1. La Argentinidad.
Según un filósofo español, es el modo y la forma de ser de los argentinos, como forma
de gobernar. De esta manera se afronta la noción de la argentinidad tomando distancia
de la cotidianeidad y el contexto al que esta asociada. También se la puede definir como
una cualidad que tienen los argentinos como cultura, que hace que se diferencien de
otros países.
Surge a principios del siglo XX y esta marcado por el hecho histórico de la Inmigración
y el Centenario de la Revolución de Mayo, en donde se da una reestructuración de las
condiciones de dominación que existían en Argentina. Este proceso también tubo
suceso en la época de “la Argentina de Ongania”, en el golpe de estado.
En ella se trata de argentinizar no solo a la población Argentina, sino también a los
extranjeros que residen en este. Este proceso de argentinizar, trata de reconocer a las
personas como un sujeto de ella, y a la vez objetos también en la argentinización.
Según esta cultura, los argentinos no saben aprovechar los recursos que brinda la tierra
para mejorar como por ejemplo que, Argentina es un lugar en donde no hay huracanes
ni movimientos sísmicos, es un terreno donde abundan las lluvias, ideal para explotarlo,
cosa que los argentinos no supieron hacer. También como forma de ser de este país, la
población tiende a no desechar los objetos sino a repararlos con lo que encuentren a
mano, por eso la famosa frase de “acá en Argentina lo atamos con alambre”.
Otro ejemplo, podría ser, cuando un auto se rompe en la ruta, el dueño del coche en vez
de llamar al auxilio, va a tratar de repararlo con lo que encuentre a mano, para llegar a
destino.
La argentinidad se ve reflejada en las costumbres que sigue la gente del país, el tomar
MATE, aunque este año no se podrá demostrar mucho debido a que la yerba está muy
cara y escasea. Como así también nos representa el fútbol, el tango, las regiones
turísticas que presenta el país, los relieves, la buena cultura, y la gran cantidad de
recursos que presenta y no los sabemos utilizar para mejorar como país.