relación con su edad.
Las pautas normales por edad al respecto son:
A los 5 años: debe conocer las partes de su cuerpo.
A los 6 años: debe conocer, señalar y nombrar los miembros y órganos del
lado derecho e izquierdo.
A los 7 años: debe producirse el llamado cruce del eje de simetría. Se trata
de combinar el lado derecho con el izquierdo, lo que posibilita la ubicación de los
objetos, tomando su cuerpo como punto de referencia.
4 Evaluación del temperamento/personalidad
La evaluación de aspectos de su personalidad puede resultar necesaria
para trazar un plan de intervención eficaz. También los aspectos conductuales,
su forma de relacionarse con su entorno más inmediato (padres, hermanos,
compañeros, maestros, etc.) y cómo percibe su problema resultará de mucha
utilidad. Según la edad del niño, pueden utilizarse técnicas proyectivas como el
test de la familia, el test del árbol o test de la figura humana, como una primera
aproximación.
Finalmente, hay que expresar que en el proceso diagnóstico, es
imprescindible evaluar los procesos lectores para identificar los que puedan estar
alterados y los que operan correctamente, ya que los objetivos de la intervención,
vendrán en gran medida determinados por la evaluación de los procesos.
Esta evaluación debe abarcar, por una parte, las habilidades relacionadas
con la lectura, en las que los niños con dislexia suelen tener dificultades, como
son: las habilidades de conciencia fonológica, la velocidad de nombrado o la
4. memoria de trabajo y, por otra parte, los procesos lectores, tanto en lo que se
refiere a la conversión de grafemas en fonemas, que determina la exactitud
lectora, como los procesos de reconocimiento de palabras que determinan la
fluidez.