El documento resume la historia de los bordados. Explica que los romanos llamaban a la decoración con hilos "Plumarium Opus" o "Opus Phrygium" y que los hilos usados eran de lino, seda y lana, a veces con metales preciosos. Además, señala que la invención del bordado se remonta a los babilonios en Mesopotamia y que en la Edad Media llegó a Occidente a través de las Cruzadas, practicándose principalmente en los monasterios.