El documento narra la historia de un patito feo que nació entre gatos y fue rechazado por su apariencia diferente. Un gato inteligente lo cuidaba en secreto y le enseñaba lecciones de vida. Cuando creció, el patito se dio cuenta de que no era un pato sino un león, y se convirtió en el rey de la selva respetado por todos.
1. EL PATITO FEO
POR
MARC GADEA MARTÍNEZ
Nacer pato en un mundo de gatos es complicado, desde que te formaste en
las gónadas de tus progenitores. Porque naces con pico y ellos tienen
bigotes, porque caminas a dos patas como buen pato y ellos lo hacen a
cuatro y los patos vuelan y los gatos son vagos. Y rizamos el rizo si en lugar
de pato naces pata, todo se complica un poquito más.
Nuestro pato nació macho, pero no por eso se libró de la exclusión, era raro,
o al menos así lo veían los demás, todos lo veían diferente, nadie lo quería
por su aspecto, era súper feo, desgarbado y patoso, nadie lo entendía
porque todos decían “miau, miau” y el intentaba hacer un fuerte rugido
para hacerse respetar y le salía “cuac, cuac”, lo que provocaba la risa de
todos los demás, patos y gatos.
Mientras todos hacían hermosos dibujos, el patito feo solo sabía hacer
garabatos. Los patos se creían súper patos y los gatos, súper gatos y
consideraban al patito feo un subgénero, una especie a extinguir.
Había un gato que era el único que se preocupaba por él, ese gato era más
inteligente que el resto, pero para que los demás gatos no lo despreciaran
a él también, cuidaba del patito feo a escondidas. Trataba de enseñarlo a
volar, pero para un gato es difícil enseñar algo que el no sabe hacer, además
al patito apenas se le apreciaban las alas. Este gato le llevaba las sobras de
comida cuando todos habían terminado.
El gato le enseñó lecciones muy valiosas, como valorarse a sí mismo para
que los demás también lo hicieran. Amar la rama en la que descansas,
donde encuentras la calma, ya seas pato o gato, gata o pata. ¿Y qué es la
rama? Para cada uno es una cosa, la música, la lectura, los juegos, una
buena compañía, ese lugar donde se puede ser uno mismo, tu lugar en el
mundo.
2. Cuando el patito creció se dio cuenta que no tenía que caminar a dos patas
porque tenía cuatro y se había convertido en un fuerte y robusto animal,
hasta esa especie de pico que tenía se había transformado en una gran boca
con afilados colmillos.
Había vivido toda su vida creyendo que era un pato entre gatos, intentando
volar y ni siquiera tenía alas. Y no, no era un pato, ni un gato, se había
convertido en un precioso león de melena dorada, y así es como fue
coronado el Rey de la Selva, había encontrado su sitio y era respetado por
todos.
FIN
BIBLIOGRAFÍA
He utilizado recursos audiovisuales, “Historia de una gaviota y el gato que
la enseñó a volar” de Luís Sepúlveda, un vídeo que puede encontrarse en
Youtube y que cuando era pequeño veía bastantes veces.
El libro “Mujeres que corren con lobos” (El Patito Feo) de Clarissa Pinkola
Estés.
Y he leído en internet “Los patos vuelan en V” de Eduardo Galeano.