A través de este cuento trabajamos la autoestima de los niños, la cooperación entre ellos y el auto-conocimiento así como la resolución de conflictos y la toma de decisiones.
1. El gato y el piojo
Hubo un tiempo en que los gatos y los piojos convivían
juntos. Pero los gatos no sabían de su existencia debido a
su tamaño tan diminuto apenas
perceptible. Habían gatos de todos los tipos, negros,
moteados, blancos como el algodón, naranjas y gatos
negros pero en la ciudad de los gatos nadie se acercaba a
ellos porque decían que traían mala suerte, además eran
muy huraños y no hablaban con nadie.
Los gatos que eran muy independientes pronto dejaban el
hogar familiar para salir y descubrir mundo y embarcarse
en nuevas aventuras.
¿A que no sabéis que cuento era el preferido de los gatitos
en la ciudad de los gatos? Si, el gato con botas. Porque en
la escuela gatuna les enseñaban
A cazar ratones y a leer, lo que pasa que ellos solo
conocían cuatro letras
La m, la i, la a, u miau. Pero como habían gatos viajeros
que visitaban tejados lejanos descubrían otros muchos
sonidos más como el sonido de los pájaros y del viento
fffu…y luego se los enseñaban a los gatitos en la escuela.
Hasta habían gatos que soñaban con ser astronautas y
todas las noches contemplaban las estrellas.
Pero lo que todo gato soñaba era conocer a un humano
para matar su curiosidad gatuna y así aprender más.
En la ciudad de las personas los niños no querían ducharse
nunca así que no tenían champú ni gel, ni siquiera tenían
bañera porque no sabían para que servía hasta que un día
los habitantes de la ciudad de los piojos se trasladaron
hasta allí, la ciudad de los piojos se quedó vacía.
Así es como los piojos empezaron a convivir con los
humanos.
2. Un día un gato viajero se coló por la ventana del colegio y
delante de los niños empezó con su patita a asearse y a
limpiar su cabeza, desde aquel día
Los niños hicieron lo mismo y los piojos tuvieron que
marcharse.
Los gatos que eran animales domésticos eran muy
apreciados por sus amigos los humanos y en cada casa
había uno.
Pero los piojos siempre venían año tras año a visitar a los
niños humanos
Se instalaban en sus cabezas y para colmo se pasaban de
unas a otras y eso que los niños se duchaban todos los días
así que se celebró un consejo gatuno para hablar del
problema que tenían los niños.
Y a un gato sabio se le ocurrió la idea de hablar con los
piojos y pedirles que se fueran al pueblo de al lado donde
habían muchos más niños y donde ellos estarían más
felices. Cuando los piojos llegaron allí y se instalaron en
Las cabezas de los niños descubrieron que todos llevaban
pelucas de colores, era la ciudad de los payasos. Aquella
ciudad era un circo gigante donde habían elefantes, leones,
tigres, gatos artistas que habían llegado hasta allí, muchos
payasos pero lo que no había allí era sobre todo piojos.
Aquellos niños nunca supieron más de piojos pero si de
maravillosos gatos.
YOLANDA PRADAS RUANO.