8. evolución y distribución geográfica de la población española. los efectivos demográficos y su evolución. características y factores de la densidad y la distribución espacial.
8. evolución y distribución geográfica de la población española. los efectivos demográficos y su evolución. características y factores de la densidad y la distribución espacial.
Similar a 8. evolución y distribución geográfica de la población española. los efectivos demográficos y su evolución. características y factores de la densidad y la distribución espacial.
Similar a 8. evolución y distribución geográfica de la población española. los efectivos demográficos y su evolución. características y factores de la densidad y la distribución espacial. (20)
SESION DE PERSONAL SOCIAL. La convivencia en familia 22-04-24 -.doc
8. evolución y distribución geográfica de la población española. los efectivos demográficos y su evolución. características y factores de la densidad y la distribución espacial.
1. 1
TEMA 12: LA POBLACIÓN ESPAÑOLA: LA EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA
DESDE 1900. RASGOS BÁSICOS DE LA DISTRIBUCIÓN ESPACIAL DE LA POBLACIÓN.
1. Evolución de la población española.
1.1. Fuentes demográficas:
La demografía es la ciencia que estudia la población. En demografía se utilizan fuentes. Para estudiar la
población utilizamos las fuentes demográficas. Hay dos tipos de fuentes demográficas:
· Fuentes históricas: Censos o recuentos de vecinos (Catastro de Ensenada). Registros parroquiales.
· Fuentes actuales: Se utilizan para el estudio de la época actual. Los principales son el Censo de
población (la ONU define el censo como un conjunto de operaciones que consisten en reunir y publicar
datos de distinto tipo relacionado con las características de la población. Es elaborado por el Instituto
Nacional de Estadística, INE, cada 10 años, el último es el Censo de 2011), Padrón de habitantes
continuo (registro que contiene la relación de habitantes de los municipios, es elaborado por los
Ayuntamientos, en un principio se hacía cada 5 años, pero a partir de 1986 es continuo, es decir, se
actualiza todos los años) y el Registro Civil (institución que recoge los datos para elaborar las
estadísticas del movimiento natural de la población. Hasta 1870 dependía de los registros parroquiales
pero, los bautismos y las defunciones, desde entonces, lo hace el registro civil y esta información la
traspasa al INE que elabora boletines estadísticos.
1.2. La trayectoria demográfica de la población española.
· Siglo XVII: las primeras estimaciones fiables son del Catastro de Ensenada que cuantificaba la
población española en 9,5 millones de habitantes.
· Mediados del s. XIX y principios del s. XX: el crecimiento fue reducido: de 15 millones en el Censo de
1857 a 19 millones en 1900, las razones de este crecimiento reducido fue el bajo crecimiento natural
(diferencia entre nacimientos y defunciones).
· Principios de siglo a 1975 (1900 a 1975): el crecimiento fue elevado, debido al alto crecimiento natural.
Este crecimiento hubiera sido mayor de no haberse visto limitado por tres acontecimientos: la epidemia
de gripe de 1918, la Guerra Civil (1936-1939) y la emigración a ultramar (hacia América Latina). En
consecuencia, la población pasó a cerca de 19 millones en 1900 a 36 millones en 1975.
· De 1975 a 2001: escaso crecimiento demográfico: de 36 millones a 40 millones en 2001. Se debió al
débil crecimiento natural por la fuerte caída de la natalidad y hubiera sido menor de no haber sido por la
inmigración extranjera.
· Proyecciones para 2050: según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en los próximos diez años,
España perderá medio millón de habitantes, para situarse en el 2021 en torno a los 45,5 millones, debido
a la caída de la natalidad que no ha podido compensarse con el incremento de la natalidad que supuso la
llegada de la inmigración extranjera desde finales de la década de los noventa.
2. 2
2. Rasgos básicos de la distribución espacial de la población.
1.1. Distribución espacial de la población:
· La población española ascendía a 47 millones de habitantes en 2012 que suponía una densidad de algo
más de 90 habitantes por kilómetro cuadrado. Esta densidad es moderada, pero inferior a otros países
europeos (media de la UE=115 hb/km2
), pero oculta fuertes desequilibrios: hay lugares con densidades
superiores a los 500 habitantes por kilómetro cuadrado y otras claramente despoblados con menos de 20
habitantes por kilómetro cuadrado.
· Esta densidad media oculta diferencias: existen áreas de concentración, que superan a la densidad media
nacional, que se localizan en el centro peninsular, Madrid; y en las costas españolas, así como los
archipiélagos balear y canario. Por el contrario, las áreas de despoblamiento, con menos de 25 hb/km2
,
se localizan en el interior peninsular, con desiertos demográficos (áreas de menos de 10 habitantes por
kilómetro cuadrado, en las provincias de Soria y Teruel).
· Distribución de la densidad por comunidades autónomas también se aprecian fuertes desequilibrios: la
densidad es superior a los 140 hb/km2
están en la periferia y son Cataluña, Valencia, Baleares,
Comunidad Valenciana, País Vasco y Canarias, solo una comunidad del interior tiene una densidad de
estas características: Madrid. Con una densidad media se encuentra Galicia, Andalucía, Navarra y La
Rioja. El resto de las comunidades autónomas presenta una baja densidad y se corresponde con el
interior, ambas Castillas, Aragón y Extremadura que presentan graves problemas de despoblación, sobre
todo en las áreas montañosas donde el éxodo rural ha causado una fuerte sangría demográfica.
· Origen de esta distribución: el origen de este desequilibrio poblacional tiene su origen en la Edad
Moderna, aumentando en épocas recientes. Hasta el s. XVI, las mayores densidades se daban en Castilla.
Sin embargo, la crisis del s. XVII, que afectó especialmente a Castilla, empezó a desplazar a población
hacia la periferia. Este desequilibrio se agudizó sobre todo en el siglo XX, donde la existencia de unos
desequilibrios regionales (regiones ricas e industrializadas y regiones pobres y agrarias), produjo una
corriente migratoria en dirección sobre todo al triángulo de desarrollo (Madrid, País Vasco y Cataluña).
Sin embargo, con la crisis económica de mediados de los setenta, esta corriente se detuvo y regiones
industriales de la cornisa cantábrica empezaron a expulsar población. Por el contrario, el modelo de
desarrollo basado en el turismo y la construcción movilizó a muchos españoles a emigrar allí donde era
más importante esta actividad: el arco mediterráneo y ambos archipiélagos.
3. 3
1.2. Factores que influyen en la distribución de la población.
1.2.1. Factores físicos:
Estos factores influyeron más en épocas pasadas que en la actualidad, pero siguen teniendo influencia como
el relieve y el clima. Así, las zonas de montaña están débilmente pobladas, por su elevada altitud y su clima
frío y la ausencia de perspectivas económicas que ha conducido a los jóvenes a emigrar, quedando solo los
más ancianos. El clima también influye para que la población de la costa sea mayor que en el interior, por
tener un clima más benigno.
1.2.2. Factores humanos:
Son los que explican, esencialmente, las diferencias en la distribución. Podemos distinguir los factores
económicos y de urbanización.
1.2.2.1. Factores económicos:
-La industria que, entre 1960 y 1975 se convirtió en causa de atracción migratoria con origen en las regiones
agrarias y con destino en las regiones industrializadas del país. Esta situación se mantuvo hasta mediados de
los setenta, cuando la crisis económica generó una crisis en la industria tradicional, la que demanda más
mano de obra, sobre todo en la cornisa cantábrica, que dejó de ser foco de atracción migratoria.
4. 4
A partir de 1975, la industria dejó de ser factor pull o de atracción migratoria para convertirse en factor
push o de rechazo pasar a actividades del sector servicios, sobre todo en las regiones especializadas en el
turismo y la construcción (arco mediterráneo y los archipiélagos balear y canario).
-El crecimiento urbano, o porcentaje de población urbana que vive en las ciudades. Fue otro factor decisivo.
Hay que distinguir dos etapas: una primera, de emigración del campo a la ciudad, éxodo rural, que permitió
el crecimiento de nuestras ciudades y el despoblamiento de las áreas rurales, sobre todo, las áreas de
montaña. Esta etapa se desarrolló con especial intensidad de 1960 a 1975. Una segunda, de éxodo urbano, o
emigración de la ciudad al campo circundante que es más reciente, que generó la urbanización de las
periferias o suburbanización y la pérdida de población de los centros urbanos o contraurbanización.